Autor:
ShaniShaktiAnanda
Para
cualquier cristiano que haya tenido una aceptable formación
cristiana, ya encontrará que algunos “códigos secretos” en
nuestra Santa Biblia, no son tan secretos.
Para
los “no cristianos” (incluso aquellos que dicen serlo pero que
nunca se han ocupado de serlo) dichos códigos no tienen sentido.
Cuando uno los aprende de un Maestro Espiritual, la importancia de
dichos códigos le da el sentido completo a
las enseñanzas espirituales de la doctrina.
Uno
de esos ex-códigos secretos es la forma en que se hace referencia a
Nuestro Señor Jesucristo durante su vida en esta tierra.
La
vida de Nuestro Señor tuvo tres etapas en su historia sagrada: su
etapa
de Jesús
de Nazareth;
su etapa
de Jesucristo
y su etapa
de el
Cristo.
Cada etapa marca el apelativo con el cual es correcto referirse a Él.
La etapa
de Jesús
de Nazareth
se puede enmarcar desde su nacimiento hasta su bautismo en el río
Jordán por Juan el Bautista
(Juan 1,29-34).
En este tiempo, Jesús, a pesar de ser el elegido, se desempeñaba
como una persona normal ante los ojos de terceros; amén, a sus
momentos particulares de divinidad y a la formación que recibía.
La etapa
de Jesucristo
(o de Jesús
el Cristo)
es doble: la primera como Jesús
de Nazareth con Escencia Crística Manifiesta
(desde su bautismo hasta el final de los cuarenta días en el
desierto -
Mateo 4, 1-11)
y como Jesús
de Nazareth con Escencia Crística Manifiesta y Asumida
(desde los cuarenta días en el desierto hasta su crucifixión -
Lucas. 23, 44-46)
Y
la última etapa
de el
Cristo
se observa claramente cuando los apóstoles ya comienzan a estar de
su cuenta, luego de la crucifixión; cuando Jesús de Nazareth ya
había salido de escena y se debía seguir dando las enseñanzas pero
bajo la figura del Cristo. Para esta etapa se comprende que las
enseñanzas cristianas pertenecen a la Escencia Crística y estas
trascienden momentos y personajes históricos; sin desmerecerlos.
Si
se observan las Cartas de Pablo y otros documentos de otros
apóstoles, vemos que se hace referencia
“al Cristo” a la ora de dar la enseñanzas. Y si en alguna se
hace referencia a Jesucristo, es para unir la narración a hechos
puntuales de la historia sagrada.
Pero
las diferencias anteriores son sencillas.
¿Qué tal si hablamos de otras definiciones más ocultas? Por
ejemplo, los nombres que se le dan como:
“Hijo del Hombre”, “Hijo de Dios”, “Cordero de Dios”, “El
Nuevo Adán”...
Hijo
del Hombre
Uno
de los apelativos que más me gusta, porque
el solo nombre viene a aclarar mucho del fundamente místico de
cristianismo, es el de “Hijo del Hombre”.
Si
buscan referencias cristianas eclesiásticas (no místicas), verán
que muchas apuntan que este nombre tiene un sentido de humildad de
Jesucristo... “que se iguala a cualquier ser humano...”
Jesucristo
podía ser humilde en muchas cosas, sobre todo aceptando los
designios de su Padre, pero nunca desconocía su divinidad. Él
abiertamente hablada de “Su Padre que está en las Cielos”. Así
que la explicación eclesiástica, por salir del
paso, de humildad humana de Jesucristo no
tiene fundamento.
El
apelativo de “Hijo del Hombre” tiene que ver mucho con el
Génesis.
Estamos
claros que el Génesis relata metafóricamente el proceso de creación
del universo perfecto, con la dualidad integrada
(masculino+femenino; bien+mal), es decir,
con “no-dualidad”. Luego
presenta la pérdida de la “no dualidad” y las posteriores
consecuencias de este hecho.
Pero
pregunto ¿alguien aún cree que ese
relato describe como nació la “raza humana”? Espero que no.
Creer
que el Génesis habla de la raza humana, es creer que la Tierra es el
único lugar del universo donde existe vida creada por Dios. La raza
humana no es ni la única creada ni la primera en el universo. Eso ya
se superó hace cientos de años.
Entonces,
cuando en la Biblia se hace referencia a “Hombres” ¿a caso se
refiere a “seres humanos”?
Hay
un pasaje del Génesis que siempre presento:
Génesis
3:22 (TLA)
y
dijo:
«Ahora
el hombre y la mujer son como uno de nosotros,
pues conocen el bien y el mal. Si llegaran a comer algún fruto del
árbol de la vida, podrían vivir para siempre».
En
este pasaje el “nosotros” no hace referencia a las tres Divinas
personas como algunos apuntan. El “nosotros” se refiere a los
creadores de Adán; por lo tanto a los Padres de Adan, o a “Dios
Padre”. Algunos de ustedes que llevan tiempo conmigo ya saben que
“Dios Padre” es un concepto diferente a “Dios”; y Jesucristo
lo diferenciaba muy bien cuando los usaba de forma diferente
refiriéndose a “Dios” o refiriéndose a “mi Padre”
A
veces, a Jesucristo se le hace referencia como el “segundo Adán”;
es decir, que fue creado por esos “nosotros” mismos.
Por
lo tanto, esos “nosotros” son los “Hombres”
Cuando
se hace referencia al “Hijo del Hombre”, se está indicando ese
proceso promovido por “los Hombres” (no-seres humanos) que
estando más cerca de Dios, “dan a luz” (así como un padre) a
ese Ser Especial que encarnará a la Escencia Crísitica Manifiesta:
al “Hijo del Hombre”.
El
“Hijo del Hombre” es el que ha de venir las veces que fueran
necesarias como el soporte necesario para que el misterio del “Dios
hecho Hombre” se pueda producir.
Disculpen,
sé que puede resultar confuso; pero he explicado más que la Bilia y
que todas las iglesias juntas. Apara aquellos de ustedes que hayan
estado por años conmigo, esto será solo un apunte de clases.
Los
otros nombres para el Cristo quedarán
para posteriores escritos.
Dios
les bendiga.
Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original:
831AS. (11 de abril del 2018)http://www.shanishaktiananda.org
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