Páginas

lunes, 28 de septiembre de 2015

Los ángeles al descubierto

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Antes que nada hay que decir que los ángeles sí existen. Tanto es así que hasta nuestra religión católica (que niega la existencia de casi cualquier cosa del más allá) acepta su existencia y hasta la promueve.

Pero que la iglesia los acepte, no es una confirmación de su existencia; ya que han existido y han interaccionado con nuestra realidad, desde mucho antes de nuestro cristianismo.


¿Qué es un ángel?

Lo primero que debemos hacer es definir qué es un ángel: saber qué son y qué no son.

Un ángel, o mejor dicho un “ser angelical”, no es una raza en particular de Seres. Ser angelical define a una “energía del alma” (una escencia en plano astral). Esta escencia condiciona la forma de ser; el modo de entender y la manera de asumir o accionar en la propia existencia.

Me explico un poco mejor. Un Ser (encarnado o sutil) tiene una forma de existir que puede estar condicionada por su alma. Si el Ser está encarnado (lo que conocemos como un “Ser vivo”) su comportamiento puede estar condicionado por su mente, por sus sentimientos o por su alma. Si el Ser está solo en planos sutiles, su existencia únicamente estará condicionada por su alma (ya que en las condiciones correctas, un Ser sutil no tiene ni mente ni sentimientos).

Cuando el alma condiciona la “forma en la cual se es”; y en el caso que ella esté compuesta de esa energía o “escencia angelical”, entonces se puede decir que ese Ser es angelical.

Entonces, un “Ser angelical” puede ser cualquier Ser, encarnado o sutil, que esté trabajando únicamente desde su alma manifiesta; siempre y cuando su alma tenga escencia angelical.

Pero surge la pregunta: ¿qué define la escencia angelical?


Escencias del alma

De forma similar a como nuestra personalidad puede tener diferentes temperamentos que condicionan la forma en la que vemos al mundo y actuamos en él; nuestra alma también tiene diferentes escencias (escencias en plano astral) que cuando se llegan a manifestar, condicionan la forma como vemos nuestra realidad y cómo respondemos ante ella.

Hay muchas escencias en el plano astral; y además se pueden dar combinaciones entre ellas. Algunas escencias son más altas, espiritualmente hablando; y otras son más terrenales. Y una de las más altas es la escencia angelical.

Una escencia angelical define una forma de ver toda la existencia desde un enfoque exclusivamente espiritual. En un enfoque espiritual, el objetivo de la existencia se centra en la Consciencia de Dios, en Su voluntad. De este hecho es que viene tanto el apelativo de “ángel”, como sus características.

Etimológicamente, la palabra “ángel” viene del latín “angĕlus”; que a su vez deriva del griego “ángelos”; y que significa “mensajero”, específicamente en nuestro contexto “mensajero de Dios”

Un ángel entonces es un mensajero de Dios; pero no solo de llevar o traer mensajes “hablados”; sino que se debe ampliar lo que significa “mensajes de Dios”.

Dios puede “hablar” de diferentes formas, incluso no verbales. Dios puede hablar a través de lo que sucede, a través de los resultados de acciones o de lo que necesita que sea hecho.

Entonces, los “mensajes de Dios” no son otra cosa que “la expresión de su propia voluntad”. Por lo tanto, un ángel es aquel ser que al llevar el mensaje de Dios, está haciendo únicamente la voluntad de Dios.

Hacer la voluntad de Dios significa “no hacer nuestra voluntad personal”. Recordemos la oración del Padrenuestro: “Padrenuestro que estás en el cielo … hágase TÚ voluntad así en la Tierra como en el Cielo...”

Un ángel entonces es aquel que, gracias a la manifestación de su alma, ve toda la realidad que lo circunda como voluntad de Dios; y hace únicamente lo que Dios necesita que sea hecho. Por lo tanto, un ángel no antepone sus necesidades personales a lo que Dios tenga dispuesto que suceda.

Si nos damos cuenta, un ser con esta característica angelical de sumisión ante Dios (“humildad espiritual”), es ideal para llevar el mensaje o manifestar la voluntad de Dios, ya que no la tiñe de sus necesidades personales.


Sumisión a Dios.

Cuando se comienza a entender lo que realmente es un ángel, la palabra sumisión (“humildad espiritual”) suele causar mucha perturbación.

Desde nuestra terrenalidad, la actitud de “sumisión” se puede entender como apatía, como desidia, incluso como miedo y debilidad. Pero espiritualmente es todo lo contrario.

Es muy difícil entender nuestra realidad desde nuestro espíritu; donde debemos aceptar que Dios “necesita algunas situaciones terrenales particulares” para que su voluntad sea hecha siempre para nuestro bien espiritual. En cambio, es mucho más fácil argumentar desde nuestra propia óptica de conveniencia humana y juzgar cosas como buenas o malas; ver a veces a Dios y otras al diablo en lo que sucede.

De hecho, “aceptar cosas que llegan a ser difíciles” asumiendo un bien mayor oculto para nosotros, suele ser inmensamente más difícil que luchar y oponerse a las cosas que sucede y que no nos gustan.

Pero esta “aceptación” nunca significa “quedarse de brazos cruzados”. El Dios del que estamos hablando es el mismo que “creó el universo”; así que a él menos que a nadie le gusta quedarse sin hacer nada. El hacer la voluntad de Dios significa “ser las manos que Dios utiliza para que se haga lo que Él necesita sea hecho”; y eso es “mucho hacer”, realmente mucho.

Cuando un ser busca realmente hacer la voluntad de Dios y someterse a ella, se encuentra con que no hay descanso. Toda su existencia se convierte en una acción constante; pero con la diferencia de que este “hacer por Dios” está enmarcado en “hacerlo como Dios espera que sea hecho”; quiere decir bajo sus lineamientos, dentro de su voluntad.

Hay una diferencia notable entre vivir la vida haciendo lo que nosotros creemos que debemos hacer; y hacer las cosas dentro de los lineamientos que Dios propone. Nosotros somos limitados tanto en entendimiento como en acciones, Dios no. Por eso someterse a Dios es inmensamente más exigente que intentar hacer nuestra propia voluntad.

La sumisión ante Dios, entregándose a hacer su voluntad, es una forma de vivir que únicamente pueden asumir almas con un muy alto nivel espiritualidad; no es cosa de seres humanos. De aquí la importancia de los ángeles.


Parte de las tareas de los ángeles.

Entendido el concepto de los ángeles; y que no están limitados a ninguna raza ni forma, sino a una forma de existir; veamos qué tienen que hacer ellos con nosotros.

La existencia de los ángeles se ha circunscrito siempre al ámbito espiritual y religioso; desde que el hombre comenzó a tener consciencia. Esto es básico.

Gracias a esto, podemos inferir la tarea básica de los ángeles, relacionada directamente al objetivo de cualquier práctica religiosa y de cualquier enseñanza espiritual. Este objetivo es: acercarnos más a Dios, hasta fundirnos con Él.

¿Y acaso esto es lo que quiere Dios? Si, absolutamente. Místicamente está claro que si alguna vez “nos alejamos de Dios”, nuestra meta es “volver a Él”. Y esta es la máxima voluntad de Dios; la que Él mismo espera sea alcanzada.

Es por esto por lo que Dios (la Consciencia de Dios) plantea los escenarios necesarios apegados a las Leyes Universales inamovibles, para que tengamos un camino claro y definido para poder manifestarnos desde nuestro espíritu y así fundirnos con su energía.

Si entendemos bien a cualquier religión verdadera, el bienestar que se busca nunca es un bienestar terrenal, sino un bienestar espiritual (el Paraíso). Si bien esto puede parecer confuso para muchas personas, las mismas iglesias deberían darse a la tarea de aclarar este punto a todo el mundo; sin importarles perder popularidad.

Pero ¿de quiénes se sirve Dios para cumplir su deseo de tenernos cada vez más cerca de Él, como seres espirituales que somos? Pues se sirve de seres que cumplan sin cuestionar sus órdenes, sin anteponer sus criterios personales. Estos son los ángeles; y por esto, en escrituras sagradas se encuentra la referencia de que “Dios creó a los ángeles”; de que los ángeles “sirven a Dios”.


A quienes ayudan los ángeles.


Si vemos como ejemplo a nuestra Santa Biblia, está claro que los ángeles no trataban con todo el mundo; ni dándoles mensajes ni ayudándolos.

Encontramos interacción angelical real (en doble vía) con personajes como Elías, Moisés, Zacarías (padre de Juan el Bautista), la Virgen María y con el mismo Jesucristo, solo para nombrar algunos de los más conocidos.

En todos ellos se puede identificar una característica específica de sus vidas; la cual posibilitaba que los ángeles entraran en contacto con ellos y que les ayudaran. Esta característica era la de haber entregado sus propias vidas (acciones) a Dios, para de esta forma vivir con Dios como protagonista de sus vidas y así permitir que Él hiciera su voluntad con ellos. Congruente con los ángeles, ¿no?

Así que seres como los ángeles, que únicamente viven haciendo la voluntad de Dios, ¿con quiénes se comunicarían? ¿A quiénes ayudaría? ¿Acaso ayudarían a aquellos que buscan satisfacer sus criterios mentales personales, buscado modificar su realidad según lo que ellos mismos piensan que debería ser?

Todos los que han sido contactados por los ángeles a través de miles de años (incluso antes del cristianismo), ya habían dejado atrás sus personalidades terrenales y se habían comprometido a servir a Dios, a sus Leyes, a sus designios. La vida de alguien entregado al espíritu de Dios, tiene como meta ayudar a los demás a entender la realidad desde el espíritu, más que desde la misma humanidad.

Como ícono de este “hacer por la voluntad de Dios”, tenemos a la Virgen María; quien cedió su vida terrenal “normal” para traer al mundo a un hijo que intentaría reforzar la espiritualidad de mucha gente; aceptando incluso su muerte en la cruz.

Si los ángeles encuentran a personas dedicadas a Dios “en cuerpo y alma” (nunca mejor utilizada esta expresión) pueden entrar en contacto con estas para trabajar como un equipo, siempre en favor de Dios.


¿Cómo distinguir los verdaderos mensajes o acciones de los ángeles?

Pero hay muchísimas personas que aseguran “tener contacto” o “tener afinidad” con los ángeles. “Por sus obras les conoceréis” (Mateo 7:16)

Muchos buscan a los ángeles “superhéroes” para salvar situaciones “difíciles”; situaciones que no son más que “situaciones de aprendizaje” que el mismo Dios propone para que podamos crecer en espíritu. Si Dios permite que vivamos ciertas cosas, con la esperanza de crecer espiritualmente ¿crees que va a venir un ángel a librarnos de dicha situación?

Solo como un ejemplo de mala interpretación coloquial, tenemos al Arcángel Miguel que con su espada resplandeciente, somete y destruye al diablo que esta bajo sus pies. Miguel parece un Ser superpoderoso y dispuesto a auxiliar cualquier persona que esté agobiada por alguna situación que le parezca diabólica. ¿Esta en la interpretación correcta? Pues no.

En la imagen mencionada del Arcángel Miguel destruyendo al diablo, la interpretación correcta es la siguiente: “solo teniendo una actitud angelical ante las situaciones que nos puedan parecer difíciles, con la cual reconozcamos que incluso estas situaciones son voluntad de Dios y que debemos esforzarnos según los lineamientos dictados por Él mismo; será cuando podremos superarlas y dejarán de parecer situaciones diabólicas”. Algo diametralmente diferente lo que se suele interpretar.

Pero si volvemos al hecho de que muchas personas dicen “recibir mensajes de ángeles”, se sabe que hay muchos Seres no encarnados que “desesperadamente buscan dar mensajes”. Solo bastan personas con alguna capacidad extrasensorial mínima para escuchar dichos mensajes y confundirlos. Algunos de estos Seres pueden tener la buena intención de ayudar, dentro de sus limitaciones; pero ¿quién asegura que estos seres sean angelicales? Recordemos que en el plano astral hay muchas escencias; y algunas no son tan acertadas a la hora de brindar ayuda.

La forma de distinguir una comunicación real angelical de otra que no lo sea, es muy directa; pero puede no ser fácil para la mayoría de la gente.

Cualquier mensaje angelical debe obedecer, total y absolutamente, a lineamientos espirituales dados por el mismo Dios. Dichos lineamientos a veces no parecen “cómodos” desde nuestra humanidad, pero cada uno debe circunscribirse a las enseñanzas presentadas en escritos sagrados.

Cualquier mensaje no enmarcado dentro de enseñanzas sagradas documentadas, no es un mensaje angelical.

Esta sencillez en la identificación, se tropieza con un mal mayor. El entendimiento de las enseñanzas espirituales desde las escrituras sagradas puede ser difícil y hasta equivocado si no se contextualiza correctamente. De hecho, muchas religiones han cometido excesos cuando se entienden las enseñanzas espirituales desde nuestra humanidad (nuestra mente) y no desde el espíritu. Pero bueno, este ya sería otro tema.


Ángeles por todas partes

Así que los ángeles pueden estar en cualquier parte dentro de la creación de Dios; solo basta que sean Seres espirituales cuya única misión sea “hacer por Dios”.

Pueden ser terrestres, extraterrestres, encarnados, desencarnados, seres en astral puro (nunca encarnados), etc.

Y cuando una persona dedica su vida a “no quejarse” (sin desconocer lo que puede ser mejorado), a “no tener resentimientos hacia los demás” (sin dejar de corregir si es parte de sus funciones), a “vivir intensa y conscientemente bajo los lineamientos de Dios” (sin abandonar a su terrenalidad) y a trabajar duro (pero sin expectativas); entonces pasa algo maravilloso: los ángeles lo buscan y lo protegen; y muchas veces hacen por él; ya que él está haciendo por Dios.

Se acaba así el sentimiento de soledad y carencia de rumbo de vida que siempre daña tanto.

Que los ángeles te lleguen a proteger algún día.

Namasté
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 28 de septiembre del 2015.
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras-claves: ángeles, voluntad, Dios, escencia, angelical.

3 comentarios:

  1. Gracias Maestro por este valioso escrito,mejor no pudo haber escrito sobre los angeles. Los verdaderos angeles. Namasté.

    ResponderEliminar
  2. ¡Hermoso artículo Maestro! Me parece súper importante conocer las "condiciones" que deben darse para poder ser asistido por los ángeles... tanto que se les pide sin saber que debemos cambiar nuestro estilo de vida primero para recibir respuesta, respuestas que seguramente ya no serán necesarias una vez que trabajemos por y para Dios...

    Muchas gracias por sus enseñanzas
    Namasté

    ResponderEliminar
  3. Excelente artículo Maestro 🙏
    Muy bueno tener el conocimiento de quienes son los Angeles y como puede darse el estar bajo la protección de ellos... gracias por todas sus enseñanzas... Namasté

    ResponderEliminar