Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
Primero un par de definiciones personales.
“Un Virus es la expresión en materia física, de una energía de karma
negativo” (PAGR)
“Si consideramos que es la energía vital y espiritual la que motoriza a las plantas, a los animales y a los seres humanos, como seres más allá de lo físico; la energía que le da el sustento a los virus es la energía kármica.” (PAGR)
“Si consideramos que es la energía vital y espiritual la que motoriza a las plantas, a los animales y a los seres humanos, como seres más allá de lo físico; la energía que le da el sustento a los virus es la energía kármica.” (PAGR)
Con un virus, el carácter infeccioso es inherente; y también es necesario que exista interacción entre el portador y el receptor, aunque sea de forma indirecta (zonas de contacto físico comunes, aire, fluidos) para que esta se lleve a cabo.
Creación de los virus.
La existencia de
los virus responde, como dije, a la expresión física de energía kármica;
energía que debería quedarse en estado sutil. Cuando los procesos de manejo del
karma no son óptimos en un individuo; puede suceder que la energía kármica, que
no se puede procesar, “cristalice” (metafóricamente hablando) en virus.
- El individuo (o grupos de individuos) debe estar sometido a un estrés kármico provocado por sus situaciones particulares o grupales (recordemos que el karma se asocia a la interacción entre individuos). Este estrés karmico no se produce solo por agentes externos, sino que los mismos individuos pueden repotenciar al karma ya existente, por tener esquemas de vida erróneos.
- Dentro de este estrés kármico, puede ocurrir alguna de las siguientes situaciones (o todas):
- Los individuos no poseen la capacidad energética de tratar con una carga de karma muy elevada. El proceso de sanar karma, visto desde el nivel energético, se asocia a nuestro chakra base; y en estos individuos se puede presentar un chakra base inmaduro o disfuncional.
- El mismo chakra base se encuentra agotado por el esfuerzo de limpiar tal cantidad de karma (haya sido el esfuerzo exitoso o no)
- Los individuos no tienen herramientas ni prácticas para sanar karma. Si bien esto puede ser lo común en nuestras culturas occidentales, en escenarios de vida normales la limpieza kármica “por ensayo y error” suele ser suficiente; pero en escenarios karmicos se necesitaría un “entrenamiento especial”
Entonces, en cuando hablamos del karma, vemos que debemos tener tanto un
chakra base fuerte, así como herramientas (espirituales) de vida que aligeren
esa carga kármica que llevamos.
Una vez creado el virus.
Pero una vez que el virus se crea físicamente (ya aparece) su existencia se independiza y comienza a dañar y a contagiar a los individuos por los procesos biológicos que ya son conocidos.
Si bien es cierto que a pesar de que de allí en adelante el virus ya es materia, aún su sostén (desde los planos sutiles, no terrenales) es energía kármica. Por lo tanto, una vez que un virus infecta a un individuo, la capacidad del individuo en procesar energías kármicas va a colaborar en su recuperación.
Por supuesto que lo más importante será: su fortaleza física, su sistema inmunológico, el estado de salud general que tenía al infectarse, el cuidado médico-sanitario que se le dispense, las medicaciones, etc., pero el aspecto espiritual (como seres holísticos que somos) no debería descartarse.
Lo deseable entonces, desde todo punto de vista, es tener esos procesos kármicos bien desarrollados y bien afinados. Lamentablemente esto no se consigue de la noche a la mañana, ni tampoco se contrata con un terapeuta ni se compra en la farmacia.
Los procesos kármicos se deben cultivar con Crecimiento Espiritual. En un esquema correcto (no cualquiera), el crecimiento espiritual brinda al “correcto practicante” tanto herramientas para limpiar karma como estilos de vida que no generen más karma. Debe ser un estilo de vida combinado por ambos aspectos: “tanto limpiar y como no ensuciar” kármicamente hablando.
De todas maneras, una vez que ya nos hemos contagiado por esa “energía kármica manifestada físicamente”, la atención debe enfocarse muy fuertemente desde el plano terrenal.
Pequeñas recomendaciones.
Sin yo ser profesional de la salud, voy a atreverme a dar las recomendaciones que deberíamos considerar en caso de algún contagio; y voy a dar las razones sutiles (energéticas, kármicas y espirituales) donde apliquen. Estas recomendaciones nunca serán ni suficientes ni las únicas que se deben seguir en caso de contagio. Se deben acatar las recomendaciones que los profesionales de la salud indiquen, pudiendo estas complementar en caso de que no vayan en contra de las recomendaciones oficiales.
Una vez creado el virus.
Pero una vez que el virus se crea físicamente (ya aparece) su existencia se independiza y comienza a dañar y a contagiar a los individuos por los procesos biológicos que ya son conocidos.
Si bien es cierto que a pesar de que de allí en adelante el virus ya es materia, aún su sostén (desde los planos sutiles, no terrenales) es energía kármica. Por lo tanto, una vez que un virus infecta a un individuo, la capacidad del individuo en procesar energías kármicas va a colaborar en su recuperación.
Por supuesto que lo más importante será: su fortaleza física, su sistema inmunológico, el estado de salud general que tenía al infectarse, el cuidado médico-sanitario que se le dispense, las medicaciones, etc., pero el aspecto espiritual (como seres holísticos que somos) no debería descartarse.
Lo deseable entonces, desde todo punto de vista, es tener esos procesos kármicos bien desarrollados y bien afinados. Lamentablemente esto no se consigue de la noche a la mañana, ni tampoco se contrata con un terapeuta ni se compra en la farmacia.
Los procesos kármicos se deben cultivar con Crecimiento Espiritual. En un esquema correcto (no cualquiera), el crecimiento espiritual brinda al “correcto practicante” tanto herramientas para limpiar karma como estilos de vida que no generen más karma. Debe ser un estilo de vida combinado por ambos aspectos: “tanto limpiar y como no ensuciar” kármicamente hablando.
De todas maneras, una vez que ya nos hemos contagiado por esa “energía kármica manifestada físicamente”, la atención debe enfocarse muy fuertemente desde el plano terrenal.
Pequeñas recomendaciones.
Sin yo ser profesional de la salud, voy a atreverme a dar las recomendaciones que deberíamos considerar en caso de algún contagio; y voy a dar las razones sutiles (energéticas, kármicas y espirituales) donde apliquen. Estas recomendaciones nunca serán ni suficientes ni las únicas que se deben seguir en caso de contagio. Se deben acatar las recomendaciones que los profesionales de la salud indiquen, pudiendo estas complementar en caso de que no vayan en contra de las recomendaciones oficiales.
- Tomar el reposo físico, mental y emocional lo más estricto posible. Esto le permitirá al cuerpo direccionar todas sus energías vitales a enfrentar el virus.
- Evitar al máximo el contacto con otras personas, mas allá de las que dispensan la atención requerida. Incluso con estas, el contacto debe ser el mínimo indispensable. Esta medida no es solo para evitar esparcir el contagio; sino que al interrelacionarnos con otras personas, aunque sea de forma casual, se genera karma. Si en una infección viral generamos más karma, vamos a poner a nuestro chakra base a trabajar con ese karma nuevo en vez de dedicarlo a procesar la energía del virus.
- Tomar mucho líquido (agua).Más allá de la necesidad de hidratación y de los mecanismos de arrastre del virus fuera del organismo, energéticamente el agua va a absorber la energía del virus y la va a sacar fuera del cuerpo al orinar. Recordemos la capacidad energética del agua. Pero estaremos seguro de que estamos tomando suficiente agua, solo cuando comencemos a orinar más de lo normal. Si nuestra micción es la común, debemos seguir aumentando la ingesta de líquidos.
- Limpieza energética. El uso de la piedra conocida como Turmalina Negra en contacto superficial pero directo con la piel, va a ayudar a limpiar a nuestro cuerpo energético. En el proceso de erradicar un virus, se genera mucha energía de residuo en nuestro cuerpo energético; esto sobrecarga energéticamente al cuerpo y lo ralentiza en la misma lucha contra el virus. Dos o tres piedritas en diferentes zonas del cuerpo son suficientes.
- Series de respiraciones profundas y lentas de forma muy frecuente, para mantener niveles de oxígeno altos en la sangre. Esto crea un ambiente biológico poco adecuado para los virus.
- La medidas de higiene reforzadas para evitar más contagio.
Y por supuesto, todo el resto de
recomendaciones que los médicos indiquen.
Para los procesos virales, tener bien entonada y aceitada esa maquinaria para tratar con el karma es indispensable; no tanto para recuperarse (porque ya dependerá en mucho de nuestra biología), sino para no generar o contraer virus que pongan en peligro nuestra salud.
¡Hacer lo correcto; hacer lo correcto, hacer lo correcto! Dios permita que esto le sirva a los indicados.
Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
13 de septiembre del 2014.http://www.sanacioncristica.org
http://www.AdamaConsciente.org.ve/
http://www.evolucionconsciente.org.ve
http://pagr777.blogspot.com/
http://www.reiki.org.ve
http://e-reiki.ning.com
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras-claves: virus, karma, crecimiento espiritual, chakra base,
Hola maestro!!!
ResponderEliminarEste ha sido de los artículos que he leído el más difícil de entender....y como yo tengo la "peligrosa satisfacción de entender" lo volveré a leer otros momentos para ver si capto mejor el mensaje, mientras tanto gracias..
Sin embargo me gustaría saber si esto de virus es algo parecido a la sicosomatización? se pueden ver como semejantes o haciendo la comparación????
Un abrazo,
Hola, si; definitivamente no es sencillo.
EliminarCreo que es el artículo menos leido y menos comprendido.
Y no, no es un proceso psicosmoático.
Un abrazo.
Namasté Maestro 🙏🏻 wooww estoy leyendo este articulo hoy 12 /08/2020 aconteciendo una Pandemia, prácticamente una energía karmica mundial...
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