Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
Estamos
claros que pertenecer a grupos de conversación, hacer cursos, leer
libros o ver vídeos de temas espirituales, no significa estar en
Crecimiento Espiritual.
Un
escenario de crecimiento espiritual debe tener tres elementos
indispensables: primero un Maestro Espiritual (un Gurú); este debe
basar su enseñanza en Escrituras Sagradas Antiguas como segundo
elemento; y tercero, debe existir un grupo de personas que se sientan
Discípulos de ese Gurú y con las cuales puedas compartir.
Incluso
tú puedes asomarte en un escenario como el descrito y pasar un
tiempo satisfaciendo tu curiosidad por lo espiritual, pero esto
tampoco implica que estés creciendo espiritualmente.
Pero
más allá de tu curiosidad, puede llegar el momento en que te des
cuenta de que deseas comenzar en serio; y viene la pregunta
lógica: ¿ahora qué debo hacer?
El
primer paso para comenzar a involucrarte en un escenario de
crecimiento espiritual es muy sencillo: debes
exponerte al Gurú.
Si
estuvieras en India y quisieras emprender tu camino espiritual, lo
primero que tendrías que hacer es comenzar a frecuentar los espacios
del Gurú. Así que exponerse al Gurú no es un invento.
Exponerte
al Gurú es presentarte ante él, es frecuentarlo, es ir donde está,
es procurar su presencia, es mezclarte en los escenarios abiertos
donde él esté con sus discípulos. Algunas veces no podrás hacerlo
de forma presencial por limitaciones geográficas; pero siempre
habrá los medios para que esta exposición al Gurú sea efectiva a
la distancia.
Pero
debes exponerte a él no para satisfacer a tu intelecto. El Gurú
está allí no para llenarte de conocimientos; sino para llenarte de
espíritu.
Para
eso, tú debes ver y sentir al Gurú en directo; debes compartir y
compenetrarte con él en escenarios de vida. El Gurú no puede ser
una imagen, ni un autor de libros, ni un personaje que no pueda
sentir tu alma encarnada, que no conozca tus ojos.
Por
su parte, tu Gurú necesita conocerte, verte, sentirte y escucharte
desde tu humanidad; así él sabrá qué hacer para que tu espíritu
aflore. Si solo te quedas dándole la espalda a tu Gurú o permaneces
escondido detrás de una columna, este no podrá hacer mucho.
Si
prefieres esconder tu interior al Gurú, este no podrá hacer mucho
por ti. Si prefiere que el Gurú no piense nada malo de ti y por eso
no te expones, seguirás igual; ya que este no tendrá nada en qué
ayudarte.
Tu
Gurú debe ver tu esfuerzo personal de acercarte a él. Es este
esfuerzo el que el Gurú toma como aval para presentarlo a Dios en tu
nombre.
Tu
Gurú tiene una dedicación prioritaria para ayudarte; tú no puedes
hacer menos. No es respetuoso hacia tu Gurú dar de tu esfuerzo solo
cuando la vida y tus otras ocupaciones te lo permitan.
Crecer
espiritualmente no es una experiencia intelectual, sino una
experiencia vivencial con alguien que conoce y se ocupa de señalar
la ruta de trascendencia hacia lo Eterno. Ese es tu Gurú.
Si
te obligan más tus asuntos humanos/terrenales y no puedes negociar
con ellos para poder frecuentar a tu Gurú; nunca tendrás un Gurú.
El
trabajo de tu Gurú nunca lo verás con tus ojos, ni lo entenderás
con tu mente. Este se realiza desde su espíritu al tuyo; siempre que
seas capaz de someter a él tu humanidad; y no sobreponer tus modos y
razones a sus enseñanzas.
Tu
Gurú vive para Dios; si no te expones a él, te estarás escondiendo
de Dios.
Dios
te bendiga.
Namasté.
Pedro
A. Gómez Ruzzo. (SSA)
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
día 389 A.S. (23 enero 2017)
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Palabras-claves:
gurú, crecimiento espiritual
Excelente exposición sobre el inicio del crecimiento espirituala, ya me quedo claro lo importante de la relación del discípulo con el maestro para crecer espiritualmente
ResponderEliminarEsta aclaratoria fue muy importante. Muchas gracias, Maestro.
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