Autor:
ShaniShaktiAnanda
La
felicidad es un estado humano que hay que aprovechar y disfrutar
cuando se tiene. Pero a la hora de buscarla nos damos cuenta que es
otra cosa.
Por
mucho que uno quiera ser feliz, la felicidad depende de lo que nos
suceda en algún momento. Siempre habrá situaciones de vida en las
que es imposible mantener la felicidad: el fallecimiento de un ser
muy querido; un desengaño; una enfermedad penosa; una condición
irreversible, entre muchas otras.
Aún
así, la felicidad hay que disfrutarla cuando se tenga. Pero la
felicidad tiene un problema.
El
problema de la felicidad aparece cuando algunas personas se plantean
el ser felices como el objetivo mismo de la vida.
Estas
personas hacen toda un apología de la felicidad y consideran que es
el estado que “todos merecemos” y que es “el mejor estado que
se pueda experimentar”. El resultado de este enfoque de vida es de
múltiples y frecuentes frustraciones.
Este
estado de conquista de la felicidad no es sostenible en el tiempo, ya
que hay situaciones que si bien no las podemos predecir, nunca las
vamos a poder evitar. Es más, hay situaciones “negativas” que
son indispensables que vivamos; ya que son oportunidades para sacar
enseñanza; y si aprendemos, subimos escalones hacia el Cielo.
El
enfoque hacia una vida feliz y las subsecuentes frustraciones,
terminan produciendo persona que evaden realidades y problemas; y en
el peor de los casos que viven culpando a los demás de las
desgracias que les suceden. Pareciera que para que ellas fueran
felices, muchas personas nunca debieron haber existido.
Así
de inconsistente y babosa es la felicidad. Repito, hay que
disfrutarla mientras se tiene, pero hay que enfocar la vida hacia
otra cosa. Si no movemos el enfoque de la vida fuera de la
felicidad, podemos, literalmente, perder todos los años de vida
tratando de consolidar algo imposible; podemos perder el tiempo y al
final no tener ninguna ganancia.
Pero
antes de saber qué es la otra cosa en la que debemos
enfocarnos, debemos entender un poco sobre cómo funciona la vida.
Voy a decir muy poco apostando a la comprensión desde la simpleza.
¿Por
qué suceden las cosas?
Primero
aclaremos que las cosas no suceden por el azar; no suceden por la
suerte; no suceden por casualidad; no suceden por el diablo; ni
tampoco suceden porque recemos mucho.
Las
cosas suceden en nuestra realidad porque el Universo (o Dios, como lo
quieran ver) articula, mueve y engrana todas las cosas y las personas
involucradas en función de Leyes Universales.
Las Leyes Universales son las reglas por las cuales el universo trabaja. Es un concepto místico; pero Leyes Naturales o Leyes Físicas no son más que subconjunto de estas Leyes Universales.
Las Leyes Universales son las reglas por las cuales el universo trabaja. Es un concepto místico; pero Leyes Naturales o Leyes Físicas no son más que subconjunto de estas Leyes Universales.
Cuando
hablamos de lo que nos pasa en la vida, podemos decir que las cosas
ocurren principalmente por dos leyes: por Ley de Atracción y por Ley
del Karma. Esto de forma resumida.
Explicar
cada una de estas dos leyes me llevarían muchas páginas, pero aquí
diré solo las cosas pertinentes para este escrito.
Ley
de Atracción
|
Ley
de Karma
|
- Crea
nuestras situaciones de vida en función del promedio de cómo nos
sentimos nosotros mismos.
- Actúa a
corto y mediano plazo, en esta misma vida.
- Es
totalmente personal.
- Se
aprovecha o se sufre solo.
- Su energía no se contagia. - Su energía no se hereda.
- Basta
cambiar o controlar tus propios sentimientos para que las
situaciones que te ocurren cambien.
- No hay mayor aprendizaje que aprender a controlar nuestra emociones. - Afecta a situaciones puntuales, no tiene efecto acumulativo, ni para bien ni para mal. - Te pueden continuar ocurriendo cosas malas, si te llegas a sentir mal. Que hoy estés bien, no te asegura que mañana lo estarás. - El producto de esta ley es la Felicidad, que se pierde en el próximo problema. |
- Crea
nuestras situaciones de vida en función de lo que hacemos sentir
a los demás con nuestra acciones u omisiones.
- Actúa a
mediano y largo plazo, se puede arrastrar vida tras vida.
- Siempre en
grupal (por lo menos en pares)
- Se
aprovecha o se sufre en grupo.
- Su energía
(el karma) se contagia.
- Su energía
(el karma) se hereda de generación a generación.
- Una vez que
el karma se activa y aparece alguna situación, esta no va a
cambiar hasta que aprendas a comportarte espiritualmente en ella.
- El
aprendizaje es vivir bajo lineamientos espirituales.
- Los resultados se arrastran a lo largo de toda la existencia, en caso de que no se llegue a aprender correctamente. Son resultados acumulables, vida tras vida. - Las cosas malas te dejarán de ocurrir, cuando hayas aprendido a enfrentar la vida correctamente. El bienestar se va solidificando en tu vida.
- El producto
de esta ley es la Paz, que se mantiene a pesar de los problemas.
|
Estas
dos columnas son muy resumidas, pero estimo que son suficientes para
seguir explicando.
¿Puedo
elegir cómo vivir?
Si
cualquier persona lee estas dos columnas, puede creer que se puede
decidir con cual ley vivir. Esto no es correcto.
Todos
estamos sometidos a todas las leyes universales (por eso son
universales); si bien, estas leyes se pueden aplicar en proporciones
diferentes.
Toda situación que nos ocurre tiene en consecuencia un poco de Ley de Atracción y el otro poco de Lay del Karma. La suma de las proporciones de ambas leyes debe dar cien por ciento.
Toda situación que nos ocurre tiene en consecuencia un poco de Ley de Atracción y el otro poco de Lay del Karma. La suma de las proporciones de ambas leyes debe dar cien por ciento.
Hay
situaciones que se deben más a nuestra aplicación de la Ley de
Atracción que al Karma; mientras que otras situaciones son mucho más
kármicas que por Ley de Atracción.
El
problema aquí estriba en que es muy difícil saber a ciencia cierta
qué proporciones de ambas leyes están implícitas en alguna
situación. Por lo tanto, lo más sano es saber manejarnos con
ambas leyes.
Aquellas
personas que se enfocan en vivir vidas felices, están aplicando
(sabiendo o sin saber) Ley de Atracción; y puede ser suficiente para
vivir algunas situaciones.
Pero
cuando estas mismas “personas felices” se enfrentan a situaciones
kármica, sienten que el mundo se les cae. La razón es que estas
“personas felices” han vivido y viven afanadas por ser felices y
nunca se esforzaron a aprender sobre el Karma.
Por
eso, sin saber que son situaciones kármicas “las persona felices”
utilizan su único enfoque, este es: buscar ser felices; tener buenas
intenciones; abrazar los propósitos más nobles; manifestar los
sentimientos más bonitos; hacer de justicieros; agradecer; incluso
esforzarse muchísimo, humanamente hablando; y a pesar de todo la
situación kármica parece resistirse e incluso empeorar cada día
más.
Al
final, ya sin más herramientas, a muchas “personal felices” solo
les queda decir que confían en Dios o pedirle a todos los santos;
lo que tampoco llega a resolver como ellos quisieran.
El
no tener una noción kármica correcta y suficiente de la vida, deja
a las “personas felices” con por lo menos el cincuenta por ciento
de su vida al azar. Esto trae la percepción de que las cosas malas
siempre tienen culpables, o de que hay fuerzas diabólicas, o de que
las cosas pasan por castigo, o de que hay un aprendizaje detrás,
pero nunca se descubre cuál és . En ninguno de estos casos se puede
hacer mucho para mejorar.
Escenarios
kármicos.
Pero
ojalá fuera solo el cincuenta por ciento de la vida sin control, lo
que te dejar el no tener noción del karma. Te puede dejar casi el
ciento por ciento sin saber cómo vivir.
Muchas
veces, la humanidad y las sociedades atraviesan períodos de vida que
se conocen como Escenarios Kármicos.
He
explicado decenas de veces, desde hace años, lo que significa un
Escenario Kármico; pero lo podemos resumir como una
seguidilla de situaciones kármicas, que aparecen una tras otras, y
que signan la vida de algún grupo humano por un tiempo continuo y
prolongado. Son escenarios de vida donde casi prácticamente todo lo
que sucede es por Karma, y casi nada por Ley de Atracción.
Los
Escenarios Kármicos se activan por diferentes motivos (les invito a
que busquen mis otras enseñanzas), pero sean cuales sean esos
motivos, estos escenarios kármicos no se pueden sobrellevar
buscando ser felices. Por el contrario, si se llevan desde la
búsqueda de la felicidad las situaciones se pueden realimentar y
todo empeorar.
En
un Escenario Kármico típico encontramos situaciones de carencias de
todo tipo, de injusticia humana, de pobreza, de lucha entre hermanos,
de situaciones que empeoran en vez de mejorar, donde se frustran las
luchas desde las buenas intenciones; donde además aumentan
enfermedades como el cáncer, las depresiones, las muertes
repentinas. Todo esto simplemente describen un “escenario kármico”
establecido.
¿Acaso
reconoces en tu vida algún Escenario Kármico? Apuesto que sí.
¿Acaso
sabes ahora porque aún te sientes mal? Espero que sí.
Y
en estos Escenarios Kármicos no sirve de nada buscar “ser
felices”; sino se debe buscar “ser espirituales”
“Ser
felices” o “ser Espirituales”
Y
este es el último punto que trataré aquí, importante porque el
mundo está plagado de personas que asumen erróneamente que “ser
felices y buscar estar bien” es lo mismo que “ser espiritual”.
Este
tema lo he dejado explicado incluso en vídeos y charlas; y es
extremadamente largo de explicar. Solo voy a decir aquí lo que
significa ser espiritual y ustedes sacaran sus propias relaciones.
Ser
espiritual significa trabajar en perfeccionar una relación con
Dios que te lleve a cumplir con todo lo que Él espera que hagas
mientras vivas; es decir, que te lleve a vivir desde sus
lineamientos. Y estos lineamientos debes incluirlos en tu
cotidianidad, incluso si estos no resultan cómodos para tu bienestar
humano.
Ser
espiritual significa vivir en función de obtener la Vida Eterna
luego de morir. Por lo tanto, una persona espiritual busca más
agradar a Dios cumpliendo sus lineamientos, que sentirse agradada y
confortable en vida.
¿Acaso
esto quiere decir que una persona espiritual es infeliz?
Pues
nunca, por el contrario. Una persona espiritual termina siendo más
feliz que aquellas personas que solo se enfocan a buscar la
felicidad.
La
razón es que si crees en Dios y haces esfuerzos sinceros por
cumplirle, pues Dios mismo comienza a hacer por ti; y la felicidad
empieza a llegar a ti, sin mucho esfuerzo por conseguirla.
Además,
una persona espiritual tiene lo que una persona feliz añora: Paz.
Cuando
una persona espiritual tiene felicidad, la disfruta como cualquiera.
Pero cuando la felicidad se aleja, la Paz en su interior aparece; y
esto le vuelve a recuperar la felicidad.
Esto
parece una utopía, pero es la única verdad de la vida.
Ciertamente,
no podemos olvidar a la felicidad; pero mucho menos debemos dejar de
lado nuestra responsabilidad de cumplir con Dios. ¿Cuál creemos que
es más importante?
El cumplimiento con Dios, sobre todo para prepararnos o para vivir en un Escenario Kármico.
El cumplimiento con Dios, sobre todo para prepararnos o para vivir en un Escenario Kármico.
Atención,
no hablo aquí de cumplir con la iglesia; hablo de cumplir con Dios.
¿Quieres
vivir realmente bien? Deja de afanarte por ser feliz y comienza a
afanarte por agradar a Dios. La sensación que descubrirás será
algo que nunca imaginaste.
Dios
les bendiga.
Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original:
734AS. (03 de enero del 2017)http://www.shanishaktiananda.org
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Palabras-claves:
felicidad, paz
Maestro es impresionante como describe mi vida antes de llegar a usted, Dios lo bendiga, le agradezco que este en vida
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