Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
Como Maestro
Reiki siempre he sostenido y enseñado que las terapias energéticas (que manejan
la energía vital) no tienen nada que ver con la concepción ni la práctica de
Dios para la gente.
Decir lo
contrario sería similar a pensar que un atleta olímpico tiene más o menos a
Dios en su vida gracias a su práctica.
Un atleta o
entrenador físico trata directamente con el cuerpo físico; un intelectual con
el cuerpo mental; un artista-enamorado con el cuerpo emocional, un terapeuta
energético con el cuerpo de energía vital, un vidente con el cuerpo astral, un
terapeuta kármico con el cuerpo akáshico y es el cuerpo espiritual el que sí
tiene que ver directamente con Dios.
Está
sobrentendido que no solo somos seres multidimensionales en todos esos planos
anteriores, sino que somos seres integrales; donde todos esos cuerpos trabajan
integrados unos con otros. Pero “al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que
es de Dios”
Aún así, si bien
no confundo al Reiki con Dios; a Dios a veces si lo meto en esto de nuestras
energías para aumentar las posibilidades de estar más sanos. Paso a explicar.
Si analizamos las
condiciones y patologías que se suelen tratar con mayor éxito con las
diferentes terapias energéticas, encontramos un porcentaje muy alto que
corresponde simplemente a un bajo nivel de energía en nuestro sistema.
Cuando nuestro
sistema energético mantiene un nivel bajo de flujo energía vital (por desgaste,
por filtraciones o por una entrada deficiente de dicha energía) nuestros
centros energéticos (los chakras) comienzan a fallar de forma casi impredecible
o mediante malestares inespecíficos. Dichas fallas o malestares generalmente
explotan en los “puntos débiles” de cada persona (debilidad enmarcada por le
genética, por la crianza, por el ambiente, etc.). En estas condiciones, muchas
funciones de vida dejan de llevarse a cabo correctamente: comienzan a
detenerse, o se desestabilizan o se sustituyen por otras.
En cualquier
caso, la terapéutica energética debe incluir como primer paso un aumento del
flujo de energía vital en el cuerpo energético del individuo. Esto es similar a
tomar un vía a un paciente y comenzar a administrarle fluidos para
estabilizarlo (electrolitos, hidratación, sangre...)
Una vez que el
cuerpo energético empieza a manejar la cantidad de energía necesaria; muchas de
aquellas funciones de vida que habían dejado de trabajar comienzan a activarse;
siendo las “funciones de auto-sanación” las primeras que remontan.
Cuando el cuerpo
energético ya se estabiliza en cantidad de energía, un terapeuta energético
puede comenzar a utilizar otras técnicas: cirugías astrales, alineación de
chakras, limpiezas específicas, etc.
Pero la
mayoría de las veces (lo digo por experiencia) el solo hecho de tener la
energía suficiente para que se despierten las funciones de auto-sanación
necesarias, puede ser más que suficiente. Y esto se consigue con sesiones
energéticas frecuentes y periódicas para asegurar que se mantenga la energía
suficiente para sanar. En cada sesión brindada se “inyecta” energía a la
persona, de cierta manera artificial, gracias a la técnica del terapeuta
energético.
Pero mas allá de
darle energía en cada sesión y de que esta permita la sanación, ¿qué tal si se
consiguiera, con algún método “casero”, que el cuerpo energético de forma
natural canalizara más energía por su propia cuenta?
Primero sería un
problema para muchos sanadores energéticos, porque seríamos menos necesarios;
pero mejor aún, la sanación de una dolencia no dependería tanto del ciclo de
terapias, ni de la cantidad ni de la frecuencia; sino que la persona desde su
cotidianidad estaría recibiendo más energía vital de forma automática.
Y si ¿este método
casero no solo sirviera para tomar más energía en momentos de enfermedad, sino
que cambiara nuestro cuerpo energético para que este quedara permanentemente
recibiendo más energía vital aun estando sano?
Pues sería la
panacea. La persona, manejando más energía vital, estaría menos propensa a
estados de baja energía; sus chakras estarían más estables y en general sería
más resistente a enfermedades y en el caso de alguna se recuperaría más rápido.
Si quisiéramos provocar una adecuación energética de este estilo,
deberíamos enfocarnos en ver cómo activamos el chakra que maneja la entrada de
energía a nuestro sistema. Si a ese chakra lo mantenemos más grande o más
activo con alguna actividad cotidiana, pues tendrá la capacidad de dejar entrar
más energía a nuestro sistema; y por lo tanto habremos conseguido lo que
buscamos.
Esta puerta de
entrada a nuestro sistema energético es el séptimo chakra o chakra de la
coronilla (en el tope de la cabeza) o más correctamente conocido como
Sahasrara.
Y no me he
olvidado del título de este escrito. Este chakra 7mo es el que maneja toda la
actividad humana relacionada con Dios; o de forma más general con la Divinidad que la persona
reconozca.
Activando chakra necesario
Recordemos que
cualquier persona realizando una actividad cuya energía representa a un chakra
en particular puede llegar a activar a ese chakra.
Por lo tanto, si
alguien introduce o refuerza en su cotidianidad todo lo relacionado con su
práctica religiosa, pues no solo estará aumentando el chakra de la coronilla;
sino que lo estará dilatando con lo cual quedará canalizando automáticamente
mayor cantidad de energía de forma permanente.
Y esto es todo;
pero cuidado lo dije correctamente: “práctica religiosa”. Tal vez sea necesario
recalcar nuevamente la diferencia entre espiritualidad y religiosidad.
Espiritualidad y religiosidad
Mucha gente se
autodenomina “espiritual” y creyendo que es suficiente dejan de lado la
práctica religiosa.
La
“espiritualidad” está enfocada en nuestra era moderna más a una relación
“personalizada”, “según nuestro gusto y criterio” con Dios; pero no
necesariamente implica la verdadera “Acción Espiritual”.
La “Acción
Espiritual” se enmarca directamente en compromiso religioso real. La mayoría de
las veces en personas “espirituales” sí pueden hacer acciones como ir a misa,
orar, seguir rituales o fiestas, etc.; pero estas no son más que “acciones
terrenales de la espiritualidad”, no son “Acciones Espirituales” verdaderas.
A nivel
energético, esa “espiritualidad” NO se maneja con nuestro 7mo chakra (de
entrada de energía) sino con el 6to (el chakra mental). Esto define a esa
“espiritualidad” como una experiencia más reflexiva, más intelectual; y no una
experiencia mística/Divida real. Se puede ser todo lo “espiritual” que se
desee; pero no se logrará que entre más energía a nuestro sistema. Por el contrario,
el sexto chakra es uno de los que “quema” más energía (está relacionado con el
estrés perjudicial), pudiendo llegar a ser incluso contraproducente esa
“espiritualidad” sin “religiosidad”.
Por el otro lado
la religiosidad, la práctica (sea de la religión que sea), SÍ activa ese 7mo
chakra y como consecuencia aumenta la entrada de energía.
Pero entonces ¿la
religiosidad sí es ir a misa y esas cosas?. No necesariamente. Hay muchas
personas que oran, rezan, van a misa y realizan estas acciones desde inclusive
otros chakras (un 3er chakra posiblemente), no desde el 7mo.
Una persona
realmente religiosa (con práctica de activación de 7mo chakra) no es “la que va
a misa”, sino “la que disfruta ir a misa”; aunque no se necesite nada ni se
vaya a pedir nada a Dios.
Una persona
realmente religiosa no es la que “reza el rosario para pedir una gracia”, sino
la que tiene una necesidad visceral de rezarlo simplemente por sentir a la Virgen.
Una persona
realmente religiosa es la que en las fiestas religiosas, en los rituales, lo
único que busca es “adorar a su Dios” y se esfuerza por hacerlo.
Una persona
realmente religiosa es la que siente “algo especial en el corazón” cuando oye o
lee una sagrada escritura.
Este tipo de
personas, con esas actividades y actitudes correctas hacia las mismas; son las
que mantienen un 7mo chakra dilatado, grande, fuerte; con una entrada de
energía más allá de lo normal. Esa misma ampliación del 7mo chakra es la que
les ayuda a mantenerse más equilibradas que el común de las personas.
Pero si una
persona no es así ¿hay esperanzas?. Como terapeuta energético puedo decir que
sí. Todo chakra se puede activar con las actividades correctas y con la guía
apropiada; y una vez que se activa y sana, esas actividades pasan a ser
necesarias y hasta placenteras para la persona.
Pero como
terapeuta espiritual debe reconocer que el tema de activación del 7mo chakra no
es trivial; y no porque sea más difícil energéticamente hablando; al fin de
cuentas es un chakra más.
El problema de
esta activación se presenta a nivel sociocultural. En nuestra cultura todo lo
que signifique religión o más ampliamente “Crecimiento Espiritual” pasa por
calificativos desde “estúpido” hasta “inservible” y se considera que “se pierde el tiempo
haciendo esas tonterías”.
Por allí se dice
que “Solo Dios basta”; y parece ser muy cierto también desde el punto de vista
energético. Pero afortunadamente para los terapeutas energéticos pareciera que
“Dios es para todos, pero no todos son para Dios”; así que seguiremos llenando
de energía a la gente mientras no se terminen de convencer.
Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
04 de mayo del 2014.
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras
claves: chakras, Dios, energía, vital, salud, bienestar, autosanación,
GRACIASSSS.. NAMASTE. MUY CIERTO.
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