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jueves, 29 de enero de 2015

Entre conversaciones: Todo es vibración

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

A. Adhikari:    Namasté.
                        Maestro; muchas veces se oye que dicen que todo es vibración. ¿Podría explicarme eso?

Maestro:         Namasté
                        Si, Adhikari. Todo lo que existe, “es” gracias a diferentes estados de vibración (pudiéramos verlo como velocidad o frecuencia de vibración). Muchas veces esto se confunde y se nombra como una Ley Universal; pero en realidad no lo es, porque no define procesos sino que define simplemente lo que “es”.

A. Adhikari:   ¿Pero eso tiene que ver con nuestros planos de existencias o nuestros planos de consciencias?

Maestro:        Totalmente. Mientras vamos de un plano de consciencia espiritual a uno mental, o desde un plano de existencia más espiritual a uno más terrenal; las vibraciones cambian, se hacen “más densas”. Mientras las vibraciones son más densas, se produce la apariencia de mayor “caos”.
Imagina por un momento un lago sereno. La superficie del agua no tiene un movimiento que se aprecie, y eso nos da la sensación de calma (incluso es notorio y agradecemos ese estado porque no es nuestro estado normal de vida).

Si lanzas una pequeña piedra, la superficie del agua comienza a “vibrar” a moverse, y empiezan a aparecer ondas (perturbaciones). Allí apareció el “caos”. En la superficie comienzan a aparecer “cosas en las que te pueden fijar”, “cosas que destacan”, ondas, bucles; deja de ser una simple “superficie de agua en calma” y se convierte en olas.
Pero si ahora dejas caer una montaña de rocas dentro del lago; la perturbación se hace máxima; la vibración, como “caos”, aumenta mucho. Allí aparecen más “cosas en las que te puedes fijar”; salpicones, olas, gotas de agua que salen de la superficie, las mismas rocas rebotando entre ella. Allí se perdió completamente la paz del lago en calma.
Lo mismo pasa con los planos de existencia. Un plano de consciencia mental está formado por todo lo que aparece cuando una montaña se derrumba sobre a calma de un lado.
Cuando haces el esfuerzo de calmar a tu mente, por ejemplo en la meditación, lo que haces es intentar bajar la vibración de ese “caos” que tu mente ha producido en tu Ser Verdadero (tu espíritu, tu “lago en calma”).
                        Cuanto más logres calmar a tu mente, tu vibración será más suave y podrás vivir en mayor calma.

A. Adhikari:    ¿Y eso es suficiente para llegar al espíritu?

Maestro:         No, no es suficiente, pero es necesario que lo hagas. Porque aún quedan perturbaciones que no son producidas por tu mente. Aún hay esas ondas más pequeñas que perturban la calma del lago. Luego de la mente, lo que debes controlar son las emociones. Las emociones difíciles son piedras que perturban la superficie; pero también lo hacen las que consideran emociones buenas. La “emocionalidad real” que permite que el espíritu se manifieste es la “no emoción”, el “no sentimiento”.
Nuestro espíritu por definición está ausente de cualquier vibración perturbadora; sea esta buena o mala. Cualquier emoción aún sostiene el “concepto de dualidad”; y en nuestro espíritu todos somos lo mismo; uniforme, sin diferenciación, sin vibración, no existe la dualidad. Como en ese lago donde la superficie es igual en toda su extensión.

A. Adhikari:    Maestro, no entiendo nada. ¿Será que lo voy a entender en algún momento?

Maestro:         No importa si entiendes o no lo que te digo. Aunque logres entender, eso no te sirve para vivir; porque te estoy dando un “principio de cómo es el universo”, pero no te estoy dado una “ley de cómo ese universo llega a serlo”.
A. Adhikari:    Así que hay “principios” y hay “leyes”. Y las leyes son las que me sirven para vivir. ¿Quiere decir eso algo así como que tanta “filosofía no sirve de mucho a la hora de los problemas”?

Maestro:         Exactamente. Por eso, el pensamiento místico se debe convertir en enseñanza espiritual para que sea aprovechable por cualquiera.
Por esta razón cada Maestro Espiritual es un místico; pero no todo místico es un Maestro Espiritual.

A. Adhikari:   ¡Ohhhhh! Gracias a Dios que le tengo a usted como Maestro espiritual.
Una pregunta más: ¿esta idea tiene algo que ver entonces con la idea de que “todos somos uno”? ¿cómo va eso?

Maestro:         Textos antiguos de la India dicen que cuando el Señor Brahma abrió sus ojos, el universo (como la realidad que nos circunda) se fue creando mientras su vista se iba expandiendo.
¿Te suena la teoría del Big-Bang? La cual dice que desde un punto infinitesimal de materia (que representa “a la nada” dentro de la consciencia pura de Señor Brahma - El Creador) el universo se comenzó a expandir como de una explosión.
¿Y conoces del descubrimiento que plantea que el universo aún se sigue expandiendo; y como Consecuencia algún día comenzará a contraerse y a revertirse el proceso?
Pues es el mismo Señor Brahma quien aún está abriendo sus ojos; pero que en algún momento los volverá a cerrar para dormir.
Puras metáforas; pero si la ciencia mental no se creyera la reina del universo, posiblemente andaría más aprisa con la consciencia del espíritu.
Nuestra realidad circundante se representa por las cuatro dimensiones (incluyo al tiempo), por los cuatro elementos, por los cuatro puntos cardinales; y eso representan las cuatro cabezas del Señor Brahma.
Entonces, la vista como el principal de nuestros sentidos físicos/mentales, lo primero que hace es diferenciar, separar. Por eso, la mente es lo que de forma más intensa, crea la noción de que este universo está formado por cosas individuales y separadas.
Es la mente para que crea la dualidad máxima.
Si queremos volver al estado ideal de reposo, de Paz, del Señor Brahma; debemos recorrer el camino inverso, volver a cerrar los ojos; volver a apagar la mente, para que la noción de individualidad comience a desaparecer.

A. Adhikari:    Y ¿dónde más está esa noción de que no hay diferencia en el mundo espiritual? ¿De que “todos somos uno”? ¿Acaso en nuestro cristianismo?

Maestro:         Si, en nuestro cristianismo también; desde nuestros dos mandamientos básicos. “Ama a Dios sobre todas la cosas”, por lo cual debemos buscar, antes que nada, ese estado de “no dualidad” que representa a la consciencia de Dios en quietud. Y “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Esto último se puede conseguir únicamente si dejamos al “caos” fuera de nosotros; si llegamos a clamar nuestra vibración; si aplacamos a nuestra mente. Entonces llegaremos a sentirnos parte de la misma consciencia o realidad interior de Dios.

A. Adhikari:    Maestro, me siento complacido porque creo que comienzo a entender algunas de estas cosas que usted me explica; pero desde mi humildad terrenal, reconozco que entenderlo no me sirve de nada a la hora de vivir.

Maestro:         Bendito seas Adhikari; porque haz comenzado a no dejar que tu mente (que es la que entiende) te engañe.
Muchas personas cuando escuchan o leen argumentos como los que te he planteado, siente un bienestar altivo. Piensan que con eso ya pueden resolver sus vidas. O peor aún, piensan que ya no tiene que hacer nada más, porque ya lo entendieron.
Es triste cuando creen que lo que les salva es comprender cosas; es precisamente lo contrario. El espíritu no comprende nada; el espíritu únicamente “es”. El plano más burdo de la consciencia es el plano mental y es este el que comprende. Y mucha gente se queda encarcelada allí, tontamente satisfecha.
                        Los filósofos y pensadores le han hecho mucho daño la gente, enamorándolas del entendimiento y alejándolas del espíritu.

A. Adhikari:    Ok; ahora entiendo... o mejor dicho... tengo que decir que no entiendo. No sé que decir, Maestro.

Maestro:         Pues has dado con la respuesta. No digas nada, porque lo que dices puede salir de tus pensamientos; y estos no sirven. “Únicamente siente; porque hasta un mudo es capaz de sentir, de vibrar aunque no hable; aún un infante, cuya mente es muy básica para pensar”.
Tu pregunta sobre la vibración debes enfocarla entonces en sentir. La Vibración de la que se forma este Universo es energía que proviene de los sentimientos, no de la mente.
Debes cuidarte de como vibras, es decir, cuidarte de lo que sientes. Debes corregir tu vibración, es decir, corregir tus sentimientos. Debes cada vez vibrar más en calma, es decir, tener menos sentimientos “caóticos”

A. Adhikari:    Maestro, solo una pregunta más; ¿Por qué entrecomilla la palabra “caos”?

Maestro:         Porque incluso el “caos” no existe. Todo es Dios; y Dios no es caótico.

A. Adhikari     Gracias Maestro.
                        Namasté.

Maestro:        Dios te bendiga.
                       Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 29 de enero del 2015.
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Palabras-claves: caos, vibración, mente, sentimientos, universo, brahma,

1 comentario:

  1. Maravilloso artículo Maestro! Debemos honrar sus enseñanzas...

    Namasté!

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