Páginas

domingo, 26 de abril de 2020

Los dos postes


Autor: ShaniShaktiAnanda

Los símiles y las metáforas siempre han sido útiles para explicar procesos que de otra forma fueran difíciles de entender.

Uno de los procesos que me atañen es el de crecer espiritualmente; en particular cuando debo explicar a las personas sobre la necesidad de desapegarse a su terrenalidad para poder ser más espirituales; además, de cómo ayuda el Maestro Espiritual a este proceso.

Para explicarlo en metáfora, voy a utilizar la imagen de dos postes de alumbrado: un poste que representa los aspectos terrenales de la vida y el otro poste que representa el aspecto espiritual. Recordemos, antes que nada, que los aspectos terrenales comprenden: lo físico/económico, lo mental/intelectual/sensorial, lo emocional/sentimental y lo energético/bienestar-humano.

Ambos postes están a una distancia, uno del otro, un poco mayor que la longitud de tus brazos abiertos. Es decir, que no llegas a agarrarte de ambos a la vez. Es bíblico, “no puedes servir a dos señores a la vez” (Mateo 6:24), no puedes estar agarrado de los dos postes a la vez.


Abrazados al poste terrenal.

La realidad es que muchas personas viven abrazadas al poste de la terrenalidad; con instantes en los que ven al poste espiritual a la distancia, sin soltarse del terrenal.

Esto representa a la gran mayoría de personas que viven en función de sus asuntos terrenales: sus metas de vida son terrenales, sus esfuerzos son hacia esas metas terrenales, sus angustias son terrenales, lo que más ansían son cosas terrenales, sus preocupaciones son terrenales; en resumen, sus vidas son principalmente terrenales. Recordemos los párrafos anteriores donde acoté cuáles son los aspectos terrenales.

Pero es cierto que esas personas cuando les va mal en sus asuntos terrenales ven hacia el poste espiritual para pedirle a Dios o a cualquier divinidad que les ayude en sus asuntos terrenales. Es decir, aún en problemas y pidiéndole a Dios, no se sueltan de su poste terrenal.

El problema de esto es que tarde o temprano, de forma inesperada, el poste terrenal desaparecerá (la persona muere), y su alma, sin ese soporte terrenal, literalmente se va a desplomar al piso (se queda en un estado de desamparo y sufrimiento que metafóricamente se conoce como los infiernos).

Y sin necesidad de que la persona muera; ese poste terrenal muchas veces se sacude o se calienta mucho y la persona, abrazada a este, no la pasa nada bien.

Este tipo de personas tienen mucho apego a sus cosas terrenales; por lo tanto, al momento de los problemas terrenales o de muerte física no le va a ir nada bien.


Estirando el brazo.

Otro grupo de personas (las más sabias y trascendentes), reconociéndose primero como seres espirituales, comienzan a buscar crecer espiritualmente.

Entonces, se atreven a comenzar a soltar una mano del poste terrenal y buscan estirar el brazo hacia el poste espiritual.

Esas personas, de forma automática, cuanto más intentan alcanzar el poste espiritual más aprietan la mano que agarra el pote terrenal. Esto se produce por la normal resistencia al cambio. Generalmente, esta respuesta que se da por miedo a lo desconocido se disfraza de precaución, de excusas, de frases como que “el tiempo de Dios es perfecto”, de “en su momento”, “ahora tengo muchas ocupaciones”, etc.

Estos intentos de ser espiritual (de agarrar el poste espiritual) se pueden repetir una y otra vez; de una forma o de otra; en un escenario o en otro; de una religión a otra; brincado de un lado para otro; sin éxito final alguno, principalmente porque se intentan hacer por sus propias fuerzas.

A pesar de todos estos intentos de estirarse solo, si de la misma manera el poste espiritual llegara a desaparecer, la persona caería a las profundidades.


La ayuda del maestro espiritual.

En cada intento explicado anteriormente de tocar lo espiritual, donde no se suelta nada de lo terrenal, las personas llegan por momentos a rozar la experiencia espiritual. Pero lo hacen con la puntas de sus dedos, sin nunca llegar a agarrarse de ese poste.

Aquí es donde llega la ayuda del maestro espiritual.

Desde el entendido de que nadie llega a ser realmente espiritual por cuenta propia; las personas que verdaderamente quieren llegar al poste buscan a alguien que ya esté en ese poste. Ese alguien, esa persona que ya está en el poste espiritual, es precisamente un maestro espiritual.

Cuando este aparece, él agarra la mano que está tratando de estirar la persona e intenta estirarle un poco más. De esa manera, la persona hace más contacto con el poste espiritual, sin llegar a agarrarlo.

Si aún con la presencia del maestro espiritual la persona sigue aferrada a su terrenalidad, ni el maestro ni nadie podrá hacer mucho. Por más que el maestro tire de la persona, existe un límite físico de su cuerpo. Aún falta un pequeño paso.

Ese pequeño paso es que la persona comience a aflojar sus dedos del poste terrenal para que el maestro pueda ayudarle.

Este “aflojar sus dedos del poste terrenal” se puede traducir en muchas cosas; por ejemplo: vencer su zona de confort; practicar “la taza vacía”; dejar costumbres que atetan abiertamente contra lo espiritual; optimizar su tiempo para que pueda participar en las actividades de crecimiento espiritual; no correr pero tampoco dormirse en los laureles en el camino que comienza a recorrer; entre otras.

Si la persona pone sinceramente de su parte, llega el momento en el que mientras el maestro lo está tirando hacia lo espiritual, un pequeño aflojar adicional de lo terrenal hace que logre asirse del poste espiritual; y es allí donde la persona comienza a ser espiritual.

Pero atención. La idea de que la persona se agarre ahora del poste espiritual no implica que abandone totalmente el poste terrenal. Es necesario que la persona siga viviendo y cumpliendo con sus obligaciones terrenales. Es importante, porque entre estos dos postes es que se crece espiritualmente.

La persona seguirá en contacto con su terrenalidad, rozándola con sus dedos, pero firmemente agarrada de su espiritualidad.

En este punto es que comienza a vencer el apego, aunque siga viviendo terrenalmente.

¿Ventajas de esto? Que si su poste terrenal se sacude, se calienta o se derrumba, la persona ya no está abrazada a él. Bastará con alejar un poco la mano y su terrenalidad no la sacudirá, no la calentará, ni la derrumbará. El poste espiritual es firme como Dios; nunca se sacude, nunca se calienta y nunca se derrumba.

¿Puede una persona estar mejor que esto mientras vive terrenalmente?

Y al morir, al desaparecer su poste terrenal, la persona no “caerá a los infiernos”, sino que se mantendrá firmemente espiritual.


Espero que este símil te haga reflexionar y te haga tomar las decisiones necesarias para que consigas es paz que buscas.

Dios te bendiga.

Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original: 1577 AS. (26 de abril del 2020)
Instagram @ShanisShaktiAnanda @EscuelaparaelAlma.ssa
Palabras-claves: postes, espiritualidad, terrenalidad, maestro espiritual apego desapego

martes, 21 de abril de 2020

Enseñanza de la Trimurti


Autor: ShaniShaktiAnanda

(Transcripción de la enseñanzas previa a la meditación 18abril2020)

Vamos a comenzar con nuestra meditación de hoy sábado. Les confieso que me costó identificar la energía para esta meditación, la energía para la enseñanza de hoy.

De hecho, tengo varias horas tratando de hacerlo; y la energía está muy compleja. Son tantos aspectos energéticos los que hay que considerar que definitivamente un solo enfoque es el que puede englobar todas esas energías.

Y ese es el mantra que ya conocemos: el Gurur Mantra.

¿Cuál es la enseñanza detrás de este mantra?

Este es un mantra que resalta la enseñanza de cada una de las tres deidades de la Trimurti.

Recuerden que nuestra Santísima Trinidad es el equivalente a la Trimurti.
La idea original de que Dios se pueda manifestar en Tres Divinas Personas no es cristiana y mucho menos católica, sino que viene del hinduismo.

Entonces eso que aquí en occidente llamamos la Santísima Trinidad, en India se le conoce originalmente como la Trimurti. Y Gurur Mantra para mí (les invito a que ustedes lo consideren así) es un mantra que se le canta a esa triada de Dioses, donde cada uno representan cosas importantes.

Cuando una persona despierta a la necesidad de acercarse más o mejor a Dios, una de las cosas que esa persona debe entender es que llegar a Dios es un camino. Llegar o acercarse a Dios no es un evento, no es algo que simplemente sucede, no es una lista de cosas que hacer, no es algo que se aprende; es un trayecto que hay que recorrer.

Y como siempre se sabe, un camino tiene tropiezos, tiene tramos rectos, tiene curvas, tienes bajadas donde puedes ir más rápido pero tiene subidas donde te cansas más. Nunca es un camino llano, nunca es un camino libre de obstáculos. Un camino corresponde a todos eso.

Muchas veces el camino es algo recto y tú pareces saber qué hay más adelante. Pero el camino muchas veces tiene curvas. Ante una curva, tú no sabes qué hay más adelante. Y ese no saber qué hay más adelante no te debe incitar a que te detengas; sino por el contrario te debe invitar a continuar, a pesar de que no tienes certeza.

Por eso se elige la metáfora de un camino para el crecimiento espiritual. Porque se crece en un recorrido, en un proceso que no es llano ni directo ni previsible.


Sin Hoja de Ruta

Generalmente de ese camino, nadie tiene lo que se conoce como la hoja de ruta de forma personal. No, no la tiene nadie.

Es un camino que muchas veces se va recorriendo paso a paso. Sí hay lineamientos claros, hay formas de hacerlo, pero no hay una definición clara de qué es lo que voy a hacer a lo largo del camino.

Cuando ustedes van de un lugar a otro, ustedes saben o esperan llegar otro lugar. O por lo menos lo están haciendo con esa intención.

No es un camino que se recorre sin saber a dónde se va. Lo que si no se sabe es cómo se va a recorre.

Entonces, la persona que despierta a la necesidad de querer acercarse más o mejor a Dios debe entender que va a recorrer un camino.

¿Cuánto va a durar en ese camino? depende de la velocidad a la que vaya la persona y del esfuerzo que le ponga. No hay forma de decir en cuanto tiempo se va a llegar al destino.

Una persona puede comenzar a caminar muy rápido, pero en cualquier momento se puede cansar, se puede agotar; ante una subida, por ejemplo, la persona se puede frenar. Entonces, aunque la persona quiera comenzar o tenga la intención de comenzar muy rápido, no se sabe cuanto tiempo se va a llevar.

Es un camino así de incierto. Es un camino lleno de obstáculos; algunos podrán ser faciales de sortear y otros no. Pero es un camino que hay que recorrer.


En el camino nos purificamos

Durante ese camino de acercarnos a Dios, de tener un poquito más de Dios; en ese camino tenemos que purificarnos. No es solo recorrerlo así como estamos. Ese camino nos debe transformar en algo más digno para llegar a la meta.

En ese camino, muchas veces tenemos que desvestirnos de muchas cosas. La mayoría de esas cosas se llaman terrenalidad. Tenemos que desvestirnos de ella, o por lo menos tenemos que ponernos ropas más ligeras, ya que si vamos con ropas muy pesadas, si vamos con cargas muy pesadas, cuando tengamos que subir unas cuestas, nos vamos a quedar.

Hay que aligerarnos. Y definitivamente lo que nos pesan son nuestros asuntos terrenales. No digo asuntos como obligaciones que debemos cumplir como seres humanos. Digo asuntos como formas de ver la vida que no ayudan; asuntos como creencias polarizantes, asuntos como preferencias hacia la terrenalidad; estos son algunos de los asuntos terrenales que debemos ir sacando de nosotros y dejándolos en el camino.

Y todo este camino de crecimiento espiritual, realmente está muy bien representado en lo que es La Trimurti, en lo que enseñan esos tres dioses dentro del hinduismo. También está perfectamente claro en la Santísima Trinidad, solo que en occidente no se explica. La Santísima Trinidad es algo que debemos repetir sin comprender; mientras que en el hinduismo está muy claro.


El camino marcado por la Trimurti

Tenemos el primer hito, una la primera estación de ese camino, desde la cual ya todos salimos. Esa primera estación desde donde se empieza a caminar es la del Sr. Brahma, del Dios Creador. Todos ya hemos comenzado a caminar porque ya hemos sido creados por Dios.

Pero estamos en esa carretera que va desde ese primer nodo hasta el segundo, hasta la segunda estación. La segunda estación es la del Sr. Shiva, allí donde está tu Gurú; aquel que te va a guiar el resto del camino.

Muchas veces, muchas personas se tardan en ese primer segmento del camino; entre ser creado por Dios y encontrar a su Gurú se tardan muchísimo. Y allí las personas viven como pueden, aveces adelantan en el camino y a veces retroceden; están hacia adelante y hacia atrás, sin avanzar.

Estas personas son las que nunca se ha tomado el privilegio de aceptar a alguien como su Gurú, de aceptar a un Gurú como su guía. Esas personas son las que creer que lo puede hacer solas. Es el tipo de personas que creen que Dios desde las alturas, les está ayudando en el camino. Es el tipo de persona que en realidad no ha comenzado su camino hacia Dios, aunque ella crea lo contrario.

Una persona así no avanza, porque Dios mismo establece la necesidad de un Maestro Espiritual. Es muy ingenua la creencia de que alguien lo puedo hacer solo con Dios que esta en las alturas, o con los ángeles, o con la Virgen que también está en el Cielo. El “yo puedo conducir mi vida hacia lo correcto espiritual” es muy ingenuo. De hecho, revisan escrituras sagradas, específicamente nuestra Santa Biblia, Jesucristo mismo indica que Él seguiría enviando maestros y profetas.

Mateo 23:34 (TLA)
Yo les enviaré profetas, sabios y maestros, pero a algunos de ellos ustedes los matarán o los clavarán en una cruz, a otros los golpearán en las sinagogas, y a otros los perseguirán por todas las ciudades.”


Cuando Jesucristo dice que Él seguirá enviando maestro, sabios y profetas (se asume que encarnados igual que Él e igual a sus antecesores) es porque lo tiene que hacer como necesidad para las personas. Es necesario que aparezcan, a lo largo del tiempo, maestro y profetas encarnados; ¿para qué van a venir? ¿Para que anden solos por el mundo y nadie los escuche? Pues no.

El Cristo manda Maestros y Profetas para que las personas se acerquen a ellos y ellos les enseñen cómo llegar a Dios. Por lo tanto, es una necesidad mística.

Las personas que dicen que lo pueden hacer solas, ellas con Dios directamente, no tienen la más remota idea de lo que significa la espiritualidad. Además, que rechazan lo que el mismo Jesucristo aseguró.

Entonces, volviendo al camino, cuando ya se acepta la necesidad de un Gurú, uno está casi que entrando a ese segundo nodo. El primer nodo fue el del Padre Creador (el Sr. Brahma); y el segundo nodo será el del Sr. Shiva, el Dios Destructor.

Cuando estamos hablando de que estamos parados en la entrada de esa segunda estación para avanzar, estoy diciendo que va a haber pasos adicionales para terminar de entrar.

Una de las primeras formas en las que el Sr Shiva te va a recibir y te da la bienvenida para que entres, es mostrándote un panorama nada alentador para tu terrenalidad. Si tú eres suficientemente valiente, das el paso y entras. Si la persona no es tan valiente, probablemente retroceda.


En lucha interior con tu terrenalidad

¿Cuál es ese panorama nada alentador que te presenta el Sr. Shiva?

Él te presenta la destrucción de todo aquello que tú tienes, que no se ha servido para acercarte a Dios o incluso te haya podido alejar de Él.

Muchas veces, en el camino que señalaba anteriormente, del primer nodo al segundo, donde se va para delante y para atrás de forma solitaria, en el intento de caminar uno se llena de cosas (aprendizajes, conceptos, rituales, creencias, etc.) siendo la mayoría de esas cosas inservibles.

El Sr. Shiva cuando te abra la puerta te va a decir: “bienvenido, voy a comenzar por quitarte esas cosas; voy a empezar a destruir en ti lo que no te ha servido para acercarte a Dios y lo que te va a fastidiar el resto del camino; y lo voy a hacer aunque muchas veces no te guste o te incomode”.

Las personas que ya decidieron pertenecer a un Guru, entran y comienza la preparación en ese segundo nodo. Ya recorriendo el primer tramo del camino y tienen a su Gurú; gracias a Dios.

Entonces, la persona empieza a prepararse en ese nodo para el resto del camino,

En ese segundo nodo se le va a comenzar a proponer a la persona a que destruya sus costumbres, sus formas de ser, sus argumentos, su mentalidad, sus personalidades frágiles y heribles; todas esas cosas que le han mantenido lejos de Dios.

La persona descubrirá muchas cosas que no imaginaban que la mantuvieran alejada de Dios. Al contrario tendrá que destruir muchas cosas que ella juraba (erróneamente) les mantenía en Gracia con Dios.

Por supuesto que uno no se va a destruir totalmente; uno tiene cosas buenas también. Las cosas que tienen que ser destruidas, son las cosas terrenales que te han separado de la cercanía de Dios.

Estás en un camino de acercarte a Dios, pues corresponde quitarte las cosas que te han alejado de Él. Si no, no vas a poder avanzar.

El Sr. Shiva comienza con mucha enseñanza. Y ese señor Shiva, aquí en la Tierra, se representa por tu Gurú; y él tiene que hacer esa tarea Tu Gurú tiene que comenzar a decirte qué cosas debes dejar en el camino, qué cosas te debes quitar; y te comienza dar herramientas de cómo hacerlo a través de sus escenario. En dichos escenarios tú comienzas fortalecerte en espíritu.

Hay una triste realidad para la mayoría de las personas. Muchas veces ese fortalecimiento en espíritu significa un aparente debilitamiento de tu terrenalidad. Ente los ojos de los demás, de las personas que se quedaron en el primer tramo del camino sin aceptar a un gurú; te comienzan a ver más débil para el mundo. ¿Por qué sucede eso?

Tu interacción con el mundo comienza a ser la mínima necesaria. Vas a comenzar a dejar de lado aquellos escenarios y conductas que no te aportan en este camino hacia Dios. Para ellos, vas a cambiar de forma irreconocible.

En realidad, vas a seguir viviendo como cualquier persona y vas a vivir bien; vas a seguir cumpliendo con tus obligaciones hacia el mundo, pero las personas y los escenarios que no te aportan en tu acercamiento hacia Dios, pues van a comenzar a quedar de lado.

Vas a sustituir muchas conductas que antes tenías, vas a sustituir muchas formas de ver la vida desde lo terrenal, por los equivalentes espirituales.

Eso pareciera que te hace débil humanamente. Pero definitivamente te estás fortaleciendo en espíritu.

Lo que no sabe el común de las personas, es que la fortaleza del espíritu es lo que realmente sirve ara vivir terrenalmente. Cuando una persona vive de forma muy terrenal, esta se siente falsamente fuerte; pero en realidad se viven perturbando o derrumbando por las cosas que les sucede. Esto demuestra su falsa fortaleza ante otras personas y situaciones.

En realidad, la fortaleza esta en el espíritu, no en lo humano. Cuando una persona empieza su camino de crecimiento espiritual y comienza a fortalecerse en espíritu, es cuando realmente comienza a ser fuerte. El espíritu comienza a darle inmunidad ante las cosas terrenales que suceden.

Una persona que ha comenzado a sustituir las cosas terrenales por Dios, al encontrarse en situaciones terrenales complicadas, definitivamente muestra ser mucho más fuerte que aquellas que le creían débil.

Pero esta preparación en el nodo del Sr. Shiva que comienza a prepararte para el otro tramo del camino, no es fácil, además que puede tardar mucho tiempo.

Debes fortalecer sentimientos, emociones, energías; incluso te debes fortalecer físicamente. Tienes que fortalecerte integralmente.

Y en ese fortalecimiento, es que vas a tener muchas enseñanzas de diferentes deidades: del Sr. Shiva principalemte; de Madre Durga como su consorte; del Sr, Ganesha como su hijo, entre otros. Y cuando hablo de deidades, no hablo de ídolos, hablo de enseñanzas detrás de ellas.

Cuando ya te estás terminando de preparar, te llevas tus pesas e instrumentos para comenzar el segundo tramo del camino. Aquel que lleva al tercer nodo.


Segundo tramo del camino

En este segundo tramo es donde tienes que demostrar las cosas aprendidas en el reciente nodo del Sr. Shiva. Debes caminar con sus enseñanzas.

En ese nuevo trayecto, también hay adelantos y retrocesos. Muchas veces tienes que replegarte, muchas veces tienes que retroceder, muchas veces tienes que practicar las enseñanzas de nuevo, muchas veces tienes que admitir que te equivocaste; todo esto antes de avanzar. Y así se va caminando.

Esperemos que en ese tramo sean mayores los “hacia adelante” que los retrocesos, para que haya un avance efectivo.


Tercer nodo.

Este tramo del camino, que también es largo, te va a llevar a la puerta del tercer nodo. Ya vimos al Sr Brahma (creador), donde fuimos creados, de donde salimos. Vimos al Sr. Shiva (destructor), donde nos fortalecemos. Y el tercer nodo pertenece al Sr. Vishnu; que es el dios preservador.

¿El dios preservador de qué? La idea detrás del Sr. Vishnu, es la de preservar aquello espiritual que pudiste recuperar dentro de ti. Cuando te vas quitando lo terrenal en al nodo del Sr Shiva, comienza a aflorar lo espiritual que tienes. Entonces, en la entrada de la puerta del tercer nodo, te acoge el Sr Vishnu.

Con Él encuentras también mucha enseñanza. Enseñanza cuyo símil más cierto es el de “pulir ese oro que encontraste dentro de ti”. Vas a comenzar a pulir tu oro. Uno puede ser espiritual, pero la espiritualidad puede estar empañada por una vida aún necesariamente terrenal. EL Sr. Vishnu te invita a pulir la espiritualidad que encontraste dentro de ti.

En ese pulir de la espiritualidad encontramos un nuevo personaje, que no es tanto el Sr. Vishnu, sino el Sr. Krishna.

EL Sr. Krishna como “avatar”, como encarnación humana del mismo Dios, te enseña a pulir desde lo humano. De aquí sale la importancia de tener a un gurú humano; porque solo un humano enseña a otro humano.

La necesidad de un Gurú encarnado lo establece la misma necesidad de Dios en hacerse hombre. Si no se necesitara a un humano para que enseñara a las personas a ser espirituales, Dios se hubiera quedado en las alturas como algo etéreo. Por eso, el Sr. Krishna fue humano; por eso el Señor Jesucristo fue humano; por eso los siguientes han sido humanos.

La tarea de pulir tu espiritualidad desde lo humano, no es nada fácil. Porque si ustedes me dicen que se van a pulirse terrenalmente desde su terrenalidad, eso es fácil, eso lo hacen siempre. Pueden mejorar terrenalmente por su cuenta.

Pero pulir la espiritualidad aun siendo seres humanos es muy complicado, por eso se necesita ayuda humana de alquien que desde su divinidad ya lo haya hecho y lo sepa hacer.

¿Qué se necesita para pulir el oro? ¿Para pulir cualquier metal precioso? Primero se debe tomar con la mano y verlo muy bien, muy de cerca, para encontrar las imperfecciones. Uno se puede sentir muy espiritual en un momento dado, pero a pesar de eso uno no puede desconocer tener todavía resquicios de basura; a lo mejor en los pliegues aún hay cosas que limpiar. A veces hay que ver con lupa.

Y cuando uno encuentra un poquito de basura, debe comenzar a limpiar. Y generalmente no se limpia con un paño suave; generalmente se hace con una punta que pareciera hacer daño. Se debe hacer con una punta porque aquellas cosas que quedan van a estar bien escondidas.

Entonces, las enseñanzas del Sr. Krishna no son nada sencillas. Pero permiten limpiar las últimas cosas.

En este tercer nodo se puede tardar mucho tiempo. Porque a pesar de que ya son las últimas cosas que hay que limpiar, uno se puede tardar tiempo en caer en cuenta.


¿Cuáles son estas últimas cosas que hay que limpiar?

Las últimas cosas que hay que limpiar en el nodo del Sr. Vishnu, son cosas que parecieran lógicas de tener. Uno, en el nodo del Sr. Shiva se deslastró de las cosas que obviamente lo alejaban de Dios. En el nodo del Sr Vishnu vas a tener que limpiar las cosas que no parece lógico dejar de lado.

Decimos “dejar de lado” no desde el sentido de excretarlas de tu vida, sino de no hacerlas prioridad en tus estilos de vida.

Unas de las cosas que vas a dejar de lado son tus ganas de comer más de lo necesario, aunque el cuerpo te lo pida. No parece lógico suprimir lo que parece una necesidad biológica y que no afecta a tu espiritualidad, pero lo vas a tener que hacer.

También debes dejar de lado las ganas de sexo en demasía, como búsqueda del disfrute terrenal. Ese es un apego que se esconde detrás de una necesidad biológica, que tiene mucho trasfondo de asuntos terrenales no superadas.

Y como tercer punto, debes dejar de lado las ganas de ser amando. Esto último también parece lógico mantenerlo, parece un derecho humano que incluso es inocuo; pero hay que deslastrase de esto.

Aquí comienza la verdadera autoridad.

Tus ganas de ser amado, tus ganas de tener sexo y tus ganas de comer.

Si nos fijamos bien (y antes de que se asusten) encontramos que en estas tres cosas hay un factor común: “las ganas de...”

Generalmente “las ganas de...” se refiere a una actitud terrenal que todavía queda luego de fortalecernos en el nodo del Sr. Shiva. En ese tercer nodo, ya superamos muchas “ganas de...”, que obviamente entorpecían el camino hacia Dios. Pero ahora, en este tercer nodo, debemos quitarnos “las ganas de...” que pasan desapercibidas e inocentes.

Aquí comienza de verdad tu prueba final, en la cual debes demostrar si vives en función de tus instintos o prefieres una vida en función de Dios.

Y no es cosa de que comer sea malo, no; es cosa de que dentro de algo que parece normal, tú tienes que preferir dejarlo de hacer por Dios. No se trata de que tener sexo lícito sea malo, sino que parte de esa energía se la debes entregar a Dios. Ni tampoco se puede decir que sea malo ser amado, sino que tienes que demostrar que es suficiente para tu dicha el amar a Dios, y no necesitas que te amen para ser feliz.

Si en ese tercer nodo, nosotros llegamos a depurarnos de esa manera, nos preparamos para el último tramo del camino; que vuelve a cerrar todo el circuito hacia el Sr, Brahma. Y allí entramos en el Cielo.


Es por esta la razón por la cual los HareKrishna hacen austeridad en la comida, ellos no comen por placer, sino comen lo más simple y mínimo necesario. Ellos no son eunucos, ellos no se niegan el sexo, pero lo hacen cuándo y con quién corresponda. Y un Vaishnava no buscan que lo amen, ellos buscan querer.

Ojalá que ustedes, discípulos míos, entiendan este tercer nodo, controlen sus instintos de comer, de placer sexual y las ganas de que el mundo o alguien les quiera. Si superan estos tres apegos nos vemos en el Cielo.


Este camino es importantísimo. Es el que signa dónde ustedes están conmigo. Algunos de ustedes estarán comenzado; entonces entréguense en cuerpo terrenal y alma al Guru, para que este les fortalezca. Algunos de ustedes ya habrán avanzado, pero aún luchan con sus personalidades heribles; entonces esfuércense muchísimo. Y otros a lo mejor están con el Sr. Krishna; entonces purifíquense muchísimo.

Nunca, en estos últimos tiempos, se había presentado el camino de forma tan clara. EL camino que los cristianos nombran como el camino de Salvación.

Y por eso la energía para hoy fue tan difícil. Porque es una mezcla de todo lo que estoy hablando. Es un abordaje que cada quien tiene que hacer, desde donde esté; y es un abordaje con el cual muchos de ustedes, discípulos míos, tienen que ayudar a otras personas a recorrer. Es indispensable.


Dios te bendiga.

Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original: 1571 AS. (20 de abril del 2020)
Instagram @ShanisShaktiAnanda @EscuelaparaelAlma.ssa
Palabras-claves: Dios, timurti, deidades, Brahma, Vishnu, Shiva, Krishna, crecimiento, espiritual, Cielo, Gurur mantra

sábado, 18 de abril de 2020

PapáDios nos apagó el televisor


Autor: ShaniShaktiAnanda

En tiempos de pandemia, a pesar de que la vida terrenal es lo que se ve amenazada de forma evidente, las reflexiones hay que hacerlas hacia Dios.

Primer semestre del 2020. Dios ha permitido un alto brusco en todas las actividades humanas/terrenales en el planeta Todo esto con la esperanza de que entendamos que debemos dedicarnos también a El y no totalmente al mundo.
.
Es como un niño que pasa las tardes distraído con la televisión, olvidando sus deberes escolares y dejando de lado las repetidas llamadas de atención del papá. Llega el momento en que al padre no le queda otra opción que apagarle el televisor y encerrarlo en su cuarto. Eso no implica que el papá no quiera a su hijo.

Tal cual no está pasando con el Coronavirus. Nos apagaron las cosas terrenales que nos apartaban de nuestros deberes con Dios y nos obligaron a estar encerrados en nuestras casas. Eso no implica que Dios nos quiera. Quien tenga oídos que escuche.

La humanidad ha estado tan afanada en asuntos terrenales que la gran mayoría de las personas ha polarizado sus conductas hacia la obtención de bienes, disfrutes y metas terrenales (incluyendo la felicidad).

Tanto es así que todos creen que “es un derecho ser feliz y tener bienestar” en función de las cosas terrenales.

Dios, como buen padre de hijos desobedientes, quiere ahora que entendamos - aunque sea la fuerza- que nuestras metas deben ser espirituales. Que nuestro objetivo es ganarnos el Cielo para así estar a su lado; y eso debe comenzar por dejar de buscar tanta complacencia terrenal.

Pero este nuevo enfoque de metas hacia lo espiritual amerita bajar el protagonismo a nuestra terrenalidad y adaptar, de ahora en adelante, nuestras conductas a Dios, no al mundo.

Pero cumplir con Dios es mucho más de lo que el común de las personas cree. Asistir a los servicios religiosos ya no es suficiente; orar o rezar se deben re-aprender; ya la caridad no implica mayor esfuerzo. Ahora, lo que debemos hacer es emprender una verdadera lucha interior para llevar una vida dedicada a Dios en vez de una vida dedicada exclusivamente al mundo.

No hablo de ingresar en órdenes religiosas; hablo de seguir viviendo lo que tenemos que vivir, pero con el foco en Dios; tener respuestas ante la vida cotidiana de la forma en la que Él lo indicó.

Recordamos el primer gran mandamiento para todos los seres humanos:

Marcos 12:30 (RVR1960)
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Lo que se ama, se prefiere; uno prefiere lo que ama. Y es evidente que la humanidad prefiere las cosas terrenales, el disfrute, el bienestar, los sentidos, antes que a Dios. Por lo tanto, la humanidad ama más al mundo que a Dios. ¿Acaso Dios no había tardado mucho en enojarse?

Y no es cuestioón de castigo, solo un niño en su inmadurez piensa que su papá lo castiga cuando en realidad lo está aleccionando.

Permitiendo esta pandemia, Dios nos ha demostrado nuevamente quién manda; y nos ha hecho ver lo frágil que es nuestro aspecto humano. No está dando la lección de este primer mandamiento: que dejemos de vivir en función del mundo, para que lo amemos a Él, para que lo prefiramos a Él, para que vivamos en función de ÉL

¿Por quién vamos a decidirnos de ahora en adelante? ¿Por el más poderoso pero exigente o por el más frágil pero tontamente gratificante? ¿Decidiremos por las cosas de Dios o por las cosas del mundo?

¿Seguiremos acaso viviendo en este planeta como seres humanos que entregan su esfuerzo al mundo para agradar al mundo y obtener satisfacciones de este? ¿O comenzaremos a vivir como seres espirituales entregando nuestro esfuerzo de vida a Dios, para que sea Él quien no dé recompensas espirituales?

Pero aprender a vivir como seres espirituales no es obvio. La mayoría de las personas cree que lo hacen; pero sus situaciones de vida personales y grupales demuestran lo contrario.

Nuestra forma de ver la vida, nuestras reacciones ante lo que nos sucede, nuestras prioridades y nuestras metas deben ser las que Dios designa, no las que el mundo diga o la que agrade a nuestros sentidos. Y esto debe ser así en acciones, no en intenciones ni en decretos.

Es hora de tomar la decisión: ¿me ocupo de aprender a comportarme como Dios espera? ¿O sigo comportándome como el mundo lo necesite?

PapáDios nos apagó el televisor de la terrenalidad, porque la humanidad estaba muy distraída y se había olvidado de cumplir con sus deberes hacia Él.
.
Si tomas la decisión correcta, búscame y te ayudó a hacer lo que Dios espera de ti.


Dios te bendiga.

Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original: 1568 AS. (17 de abril del 2020)
Instagram @ShanisShaktiAnanda @EscuelaparaelAlma.ssa
Palabras-claves: Dios, pandemia coronavirus, terrenalidas, espiritualidad