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jueves, 12 de abril de 2018

Los diferentes apelativos de Nuestro Señor

Autor: ShaniShaktiAnanda

Para cualquier cristiano que haya tenido una aceptable formación cristiana, ya encontrará que algunos “códigos secretos” en nuestra Santa Biblia, no son tan secretos.

Para los “no cristianos” (incluso aquellos que dicen serlo pero que nunca se han ocupado de serlo) dichos códigos no tienen sentido. Cuando uno los aprende de un Maestro Espiritual, la importancia de dichos códigos le da el sentido completo a las enseñanzas espirituales de la doctrina.

Uno de esos ex-códigos secretos es la forma en que se hace referencia a Nuestro Señor Jesucristo durante su vida en esta tierra.

La vida de Nuestro Señor tuvo tres etapas en su historia sagrada: su etapa de Jesús de Nazareth; su etapa de Jesucristo y su etapa de el Cristo. Cada etapa marca el apelativo con el cual es correcto referirse a Él.

La etapa de Jesús de Nazareth se puede enmarcar desde su nacimiento hasta su bautismo en el río Jordán por Juan el Bautista (Juan 1,29-34). En este tiempo, Jesús, a pesar de ser el elegido, se desempeñaba como una persona normal ante los ojos de terceros; amén, a sus momentos particulares de divinidad y a la formación que recibía.

La etapa de Jesucristo (o de Jesús el Cristo) es doble: la primera como Jesús de Nazareth con Escencia Crística Manifiesta (desde su bautismo hasta el final de los cuarenta días en el desierto - Mateo 4, 1-11) y como Jesús de Nazareth con Escencia Crística Manifiesta y Asumida (desde los cuarenta días en el desierto hasta su crucifixión - Lucas. 23, 44-46)

Y la última etapa de el Cristo se observa claramente cuando los apóstoles ya comienzan a estar de su cuenta, luego de la crucifixión; cuando Jesús de Nazareth ya había salido de escena y se debía seguir dando las enseñanzas pero bajo la figura del Cristo. Para esta etapa se comprende que las enseñanzas cristianas pertenecen a la Escencia Crística y estas trascienden momentos y personajes históricos; sin desmerecerlos.

Si se observan las Cartas de Pablo y otros documentos de otros apóstoles, vemos que se hace referencia “al Cristo” a la ora de dar la enseñanzas. Y si en alguna se hace referencia a Jesucristo, es para unir la narración a hechos puntuales de la historia sagrada.


Pero las diferencias anteriores son sencillas. ¿Qué tal si hablamos de otras definiciones más ocultas? Por ejemplo, los nombres que se le dan como: “Hijo del Hombre”, “Hijo de Dios”, “Cordero de Dios”, “El Nuevo Adán”...


Hijo del Hombre

Uno de los apelativos que más me gusta, porque el solo nombre viene a aclarar mucho del fundamente místico de cristianismo, es el de “Hijo del Hombre”.

Si buscan referencias cristianas eclesiásticas (no místicas), verán que muchas apuntan que este nombre tiene un sentido de humildad de Jesucristo... “que se iguala a cualquier ser humano...”

Jesucristo podía ser humilde en muchas cosas, sobre todo aceptando los designios de su Padre, pero nunca desconocía su divinidad. Él abiertamente hablada de “Su Padre que está en las Cielos”. Así que la explicación eclesiástica, por salir del paso, de humildad humana de Jesucristo no tiene fundamento.

El apelativo de “Hijo del Hombre” tiene que ver mucho con el Génesis.

Estamos claros que el Génesis relata metafóricamente el proceso de creación del universo perfecto, con la dualidad integrada (masculino+femenino; bien+mal), es decir, con “no-dualidad”. Luego presenta la pérdida de la “no dualidad” y las posteriores consecuencias de este hecho.

Pero pregunto ¿alguien aún cree que ese relato describe como nació la “raza humana”? Espero que no.

Creer que el Génesis habla de la raza humana, es creer que la Tierra es el único lugar del universo donde existe vida creada por Dios. La raza humana no es ni la única creada ni la primera en el universo. Eso ya se superó hace cientos de años.

Entonces, cuando en la Biblia se hace referencia a “Hombres” ¿a caso se refiere a “seres humanos”?

Hay un pasaje del Génesis que siempre presento:

Génesis 3:22 (TLA)

y dijo:
«Ahora el hombre y la mujer son como uno de nosotros, pues conocen el bien y el mal. Si llegaran a comer algún fruto del árbol de la vida, podrían vivir para siempre».

En este pasaje el “nosotros” no hace referencia a las tres Divinas personas como algunos apuntan. El “nosotros” se refiere a los creadores de Adán; por lo tanto a los Padres de Adan, o a “Dios Padre”. Algunos de ustedes que llevan tiempo conmigo ya saben que “Dios Padre” es un concepto diferente a “Dios”; y Jesucristo lo diferenciaba muy bien cuando los usaba de forma diferente refiriéndose a “Dios” o refiriéndose a “mi Padre”

A veces, a Jesucristo se le hace referencia como el “segundo Adán”; es decir, que fue creado por esos “nosotros” mismos.

Por lo tanto, esos “nosotros” son los “Hombres”

Cuando se hace referencia al “Hijo del Hombre”, se está indicando ese proceso promovido por “los Hombres” (no-seres humanos) que estando más cerca de Dios, “dan a luz” (así como un padre) a ese Ser Especial que encarnará a la Escencia Crísitica Manifiesta: al “Hijo del Hombre”.

El “Hijo del Hombre” es el que ha de venir las veces que fueran necesarias como el soporte necesario para que el misterio del “Dios hecho Hombre” se pueda producir.

Disculpen, sé que puede resultar confuso; pero he explicado más que la Bilia y que todas las iglesias juntas. Apara aquellos de ustedes que hayan estado por años conmigo, esto será solo un apunte de clases.


Los otros nombres para el Cristo quedarán para posteriores escritos.

Dios les bendiga.

Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original: 831AS. (11 de abril del 2018)http://www.shanishaktiananda.org
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Palabras-claves: Cristo, Hijo del Hombre, Jesús Nazareth, Jesucristo

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