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miércoles, 23 de abril de 2014

¿Qué combustible usas para tu motor?

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Los seres humanos somos como un mecanismo que a través de engranajes, correas, brazos mecánicos; llevamos a cabo muchas tareas de diferentes índoles. Todo ese trabajo se consigue gracias a un motor que llamamos “vida” y ese motor, por supuesto, necesita de combustible para mantenerse operando.

Si nos comparamos con un vehículo, vemos que en él el combustible es la gasolina; y que gracias a esta, todos los subsistemas mecánicos y eléctricos funcionan, desde los cauchos que dan vuelta, hasta los vidrios eléctricos que suben y bajan, pasando por los sistemas de enfriamiento, lubricación, iluminación, etc. Si, la electricidad del vehículo es también generada gracias a la gasolina, no a la batería. Esta última solo se utiliza para arrancar el vehículo y para cosas menores como la alarma y tal vez la corneta.

Nosotros también, como seres humanos, nuestra “vida”, como motor, nos ayuda a: crecer, sanar, aprender, amar, trabajar, disfrutar de situaciones, resolver problemas, ver, escuchar, hablar, entender, etc. Todo lo que hacemos como seres vivos lo hacemos movidos por esa “vida”.

Pero si el motor de un vehículo tiene como combustible la gasolina ¿cuál es el combustible para nosotros como seres humanos?

Nuestra interpretación de “combustible de vida” puede ser variada. Al tener varios subsistemas, el combustible se puede interpretar de diferentes formas: el alimento puede ser el combustible para nuestro sistema digestivo; el aire para el respiratorio. Pero hay un combustible de vida más genérico que se conoce como Energía Vital (Ki o Chi) y es el que incluso permite que esos subsistemas puedan utilizar sus combustibles particulares.

Esta energía vital la tienen todos los seres vivos mientras “están vivos”. Está relacionada con absolutamente todos los procesos que se ejecutan mientras estamos vivos, mientras somos seres humanos: procesos físicos, mentales, emocionales y hasta energéticos vitales.


Otro combustible extra...

Nosotros estamos naturalmente adaptados “o construidos” para que utilicemos esa energía vital como combustible. Pero sabemos que a veces nuestra humanidad no parece ser suficiente para enfrentar a nuestra realidad.

Hay situaciones de vida en las cuales nuestras fuerzas humanas no son suficientes para enfrentarlas o asumirlas; y es allí donde tratamos de acudir a instancias mayores, a procesos más elevados que nos ayuden. Son en esos casos donde acudimos a lo que conocemos como Dios.

Dios enmarca toda una serie de procesos y mecanismos “sobrehumanos” (por eso acudimos a ellos) que como subsistema de vida, requiere ponerse en marcha con un combustible apropiado (no humano).

Los procesos espirituales no utilizan esa “energía vital” de los seres humanos, sino que utilizan “energía espiritual”, con un octanaje mucho mayor si lo comparamos con la gasolina.

Nota importante: por favor, no confundir “procesos espirituales” o “energía espiritual” con el trabajo con muertos, espiritismo, brujerías, cartas, tarot, astrología, ni nada de eso. Muchas veces lo realmente espiritual es diametralmente opuesto a esas prácticas.

¿Pero podemos nosotros, seres humanos, utilizar esa energía de mayor octanaje para ayudarnos a vivir? La respuesta es sí, pero esta condicionada a si  poseemos el sistema de combustión apropiado para que ese combustible haga su trabajo.

Por ejemplo. Nosotros los seres humanos, a diferencia de las vacas, no podemos comer pasto (celulosa) porque nuestro “sistema digestivo” no está preparado para procesarlo. Comer pasto puede hacernos daño, o en el mejor de los casos puede no hacer nada en nosotros.

De la misma forma, si como seres humanos nos tenemos el “sistema espiritual” necesario en nuestro ser para utilizar esa energía espiritual... pues ese “Dios” será cual “gamelote” que no va a poder hacer nada en nosotros.

¿Cuál es entonces el proceso necesario y completo para que Dios pueda hacer algo en nosotros?

La respuesta es más que conocida: “a Dios rogando y con el mazo dando”. Esta frase si bien se puede enmarcar en diferentes escenarios, en todos tiene la misma explicación. Voy a ejemplificarla en lo que nos concierne aquí.

Los seres humanos tenemos una forma de “recibir” esa energía espiritual necesaria para ayudarnos en asuntos que se escapan de nuestras manos y que por lo tanto queremos que Dios intervenga. Esa forma se llama “oración”. Cuando nos ponemos en oración (o también en “ruego de corazón” o en Adoración) nos convertimos en una fuente de esa energía espiritual de magnitud equivalente a nuestra entrega a Dios en esos de oración.

Pero tener esa energía o combustible allí, no sirve absolutamente de nada. Tenemos que introducirla en un sistema que la utilice como combustible. ¿Cuál es ese sistema espiritual? ¿Dónde está? ¿Cómo lo reconocemos en nosotros? Muy sencillo; sigo con el ejemplo.

Si por ejemplo rezamos el Santo Rosario (católico), ese “combustible Mariano” de altísimo octanaje que se está generando, viene con especificaciones muy claras que debe tener el “sistema humano” que lo quiera aprovechar.

Las especificaciones vienen del fabricante: “de la Virgen María”. La virgen María no fue solo la Madre de Jesús, sino que es un modelo de pensamiento, de comportamiento, de actitud hacia la vida; que definen las especificaciones claras que debe imitar un ser humano para poder aprovechar esa energía espiritual Mariana.

Entonces, la persona que quiera que el Santo Rosario le sirva de algo, debe no solo rogarle a María, sino que debe comenzar a imitarla ante las situaciones que le aquejan. “Comportarse como lo haría la Virgen María” son las recomendaciones de uso que dio el fabricante para ese combustible.

Si una persona que reza el Santo Rosario, luego de hacerlo sale a lanzar piedras y a pegar gritos y a quejarse de todo ¿le servirá el rezo de cualquier cantidad de rosarios? ¿La Virgen María lanzaba piedras, pegaba gritos, o se quejaba de todo lo que pasaba? ¿Alguien la vio así alguna vez?

Generalmente queremos utilizar combustible de aviones en vehículos terrestres; ¿funcionará? Pudiera inclusive hasta ser contraproducente.

Otro ejemplo, las personas cantando mantras, una y otra vez, para ayudar a resolver situaciones. Si no se ajustan los mecanismos de nuestro sistema de vida a lo que se requiere para que el mantra surta efecto, pues estaremos solo perdiendo el tiempo y frustrándonos. Algunos ajustes necesarios pueden ser el de aumentar la humildad, suprimir el egocentrismo, etc.

Para una cultura religiosa occidental “inmadura”, todo esto parece una locura; pero aquí solo describo la actitud real y necesaria para una espiritualidad correcta; conocida desde varios miles de años. Esto es lo que hace un verdadero seguidor de La Virgen María, de Jesús, de Buda, de Ganesha, de cualquier manifestación de Dios.

Entonces “a Dios rogando y con el mazo dando” golpes a nuestra vida para amoldar los aspectos necesarios en nosotros y así permitir que Dios de verdad pueda ayudarnos. No podemos rogar a Dios y no hacer cambios en nosotros.

Es muy ingenuo pensar que Dios nos va a ayudar porque sí. La cosa es más seria que eso. Si Dios Padre envió a su Hijo y permitió que muriera para nosotros, lo mínimo que Él espera de nosotros es que hagamos el esfuerzo de cambiar. Quedarse inerte o creer que lo estamos haciendo bien, nunca le ha dado resultado a nadie.

Ya se entiende porqué tantas oraciones parecen no contestarse. Se está derramando mucho combustible por el piso porque no estamos preparados para utilizarlo. Dios quiera que no llegue a explotar. (A los curiosos, invito a que relacionen esta frase en el libro del Apocalipsis)

Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 23 de abril del 2014.
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc

Palabras claves: oración, energía, vital, espiritual, dios, mazo, cambio, gasolina, combustible, religiosidad, inmadura, mantras, virgen, maría, 

1 comentario:

  1. Maestro, este artículo nos invita a transformarnos desde el Espíritu y convertirnos en espejos que reflejen la Luz del Creador, para poder recibir la "Energía Espiritual". Es lamentable que la gran mayoría de las personas busquen a Dios cuando sus fuerzas físicas ya no le son suficientes ... y de esta manera lo buscan desde la angustia y la desesperación. Es esencial estar "prevenidos" e ir despertando la Consciencia Espiritual ("cantidad de espíritu que metes en tu realidad" PAGR), al reconocernos como "seres espirituales viviendo una experiencia terrenal" PAGR. Gracias Maestro! Namasté

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