Autor:
ShaniShaktiAnanda
¿Cuántas
veces no escuchamos a personas que dicen tener al Cristo en su
corazón, pero sus estilos de vida no parece reflejar tal hecho?
No
voy a entrar en polémicas, solo quiero plantear aquí algunas
reflexiones; culminado con un ejercicio espiritual hermoso y muy
efectivo para preparar para el Cristo el mejor alojamiento posible en
nuestros corazones.
Lo
primero es sincerarnos en lo que sentimos en el corazón. ¿Acaso te
sientes enferma y pecadora? Entonces, ya estás a un paso para que el
Cristo entre en tu corazón. Presento lo que personalmente dijo
Jesucristo:
Marcos
2:17
17
Al oírlos, Jesús les contestó:
—No
son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos. Y yo no
he venido a llamar a justos, sino a enfermos y pecadores.
Si
este es tu estado afortunado, te voy a ir diciendo qué debes
comenzar a hacer. Presta atención:
- Cuando el Cristo entra en tu corazón, comienzas a cambiar tu vida. Lo primero que cambia es la forma de reaccionar violenta e indignada ante lo que sucede en el mundo.
- Otra de las cosas que comienza a cambiar es la manera de ver las situaciones. No te vuelves ingenua ni apática, solo es que comienzas a sentir que detrás de todo Dios tiene un plan mayor para ti; aunque todavía ni sepas qué es.
- Con el Cristo en el corazón comienzas a dejar de culpar a los demás de lo malo que te pasa o de las cosas complicadas que suceden en el mundo.
- Y mientras tengas al Cristo en tu corazón siempre querrás tenerlo más; nunca dejarás de trabajar por tener más y mantenerle dentro.
- Tu alma sabe que el día que sientas que ya tienes suficiente de Dios, ese día lo perderás.
- Con el Cristo en tu corazón nunca descansarás de perfeccionarte en Él. Tu trabajo esforzado terminará solo al llegar al Cielo.
- Con el Cristo en tu corazón las enseñanzas sagradas (sus enseñanzas) no te parecerán cosas imposibles. Serán solo cosas en las que te deberás esforzar mucho. Y lo harás.
- Ahora sí, para cerrar tu mente y abrir tu corazón al Cristo, repite tres (3) veces al día esta oración siete (7) veces cada vez:
"Cristo,
mi Señor y Redentor, entra en mi corazón y conviérteme en
instrumento de tu amor. Cambia mi vida totalmente para que mi
esfuerzo sea únicamente hacia ti. Amén." (SSA)
Haz
esa petición todos los días; hazlo siempre. Ya estás en
transformación.
Comienza
de inmediato a involucrarte en lugares y grupos donde te presenten al
Cristo que es de todos. Cuidate de quienes prediquen que el Cristo es
de ellos nada más.
Dios
te bendiga.
Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original:
1559 AS. (08 de abril del 2020)
Instagram
@ShanisShaktiAnanda @EscuelaparaelAlma.ssa
Palabras-claves:
Cristo,
corazón
Namasté. Buenas noches, maestro.
ResponderEliminarWow! cuanto necesitamos a ¡Jesús en nuestro corazon!
Hermosa oracion, muchisiimas gracias.
Namasté.