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miércoles, 10 de febrero de 2016

Solicitar Reiki – Brindar Reiki



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

El Reiki es una técnica enmarcada como una terapia complementaria, que permite dar o envía energía vital a cualquier ser vivo (o a uno mismo).

La energía vital se puede ver como un concepto genérico de ese influjo que utilizan todos los seres vivos para llevar a cabo todas sus funciones de vida.

Por supuesto que esta energía vital no es una energía de plano físico, por lo cual la ciencia la desestima. Pero dentro de la práctica del Reiki se observan resultados interesantes a favor de la efectividad de la técnica.

Está de más el argumento del efecto placebo del Reiki. Existen y se practican procedimientos de envío de energía vital, donde el que la recibe no sabe lo que se está haciendo y de igual forma se observan resultados favorables.

Pero al Cesar lo que es del Cesar. Es una realidad también, que en más casos de los que desearíamos el Reiki no pareciera tener los efectos positivos deseados de forma evidente.

¿Qué sucede entonces?


Combustible desperdiciado

Voy a esconder por un momento mi afinidad clara por el Reiki; y voy a hablar desde mi recorrido de vida de más de 35 años como sanador.

La energía vital que se maneja tanto en Reiki como en otras técnicas energéticas, es totalmente equivalente al combustible o a la energía necesaria para que una maquinaria funcione.

La energía vital es la utilizada para que todas nuestras funciones de vida se lleven a cabo correctamente (recuerden que habla como concepto general de energía). Estas funciones de vida pueden ser biológicas/orgánicas, mentales/cognitivas, emocionales y energéticas.

¿Pero qué sucede cuando echamos combustible a una máquina que está siendo utilizada mal?

La máquina seguirá funcionando mal por mucho combustible que le pongamos, a menos que hagamos los ajustes necesarios.

Si por ejemplo tenemos un automóvil con un caucho bajo, o el tren delantero en mal estado o simplemente con el motor desentonado; ¿bastará acaso echarle un buen combustible?

Cuando ya no es un vehículo sino que somos nosotros los que queremos funcionar bien o  queremos dejar de sentir malestar o queremos sanar o curarnos de algo; ¿acaso lo que nos enfermó fue una simple baja de energía? ¿O será que estamos así por la forma inapropiada en que llevamos nuestras vidas?

Si estamos llevando nuestras vidas de forma incorrecta en el plano físico, mental, emocional, energético, astral, kármico o espiritual; no podemos esperar que con solo el buen combustible del Reiki se nos resuelvan los problemas.

En estos casos, la energía vital (el combustible)  no se utilizará en la forma en que se espera y los resultados positivos no serán los esperados.


La energía vital es inteligente

Hablar de que a veces no sirve de nada el Reiki es incorrecto; lo que hablo es que puede parecer totalmente ineficiente a la vista de lo que esperamos.

Me voy a limitar a un ejemplo para explicarlo.

Una persona solicita Reiki para su problema de gastritis. Pero no se percata o no acepta que su gastritis viene por una actitud incorrecta de su situación de vida.

Entonces se le envía Reiki y gracias a esta energía se acelera el proceso de cicatrización de sus lesiones estomacales; pero al no cambiar su actitud o seguir alimentándose mal, dichas lesiones seguirán produciéndose.

Pero aún la batalla no está perdida.

La energía vital enviada actuará de forma automática e “inteligente”, y tratará también de beneficiar a su parte emocional.

Y es correcto decir “tratará de beneficiar”, porque para mejorar la parte emocional debe haber una mínima  intención y un esfuerzo real de la persona en cambiar ese estilo de vida que lo está enfermando.

¿O acaso espera que el Reiki haga todo sin ella hacer el menor esfuerzo? Nadie sana sin esfuerzo personal de cambio.

La energía vital enviada a una persona penetrará en ella y tenderá a ir a los procesos de vida donde más se necesite. Pero muchas personas tienen procesos de vida más complicados y dañinos que las mismas enfermedades evidentes que presentan. Al no darse cuenta de ello, no podrá hacer el esfuerzo de sanarlas y todo se vuelve muy cuesta arriba. Aún para el Reiki


¿Y los chakras?

Algunos de los reikistas que me haya leído hasta aquí, se estarán preguntando: ¿pero acaso el Reiki no nivela  o balancea los chakras?

Por supuesto que sí los balancea y de forma espectacular; pero todo reikista sabe que los chakras generalmente no son el problema. Las mayorías de las enfermedades o malestares no se producen debido al mal funcionamiento de los chakras.

Los charkas reaccionan antes nuestro estado de bienestar; ellos se adaptan tratando de salvar la situación. Pero si la situación persiste, ellos no salen del problema.

Si una persona vive con una alimentación precaria (por ejemplo), o con una actitud de vida complicada; nuestro cuerpo energético reaccionará (se contracturará) tratando de suplir las energías necesarias para asegurar el bienestar.

Este estado patológico de vida desbalancea los chakras; pero corresponde a persona el ajustar su vida para no exponerse a situaciones patológicas o tratar de llevarlas de forma más asertiva.

Es similar a querer endereza o nivelar una barra de hierro torcida no basta con la energía, con el calor del fuego, hay que estirar o martillar duro.

La alineación de chakras funciona de forma efectiva para recuperar a una persona cuando el origen del malestar ya pasó. Cuando se está en plena situación complicada, se deben asumir otras medidas.

Habría mucho más que hablar de los chakras; pero por lo extenso me desviaría del tema. Continúo con el Reiki.


La autoevaluación indispensable

Todo lo dicho anteriormente lleva a una reflexión seria  la hora de recibir Reiki.

Debemos preguntarnos:

“Más allá de mi problema o situación difícil que estoy atravesando ¿estoy haciendo algo para salir del problema? ¿Estoy tratando de cambiar, mejorar o erradicar lo que me produjo este problema actual?”

Las respuestas a estas preguntas pueden no ser sencillas. Se puede necesitar de la ayuda de un sanador para determinar los procesos que puedan estar causando o causaron el malestar. Todo esto antes de comenzar a enviar Reiki o de utilizar cualquier otra terapia o técnica.

Esto es similar a enterrarse un clavo, dejarlo medio enterrado y aún así pedir Reiki para que la herida sane. El Reiki no te va a sacar el clavo, la situación debe tener de tu esfuerzo para mejorarla.

Una vez con las cosas definidas, comienza un proceso de sanación. Entonces necesitarás más energía de lo usual y el Reiki es excelente para proveértela.

Si por el contrario, ante un malestar te quedas sufriendo o culpando a otros o a las situaciones de tu malestar; el Reiki podrá hacer poco o virtualmente nada por ti.

Por estas razones, es que resulta INDISPENSABLE que el Reiki se asuma como terapia complementaria (y no alternativa); ya que primero deberás abordar la situación desde donde corresponda y la energía vital vendrá entonces en tu ayuda.

Antes de solicitar Reiki, pregúntate: ¿Me estoy esforzando por sanar, más allá de pedir ayuda? (El esfuerzo puede ser buscar atención médica de los especialistas correspondientes o asumiendo estilos de vida más sanos)

Antes de enviar o brindar Reiki, pregúntate: ¿la persona está haciendo algo efectivo por sí misma para ayudarse? (Esta respuesta suele ser afirmativa, si el malestar es netamente orgánico, sin relación ni mental ni emocional ni kármico.)

El Reiki ayuda a los procesos de sanación que estén activos; es energía, es combustible. Dichos procesos hay que activarlos donde y como corresponda.

Ningunos de estos argumentos son suficientes para negarse a enviar o brinda Reiki a quien lo necesite; pero la advertencia siempre es indispensable hacerla, si de verdad nos interesa ayudar a los demás.

La ingenuidad tanto en la concepción del Reiki como en lo que se espera de él, le hace una mala publicidad a esta maravillosa técnica complementaria de sanación. Y es labor de nosotros los reikistas mantener su práctica en alto con seriedad, sinceridad y ética. Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.

Ya saqué de nuevo mi cariño por el Reiki.


Namasté


Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: día 41 A.S. (10feb2016)
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777
Palabras-claves  reiki, reikista, energía vital, sanar, malestar,

1 comentario:

  1. Gracias por las aclaratorias Maestro, como siempre muy necesarias y en el momento preciso... siempre en el campo de la medicina decimos que para que un paciente se "cure" el 20% lo hace el médico con la conducta terapéutica (sea médica o quirúrgica) y el 80% depende del paciente con su estilo de vida, su capacidad de cumplir el tratamiento como corresponde y su capacidad de mantener las medidas necesarias para no recaer... como médico y como reikista confirmo que sin esfuerzo personal nadie se "cura" y mucho menos nadie se "sana".

    Gracias nuevamente por el artículo
    Namasté

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