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martes, 30 de enero de 2018

Congregarse

Autor: ShaniShaktiAnanda

La práctica de congregarse implica la reunión de personas que comparten una misma fe. Pero no hablo de una reunión de solo compartir un espacio o una ceremonia, sino un compartir de vidas, vivencias, esfuerzos y trabajos entre aquellos que están tratando de enfocar su existencia en función de un mismo Dios.

El congregarse no es solo un fenómeno humano; y por lo tanto sus beneficios y bendiciones no son únicamente humanas.

Si bien la práctica de congregarse trae beneficios que escapan de la comprensión humana; sí logran realmente fortalece al ser que se congrega.

Congregarse no significa ir a misa; muchas veces tampoco significa pasar un hermoso momento en el templo. Al congregarse se busca compartir un porcentaje de la vida entre personas que están haciendo esfuerzos similares de fortalecerse espiritualmente. Y en estos esfuerzos, no todo es color de rosas; por eso digo que no solo es pasar buenos momentos, sino compartir incluso los difíciles.

En tiempos de Jesucristo, la idea de congregarse era normal; de hecho, muchos de sus seguidores pasaron años juntos incluso con Jesús: comían juntos, descansaban juntos, trabajaban juntos, se enamoraban juntos, aprendían juntos, se equivocaban juntos, acertaban juntos, se enfermaban juntos, peleaban juntos, eran regañados juntos, e incluso hacían las paces juntos.

Y esta práctica de congregación es en realidad una obligación para cualquier persona que pretenda ser o desea convertirse en alguien espiritual. En nuestra Santa Biblia hay varios versículos que así lo establecen. Solo voy a colocar tres de ellos:

Hebreos 10:23-25 (TLA)

23 Sigamos confiando en que Dios nos salvará. No lo dudemos ni un instante, porque él cumplirá lo que prometió. 24 Tratemos de ayudarnos unos a otros, y de amarnos y hacer lo bueno. 25 No dejemos de reunirnos, como hacen algunos. Al contrario, animémonos cada vez más a seguir confiando en Dios, y más aún cuando ya vemos que se acerca el día en que el Señor juzgará a todo el mundo.”

1 Corintios 12:12 (TLA)

12 La iglesia de Cristo es como el cuerpo humano. Está compuesto de distintas partes, pero es un solo cuerpo.

Romanos 12:4-6 (TLA)

4 El cuerpo humano está compuesto de muchas partes, pero no todas ellas tienen la misma función. 5 Algo parecido pasa con nosotros como iglesia: aunque somos muchos, todos juntos formamos el cuerpo de Cristo.

Mateo 18:20 (TLA)

Y Jesucristo decía: “20 Porque allí donde dos o tres de ustedes se reúnan en mi nombre, allí estaré yo.”


En el primer pasaje citado (Hebreos 10:23-25) se establece claramente una invitación a los discípulos del Cristo a congregarse. Pero un congregarse que es más que un estar juntos un rato; es un apoyarse, un amarse, un hacer juntos cosas agradables a Dios; y allí mismo parece advertirse que es un esfuerzo, ya que lo normal es que algunos no se congreguen.

Esta necesidad de congregarse debe reforzarse en función de obtener los resultados esperados en los días finales; días finales que pueden referir a la resurrección, a la muerte, o simplemente a momentos difíciles.


En el segundo y tercer pasaje citado (1 Corintios 12:12 y Romanos 12:4-6) se nos da y se nos recuerda la figura de que todos los cristianos formamos el Cuerpo de Cristo, un cuerpo que existe mientras sus partes no solo se mantengan unidas, sino que convivan armoniosamente entre ellas. Un cuerpo con partes diferentes, pero cada una importante.

Un cuerpo desaparece cuando se desmiembra o cada parte va por su cuenta.

Hay que acotar que en ambas citas, cuando se nombra a palabra “iglesia”, no se refiere a ninguna institución religión o eclesiástica moderna, sino a la comunión de personas en torno a una misma fe. Las iglesias como las conocemos hoy en día no existían en época de Jesús; por lo tanto, Jesús no hablaba de ellas.


El cuarto pasaje es posiblemente el más categórico. ¿Cuántas personas no viven creyendo en su relación personal con el Cristo? Muchas personas ignoran la necesidad de congregarse, no hablan de su fe con nadie, creen llevar una buena relación con Dios directamente.

En Mateo 18:20 el mismo Jesucristo establece que para que Él mismo está entre nosotros, debemos estar juntos “en su nombre” (esto quiere decir “conviviendo desde sus enseñanzas”) dos o más de nosotros. Jesús no está con una persona que vive su fe por su cuenta.


Razones y beneficios por las cuales congregarse

La primera razón expresa por la cual es importante congregarse, es por el mismo párrafo bíblico presentado anteriormente; por Mateo 18:20. Si queremos que el Cristo esté entre nosotros, debemos estar por lo menos dos de nosotros congregados. De otra forma no es posible.

Una segunda razón es porque un escenario de convivencia de personas desde una misma fe (recordemos que esto es lo que significa congregarse) es ideal para comenzar a poner en práctica el estilo de vida espiritual que Dios espera de nosotros.

En un camino espiritual uno debe cambiar algunas de nuestras actitudes de vida a otras más espirituales. Muchas de estas actitudes espirituales no son comprendidas por el común de las personas que nos rodean; y la mayoría de las veces cedemos a la tentación de no hacer los cambios necesarios por no ser rechazados por estas personas.

En cambio, la adopción de actitudes más espirituales es muy natural si se intenta hacer conviviendo con personas que ya lo hayan hecho o que están intentándolo igual que nosotros. Si se practica en congregación, una vez adoptadas no nos cuesta vivir nuestra cotidianidad de la forma espiritualmente correcta.

Una tercera razón para congregarse es por la satisfacción de pertenencia. La necesidad de pertenencia es muy visceral; está en nuestros genes y la necesitamos para poder vivir bien.

Esta necesidad de preferencia, cuando está insatisfecha, es la que, por ejemplo, lleva a jóvenes a unirse a grupos que a veces no son la mejor compañía; o a asumir estilos de vida similares a grupos humanos sin muchos beneficios.

Pero si por el contrario se encuentra un grupo de personas que está afanado por llevar una vida de real provecho con Dios como meta; y allí satisface su necesidad de pertenencia; el premio es completo.

Pudiéramos señalar muchas más razones por las cuales congregarse es recomendable; pero estas las considero más que suficientes para este escrito.


Dios les bendiga.

Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original: 749AS. (18 de enero del 2018)http://www.shanishaktiananda.org
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Palabras-claves: congregarse, iglesias, pertenencia

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