Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
Dios te ama tanto
que te dio todo los lineamientos para conseguir una vida con paz, a pesar de
las dificultades.
Él no te prometió
quitarte todos los problemas, sino que te ofreció algo mejor y más importante:
“que puedas estar en paz a pesar de
los problemas”. Eso se llama poder; porque podemos estar más allá de los
problemas.
Y Él conoció tu
dificultad de discernir sus mensajes; Él sabe de las dudas que te planteas
preguntándote si debes hacer esto o aquello. Por eso utilizó un recurso
valiosísimo para que no tuvieras dudas: “mandó
a su Hijo en forma de hombre, que viviera como tú y que sintiera como tú, para
que estuviera entre nosotros y que nos enseñara directamente”.
Ese Hijo suyo,
Jesús, no solo predicó con la palabra, sino que utilizó metáforas y su propio
ejemplo para que no tuviéramos dudas y para que los lineamientos trasmitidos
del Dios Padre no se tergiversaran. Las palabras se pueden traducir mal, las
frases se pueden malinterpretar, pero la predicación con la acción y con el
ejemplo son como piedra.
Y ese Hijo que
vino por Dios a darnos ese regalo de una vida en paz, lo hizo tan bien,
que honró sus enseñanzas hasta con su propia muerte.
Y Dios te ama
tanto, Dios necesitaba tanto darte el regalo de la paz, que Él mismo permitió
que su Hijo muriera en la cruz con el propósito de que tú terminaras de
comprender todo y de que decidieras honrar dichas enseñanzas por ese hecho del
sacrificio.
¿Te queda alguna duda de que Dios te ama? ¿Comprendes el sacrificio que
hizo el Hijo de Dios y el Dios Padre mismo para ti? Este es el amor máximo de
Dios, no el darte cosas nuevas o el resolverte los problemas.
Después de toda
esa reflexión, es triste seguir pidiéndole cosas a Dios. ¿Crees aún que a Dios
le faltan cosas por darte? ¿No crees que su Hijo fue lo más grande que te pudo haber
dado?
Si aún no sientes
esa capacidad de mantener la paz en tu vida a pesar de las circunstancias, tú
eres el que está en deuda con Dios. Acelera la búsqueda de Dios, sin importan que
se te vaya la vida en ello.
Juan 11:25
25 Le dijo Jesús: Yo soy la
resurrección y la vida; el que cree en mí, “en lo que yo digo y lo sigue N.A”, aunque esté muerto, vivirá.
Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
07 de mayo del 2014.
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Palabras
claves: Dios, ama, amor, Jesús, lineamientos, cruz, responsabilidad, juan 11,
25, paz
Maestro es verdad..a este punto de mi camino..la ultima frase la he dicho con el corazon.. aunque me vaya la vida..no hay amor mas grande que el de Dios. Gracias a usted .Dios lo bendiga por llevarme hacia El.
ResponderEliminarNamasté, Maestro. Ese es el punto, mientrás que la gente no descubramos ni sintamos cuánto Dios nos ama, no entenderemos por qué Cristo es nuestro Salvador y Maestro. ¿Qué se debe hacer primero? ¿Será dejar de mirar nuestro ombligo, levantar un poco la mirada y darnos la oportunidad de ver más allá de lo evidente?
ResponderEliminarPue