Páginas

jueves, 27 de febrero de 2014

Entre conversaciones: ¿Cuándo el Señor escucha y atiende?

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo



Maestro:         Una vez, nuestra querida Madre Teresa de Calcuta dijo:

(1) ”Nunca digas que Dios no te escucha... ¡El Señor escucha y atiende cada oración que sale de tu boca (2) con amor y (3) mucha fe!”

¿Te gusta? ¿Estás de acuerdo? ¿Lo has experimentado?

A. Adhikari:    ¡Si claro!... pero bueno, a veces Dios no responde de inmediato... o a veces no me concede las cosas tan fácil...

Maestro:         ¿En cuales casos?

A. Adhikari:    Por ejemplo cuando me agreden de alguna forma; yo le pido a Dios por su ayuda, para que me quite al agresor de encima, se lo pido de corazón, llorando... y nada.

Maestro:         Revisemos esa situación y lo que Madre Teresa te quiso decir ¿ok?

Primero. No puedes decir nunca que Dios no te escucha y que no atiende a esa oración ¿verdad? Es lo primero que dijo Madre Teresa y tu dijiste que estabas de acuerdo.

A. Adhikari:    Ok, ¿pero qué puede estar fallando?

Maestro:         Revisemos lo segundo. Tu oración debe salir de tu boca “con amor”.
Lo que tú digas, sea lo que sea, tiene de trasfondo lo que está en tu corazón; por eso Madre Teresa decía “con amor”. No importa lo que digas, siempre y cuando en tu corazón haya “amor verdadero”, así pues, se estará cumpliendo con el segundo punto.

A. Adhikari:    ¡Pero si yo amo a Dios!

Maestro:         Nadie pone en duda tu amor a Dios. Pero cuando pides “justicia” o “que te quiten a tu agresor” ¿qué sientes en tu corazón en ese momento, hacia el agresor?

A. Adhikari:    Pues, me duele, siento que no es justo, que no me lo merezco, puedo sentir hasta indignación...

Maestro:         Pues esos sentimientos que sientes en tu corazón, a pesar de no parecer “tan feos” (ya que no dijiste rabia, rencor u odio) son totalmente diferentes al “amor” al que se refería Madre Teresa.

Así que, esa oración tuya a Dios sale de tu boca “sin amor” en tu corazón. Esta condición no se está cumpliendo para que Dios te la pueda atender.

A. Adhikari:    ¿Pero como puedo sentir amor si me están haciendo daño?

Maestro:         Es sencillo, pero no fácil. Jesús lo sintió, María lo sintió; y tengo entendido que a algunos de los dos le sigues sus enseñanzas, o los veneras,  o los usas como modelo de vida, o les pide ayuda, ¿no?

¿Recuerda lo que te decía Jesús de “bendecir a tus enemigos”?

Sigue buscándolos; cuando te estés acercando a cualquiera de ellos, ya tu pregunta de “cómo amar en el dolor” no necesitará respuesta.

Solo te puedo decir que es un asunto del espíritu; y por más que te lo explique con palabras, no lo lograrás aplicar en tu vida.

A. Adhikari:    ...bueno... pero y lo de hacer la oración con “mucha fe”, ¡eso si lo hago!; tengo fe de que todo va a salir bien.

Maestro:         Veamos. La fe significa confianza absoluta confianza en Dios; pero no solo en el resultado final; sino confianza en que Él está involucrado en lo que te está pasando, y que Él sabrá el modo de resolverlo y que la solución final no dependerá únicamente de ti.

A. Adhikari:    ¿Qué? ¿Eso quiere decir que no debo hacer nada para solucionar mi problema?

Maestro:         No. La verdadera Fe no te va a atar de manos, pero sí de corazón. Cuando tienes Fe, las manos te quedan realmente sueltas para que `puedas hacer lo correcto y solo lo correcto`, sin que esos sentimientos “feos” empañen tus acciones.

A. Adhikari:    Maestro esto si que no lo comprendo. ¿Quiere decir que no tengo que luchar?

Maestro:         Tienes que hacer lo que corresponda hacer pero siempre dentro de lo correcto, de las leyes terrenales y de las espirituales; pero siempre con amor en el corazón. La Fe que nacerá con tu confianza en Dios es la que te permitirá sentir “tranquilidad” y no sentir en tu corazón esa rabia, resentimiento y cualquier otra cosa difícil.

A. Adhikari:    Pero ¿cómo puedo sentir “tranquilidad” si me están agrediendo o están pasando cosas muy malas?

Maestro:         Pues si, contra esas cosas innegablemente malas entra tu Fe.

Puedes tener la Fe de que el mismo Dios tuvo sus motivos indescifrables para haber permitido que eso ocurriera; o puedes tener la Fe de que el castigo de esas cosas malas va a ser aplicado por el Dios mismo al agresor, no tú.

Nada de esto deja de lado la aplicación de las leyes terrenales ante acciones detestables. Estas leyes se aplicarán con justicia, que es totalmente diferente que aplicarlas con odio o resentimiento.

A. Adhikari:    Wow... ¿y todo esto para que Dios escuche y atienda mis oraciones?

Maestro:         Pues si, no te quejes; tú dijiste que la frase de la Madre Teresa de Calcula te parecía bonita y la compartías. Ahora puedes retractarte si lo deseas.

A. Adhikari:    Bueno; yo creía que la había comprendido.

Maestro:         Recuerda Adama Adhikari; las máximas espirituales, las enseñanzas reales, no son solo frases bonitas, ni recetas de cocina, ni afirmaciones para repetir. Debes entenderlas desde el corazón y buscar siempre a alguien que te las pueda explicar.

Yo sigo humildemente a tus órdenes mientras mantengas tu alma suficientemente humilde para aprender.

A. Adhikari:    Gracias Maestro. Namasté

Maestro:         Namasté


Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 27 de febrero del 2014.

Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc

1 comentario:

  1. Excelente y altamente recomendable para leer por todos.
    Namasté,
    Pue

    ResponderEliminar