Autor:
ShaniShaktiAnanda
Damos
por sentado que Dios está a nuestro lado; que somos sus hijos e
hijas predilectos y que está ansioso de quitarnos nuestros problemas
si se lo pedimos.
Más
allá de momentos y situaciones particulares ¿acaso lo anterior es
cierto? ¿Acaso siempre recibimos respuestas positivas e inmediatas
cuando necesitamos ayuda?
Nuestra
relación con Dios puede ser ingenua o infantil, debido a que nos la
han presentaron así y como nos convino creerla, no buscamos más
allá. El creer que Él está atento a nuestras peticiones de forma
diligente y sin condiciones, es una muestro de ello.
Vamos
a ver qué sucede en el ámbito cristiano; y saquemos solo algunas
notas dela Santa Biblia que nos den luces sobre lo que hay que
considerar para que Dios, Jesucristo, la Virgen María, los Ángeles,
o cualquier instancia espiritual se interese en ayudarnos.
Planteemos
tres condiciones básicas y lógicas para que alguien nos ayude.
- Las personas a las que solicitamos ayuda deben amarnos.
- Las personas a las que solicitamos ayuda debes tener buenas referencias nuestra, dadas por alguien importante.
- La ayuda solicitada no puede ir en contra nuestra. Si las situaciones en la que buscamos ayuda puede ser de provecho para nosotros, no es lógico que pidamos se nos elimine.
Las
personas a la que solicitamos ayuda deben amarnos.
Es
lógico contar con el amor o por lo menos con la consideración o la
cercanía necesaria para que alguien nos ayude.
¿Acaso
Dios o Jesucristo siempre nos aman?
Si
la respuesta es sí, deberíamos repasar los siguientes versículos
de la Biblia:
Lucas
2:14 (TLA)
14
«¡Gloria a Dios en el cielo, y paz en la tierra para todos los que
Dios ama!»
Evidentemente,
si hay algunos que son amados por Dios, hay otros que no son amados
por Dios. Pero verifiquemos en otra parte.
Juan
14:21 (TLA)
21
»El que me obedece y hace lo que yo mando, demuestra que me ama de
verdad. Al que me ame así, mi Padre lo amará, y yo
también lo amaré y le mostraré cómo soy en realidad.
¡Oh!
Si leímos bien, nos dimos cuenta de que para que Dios Padre nos ame
debemos primero amar a Jesucristo, y el amor de Jesucristo no se
proclama ni se decreta; sino que se demuestra obedeciendo lo que Él
mandó.
Mateo
7:21 (TLA)
21
»No todos los que dicen que yo soy su Señor y dueño entrarán en
el reino de Dios. Eso no es suficiente; antes que nada deben
obedecer los mandamientos de mi Padre, que está en el cielo.
A
la pregunta de que si tú amas a Jesucristo, deberías responder
primero si le obedeces. Y antes de obedecerlo debería saber qué es
lo que Él pide. Para esto te invito que revises sus lineamientos en
Mateo 5-7. Te coloco uno solo de sus lineamientos para que te vayas
dando cuenta si le amas o no:
Mateo
5:44 (RVR1960)
44
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os
maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os
ultrajan y os persiguen;
Este
es solo una de las cosas.
Y
¿qué hay sobre la cercanía que debe haber de la persona a la cual
le pedimos? ¿Tenemos acaso siempre cerca a Dios o a Jesucristo como
para que ellos se ocupen de nosotros de forma especial?
Entendamos:
Juan
14:23-24 (TLA)
23
Jesús le contestó:
—Si
alguien me ama, también me obedece. Dios mi Padre lo amará, y
vendremos a vivir con él. 24 Los que no me aman, no me obedecen.
Pero yo les he dicho solamente lo que mi Padre me envió a decirles,
no lo que a mí se me ocurrió.
Nuevamente
queda claro que si no obedecemos correctamente lo dicho por
Jesucristo, no tendremos cerca ni a Él ni al mismo Dios. ¿Cómo
esperar entonces que cumplan con nuestras peticiones?
Buenas
referencias personales.
Está
bien, ya quedamos claros que para que Dios o Jesucristo nos ame,
debemos primero ganarnos su amor. Así que podemos solicitar ayuda...
a los ángeles (por ejemplo).
¿Acaso
con los ángeles las condiciones son más flexibles?
Pues
no necesariamente. Para que ellos nos ayuden deberían tener buenas
referencias nuestras. Leamos y entendamos:
Lucas
12:8-9 (TLA)
Jesucristo
dijo: 8 »Si ustedes les dicen a otros que son mis
seguidores, yo, el Hijo del hombre, les diré a los ángeles de Dios
que ustedes en verdad lo son. 9 Pero si le dicen a la gente que no
son mis seguidores, yo les diré a los ángeles de Dios que ustedes
no lo son.
¿Será
que somos seguidores de Jesucristo para que Él de buena referencia
nuestra a los ángeles?
Ser
“seguidor” de Jesucristo, no es solo decirse cristiano. Ser
seguidor exige seguir (obedecer) los lineamientos dados por Él.
¿Coloco otro de los lineamientos?
Mateo
7:1-3 (TLA)
1
»No se conviertan en jueces de los demás, y así Dios no los
juzgará a ustedes. 2 Si son muy duros para juzgar a otras
personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará
como ustedes traten a los demás.
3
»¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta
de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en
el ojo del otro hay una basurita, y no te dieras cuenta de que en tu
ojo hay una rama.
Nuevamente
podemos estar en problemas.
La
ayuda solicitada no puede ir en contra nuestra.
Esta
última condición para que Dios atienda nuestras peticiones es tal
vez la más dura.
Siempre
buscamos ayuda en situaciones que nos aquejan, y supongamos que
cumplimos con las dos condiciones anteriores y así tenemos el
beneplácito de Dios para ayudarnos. ¿Eso es suficiente?
Si
un hijo está en una situación complicada, pero esta le sirve para
aprender, crecer, mejorar, fortalecerse; ¿acaso es lógico que el
Padre le exima de esa situación?
Pues
me temo que no se la va a quitar.
¿Qué
esperaría Jesucristo de nuestras situaciones rudas, pesadas; las
misma que llevamos como cruces a cuesta?. Leamos y entendamos
Mateo
16:24 (TLA)
24
Luego Jesús les dijo a sus discípulos:
«Si
ustedes quieren ser mis discípulos, tienen que olvidarse de hacer su
propia voluntad. Tienen que estar dispuestos a cargar su cruz y a
hacer lo que yo les diga.
En
este pasaje bíblico se entiende finalmente todo el verdadero
compromiso cristiano.
Jesucristo
no prometió que Él (ni su Padre, ni nadie) quitaría las
situaciones difíciles de nadie; ya que estas son una oportunidad
para que, nuevamente, se siguieran sus lineamientos.
Las
situaciones difíciles son los escenarios perfectos para que
practiquemos y nos fortalezcamos como cristianos. ¿Creemos entonces
que Dios nos va a quitar esas oportunidades?
Resumiendo.
Puedo
resumir estas enseñanzas de la siguiente manera:
“Si
deseas que Dios o su Hijo o alguna instancia espiritual atienda a tus
peticiones, lo primero que debe asegurarte es de estar cumpliendo con
lo que Jesucristo señaló.
Estos lineamientos recordados por Jesucristo retratan cómo debes ver las situaciones de vida y cómo debe ser tu comportamiento con los demás; en especial con aquellos que sientes que te hacen daño.
Estos lineamientos recordados por Jesucristo retratan cómo debes ver las situaciones de vida y cómo debe ser tu comportamiento con los demás; en especial con aquellos que sientes que te hacen daño.
Aún
así, si la situación donde requieres ayuda está allí para que
aprendas a fortalecerte espiritualmente, tendrás los mismos
lineamientos del Cristo para superarla. Entonces esta dejará de
afectarte.
Por eso no esperes necesitar ayuda de Dios para comenzar a obedecer a Jesús; mejor comienzas a afanarte de una vez para que, cuando lo necesites, todo el Cielo tenga buenas referencias tuyas.” (SSA)
Por eso no esperes necesitar ayuda de Dios para comenzar a obedecer a Jesús; mejor comienzas a afanarte de una vez para que, cuando lo necesites, todo el Cielo tenga buenas referencias tuyas.” (SSA)
Dios
les bendiga.
Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original:
650 AS. (19 de octubre del 2017)http://www.shanishaktiananda.org
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lineamientos, ayuda, peticiones, jesucristo, ángeles, virgen, María,
ayuda, problema, cruz, situaciones, complicadas, difíciles.
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