Autor:
ShaniShaktiAnanda
Para
todo persona que se sienta cristiana; y no me refiero ni a evangélica
ni a católica ni a luterana ni a ninguna iglesia en particular, sino
a una persona que se sienta seguidora de las enseñanzas del Cristo;
la Santa Biblia y en particular los Evangelios, son una referencia a
seguir en la vida cotidiana.
La
mayoría de las enseñanzas de Jesucristo están escritas en
parábolas (algunas de ellas muy duras); y para aquellas personas que
de verdad viven el evangelio no les resulta difícil identificarse
entre esas líneas de enseñanza.
Pero
no basta identificarse, ya que Jesucristo no solo describió
escenarios o situaciones, sino que dijo lo que se debe hacer en cada
una de esas situaciones situación. Es realmente una enseñanza
sagrada.
Y
quiero traer a colación una de esas situaciones y recordar el
comportamiento adecuado señalado por el mismo Jesucristo. Lanzo una
pregunta:
¿Qué
seguidor cotidiano de la enseñanza del Cristo (léase Cristiano) no
se ha sentido desprestigiado, echado a menos, lastimado, excluido,
insultado, incomprendido, desorientado (incluso por sus familiares y
amigos) cuando comienza a vivir, hablar y a comportarse según sus
lineamientos cristianos?
Incluso
en las modernas redes sociales; basta que alguien con su renovada
pasión por las enseñanzas cristianas coloque algo en las redes para
que sus familiares o “amigos” comiencen a escribirle en privado.
Estos conocidos se muestran “preocupados” por su actitud;
preguntándole si tiene algún problema o advirtiéndoles de sectas o
peligros de manipulación por farsantes, a pesar de ahora estos
cristianos comienzan a estar realmente en paz.
Otros
más, extraños la mayoría arremeten contra el cristiano insultando,
echando en cara lo equivocado que está, o “el mal camino que han
tomado”
Y
¿cuántos no te dejan de seguir o hablan entre ellos sobre tu
extraña actitud para abandonarte, en el mejor de los casos, de forma
“elegante”?
Pero
uno ¿qué hace en esos casos?
Pues
generalmente, luego de pasar por el desconsuelo o la tristeza de
saber “que a la gente parecería que le preocupa que uno esté
mejor que antes”, uno sigue hablando, mostrando, evidenciando a
todos, el nuevo mundo maravilloso que ha encontrado. Y los golpes
siguen una y otra vez.
¿Acaso
Jesucristo advirtió sobre eso? Pues muchas veces.
Una
de las metáfora donde plantea la enseñanza de cómo actuar en esos
casos está precisamente descrita en el Sermón del Monte (Mateo 5, 6
y 7), donde Jesús le hablaba directamente a sus discípulos sobre la
forma correcta de vivir como cristianos. Esa enseñanza es la que yo
llamo “Tus perlas”, y Jesús la enseñaba así:
Mateo
7:6 (BLPH)
No
entreguen las cosas sagradas a los perros, ni echen sus perlas a los
cerdos, pues las pisotearán y, revolviéndose, los harán pedazos a
ustedes.
¿Apuesto
a que has sentido que personas, incluso queridas, han arremetido en
contra de ti al mostrarles las perlas que has conseguido en tu vida
como cristiano? Si has comenzado a ser buen cristiano, pues no me
equivoco.
Jesucristo
nunca hablaba en vano y menos cuando advertía a sus discípulos. Así
que si este pasaje no se aplica a ti, te invito a que veas si de
verdad estás viviendo como cristiano.
Pero
hay mucha metáfora aquí. Aunque dura, el símil de los perros y los
cerdos (a mí me gusta decirles cochinos) se refiere a personas con
las que convivimos (o solíamos convivir) que tiene una vida alejada
a los preceptos cristianos reales (aunque sean muy “religiosas”).
Por esto, cuando ven un comportamiento diferente a lo que ellos están
acostumbrados (nada cristianos), les altera o les pone a la
defensiva.
Porque
es una realidad que hay muchas personas que se dicen cristianas
porque pertenecen a alguna iglesia o asisten a algún templo; pero si
hubiera evaluación continua de su cristianismo, no quedarían muy
bien paradas.
Pero
otra de las metáforas a entender en este pasaje son las de “tus
perlas”.
Si
tú has descubierto o retomado tu vida en Cristo ¿cuáles serían
tus perlas? Debes identificarlas y esas, no las expones a las
personas que no tienen la capacidad de apreciarlas.
¿A
los mejor una de tus perlas es tu nueva visión de la vida? ¿A lo
mejor es la comprensión de las enseñanzas? ¿A lo mejor la nueva
claridad del entendimiento? ¿A lo mejor son tus experiencias y
sensaciones vividas en este camino? ¿A lo mejor son el amor y el
agradecimiento por quien te hizo reencontrarte con El Cristo? ¿A lo
mejor es tu nuevo estado de paz? ¿A lo mejor son todas las
anteriores más otras?
¡Pero
es injusto no compartir!
Pero
te puede parecer injusto no compartir estas nuevas bendiciones que
tienes en tu vida; y yo no podría quitarte la razón. Entonces, de
la misma enseñanza de Jesucristo se desprende otra opción: comienza a dejar de compartir tu vida con perros y cochinos; y comienza a convivir con
personas que si se alegrarían por tu nueva vida en Cristo.
Hay
que ver que el Cristo se las sabía todas, y no dejó hilo sin
puntada. Solo que hay que saberlo leer e interpretar.
Pero
sí; dejar de darle nuestras perlas a los cochinos no es egoísmo, es
un mandato cristiano. Y no significa dejar de querer o menospreciar a
nadie, pero sí es un poco proteger nuestra propia vida nueva y
hacerla crecer con las personas correctas. Si lo haces en tu vida
humana, social y laboral; por qué no lo vas a hacer en tu vida
espiritual.
Y
antes de que digas que hay que evangelizar y que allí sí debemos
mostrar nuestras perlas; yo te recuerdo que nunca se evangeliza a
perros, ni cochinos, ni lobos, ni caballos, ni monos. Pero también
allí Jesucristo dejó la descripción completa de escenarios y
acciones necesarias. En otro escrito lo trataremos si de verdad te
interesa.
Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
474AS. (18 de abril del 2017)http://www.shanishaktiananda.com
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anticristo, enseñanzas, Cristo sermón del monte, honrar
lineamientos,
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