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jueves, 19 de octubre de 2017

Para que Dios escuche tus peticiones

Autor: ShaniShaktiAnanda

Damos por sentado que Dios está a nuestro lado; que somos sus hijos e hijas predilectos y que está ansioso de quitarnos nuestros problemas si se lo pedimos.

Más allá de momentos y situaciones particulares ¿acaso lo anterior es cierto? ¿Acaso siempre recibimos respuestas positivas e inmediatas cuando necesitamos ayuda?

Nuestra relación con Dios puede ser ingenua o infantil, debido a que nos la han presentaron así y como nos convino creerla, no buscamos más allá. El creer que Él está atento a nuestras peticiones de forma diligente y sin condiciones, es una muestro de ello.

Vamos a ver qué sucede en el ámbito cristiano; y saquemos solo algunas notas dela Santa Biblia que nos den luces sobre lo que hay que considerar para que Dios, Jesucristo, la Virgen María, los Ángeles, o cualquier instancia espiritual se interese en ayudarnos.

Planteemos tres condiciones básicas y lógicas para que alguien nos ayude.

  1. Las personas a las que solicitamos ayuda deben amarnos.
  2. Las personas a las que solicitamos ayuda debes tener buenas referencias nuestra, dadas por alguien importante.
  3. La ayuda solicitada no puede ir en contra nuestra. Si las situaciones en la que buscamos ayuda puede ser de provecho para nosotros, no es lógico que pidamos se nos elimine.

Las personas a la que solicitamos ayuda deben amarnos.

Es lógico contar con el amor o por lo menos con la consideración o la cercanía necesaria para que alguien nos ayude.

¿Acaso Dios o Jesucristo siempre nos aman?

Si la respuesta es sí, deberíamos repasar los siguientes versículos de la Biblia:

Lucas 2:14 (TLA)

14 «¡Gloria a Dios en el cielo, y paz en la tierra para todos los que Dios ama!»

Evidentemente, si hay algunos que son amados por Dios, hay otros que no son amados por Dios. Pero verifiquemos en otra parte.

Juan 14:21 (TLA)

21 »El que me obedece y hace lo que yo mando, demuestra que me ama de verdad. Al que me ame así, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y le mostraré cómo soy en realidad.

¡Oh! Si leímos bien, nos dimos cuenta de que para que Dios Padre nos ame debemos primero amar a Jesucristo, y el amor de Jesucristo no se proclama ni se decreta; sino que se demuestra obedeciendo lo que Él mandó.

Mateo 7:21 (TLA)

21 »No todos los que dicen que yo soy su Señor y dueño entrarán en el reino de Dios. Eso no es suficiente; antes que nada deben obedecer los mandamientos de mi Padre, que está en el cielo.


A la pregunta de que si tú amas a Jesucristo, deberías responder primero si le obedeces. Y antes de obedecerlo debería saber qué es lo que Él pide. Para esto te invito que revises sus lineamientos en Mateo 5-7. Te coloco uno solo de sus lineamientos para que te vayas dando cuenta si le amas o no:

Mateo 5:44 (RVR1960)

44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

Este es solo una de las cosas.

Y ¿qué hay sobre la cercanía que debe haber de la persona a la cual le pedimos? ¿Tenemos acaso siempre cerca a Dios o a Jesucristo como para que ellos se ocupen de nosotros de forma especial?

Entendamos:

Juan 14:23-24 (TLA)

23 Jesús le contestó:
Si alguien me ama, también me obedece. Dios mi Padre lo amará, y vendremos a vivir con él. 24 Los que no me aman, no me obedecen. Pero yo les he dicho solamente lo que mi Padre me envió a decirles, no lo que a mí se me ocurrió.

Nuevamente queda claro que si no obedecemos correctamente lo dicho por Jesucristo, no tendremos cerca ni a Él ni al mismo Dios. ¿Cómo esperar entonces que cumplan con nuestras peticiones?


Buenas referencias personales.

Está bien, ya quedamos claros que para que Dios o Jesucristo nos ame, debemos primero ganarnos su amor. Así que podemos solicitar ayuda... a los ángeles (por ejemplo).

¿Acaso con los ángeles las condiciones son más flexibles?

Pues no necesariamente. Para que ellos nos ayuden deberían tener buenas referencias nuestras. Leamos y entendamos:

Lucas 12:8-9 (TLA)

Jesucristo dijo: 8 »Si ustedes les dicen a otros que son mis seguidores, yo, el Hijo del hombre, les diré a los ángeles de Dios que ustedes en verdad lo son. 9 Pero si le dicen a la gente que no son mis seguidores, yo les diré a los ángeles de Dios que ustedes no lo son.

¿Será que somos seguidores de Jesucristo para que Él de buena referencia nuestra a los ángeles?

Ser “seguidor” de Jesucristo, no es solo decirse cristiano. Ser seguidor exige seguir (obedecer) los lineamientos dados por Él. ¿Coloco otro de los lineamientos?

Mateo 7:1-3 (TLA)

1 »No se conviertan en jueces de los demás, y así Dios no los juzgará a ustedes. 2 Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás.
3 »¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en el ojo del otro hay una basurita, y no te dieras cuenta de que en tu ojo hay una rama.

Nuevamente podemos estar en problemas.


La ayuda solicitada no puede ir en contra nuestra.

Esta última condición para que Dios atienda nuestras peticiones es tal vez la más dura.

Siempre buscamos ayuda en situaciones que nos aquejan, y supongamos que cumplimos con las dos condiciones anteriores y así tenemos el beneplácito de Dios para ayudarnos. ¿Eso es suficiente?

Si un hijo está en una situación complicada, pero esta le sirve para aprender, crecer, mejorar, fortalecerse; ¿acaso es lógico que el Padre le exima de esa situación?

Pues me temo que no se la va a quitar.

¿Qué esperaría Jesucristo de nuestras situaciones rudas, pesadas; las misma que llevamos como cruces a cuesta?. Leamos y entendamos

Mateo 16:24 (TLA)

24 Luego Jesús les dijo a sus discípulos:
«Si ustedes quieren ser mis discípulos, tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad. Tienen que estar dispuestos a cargar su cruz y a hacer lo que yo les diga.

En este pasaje bíblico se entiende finalmente todo el verdadero compromiso cristiano.

Jesucristo no prometió que Él (ni su Padre, ni nadie) quitaría las situaciones difíciles de nadie; ya que estas son una oportunidad para que, nuevamente, se siguieran sus lineamientos.

Las situaciones difíciles son los escenarios perfectos para que practiquemos y nos fortalezcamos como cristianos. ¿Creemos entonces que Dios nos va a quitar esas oportunidades?

Resumiendo.

Puedo resumir estas enseñanzas de la siguiente manera:

Si deseas que Dios o su Hijo o alguna instancia espiritual atienda a tus peticiones, lo primero que debe asegurarte es de estar cumpliendo con lo que Jesucristo señaló.
Estos lineamientos recordados por Jesucristo retratan cómo debes ver las situaciones de vida y cómo debe ser tu comportamiento con los demás; en especial con aquellos que sientes que te hacen daño.
Aún así, si la situación donde requieres ayuda está allí para que aprendas a fortalecerte espiritualmente, tendrás los mismos lineamientos del Cristo para superarla. Entonces esta dejará de afectarte.
Por eso no esperes necesitar ayuda de Dios para comenzar a obedecer a Jesús; mejor comienzas a afanarte de una vez para que, cuando lo necesites, todo el Cielo tenga buenas referencias tuyas.” (SSA)

Dios les bendiga.

Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original: 650 AS. (19 de octubre del 2017)http://www.shanishaktiananda.org
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Palabras-claves: Dios, lineamientos, ayuda, peticiones, jesucristo, ángeles, virgen, María, ayuda, problema, cruz, situaciones, complicadas, difíciles.

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