Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
"El
diablo" o algún ser o alguna situación diabólica, y en realidad cualquier
cosa que pueda representarlo simbólicamente, necesita de un ambiente muy bien abonado
para poder actuar.
El abono no es más que una "calidad energética particular" que
deben tener: nuestra situación personal, nuestro hogar, nuestra relación de
pareja, nuestros espacios físicos, nuestro país, etc.; para que el “diablo” no
solo aparezca, sino que se instale allí.
Cada uno de
nosotros, como seres energéticos que somos, condiciona las energías de su
alrededor. Los espacios por sí solos no tienen energías de vida. Nuestros
espacios de vida tendrán el promedio de las energías que nosotros les brindemos
a través de los sentimientos que experimentemos en ellos.
Una de esas
energías que sirve de abono perfecto para el “diablo" es la de "las
quejas". Cuanto más frecuentes y persistentes sean las quejas, más abonada
estará nuestra vida para que "el diablo" pueda actuar a sus anchas
(para que vivamos cosas desafortunadas).
Si queremos
limpiar nuestros espacios, lo primero que debemos hacer entonces es erradicar
nuestras quejas constantes: por lo que pasa a nuestro alrededor, por lo que nos
pasa en lo personal o por lo que hacen los demás.
Pero no quejarse
no significa dejar de actuar. El “diablo” nos hace creer eso, para que no
dejemos de abonarle el terreno. Por el contrario, cuanto más nos quejamos,
además de ensuciar el ambiente, estamos malgastando parte de la energía que
necesitaríamos para actuar asertiva y eficientemente en cualquier situación. No quejarse se debe convertir en un hacer sin engancharse; seríamos más
eficientes si no nos quejáramos tanto.
Y recordemos que
el espacio que puede estar sucio no es solo nuestro exterior, sino también
nuestro espacio interior. Incluso, dentro de nuestra vida personal y privada
"el diablo" puede estar haciendo de las suyas quitándonos la
tranquilidad.
Si comenzamos a
limpiar nuestros espacios vitales (y podemos comenzar por “no quejarnos”),
ninguna energía “negativa”, “diabólica”, “de brujería”, “de muertos” que pueda
dañarnos podrá permanecer en esas zonas.
¿Brujería? Si
crees que alguien te lanzó una “brujería” ¿dónde piensas que va a echar raíces
y germinar? ¿En tu espacio de vida limpio y puro? ¿O en un espacio con energías discordantes
que se abona constantemente con sentimientos difíciles que no hacemos nada por
controlar?
A veces se utiliza el símil de decir que
debemos “llenar de Luz nuestros espacios”. Pero más allá de hacer rituales puntuales; iluminar debe
convertirse en una actitud de vida. Es la misma idea que apunta a que “es
necesario limpiar, pero lo importante es aprender a no ensuciar”.
¿Pero acaso no quejarse es solo callarse
la boca? No. Estamos hablando del efecto energético que nosotros hacemos sobre
nuestra realidad; y nosotros manejamos nuestras energías con nuestros sentimientos,
no con la palabra.
Si por ejemplo, hay
una situación que te incomoda y decides “morderte la lengua” pero de igual
forma te hace sentir mal (lo que lleva a “quejarte en silencio”), pues el impacto
energético que damos al espacio vital es el mismo que si hubiéramos expresado
nuestra queja.
Es cierto que
lograr que las situaciones no te incomoden no es una tarea fácil (nuevamente,
no hablo de desidia). De hecho, el no
quejarse realmente se va logrando poco a poco y solo con crecimiento espiritual;
pero mientras tanto, vale la pena la simple tarea de callarse la boca. En esos
casos, si bien al callar nuestras quejas aún las seguimos sufriendo nosotros;
por lo menos no expandiremos el malestar en una reacción en cadena hacia las
otras personas con las que convivimos. Recordemos que las otras personas con
las que convivimos también condicionan su espacio vital, que termina siendo el
mismo nuestro.
Nuevamente vemos
que a pesar de asumir que nuestros malestares son originados por entes externes
“malos” o incluso “diabólicos”, la lucha real la tenemos que hacer en nosotros
mismos y desde nuestro interior.
Esta es una de
las formas con las que podemos comenzar a desalojar al “diablo”, el cual
generalmente pasa desapercibido y por muy inocente.
Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
22 de junio del 2014.
http://www.sanacioncristica.org
http://www.sanacioncristica.org
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@EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras:
diablo, queja, luz, quejarse, situaciones, muertos, brujería, rituales
Namasté Maestro.
ResponderEliminarNamasté a todos los que lean este comentario.
Pensando un poco en algo que comentaste hace unos días, acera de tratar de aterrizar tus artículos/enseñanzas, creo que ésta que acabas de hacer es una muy buena aproximación. Poner como ejemplo una actitud cotidiana de la mayoría de las personas y dar el abordaje de hacer lo correcto desde el plano espiritual puede ser un buen enganche; algo que todo el mundo hace (quejarse) y ver el impacto que tiene, realmente puede abrir los ojos a quien lea esto.
CEH