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domingo, 26 de julio de 2015

El hombre con la pierna atada - Cuento

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

A. Adhikari:   Namasté.
Maestro, ¿podría darme una enseñanza en forma de cuento? Por favor; creo que son más fáciles de entender.

Maestro:       Namasté
A ver, Adhikari. Te contaré el cuento de un hombre atado a una estaca.
“Había una vez un hombre al borde de un camino, que tenía una pierna atada a una estaca muy grande y enterrada muy profunda en el terreno.

Pasaban algunas personas por ese camino y veían que el hombre hacía el esfuerzo por avanzar por el camino; y su pierna atada a la estaca no le dejaba hacerlo.

El hombre luchacha, tratando de arrancar la estaca; y le sangraban las manos. El hombre tiraba de la estaca con la pierna, y la cuerda le destrozaba el tobillo. El hombre se tiraba al piso y maldecía a la estaca; y cuanto más luchaba, más daño se hacía a sí mismo.


Algunos de los que pasaban y veían, trataron una y otra vez de arrancar la estaca del suelo; pero estaba muy fuertemente enterrada y nunca fue posible hacerlo. Se lamentaban por el hombre y seguían su camino disculpándose.

Pasaron muchas noches y días; y el hombre cada vez estaba más débil.

Hasta que una tarde pasó por el camino un mendigo sabio; este se detuvo y vio la escena. Veía de forma repetida: al hombre, a la gruesa cuerda, a la estaca y a todas las heridas que había debilitado el hombre.

Luego de un rato, el hombre preguntó al mendigo: ¿es que tú no piensas ayudarme de esta desgraciada estaca? ¿no te das cuenta de como me tiene las manos y el tobillo; y que no me ha dejado avanzar por muchas semanas?

El mendigo sabio miró al hombre y le dijo: “precisamente ese ha sido tu problema, el ver a la estaca como tu enemiga. Lo que te ha debilitado y te tiene perdiendo la vida es luchar contra algo que cree que te está haciendo daño”.

Te debíste haber enfocado en tí, en tu tobillo; en lo que tú puedes hacer por ti mismo y en ti mismo. Si durante todo este tiempo te huvieras enfocado en desatarte el tobillo, no te hubieras herido las manos ni el mismo tobillo; ni tampoco te hubieras agotado tanto.”

“Además, a lo mejor hoy no estuvieras aquí conmigo lamentándote de ti mismo, por tu sola estupidez”


“Pero lo siento, ya no te puedo ayudar. Ya cae la noche, casí no se ve nada para ayudarte y debo llegar al pueblo. Imagino que ya no sirve de mucho que te diga que te enfoques en tu tobillo; veo que no tienes mucha fuerza y tu fin está cerca.”

Y así fue como vino la noche y el hombre no llegó al amanecer. Terminó sus días luchando contra el enemigo que veía afuera y nunca se dedicó a sí mismo.

A. Adhikari:   Maestro... gracias. Comenzaré a revisar mis ataduras a las cosas “que yo vea como malas fuera de mí”. Namasté.

Maestro:       Afortunado serás si lo haces; porque comenzarás a ser dueño de tu propia paz; y ninguna estaca del camino podrá entorpecer tu destino. Namasté. Dios te bendiga.


Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 26 de julio del 2015.
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras-claves: propia responsabilidad, estaca, tobillo, camino, lucha.

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