Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
Hoy en día (y en cualquier momento de crisis) se habla de esperanza, de fe,
de empeño, de lucha, de trabajo arduo, de compromiso, de hermandad, de
liderazgo, de diálogo y muchos otros términos más para salir de los problemas.
Todas estas son todas propuestas a las que se les apuestan para salir adelante
con vistas al futuro.
Pero nunca nos detenemos a pensar en
las razones por la cuales llegamos a esa crisis. Si llegamos a ella, no fue ni
por casualidad y por obra del diablo.
Pero es mucho peor cuando comenzamos a buscar culpables. Cuidado. Una situación
siempre es activada por responsabilidad de algunos individuos; pero si al resto
de las personas no les tocara vivirla, pues estarían excluidos o no se
verían afectados.
Las razones que nos llevan a vivir una situación difícil (en las que a lo
mejor no tenemos “culpa terrenal”) no las vemos; o a lo mejor preferimos no
verlas o incluso las negamos. Y en un
proceso de negación, negamos cualquier
responsabilidad humana y responsabilidad espiritual personal.
Tipos de
responsabilidades
Se suele asumir que las situaciones suceden por la simple responsabilidad
humana; por las cosas que hacemos mal a nivel terrenal es que suceden las
cosas malas. Esta forma de pensamiento es limitante y triste.
Nosotros como seres espirituales “pecamos más de forma espiritual que de
forma humana”.
No solo lo que hacemos o dejamos de hacer en nuestros roles de vida
terrenal es lo que nos daña y lo que nos expone a escenarios rudos de vida.
Nosotros tenemos mucho compromiso con nuestra realidad, el cual va más allá de
nuestras acciones. Específicamente, nuestro compromiso principal entra en el
campo de las actitudes de vida (formas de ver la vida) y de nuestras relaciones
con los demás (sentimientos hacia los demás: estén presentes o lejanos, sean conocidos
directos o por televisión).
Esta “forma de vivir” desde nuestra actitud (no desde nuestras acciones) y
desde nuestros sentimientos (no desde nuestras intenciones) hacia los demás;
forma parte de nuestra responsabilidad espiritual.
Lo que nos trajo
hasta aquí
Acepto que en una crisis muchos de los que están sumergidos en ella no
tengan “responsabilidad humana”. ¿Pero acaso es tan difícil asumir que podemos
estar sufriéndola porque no cumplimos con nuestra “responsabilidad espiritual”?
¿Somos acaso tan soberbios? Así no se sale de ninguna crisis.
Podemos asumir que a pesar de sí haber cumplido con nuestra
“responsabilidad espiritual” aun somos “castigados”. Si es así, debes estar
considerando alguna de dos posibilidades: que Dios es “tremendo desgraciado”
por permitirte vivir en una crisis así o que Dios es “tremendo pelele” por
dejar que el diablo tome el dominio del mundo.
Yo no creo en ninguna de esas dos posibilidades; y sé que tu alma tampoco
las cree. Entonces, debemos abrir la posibilidad de que hayamos “incumplido sin
saber” a lo mejor con parta de nuestra “responsabilidad espiritual”.
“La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento”, lo habrás escuchado;
y esto aplica tanto en la Tierra como en el Cielo. Si incumplimos con algo sin
conocerlo, igual sufriremos las consecuencias.
La
“responsabilidad espiritual”
¿Acaso sabes cuáles son tus responsabilidades espirituales?
No te contestes de forma genérica del estilo de: “portarme bien”, “amar a
Dios”, “ser bueno con los demás”. Cuando un fiscal de tránsito te va a poner
una multa porque te pasaste un semáforo en rojo, tú no argumentas en tu defensa
que eres buena gente con tu familia.
Si lo vemos desde nuestra doctrina espiritual altamente difundida, podemos
sacar la bandera cristiana (solo como un ejemplo). ¿Sabes acaso cuál es tu
responsabilidad espiritual como cristiano?
No repitas “los 10 mandamientos”, estos son los mandamientos dados por
Moisés. Hablo de los mandamientos cristianos, los que el mismo Jesucristo te
pidió seguir.
¿No lo sabes? Y ¿Cómo se puede asumir que cumples con tu “responsabilidad
espiritual”?
No voy a hablar aquí de los lineamientos que el mismo Jesús nos dejó y que
son la base de nuestra “responsabilidad espiritual”; lo he hecho en decenas de
artículos y en infinidad de charlas durante. Pero de cualquier forma te
recordaré algunos pocos de esos lineamientos:
-
Amar a tus enemigos - ¿lo haces?
-
Orar por lo que te ultrajan - ¿lo haces?
-
No juzgar - ¿lo haces?
-
Poner la otra mejilla - ¿lo haces?
-
No insultes a tu prójimo - ¿lo haces?
¿Aunque sea sabes cómo se pueden entender estos lineamientos hoy en día?
Y lineamientos como estos, hay por lo menos una docena más. Se debería revisar
el Evangelio según San Mateo capítulos 5,6 y 7 y que alguien “claro” en Jesús,
los explique.
Entonces la reflexión inicial: ¿hemos venido cumpliendo en el pasado
reciente y continuo con nuestra “responsabilidad espiritual”, como para no
merecer estar en una crisis?
Buscando la ayuda de Dios.
Pero en el fondo de cualquier crisis nunca falta la plegaria a Dios. Es
difícil decir que es incorrecto hacerla, pero debemos sincerarnos en la posible
efectividad que esta tenga.
Primero pregunto. Cuando acudimos a Dios, ¿estamos acudiendo a “algo
terrenal limitado” o “algo espiritual todopoderoso”?
Esperando que la respuesta haya sido que estamos acudiendo a “algo
espiritual todopoderoso”, cabe la otra pregunta: ¿hemos cumplido
suficientemente con nuestra “responsabilidad espiritual” como para merecer
alguna consideración especial de ese “algo espiritual todopoderoso”?
Dentro de la misma evasión que nombraba en párrafos anteriores, se sueñe argumentar
que “Dios, dentro de su misericordia, perdona todo nuestros pecados” y por eso siempre
nos ayuda. Bastaría remitirnos a las pruebas para desmentir esa frase; pero
sigo.
Primero; parece que nuestros “pecados” fueran faltas de ortografía; que
mientras haya buena intención, todo se tolera. Una cosa es escribir palabras
incorrectas que aún se entienden y otra muy diferente es faltar a mandatos
dados por el mismo Dios y herir así a otras personas sin siquiera darnos
cuenta.
Segundo; que Dios sea misericordioso no quiere decir que sea alcahueta. Si
algo debe corregirse o si necesitamos aprender a hacer algo bien para una
próxima vez; ese mismo Dios misericordioso no nos va a perdonar las fallas,
sino que nos va a dar TODAS las oportunidades para que nosotros tengamos la
posibilidad de corregir y aprender, las veces que sean.
Eso es ser MISERICORDIOSO, no nos va a dejar “quemar en el fuego del
infierno por toda la eternidad”, sino que va a ponernos exámenes tras exámenes
para que, habiendo estudiado con ahínco, aprobemos y consigamos la paz.
He escuchado más de una oración pidiendo a la Virgen cosas del estilo,
“líbranos de tal cosa en la cual nos tienen sumergidos esos desagraciados”… O
personas deseando la destrucción de sus enemigos mientras le pide ayuda a
Jesucristo… U otros pidiendo intercesión del Cielo sin cambiar sus propias
actitudes antes la situación Es como
querer sanar una herida con un cuchillo infectado.
Reflexionemos un poco más. Dios envió a Jesucristo, su “único hijo”; y “lo
hizo encargar” en el vientre santo de la Virgen María. Nuestra Madre lo parió,
lo crió. Jesús predicó la palabra y NOS DIJO, con “pelos y señales”, cómo
debíamos comportarnos para agradar a Dios Padre. Luego Jesús se sometió Él
mismo a su muerte para demostrarnos que se podía llegar al Cielo con lo que Él venía
enseñando. Lo consiguió y resucitó; y nos pidió que continuáramos con las
enseñanzas.
Imaginemos ahora a la Virgen escuchando una plegaria de alguien que ni
siquiera sabe o no se esfuerza lo suficiente en cumplir con lo que Su Hijo (entregado
en la cruz) pidió expresamente. Muy efectiva no puede ser la plegaria.
Para pedirle ayuda a Dios; para lograr que esa parte espiritual nos ayude;
debemos tener “méritos espirituales” y estos se obtienen cumpliendo nuestra
“responsabilidad espiritual”
Apenas comienza…
He dejado muchísimo por decir en estas líneas. A estas alturas,
posiblemente tengas más dudas que repuestas. Y es bueno que sea así, porque
Dios requiere de nuestro esfuerzo sincero para que merezcamos sus bendiciones
especiales.
He estado por años con esto, explicándolo, enseñándolo; aunque suene a
publicidad te invito a involucrarte; lee mis escritos y carteles, asiste a las
charlas, a los talleres, a todos los escenarios de enseñanza. Depende
únicamente de ti.
Dios te bendiga.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna
Ki, Reiki Mineral
Original: día 92 A.S. (01abril2016)
Twitters: @SanaCristica @eReiki
@EvolConsc @pagr777
Palabras-claves
responsabilidad humana, responsabilidad terrenal, responsabilidad
espiritual, sermón del monte, mater 5,6 y 7, Jesucristo, misericordia, Dios,
misericordioso.
Estupendo articulo para evaluar nuestro Nivel de Consciencia. Gracias Maestro. Namaste
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