Autor:
ShaniShaktiAnanda
El
tema de “no comer carne” dentro de algunas culturas espirituales
es un tema muy cuestionado por quienes no lo practican y muy
selectivo por quienes sí.
Si
no la comes, eres un loco para algunos; y si la comes, no eres digno
para otros.
Me
atrevo a decir que hay seis opiniones generales en el mundo,
referentes a este tema de ser vegetariano o incluso el ser vegano
(más estricto) en la ingesta de alimentos:
- Los practicantes dicen que es indispensable dejar de comer carne (y derivados animales) para purificarse y ser espiritual; y de esa manera complacer a Dios y poder llegar al Cielo; o lo que es lo mismo romper el ciclo de reencarnaciones.
- Otras personas dejan de comer carne bajo en argumento de toxicidad biológica en sus organismos. Nada que ver con lo espiritual.
- Otras lo hacen para “proteger a la naturaleza”. Menos espiritual aún.
- Algunas personas no entienden el porqué dejar de comer carne y por lo tanto no lo siguen.
- Más personas dicen que eso de dejar de comer carne es de locos y fanáticos sin sentido; y por lo tanto no lo practican.
- Y unas pocas más apuntan que es totalmente contraproducente, orgánicamente hablando, dejar de comer carnes de por vida.
Y
se plantean discusiones más rudas todavía en el mismo ámbito
espiritual, ya que algunas personas señalan pasajes de escrituras
sagradas donde las mismas deidades que adoran los vegetarianos y
veganos, comen carne.
Yo
quiero plantear, humildemente, otra postura diferente: la que
establece que en la mayoría de los casos, las personas no han
entendido nada sobre lo que dicen las escrituras sagradas sobre “no
comer carne”.
Está
bien, no debo desacreditar ninguna de las posiciones anteriores, pero
sí quiero dar el significado místico operativo de esta enseñanza
sagrada. La validez de mi enseñanza se establecerá en el hecho de
que, seas de una opinión u otra, aplica para todos.
Estableciendo
correctamente los términos
No
me cansaré de repetir que una escritura sagrada debe ser
interpretada correctamente. Únicamente un maestro espiritual místico
puede y debe hacerlo (lo que en la antigüedad cristiana se conocía
como un Maestro de la Ley).
La
interpretación correcta no se refiere solo al significado sintáctico
o etimológico de las palabras; el significado correcto debe venir
del contexto espiritual de la misma enseñanza. Esto implica que la
persona que la explica debe tener el contexto completo de la doctrina
espiritual para poder saber porqué se utiliza esa palabra y qué es
lo que quiere decir allí.
Una
escritura sagrada jamás se debe interpretar de forma literal, ya que
se ha escrito en metáforas para que se mantenga válida a través de
las eras.
La
interpretación correcta de “no comer carne” es realmente
sencilla; y cabe para todo el mundo (desde el hecho asumido de que
todos somos seres espirituales). Solo hay dos palabras que debo
interpretar: “comer” y “carne”
- “Comer”: establece el aquella acción que te permite “estar vivo” gracias a los nutrientes que consumes, que ingieres de los que te alimentas; y si cabe el caso “que te gustan y disfrutas”. Es “aquello gracias a lo cual estás vivo” o “aquello que vives procurando para sostenerte vivo y bien”.
- “Carne”: nunca ha sido referencia de “proteína animal” ni “productos o subproductos de origen animal”; esta sería la interpretación literal y sabemos que es un error interpretarlo de esa manera.
La “carne” atañe a aquello que rodea el cuerpo mortal, perecedero o terrenal de los seres encarnados (espirituales). La “carne” comprende el aspecto terrenal (por lo tanto no espiritual) de todo ser espiritual.
¿Por qué creen que es malo “comer carne” para un ser humano y no para los animales? Pues porque es un asunto de inconveniencia para seres espirituales.
Con
estas dos simples referencias correctas comencemos a entender la
enseñanza correctamente.
Primero
el contexto; luego la enseñanza final.
Está
muy claro que para un ser espiritual encarnado (digamos que para
cualquier ser humano) su foco de vida, su intención de vida, debe
ser lo espiritual.
El
despertarte en las mañanas y ponerte la ropa para salir y vivir ese
día, es un símil exacto al proceso de reencarnación. Tu alma
espiritual encarna (se despierta a este mundo terrenal) y se viste
(toma cuerpo mortal) y debe comenzar a vivir para fortalecerse en
espíritu.
Es
tonto que alguien que se haya levantado y vestido, comience a vivir
su vida cotidiana cuidando y ocupándose únicamente de sus ropas. Va
a perder ese día como propósito para sí mismo; ya que al llegar la
noche se va a quitar la ropa y esta terminará en el cesto de la ropa
sucia para lavar.
Un
ser espiritual debe vivir su cotidianidad cuidando y fortaleciendo
principalmente lo que es él: espíritu. No estoy diciendo que
alguien no deba cuidar sus ropas, por supuesto que sí; pero de
cuidarlas a vivir en función de ellas hay mucha diferencia.
Tristemente
la gran mayoría de las personas viven, se forman, sueñan, se fijan
metas, se preocupan, se enferman, se pelean; en función de sus
asuntos mortales (de sus ropas) y olvida perfeccionar y fortalecer el
espíritu dentro de sus almas.
Estas
personas viven en función de fortalecerse físicamente,
mentalmente, emocionalmente y aumentar cada vez más su
bienestar o disfrute terrenal; sin saber que estas cuatro
cosas conforman solo la vestimenta del Ser Espiritual que son.
Tanto
es así que cuando les llega la invitación de dedicar tiempo a cosas
realmente espirituales; estas alegan que no tienen ese tiempo, debido
a todas su obligaciones terrenales (o mortales) que deben cumplir.
Con
los párrafos anteriores, ya debe comenzar a cristalizar la enseñanza
real. La humanidad vive con un afán ignorante de fortalecer sus
asuntos terrenales, por lo tanto, está “comiendo demasiada carne”.
El
“no comer carne” entonces significa que no debes vivir tu vida
alimentándote o alimentando solo tus asuntos terrenales o mortales;
sino que debes alimentarte de enseñanzas espirituales (de la palabra
de Dios) y vivir en función de ellas, no de la “carne”.
Y
esta enseñanza bien entendida sí aplica a cualquier doctrina
espiritual; comas proteína animal o no.
Entonces,
si quieres comer proteína animal o no es tu decisión; te aseguro
que eso ni te llevará al Cielo ni te condenará al infierno.
Lo
que sí va a hacer la diferencia en tu alma, es si vives
principalmente “en función de la carne” (tu físico, tu
intelecto, tus sentimientos o tu bienestar y disfrute terrenal) o
vives “en función de los planeamientos de Dios”.
Dios
te bendiga.
Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Instagram
@ShanisShaktiAnanda @EscuelaparaelAlma.ssa
Palabras-claves:
Dios,
vegetariano, vegano, vegetarianismo, carne, veganismo, espiritual,
terrenal, mortal
Namaste gracias Maestro para reflexionar.
ResponderEliminarMaestro gracias por esta valiosa enseñanza, muy esclarecedora a medida que avanzan los párrafos.Es una bendición tenerlo maestro. Namasté
ResponderEliminarNamasté. Buenos días, maestro.
ResponderEliminarSe complementa con el articulo de: tiempo de cuaresma.
Gracias por la enseñanza. Cuan tiempo he vivido engañado...Dios mio!!!!
Según esto para mi, lamentablemente, tenemos sacerdotes que por lo que veo no tienen conocimiento místico; es una pena y tristeza.
Gracias. Namasté.
Ya entendido. Gracias Maestro ��
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