Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
Hay que comenzar a
hablar un poco sobre lo que significa sanar. Yo defino “sanar”
como “arreglar procesos internos que están entorpeciendo el
bienestar personal”. Esta sencilla definición propia, encierra dos máximas importantes: todo proceso de sanación es
personal (es decir que no depende mucho de los demás) y es un proceso
interno (es decir que comprende los procesos intrínsecos del individuo).
Si sanar es un proceso
personal e interno, la única forma de que la sanación se lleve a
cabo es con los sistemas de recuperación que cada uno de nosotros
tengamos dentro. Nuestro organismo y en general nuestro ser, está
diseñado con sus procesos de recuperación propios. Es absurdo
pensar que fuimos creados en este mundo sin la capacidad de
recuperarnos de forma cuasiautomática de las agresiones a las que
nos podríamos ver expuestos.
Por tanto, todo
proceso de sanación (y todo sanador real lo sabe) no es más que un
reforzamiento de los procesos de sanación que cada individuo ya
tiene.
Este es uno de los
argumentos de descrédito que muchos científicos e intelectuales
utilizan hacia las diferentes técnicas de sanación. Ellos aseguran
que el organismo tiene sus propios mecanismos para estar bien; y
nadie puede llegar a hacerlo mejorar desde afuera. Pues están en lo
cierto, en parte, porque un sanador lo único que hace es reforzar
los procesos de autosanación que un individuo tenga activos; más
nada.
Jesús
mismo lo dijo muchas veces a las personas que sanaban delante de Él: “Tu fe te ha salvado”. La fe es algo interno de la
persona, y es la figura de Jesús la que le vino a activar su fe. Pero mejor
dejo este tema de la fe hasta aquí.
Pero entonces, para
que un sanador contribuya con una persona a que sus procesos de
sanación se lleven acabo de forma más óptima, se debe dar una
condición para poder ayudarlo: que ya existan dichos procesos de
autosanación activados.
Permítanme poner un
ejemplo que siempre utilizo: el Reiki. “El Reiki viene a dar
energía vital adicional al cuerpo del receptor para que los procesos
de sanación se ejecuten más rápido, o de forma más permanente; o
menos traumática. (PAGR)”
Nadie que se ampute un
dedo va corriendo a un sanador para decirle que le ayude a que se le
forme otro dedo. En nuestra biología no hay un proceso de
regeneración de los dedos, así que un sanador no puede reforzarlo.
Pero sí se pueden activar de inmediato los procesos de cicatrización, de
control de la infección, del dolor, entre otros; y esos sí se
pueden ver favorecidos por un reikista (por ejemplo)
Entonces, la energía vital entregada
en Reiki es siempre recibida y utilizada por algún proceso de
sanación activo. Si no está activo el proceso de sanación necesario, o
si está activado incorrectamente, pues el objetivo no se cumplirá a
cabalidad. En el mejor de los casos la energía Reiki se almacenará por
un tiempo con la esperanza de ser utilizada.
Un ejemplo más
terrenal lo tenemos en el caso de una persona que sufra de
hipertensión arterial y comience a tomar sus medicamentos. Para este caso, debe
activarse, por lo menos de forma paralela, un proceso de sanación a
través de: una dieta baja en sal y grasas, una mayor ingesta de
agua, más ejercicios, etc. ¿Ustedes creen que el medicamento (al
igual que la energía vital entregada desde afuera) podrá hacer un
buen trabajo si los procesos de recuperación internos no los
refuerza la misma persona?
Otro ejemplo. Una
persona pide Reiki, para ayudar con alguna relación difícil que se
está presentando con su familia. Pero resulta que ella misma, en esa relación,
mantiene una actitud intransigente con su posición (dice que ella es
la que tiene la razón y los demás están equivocados). Este es un
caso donde sus procesos de sanación están desactivados (por su
actitud intransigente). Allí, al recibir energía vital, ¿cuál
proceso de sanación lo aprovecharía? El proceso necesario para sanar la relación familiar está inactivo, así que comenzará a sanar cualquier otra cosa, pero su
relación no.
Esto no desvirtúa al
Reiki. Muchos aseguraría que la misma energía vital va a
desbloquear a la persona y va a hacer aparecer los procesos de
sanación. En ese caso yo tendría que recordar que tenemos algo que
llamamos “libre albedrío” y este plantea que nada externo puede
hacernos cambiar de un estado que nosotros escogemos (de forma
consciente o no).
Pero sí es cierto que
aún una persona con procesos de sanación bloqueados se puede
beneficiar del Reiki. Pero el beneficio lo consigue gracias al
compromiso que asuma, más que por la energía recibida. Si la
persona se compromete y va de forma reiterada a sus terapias de
Reiki; y en las sesiones se relaja, tranquiliza su mente, habla de su
situación; “eso” es lo que va a permitir un posible desbloqueo
de algunos de sus procesos.
Pero la sola creencia
de que voy a sanar gracias a que alguien me envía Reiki a distancia
una vez, dos veces, sin yo comprometerme mucho... puede no ser tan real.
Por ejemplo, para un
reikista, el compromiso de aplicar “los 5 principios de Reiki”
en su vida es la forma de activar procesos de sanación generales
que permiten optimizar la efectividad de la energía canalizada.
Generalmente se encuentra que los reikistas que no llegaron a
favorecerse del Reiki son aquellos que nunca se comprometieron con
los principios que adoptaron. ¿Habrá acaso que invitar a las personas que solicitan Reiki a
practicarlos?
Hipertensión,
sobrepeso, colesterol, triglicéridos, algunos dolores articulares,
estrés, relaciones interpersonales difíciles, vidas complicadas y
la gran mayoría de los males de la actualidad: físicos, mentales y
emocionales; requieren que sea la persona quien tome ciertamente las
acciones necesarias para comenzar a sanar; y entonces, solo entonces, la energía adicional SIEMPRE le va a ayudar.
Por supuesto que hay
condiciones de no-bienestar que sí se benefician directamente con la
energía vital. En esas condiciones generalmente encontramos que los
procesos de sanación se activan automáticamente y tiene un alto
grado de independencia de la actitud del individuo.
Pero
estos casos de independencia no son muchos ni frecuente en realidad, aún más si recordamos que
la reciente ciencia de la Psiconeuroinmunoendocrinología plantea
como un factor importante la correcta actitud de la persona en
cualquier proceso de sanación.
En vez que comenzar a
listar en cuales casos el Reiki ayuda de forma automática y en
cuales no, se debe seguir una máxima de sanación:
“Nadie debe dejar en manos de otras
personas su propio bienestar personal; podemos siempre buscar ayuda,
pero debemos siempre hacer por nosotros mismos.”
(PedroAGómezRuzzo)
Cuando solicites Reiki
(presencial o a distancia), no solo lo hagas y te conformes con el
envío, asegúrate de hacer algo más por ti mismo. A lo mejor cosas
tan simples como relajarte o meditar por 10 minutos todas las mañanas, pueden hacer muchísimo más efectiva la energía que se
te entrega.
Esto que
planteo aquí es importantísimo para entender el porqué aveces el Reiki parecer no ayudar. Dentro de las técnicas de sanación, aquella que
trasmiten energía vital son para mí las más efectivas que existen
(por el hecho de que somos seres vivos/energéticos); pero el punto de no
comprenderlas nos hace ofrecerlas y aplicarlas en circunstancias
adversas a cualquier proceso de bienestar.
Namasté.
Pedro A.
Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
10 de septiembre del 2013http://www.evolucionconsciente.org.vehttp://pagr777.blogspot.com/http://www.reiki.org.ve
http://e-reiki.ning.com
Twitter:
@eReiki @EvolConsc @pagr777
Es muy cierto todo lo que ud dice. A menudo se pide reiki como Si fuera milagroso algunas veces y no se pone el compromiso de cambio personal. Voy a comenzar a pedir q hagan 10 min de meditacion com ud sugiere. Gracias!!!
ResponderEliminarNamaste
ResponderEliminarExcelente articulo, como todos los que escribes. Viene a reforzar lo ensenas en tus talleres de Reiki y los reikistas formados por ti sabemos y hemos comprobado que es asi, si no se tiene la actitud correcta y el compromiso interno, no se sana el proceso deseado.
Gracias por aclararlo una vez mas!
Marianela