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jueves, 12 de febrero de 2015

Al momento de morir

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo


Uno de los miedos más humanos que hay, lo plantea la incertidumbre de no saber qué sucede en el instante de morir. Muchas veces es un miedo solo al proceso mismo de la muerte, más allá de lo que sucede luego que el proceso termina y nosotros “nos establecemos” donde nos toque.

Se ha escrito mucho sobre esto y hay cientos de historias documentadas sobre personas que fueron resucitadas por medios clínicos y cuentan sus experiencias cercanas a la muerte.

No voy a hablar aquí de “la luz al fina del túnel”; ni de los familiares que se acerca a recibir a alguien que muere; y mucho menos del momento en que se hace imposible volver. Pretendo dar una simple receta por si acaso nos toca morir en cualquier momento.

Cuando dejamos esta existencia física, lo que nos sostiene nuestra terrenalidad se comienza a disolver y comienza un proceso de dos faces: “el viaje” propiamente dicho y el “establecimiento” en el más allá (en el plano astral). Voy a comentar solo un poco sobre el establecimiento, y me ocuparme más del viaje.

El establecimiento

Cuando nuestra vida terrenal/biológica se termina, nuestra existencia aún continúa. Seguimos existiendo tanto en el plano astral como en el espiritual.

A menos que lleguemos a la iluminación en vida, al morir (cuando nuestra Consciencia Mental se apaga), la Consciencia Espiritual aún sigue deprimida; y es la Consciencia Astral es la que toma el mando. Por lo tanto, quedamos existiendo en plano astral (ese es el plano de los llamados “fantasmas”)

Pero el plano astral no es uniforme. Este está formado por un degradé de energías que van desde muy densas y oscuras (astral bajo) hasta las más sutiles e iluminadas (astral alto). Recordemos que el plano astral es la franja intermedia que hay entre la Tierra (por debajo de límite inferior del astral) hasta el Cielo (por encima del límite superior del astral).

Al morir, nosotros quedamos o nos establecemos en algún punto del plano astral que va en entre esos dos límites. En realidad no es un punto sino una franja, pero para los efectos de este escrito, vale la idea de un lugar específico.

Este lugar donde nos establecemos, lo ganamos en vida dependiendo de nuestros karmas. Si por nuestra forma de vivir, nos echamos encima mucho “karma negativo”, pues estaremos más pesados y nos tocará un lugar más bajo del astral. Si por el contrario enfocamos nuestra vida en limpiar/sanar/aprender el karma, pues al morir “nos tocará” establecernos en un astral más iluminado.

Es fácil de entender que nuestra experiencia en “el más allá” estará condicionada por nuestra ubicación astral. Podremos tener una existencia después de la muerte de paz y tranquilidad, si llegamos a un astral más alto. Y lo pasaremos MUY mal, si nos toca un astral bajo. De hecho, las zonas bajas del astral es lo que se suele conocer como “el infierno”.

Para finalizar este punto, puedo decir que la forma en la que asumimos (kármicamente) las situaciones que nos toca vivir en nuestra vida terrenal, condicionará nuestra vida después de la muerte; nuestro establecimiento en el plano astral.

El viaje

El proceso anterior a nuestro establecimiento en el plano astral; es una fase que se inicia cuando nuestras funciones biológicas comienzan a apagarse. Esto es lo que denomino el viaje.

Y es a este proceso precisamente, al que se le tiene mayor temor.

El proceso es sencillo. Cuando comienza el viaje, nuestra integralidad como seres vivos comienza a disolverse; y cada una de las partes de nuestra terrenalidad comienza a apagarse.

Es como una escalera que vamos subiendo. Cada escalón representa el desvanecimiento de alguna de nuestras partes. Se suelen comenzar a apagar nuestras funciones biológicas (primer escalón), luego nuestra mente, después se disuelven nuestras emociones; y finalmente nuestras energías vitales (cuarto escalón). Cuando todo lo terrenal está disuelto, entonces entramos al plano astral y comenzados a recorrerlo hasta el lugar donde debemos establecernos.

Esta disolución de nuestros componentes terrenales, puede comenzar de forma muy sincronizada y puede no ser secuencial. Lo que sí está establecido, es que las partes superiores no se pueden apagar totalmente hasta que lo hayan hecho las partes anteriores; aunque hayan comenzado a apagarse juntas.

Y el hecho de que este desvanecimiento no sea secuencial, es uno de los problemas. Por ejemplo; si al morir alguien, su parte emocional (3er escalón) no se termina de apagar; la parte energética vital puede no terminar de desintegrarse, y aún así la parte astral puede comenzar a manifestarse. Termina siendo un difunto (en plano astral) pero que no tiene cuerpo físico ni pensamientos; pero aún con sentimientos que no termina de cerrar. ¿Han escuchado el apelativo de “alma en pena”? Pues este es el caso.

Y este es un estado de sufrimiento, porque hay una interrupción de un proceso que cuando se ejecuta de forma natural, se debería resolver rápido. El alma entonces puede quedar viviendo en el plano astral, pero encadenada en un astral bajo (cercano al plano terrenal) ya que aún tiene sentimientos asociados a su vida biológica; con el agravante de que no puede resolverlos porque ya no tiene ni cuerpo ni mente. Todo un caos.

La naturaleza determina, que cuando nosotros nacemos (pasamos de una consciencia astral a una mental) o cuando morimos (pasamos de una consciencia mental a una astral), el olvido del plano de donde salimos es indispensable para que la existencia no se complique. Así que si el viaje no se realiza correctamente, el sufrimiento es lo que queda.

La actitud correcta del viajero

Si bien, todos los años de vida condicionan dónde vamos a quedar en el plano astral, el instante mismo de morir es lo que determina el viaje.

Cuando el destino defina nuestro momento de muerte, los dos escalones que debemos cuidar sobremanera son los que corresponden al plano mental y al plano emocional.

Es importante que mientras el viaje comienza a ocurrir, la persona que muera acepte el proceso de su muerte. Una aceptación que es mental; y que se gana entendiendo que la muerte es parte de la vida. Si cuando llega el momento una persona simplemente tiene terror a la muerte, y se “niega a morir”; el viaje va a continuar, pero quedará anclado en el plano mental muy difícil de tratar sin su cuerpo físico.

Pero si a aceptación mental se llega a cumplir; pero hay un sentimiento de culpa, de pena, de sufrimiento por los que se quedan de este lado o un dolor por algo que “no le dio tiempo de sanar”; el anclaje se va a establecer en el plano emocional.

Los anclajes mentales se suelen resolver de forma automática y rápida; no tanto así los anclajes emocionales.

Entonces, la actitud correcta de ese viajero que va a emprender el viaje al más allá debe ser: de comprensión del proceso de la muerte y de aceptación de las cosas que quedaron pendientes.

Prepararse mientras se está vivo y conocer qué sucede en ese viaje, es necesario para no quedarse enganchado en el proceso mental. Y saber que PapáDios nos dará otras oportunidades para sanar las cosas que no se pudieron, ayuda para la parte emocional.

Las personas (o las almas) que sufren más en el proceso de morir, son:

  • aquellas que no creen que exista nada más allá de este plano - porque la muerte les quita los anteojos oscuros y les echa en cara no que se negaron siquiera a considerar en vida;
  • aquellas que creen que puede haber algo, pero no tienen claro el proceso de morir;
  • y aquellas que no creen en múltiples oportunidades (reencarnación) – porque la muerte les evidencia todo lo que dejaron de trabajar y comienza el llanto desconsolador.


Ayuda muchísimo saber cosas como: que existe un plano astral y que allí se sigue trabajando para subir al Cielo; o que existe asistencia del tipo Ángeles de la Muerte cuando nos llega la hora, o incluso saber que podemos condicionar mientras estamos vivos, un buen viaje y un mejor establecimiento en el más allá.

Solo he mostrado el primer centímetro de la punta del iceberg. Si quieres saber más, búscame o no te pierdas; este es un tema importante y por lo tanto común en muchos de mis espacios de enseñanza.

Namasté

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original:12 de febrero del 2015
http://cartelesmaestros.blogspot.com/
http://e-reiki.ning.com
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras-claves: morir, muerte, plano, consciencias, mental, astral, espiritual, ángeles, viaje, establecimiento.

2 comentarios:

  1. Namasté.

    Siii, encantado de buscarlo, me gusta saber de estos temas... donde? POR AQUÍ?
    Aunque sería bueno que nos hablará de esto: No voy a hablar aquí de “la luz al final del túnel”; ni de los familiares que se acerca a recibir a alguien que muere; y mucho menos del momento en que se hace imposible volver.
    Por otro lado, falta la segunda parte… la de cómo ayudar…que herramientas usar?

    1. De acuerdo a esto: A menos que lleguemos a la iluminación en vida, al morir (cuando nuestra Consciencia Mental se apaga). Si se apaga la mente: ¿CÓMO SE TRABAJA EN EL MÁS ALLÁ? En el plano astral? NO HAY SENTIMIENTOS, NO HAY EMOCIONES? Como sabe uno qué le toca trabajar???

    2. Cuando morimos que pasa con el Plano kármico(akashico)

    3. Una cosa es “morir bien” y otra diferente es “estar bien luego de morir” explíquemelo xf.

    4. ¿CÓMO SE AYUDA A ASCENDER a alguien?

    …Y no me diga que no me las puede contestar, ya que no puedo tenerlo físicamente deme luz por esta vía. Siiiiii ¡!!!

    Infinitas gracias.

    Namasté.

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    1. Ten paciencia, todo te llegará a su debido momento. Seguro encontrarás a alguien cerca que te explique lo que necesites.
      CUando yo digo qu eno puedo explicar coas por acá es poque se necesitaría años de enseñanza espiritual para poder entenderlo contextualizado dentro de la misma enseñanza.
      Estamos muy acostumbrados a la recetas rápidas y a los resúmenes; pero las enseñanzas espìrituales no funcionan así.
      Cada frase que se escribe tiene un contexto muy grande. Si explico algunas cosas en pocos párrafos puedo confundir mucho más.
      Muchas veces me peguntan ¿Para que escribo entonces?.
      Mi intención es desmitificar algunas cosas que la gente cree para que comiencen a buscar a su alrededor; y si se da el caso, POCO a POCO yo voy soltando cosas.
      Zamir, el otro dí escribí que las ansias hay que sustituirlas por obediencia y dedicación.
      Te pido tengas paciencias y poco poco irás descubriendo que ya se han aclarado muchas de tus interrogantes.
      Tus respuestas:
      1. Sabrás como se trabaja en el más allñá cuando llegues allá. Debemos enfcoarnos cómo se trabaja en el "acá"
      2. El plao akashico está presentente en todos los planos de existencia, salvo en el espiritual. En el astral sigue habiendo karma.
      3. la diferencia es lo que expliqué en el articulo, entre el viaje y el establecimiento. A lo mejor no entendí tu pregunta.
      4. Lo más sano y que puede hacer todo el mundo es rezar mucho por los difuntos, eso les ayuda.
      Namasté

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