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lunes, 21 de abril de 2014

A la velocidad de la Luz

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Todos los enfoquen que hablan del término “Velocidad de la Luz” definitivamente son muy “físicos”. Teóricos, científicos prácticos, tecnólogos, inclusive filósofos hablan de este tema y lo definen como el límite de nuestra realidad. Y de alguna forma tienen toda la razón; es el límite de “su realidad”.

Sin entrar en exquisiteces científicas (que podría hacer por mi formación científica/tecnológica de más de 20 años), cuando se habla de la velocidad de la luz se plantean dos aspectos importantes:

  1. Ningún objeto físico puede moverse (viajar) a una velocidad más allá a la velocidad de la luz (inclusive ni a una velocidad muy cercana)
  2. Cuando un objeto se acerca a la velocidad de la luz, el fenómeno conocido como “tiempo” deja de ser una realidad; el tiempo comienza a parecer ir más lento, hasta que pueden llegar a detenerse, y “tiempo detenido” significa un estado donde “no hay tiempo”.
Muchos científicos (aquellos que tratan con las leyes físicas) se afanan para entender estas cosas y lanzas hipótesis y fórmulas matemáticas y es hasta tema de sobremesa de muchas reuniones de amigos universitarios y eruditos.

Pero la verdad es más simple de lo que lo imaginan. Después de lo que voy a explicar a continuación, cualquier persona con una curiosidad sincera sobre este tema del “límite del espacio-tiempo”, debería volver a leer todos mis artículos con esta perspectiva en su cabeza. Probablemente entendería mucho más sobre lo que aún la ciencia busca explicar.

Los dos aspectos puntualizados anteriormente sobre la velocidad de la luz como límite para los cuerpos físicos y a la desaparición del tiempo al alcanzarse dicha velocidad, son toda una realidad; y es la consecuencia de la existencia de los diferentes “Planos de Existencia”

Antes leer esto o después de hacerlo, el lector debería revisar el artículo http://pagr777.blogspot.com/2013/03/que-significa-realmente-el-termino.html para entender mejor lo que explico; pero aquí voy a hacer las referencias mínimas necesarias.

Nuestra consciencia personal, cotidiana; la de la mayoría de las personas y sobre todo la de los científicos, está circunscrita por las experiencias de vida que podemos “medir”. Las mediciones se realizan por parámetros físicos, los cuales son producidos por fenómenos, ondas, partículas, etc., que van menos rápido que la velocidad de la luz (o aproximadamente igual). A esta forma de existencia, dominada por esa consciencia, se le denomina experiencia terrenal o “Plano (de existencia) Físico o Terrenal”.

Este plano terrenal está compuesto por nuestros “cuerpos”: físico, mental, emocional y energético vital; todos con los que, de una forma u otra, estamos familiarizados.

Ahora, si comenzamos a escaparnos de esta limitación del plano de existencia terrenal (acercándonos mucho o superando la velocidad de la luz), comenzamos a entrar (por una franja gradual no muy ancha) en un “Plano de existencia Astral”, donde se definen nuevos parámetros de existencia:

  1. La “no existencia” del “tiempo secuencial” como le conocen nuestro relojes y calendarios.
  2. Por lo tanto, la ocurrencia simultánea de pasado, presente y la infinidad de futuros posibles modificables (refiérase a: probabilidades, física cuántica, etc.)
  3. Lo material desaparece y comienza a aparecer el concepto de “escencia” en vez de “materia”
  4. La existencia en astral continúa; formada por procesos que son regidos por leyes, pero estas ya no con parámetros físicos/terrenales. La misma “vida en plano astral” es un proceso, al igual que la vida biológica lo es para el plano tierra.

Con esto quiero plantear que nuestro “plano astral” (ese mundo “imaginado por algunos”, “incomprendido y desacreditados por otros” y “malentendido y mal-expresados por muchos”) no es más que nuestra realidad, cuando las vibraciones de la misma van más rápido que la limitante velocidad de la luz.

Esos 299.792.458 m/s es lo que marca el paso del Plano Terrenal/físico al Plano Astral. Y como siempre lo he dicho no es un paso abrupto, sino que es una franja en degradé (relativamente pequeña) donde todo lo físico comienza a desarmarse y lo astral comienza a tomar forma. En esta franja, ambos mundos llegan a convivir y se producen los fenómenos de: desencarnados (fantasmas), premoniciones (futuros previstos modificables), contactos con otros seres en astral (“astralizaciones”), entre muchos otros.

Los mismos “viajes en el tiempo” tan soñados, son teóricamente triviales. Solo se debe acelerar a velocidades cercanas a la de la luz, para entrar en la franja terrenal/astral, una vez allí, como se comienza a desvanecer el tiempo secuencial, tan solo se debe relocalizar en el pasado o en el futuro previsto deseado y desacelerar para volver a la realidad tierra. Este es el mecanismo básico y automático de los “verdaderos videntes”. Pero si no se abre la mente para comenzar a creer en las cosas “fantasmagóricas y sobrenaturales” ¿cómo se van a hacer cosas que puedan ser más útiles?

¿Está interesante esta teoría? ¿Está loca? Pues esto es así y se sabe desde que el hombre es hombre; claro, para los que tiene los ojos abiertos. “El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que oiga”.

Es entonces normal que los científicos no crean ni avalen o a veces ni siquiera consideren este tipo de cosas “no físicas”. Todos sus instrumentos de análisis de la realidad, incluyendo sus propias mentes, pertenecen al plano terrenal, es decir, están limita limitados por la velocidad de la luz.

Y aún falta más. Estoy planteando aquí el salto del plano terrenal al plano astral (cuando nos acercamos a la velocidad de la luz); pero aun falta el paso al “Plano de existencia Espiritual” (véase el artículo referido anteriormente). Pero créanme que aquí no voy a hacer el más mínimo esfuerzo de explicarlo. Debemos primero dejar de ser seres obstinadamente terrenales y hayamos aceptado y entendido el plano astral, para tener la mínima oportunidad de entender el Plano Espiritual. Por eso se dice que Dios es una experiencia casi que imposible de entender.

¿Todo esto es una teoría? Pues no, es una realidad; solo que no es física.

Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 21 de abril del 2014.
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc

Palabras claves: velocidad, luz, astral, alma, espiritual, planos, existencia, consciencia, materia, escencia, fantasmas, astralizaciones, futuros, tiempo, físico, terrenal, 

5 comentarios:

  1. Namasté!!!
    Maestro este articulo es casi que mandado a hacer a muchas preguntas que tenia pendiente desde hace algunos días.

    Gracias Maestro, Namasté

    Gracias Maestro, namasté.

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  2. Namasté Maestro.
    Esto explica en parte porqué los discípulos de Jesús pasaron tanto trabajo tratando de entender a su Maestro. Jesús iba a la velocidad de la luz. Y lo mismo aplica para nosotros; nos cuesta entender la experiencias que a veces vivimos fuera de nuestro espacio-tiempo.
    Cuestión de leyes físicas que aun es materia pendiente para nuestros científicos.
    Este artículo es otro nivel.
    CEH

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  3. Maestro, te confieso que nada más disponerme a leer un artículo tuyo me da una especie de "taquicardia"... una emoción muy grande, porque se que voy a accesar a conocimientos demasiado valiosos y por eso espero tus artículos con tanta ansiedad. Este artículo es una explicación MAGISTRAL de que "el tiempo es una pequeña película entre la terrenalidad y la astralidad" (Tertulias Místicas 15/1/2014). Gracias Maestro por Ser, Estar y Existir..... Namasté

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  4. maestro!! con usted se me aclaran las cosas a la velocidad de la luz!!.gracias!.

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  5. ¿Será que para poder entender esto se requiere de lo que en la literatura "New Age" se conoce como pasar de la 3ra a la 5ta dimensión; es decir, una mayor apertura de consciencia que permita a la gente "entender" fenómenos más allá de lo establecido en la ciencia tradicional, todavía mecanicista (conciencia terrenal)?
    Namasté.
    Pue

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