Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
Al ser nuestro crecimiento espiritual un proceso de vida, pues vamos a
necesitar energía para que este se lleve a cabo.
Si bien este proceso no es ni simple ni rápido, además que hay que transitarlo
con las menores expectativas posibles; muchas veces hacemos esfuerzos tras
esfuerzos y pareciera que no vamos ganando nada. En nuestra vida no parece ni
asomarse ese estado de paz prometido.
Aquí es donde cabe la pregunta ¿a quién (o a qué) le estás entregando esa
energía que deberías estar utilizando para crecer espiritualmente?
Y es que el crecimiento espiritual no necesita de cualquier energía; sino
que necesita de nuestra energía del 2do chakra (Swadhistana).
Esta energía tiene diferentes
nombres. En diferentes ámbitos se suele conocer como: nuestra energía de
discípulo; nuestra energía de esencia femenina (sin alusión al sexo femenino);
nuestra energía vital pura; nuestra energía de creación; o nuestra energía de
bienestar.
Siempre, siempre; en un proceso de crecimiento espiritual debemos
autoevaluarnos (o el maestro espiritual lo puede pedir hacer) en cuanto al uso
que le estamos dando esa energía en
nuestro cotidiano vivir. Y la razón es directa: si dicha energía de bienestar
la estamos entregando prioritariamente a procesos de vida no espirituales; pues
no tendremos energía para crecer espiritualmente a pesar de nuestras nuevas
intenciones e incluso nuestro notable esfuerzo.
Pero no es el caso de que estemos haciendo bien o mal; es un asunto de
elección personal. Esta elección muchas veces se nombra bajo el tema de
“lealtad al crecimiento espiritual”.
No ser “leal” en este caso (quiere decir desviar el uso de la energía de
bienestar que podría utilizarse para crecer espiritualmente) no es malo, ni es
pecado; simplemente es una elección de querer mantenerse enfocado a la
terrenalidad y dejar para otro momento el crecimiento espiritual. Que eso
traiga consecuencias personales en el futuro; pues sí, pero ese es otro asunto.
Está bien que entregues tu energía de bienestar a “causas humanas”; pero
debes recordar que Dios no podrá sostenerte dicho bienestar; ya que al entregar
tu energía a lo terrenal estarás a merced de lo humano. Fue tu decisión.
Pero se tendría que aclarar qué significa "entregar" tu energía
de bienestar. A lo mejor lo estás haciendo y no te das cuenta.
"Entregar" significa "dar con preferencia".
Y entregar tu "energía de bienestar" se refiere a cuando tú
trabajas de forma entregada por causas humanas; cuando das tu creatividad a
causas humanas; cuando confías tu bienestar o felicidad en causas humanas;
cuando defiendes con fuerza a causas humanas; cuando adversas, te molestas o te
indignas por causas humanas; solo para nombrar algunas generales.
Si es así, te deberás atener a lo que temporalmente te pueda dar o quitar
las causas humanas; vivirás con altibajos. En este caso ¿tendrás estabilidad en
tu vida? Pues no aplica.
Pero ¿qué son causas humanas?
Toda "causa humana" es aquella con metas y objetivos físicos/terrenales/humanos
(económicos/biológicos, mentales y emocionales). Dichas metas son
potencialmente perecederas (no eternas), y donde existe lucha/competencia entre
partes.
Toda "causa humana" es aquella que no tiene como meta agradar a
Dios para así ganarnos la vida eterna.
Algunos ejemplos sencillos de “causas humanas” podrían ser:
- Una relación de pareja que no
se sostenga bajo argumentos de tolerancia, respeto, empatía, consideración
hacia el otro, etc.; y donde no exista una visión de la relación como un
escenario para llegar juntos a Dios.
- Un trabajo donde no existan
lineamientos mínimos de amor al prójimo (hacia todos; no solo hacia los
que piensan como yo)
- Cualquier tipo de esfuerzo donde
la meta sea únicamente el bienestar físico/económico, mental y/o emocional;
así sea bienestar personal o grupal.
- Interacción con otros
individuos o grupos de conocidos, amigos, asociaciones, etc.; donde se
manejen “causas reactivas” (donde se trabaje en función de luchas contra
enemigos o culpables reales o argumentados)
Pero bueno, está bien que entregues tu energía de bienestar a causas
humanas; nadie tiene derecho a criticarte. Pero no te engañes creyéndote
espiritual.
Peor que no crecer espiritualmente puede ser engañarnos y creer que no
estamos haciendo bien. En estos casos, se podría decir que Dios es
extremadamente celoso con el proceso
Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna
Ki, Reiki Mineral
Original: día 137 A.S. (16mayo2016)
Twitters: @eReiki @pagr777 @EvolConsc
@SanaCristica
Palabras-claves
crecimiento espiritual, energía vital, bienestar, escencia femenina,
Dios, espíritu, swadhistana, segundo, 2do, chakra
De mucha profundidad y valor este articulo Maestro. Como dices tu: "somos seres espirituales viviendo una experiencia terrenal". Pienso que ese "vacio existencial" que experimentan muchisimas personas en sus vidas es debido a que no cultivan su espiritu. No hay nada mas grande que lograr la tan anhelada paz en el eterno presente. Namaste
ResponderEliminarNamasté Maestro, desde que estoy en este camino espiritual, le he bajado a las metas terrenales, porque yo pensaba (mente corta) que eso me iba ayudar a volver al Padre, pero gracias a sus enseñanzas, tengo más claro que Mi Mision de vida es ir llenando mi alma de espíritu para regresar al Padre. Gracias Maestro por el articulo
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