Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
Cuando
me toca hablar de la indispensable relación maestro-discípulo,
dentro de un esquema serio de crecimiento espiritual; muchas personas
se incomodan cuando destaco la actitud que debe tener cualquier
discípulo ante su Maestro Espiritual. Sobre todo cuando se aborda
desde la óptica de un Maestro Espiritual de carne y hueso.
El
ser humilde; el no cuestionar; el procurar su compañía cercana para
aprendizaje vivencial; el buscarlo para aclarar dudas ante de suponer
por criterio personal; el asumir sabiduría de su parte; el aceptar
la enseñanza aunque no se entienda totalmente; y aplicarlas aunque
no se tenga totalmente claro su beneficio. Todas las anteriores, son
cosas que se exigen de un discípulo hacia su maestro, siempre y
cuando ninguna de ellas vaya en contra de la propia integridad o
bienestar personal, ni de nadie más.
Y
muchos se preguntan: ¿cómo le puedo dar tales “consideraciones”
a un ser humano como yo; o quién sabe si peor que yo?
Y
ante esta duda, nadie puede refutar mucho. Podemos encontrar:
pseudo-maestros, charlatanes, aprovechadores y hasta psicópatas; que
agarrándose de la necesidad de las personas, pueden destruir más
que construir.
Pero
bueno, es difícil el tema de elegir el “maestro apropiado” y se
escapa de estas pocas lineas. Sobre todo porque el discípulo, más
que elegirlo, llega a sentir al maestro espiritual desde su alma.
Pero
igual podemos no estar dispuestos a confiar en “seres terrenales”
y mucho menos “al alcance de la mano” (esto último es
indispensable por algunos de los requisitos que el discípulo debe
cumplir).
Es
entonces que sale la opción clara y lógica de elegir a un Maestro
Espiritual no terrenal.
Por
ejemplo, elegir a nuestro Señor y Maestro Jesús como nuestro
Maestro Espiritual personal, es una de las mejores decisiones que
podamos hacer. Sin ninguna duda. Pero para que sea nuestro Maestro
Espiritual, nosotros debemos comportarnos como discípulos; de eso no
nos escapamos. Así que aún debemos:
ser
humildes; no cuestionar; procurar su compañía cercana para
aprendizaje vivencial; buscarlo para aclarar dudas ante de suponer
por criterio personal; asumir sabiduría de su parte; aceptar la
enseñanza aunque no se entienda totalmente; y aplicarlas aunque no
se tenga totalmente claro su beneficio.
Solo
queda preguntarse: ¿cumplir con todo esto que debe hacer un
discípulo, es más fácil hacerlo con un ser que no está presente
físicamente y que debemos imaginar su compañía; o con alguien que
nos pueda tocar, hablar y hasta regañar en persona?
No
estoy volviendo atrás; aún mantengo que Jesús es muchísima mejor
opción que cualquier maestro terrenal; pero por algo alguna vez el
mismo Jesús advirtió en una promesa:
Mateo 23:34
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Palabra de Dios para Todos (PDT)
34 (Jesús estaba diciendo...) Por
eso les digo esto: les enviaré profetas, hombres sabios y maestros.
Ustedes matarán a unos de ellos y a otros los colgarán en la cruz
para matarlos. A otros los golpearán en sus sinagogas y los
perseguirán de pueblo en pueblo.
¡Oh!
¿quién sabe? A lo mejor en algún momento te tropiezas con algunos
de los enviados; quien a lo mejor no tiene mucha notoriedad.
Esperemos que en ese momento tengas los ojos y el corazón abiertos;
y tu mente no nuble el reconocimiento que haga tu alma. El tren del
maestro puede pasar.
Namasté
Pedro
A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original:
21 de marzo del 2015
http://cartelesmaestros.blogspot.com/
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@AdamaConsc
Palabras-claves:
maestro,
discípulo, Jesús, Cielo, tierra,
Tener un Maestro espiritual es una bendición y estoy de acuerdo que Jesús siempre será la mejor opción, pero para todos es más fácil si se tiene un Maestro al que se pueda ver, escuchar y quien te pueda regañar... y tuve la fortuna de encontrar a alguien como usted Maestro, que nos ha enseñado lo que Jesús ha intentado por siglos y que gracias a usted hemos podido llevar una mejor vida, más provechosa, más real, más dedicada a Dios... gracias infinitas
ResponderEliminarNamasté
Gracias Maestro. Que importante es recordar que nuestra alma es quien lo reconoce y no nuestra humanidad 🙏🏽🙇🏾♀️
ResponderEliminarOm Namo Gurú ShaniShaktiAnanda Namo