Autor:
ShaniShaktiAnanda
El
amar a algo o a alguien siempre se debe traducir en acciones. De lo
contrario la frase “te amo” o “lo amo” es inconsistente.
Y
es así porque el beneficiario de tu amor debe sentirlo, debe
beneficiarse con ello.
No
voy a discutir que muchas veces sentimos amar a alguien y no podemos
demostrarlo, incluso porque esa persona puede no querer nuestro amor.
Sucede. Pero ese amor que no se puede manifestar efectivamente, no
ayuda a nadie, ni al que ama ni al ser amado. Por lo tanto aquí no
me refiero a ese amor.
Cuando
amas de verdad a alguien siempre buscas hacer cosas para que ese ser
amado esté bien, se mantenga bien, esté sano, se alimente bien, no
se enferme, descanse, esté tranquilo, no le das preocupaciones, lo
ayudas a cumplir sus metas, lo apoyas para que tenga éxito y muchas
cosas más.
Pero
ese amor, el amor de verdad, no es alcahueta. Ese amor no debe
pretender dar bienestar inmediato del ser amado a costa de un
bienestar trascendente, de un bienestar futuro mayor. Me explico con
dos ejemplos.
Si
amas a tu hijo lo envías al colegio, le das educación (dentro de
tus posibilidades); pero cuando quiera divertirse viendo televisión
incumpliendo con alguna tarea, pues en nombre de ese amor no se lo
permites. Cualquier bienestar mayor, futuro, trascendente, es más
importante que bienestares “alcahuetas” instantáneos.
Si
amas a una persona con diabetes, tu manifestación de amor no es
cocinarles con azucares y carbohidratos refinados sino procurar que
esté bien a futuro, a pesar de que tenga que suprimir
gratificaciones inmediatas, como puede ser comer dulce.
Estoy
seguro que hasta aquí estamos de acuerdo.
Resumiendo:
cuando amas a alguien quieres y haces por el bienestar
trascendente de esa persona; bienestar trascendente que a veces
implica ayudarle a hacer sacrificios y elegir qué es lo mejor para
ella.
Amar
a los demás puede llegar a ser natural y fácil, créanme. Pero ¿es
fácil amarse a uno mismo?
Uno
puede descubrir que los criterios de vida más difíciles de llevar a
cabo no son naturales, sino que se tienen que aprender con esfuerzo;
con un esfuerzo espiritual.
Cito
una referencia bíblica que establece dos de las conductas correctas
para vivir con bienestar trascendente:
Mateo
22:36-40 (RV1960)
36
Maestro (le preguntaron a Jesucristo), ¿cuál es el gran mandamiento
en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el
primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende
toda la ley y los profetas.
En
la cita anterior se leen dos de los mandamientos fundamentales dados
por Jesucristo, los cuales son base de todas las enseñanzas
sagradas, aplicable a cualquier doctrina espiritual/religiosa. Una
personas espiritual tiene estos dos preceptos como basamento de todo
lo que hace en la vida.
El
mandamiento de “amar a Dios sobre todas las cosas” es parte de
otros escritos. Es el mandamiento fundamental más importante y hay
que entenderlo muy bien; pero no corresponde explicarlo en este
escrito.
Lo
que si vamos a tomas es el mandamiento de “amar a tu prójimo como
a ti mismo”
Aquí
cabe muy bien todo lo que hemos hablado anteriormente. Amar a tu
prójimo es proveerle o ayudarle a que tenga el mayor bienestar
trascendente (a pesar de sus gratificaciones instantáneas).
Pero
¿nos damos cuenta de que este mandamiento es reversible?
Amar
a tu prójimo como a ti mismo = Amarte a ti mismo como amas a tu
prójimo.
Si
amando a tu prójimo buscas su bienestar, ¿porque no te procuras tu
bienestar de la misma manera?
Vivir
el aquí y el ahora
Esta
frase puede ser tan correcta o incorrecta como la interpretación que
“convenientemente” que se le dé. Destacaré solo la
interpretación incorrecta desde el ámbito del bienestar.
Muchas
personas interpretan el “vivir el aquí y el ahora” como una
forma de enfocarse en el disfrute personal del momento, porque
consideran que el futuro es incierto. Por eso viven buscando momentos
de disfrute y placer, sin considerar muchas veces las consecuencias a
futuro; consecuencias no necesariamente por lo que hacen, sino por lo
que dejan de hacer.
Eso
se llama: “Gratificación instantánea” (gracias
Blanca)
y es potencialmente peligroso e irreversible.
Las
personas que viven buscando su bienestar en el aquí y en el ahora se
parecen a los estudiantes que abandonan lo deberes por ver la
televisión, por salir con los amigos, por los vídeo juegos, por
distraerse, etc. Una inmadurez que no promete un bienestar futuro.
Esta
mala interpretación de “vivir aquí y del ahora” anula el
concepto del bienestar trascendente. No quiere decir que en la
búsqueda del bienestar trascendente no puedas disfrutar el momento;
pero debes estar consciente de que, cuando sea necesario, debes
escoger tus acciones por un bienestar trascendente a pesar de que no
disfrutes el momento.
Claridad
para la calle y oscuridad para la casa
Y
es una realidad que no se suele cumplir lo de “amarnos (cuidarnos)
como amamos (cuidamos) a nuestro prójimo”.
Damos
muchos consejos de bienestar a aquellos que amamos, los mismos que
no seguimos.
Somos
capaces de cuidar o preparar comidas saludables a los demás, pero
somos descuidados con nuestra propia alimentación.
Damos
consejos o procuramos que descansen aquellos que amamos, pero
nosotros no tenemos el descanso suficiente.
Aconsejamos
que los que amamos hagan ejercicios regularmente, pero nosotros no
lo hacemos como deberíamos.
Trasmitimos
a los que amamos que meditar es bueno, pero nosotros no le ponemos
dedicación.
Acompañamos
al médico a quienes amamos, pero nosotros no vamos para lo nuestro.
Recordamos
hacer a nuestros amados sus controles de salud y no estamos
pendientes de los nuestros.
Aconsejamos
a los amigos que se calmen ente un problema pero nos alteramos sin
control ante los nuestros.
Decimos
a nuestro amados que confíe en Dios ante algún problema pero ese
mismo Dios no nos sirve a nosotros en los nuestros.
Si
no nos amamos a nosotros mismos (como amamos a nuestro prójimo)
nunca vamos a estar realmente bien.
Recordemos que cuando amas a alguien lo que buscas es que esté
realmente bien, de forma trascendente.
Los
beneficios de amarte... a ti mismo
A
lo mejor el título de este escrito confundió a algunos; pero sigue
siento coherente; porque si yo te amo, también me debo amar a mí
mismo.
Y
no es la idea que algunos repiten que debemos primero aprender a
amarnos a nosotros mismos antes de amar a los demás; si fuera así
nunca llegaríamos a amar a nadie.
Como
el mandamiento citado es una igualdad y toda igualdad es
bidireccional; el amar a otros y a la vez trabajar amándonos a
nosotros mismos se puede hacer simultáneamente.
Si
te esfuerzas porque alguien esté bien, debes esforzarte para que tú
también estés bien.
Y
a veces lo hacemos. Si conocemos una buena fuente de soda; pues la
recomendamos a las personas que amamos. Solo que debemos hacerlo con
cosas más serias, con las cosas que nos den beneficios
trascendentes.
Como
corolario final quiero dejar algo que debemos recordar siempre:
“El
primer paso para tener cada vez mayor bienestar es que aprendas a
amarte a ti mismo. Esto implica que te ocupes de las cosas que te
prometan bienestar trascendente, dejando de lado, de ser necesario,
las gratificaciones instantáneas.” SSA 18dic2022
Ahora
es fácil darse cuenta de que si nos cuidamos nosotros mismos,
podremos tener mayor capacidad de cuidar a los que amamos.
¿Llamamos
ta todo esto amor
propio?
Ya lo desarrollaré más en su momento.
¡Pero
cuidado! Eso de amarse uno mismo no tiene nada que ver con quererse
uno tal como es. Otras personas predican que te debes aceptar como
eres; y ese es el tipo de amor alcahueta que nadie se puede permitir.
Si
practicas el amarte como eres, estás aceptando y quedándote con
esas cosas en ti que pudieran estar mejor. El amarte como eres puede
eliminar cualquier posibilidad de ser mejor; de hecho te estarías
amando así como eres, sin ser mejor.
El
amarse a uno mismo de verdad, te debe llevar constantemente a
superarte, a mejorar, a cambiar para mejor; eso es bienestar
trascendental. Siempre buscando alcanzar la mejor versión de ti
mismo.
Aclaratoria
adicional:
en párrafos anteriores coloqué una cita bíblica para argumentar el
bienestar (incluso el terrenal), porque no existen acciones de mayor
bienestar trascendental que las conductas que nos invita a adoptar
las enseñanzas sagradas. Tenlo siempre en cuenta si de verdad
quieres vivir muy bien.
Dios
les bendiga.
Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original:
XXXX AS. (18 de diciembre del 2022)
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Palabras-claves:
bienestar trascendente gratificación instantánea amarte prójimo
amor propio