Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
El Reiki es una técnica enmarcada como
una terapia complementaria, que permite dar o envía energía vital
a cualquier ser vivo (o a uno mismo).
La
energía vital se puede ver como un concepto genérico de ese influjo que utilizan todos los seres
vivos para llevar a cabo todas sus funciones de vida.
Por
supuesto que esta energía vital no es una energía de plano físico, por lo cual
la ciencia la desestima. Pero dentro de la práctica del Reiki se observan
resultados interesantes a favor de la efectividad de la técnica.
Está
de más el argumento del efecto placebo del Reiki. Existen y se practican
procedimientos de envío de energía vital, donde el que la recibe no sabe lo que
se está haciendo y de igual forma se observan resultados favorables.
Pero
al Cesar lo que es del Cesar. Es una realidad también, que en más casos de los
que desearíamos el Reiki no pareciera tener los efectos positivos deseados de
forma evidente.
¿Qué
sucede entonces?
Combustible desperdiciado
Voy
a esconder por un momento mi afinidad clara por el Reiki; y voy a hablar desde
mi recorrido de vida de más de 35 años como sanador.
La
energía vital que se maneja tanto en Reiki como en otras técnicas energéticas,
es totalmente equivalente al combustible o a la energía necesaria para que una
maquinaria funcione.
La
energía vital es la utilizada para que todas nuestras funciones de vida se
lleven a cabo correctamente (recuerden que habla como concepto general de
energía). Estas funciones de vida pueden ser biológicas/orgánicas,
mentales/cognitivas, emocionales y energéticas.
¿Pero
qué sucede cuando echamos combustible a una máquina que está siendo utilizada
mal?
La
máquina seguirá funcionando mal por mucho combustible que le pongamos, a menos
que hagamos los ajustes necesarios.
Si
por ejemplo tenemos un automóvil con un caucho bajo, o el tren delantero en mal
estado o simplemente con el motor desentonado; ¿bastará acaso echarle un buen combustible?
Cuando
ya no es un vehículo sino que somos nosotros los que queremos funcionar bien o queremos dejar de sentir malestar o queremos sanar
o curarnos de algo; ¿acaso lo que nos enfermó fue una simple baja de energía?
¿O será que estamos así por la forma inapropiada en que llevamos nuestras vidas?
Si
estamos llevando nuestras vidas de forma incorrecta en el plano físico, mental,
emocional, energético, astral, kármico o espiritual; no podemos esperar que con
solo el buen combustible del Reiki se nos resuelvan los problemas.
En
estos casos, la energía vital (el combustible)
no se utilizará en la forma en que se espera y los resultados positivos
no serán los esperados.
La energía vital es inteligente
Hablar
de que a veces no sirve de nada el Reiki es incorrecto; lo que hablo es que puede
parecer totalmente ineficiente a la vista de lo que esperamos.
Me
voy a limitar a un ejemplo para explicarlo.
Una
persona solicita Reiki para su problema de gastritis. Pero no se percata o no
acepta que su gastritis viene por una actitud incorrecta de su situación de
vida.
Entonces
se le envía Reiki y gracias a esta energía se acelera el proceso de
cicatrización de sus lesiones estomacales; pero al no cambiar su actitud o
seguir alimentándose mal, dichas lesiones seguirán produciéndose.
Pero
aún la batalla no está perdida.
La
energía vital enviada actuará de forma automática e “inteligente”, y tratará
también de beneficiar a su parte emocional.
Y
es correcto decir “tratará de beneficiar”, porque para mejorar la parte
emocional debe haber una mínima intención
y un esfuerzo real de la persona en cambiar ese estilo de vida que lo está
enfermando.
¿O
acaso espera que el Reiki haga todo sin ella hacer el menor esfuerzo? Nadie
sana sin esfuerzo personal de cambio.
La energía vital enviada a una persona
penetrará en ella y tenderá a ir a los procesos de vida donde más se necesite.
Pero muchas personas tienen procesos de vida más complicados y dañinos que las
mismas enfermedades evidentes que presentan. Al no darse cuenta de ello, no podrá
hacer el esfuerzo de sanarlas y todo se vuelve muy cuesta arriba. Aún para el
Reiki
¿Y los chakras?
Algunos
de los reikistas que me haya leído hasta aquí, se estarán preguntando: ¿pero
acaso el Reiki no nivela o balancea los
chakras?
Por
supuesto que sí los balancea y de forma espectacular; pero todo reikista sabe
que los chakras generalmente no son el problema. Las mayorías de las
enfermedades o malestares no se producen debido al mal funcionamiento de los
chakras.
Los
charkas reaccionan antes nuestro estado de bienestar; ellos se adaptan tratando
de salvar la situación. Pero si la situación persiste, ellos no salen del
problema.
Si
una persona vive con una alimentación precaria (por ejemplo), o con una actitud
de vida complicada; nuestro cuerpo energético reaccionará (se contracturará) tratando
de suplir las energías necesarias para asegurar el bienestar.
Este
estado patológico de vida desbalancea los chakras; pero corresponde a persona
el ajustar su vida para no exponerse a situaciones patológicas o tratar de
llevarlas de forma más asertiva.
Es
similar a querer endereza o nivelar una barra de hierro torcida no basta con la
energía, con el calor del fuego, hay que estirar o martillar duro.
La
alineación de chakras funciona de forma efectiva para recuperar a una persona
cuando el origen del malestar ya pasó. Cuando se está en plena situación
complicada, se deben asumir otras medidas.
Habría
mucho más que hablar de los chakras; pero por lo extenso me desviaría del tema.
Continúo con el Reiki.
La autoevaluación indispensable
Todo
lo dicho anteriormente lleva a una reflexión seria la hora de recibir Reiki.
Debemos
preguntarnos:
“Más allá de
mi problema o situación difícil que estoy atravesando ¿estoy haciendo algo para
salir del problema? ¿Estoy tratando de cambiar, mejorar o erradicar lo que me
produjo este problema actual?”
Las
respuestas a estas preguntas pueden no ser sencillas. Se puede necesitar de la
ayuda de un sanador para determinar los procesos que puedan estar causando o
causaron el malestar. Todo esto antes de comenzar a enviar Reiki o de utilizar
cualquier otra terapia o técnica.
Esto
es similar a enterrarse un clavo, dejarlo medio enterrado y aún así pedir Reiki
para que la herida sane. El Reiki no te va a sacar el clavo, la situación debe
tener de tu esfuerzo para mejorarla.
Una
vez con las cosas definidas, comienza un proceso de sanación. Entonces
necesitarás más energía de lo usual y el Reiki es excelente para proveértela.
Si
por el contrario, ante un malestar te quedas sufriendo o culpando a otros o a
las situaciones de tu malestar; el Reiki podrá hacer poco o virtualmente nada
por ti.
Por
estas razones, es que resulta INDISPENSABLE que el Reiki se asuma como terapia
complementaria (y no alternativa); ya que primero deberás abordar la
situación desde donde corresponda y la energía vital vendrá entonces en tu
ayuda.
Antes de
solicitar Reiki, pregúntate: ¿Me estoy esforzando por sanar, más allá de pedir
ayuda? (El esfuerzo puede ser buscar atención médica de los especialistas
correspondientes o asumiendo estilos de vida más sanos)
Antes de
enviar o brindar Reiki, pregúntate: ¿la persona está haciendo algo efectivo por
sí misma para ayudarse? (Esta respuesta suele ser afirmativa, si el malestar es
netamente orgánico, sin relación ni mental ni emocional ni kármico.)
El
Reiki ayuda a los procesos de sanación que estén activos; es energía, es
combustible. Dichos procesos hay que activarlos donde y como corresponda.
Ningunos
de estos argumentos son suficientes para negarse a enviar o brinda Reiki a quien
lo necesite; pero la advertencia siempre es indispensable hacerla, si de verdad
nos interesa ayudar a los demás.
La
ingenuidad tanto en la concepción del Reiki como en lo que se espera de él, le
hace una mala publicidad a esta maravillosa técnica complementaria de sanación.
Y es labor de nosotros los reikistas mantener su práctica en alto con seriedad,
sinceridad y ética. Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.
Ya
saqué de nuevo mi cariño por el Reiki.
Namasté
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna
Ki, Reiki Mineral
Original: día 41 A.S. (10feb2016)
Twitters: @SanaCristica @eReiki
@EvolConsc @pagr777
Palabras-claves reiki, reikista, energía vital, sanar,
malestar,
Gracias por las aclaratorias Maestro, como siempre muy necesarias y en el momento preciso... siempre en el campo de la medicina decimos que para que un paciente se "cure" el 20% lo hace el médico con la conducta terapéutica (sea médica o quirúrgica) y el 80% depende del paciente con su estilo de vida, su capacidad de cumplir el tratamiento como corresponde y su capacidad de mantener las medidas necesarias para no recaer... como médico y como reikista confirmo que sin esfuerzo personal nadie se "cura" y mucho menos nadie se "sana".
ResponderEliminarGracias nuevamente por el artículo
Namasté