Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
Las oportunidades se pueden perder; las Sagradas Escrituras lo enseñan así. No podemos escudarnos en el cliché que reza "El tiempo de Dios es perfecto" para justificar que no aprovechaste alguna oportunidad.
(Mt 25, 1-13)
"Entonces, (conseguir) el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite (adicional); pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
Y tardándose el esposo (novio festejado), cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche (en el momento menos esperado) se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!
Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.
Pero mientras ellas iban a comprar (el aceite), vino el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la boda; y se cerró la puerta.
Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!
Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir (y se te va a presentar)".
"Entonces, (conseguir) el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite (adicional); pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
Y tardándose el esposo (novio festejado), cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche (en el momento menos esperado) se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!
Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.
Pero mientras ellas iban a comprar (el aceite), vino el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la boda; y se cerró la puerta.
Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!
Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir (y se te va a presentar)".
Pero para no ser pesimista pudiéramos pensar que si bien perdemos las oportunidades, siempre habrá otras. ¿Estás seguro? ¿Te serán ofrecidas sin mucho retardo?
¿Y si entre oportunidad y oportunidad tenemos que sufrir las consecuencias de no haber aprovechado alguna hasta que llegue la próxima? Es lo más probable.
¿Hasta cuándo Dios va a tener misericordia con nosotros dándonos oportunidades tras oportunidades? ¿Eternamente? Seguramente sí. Pero ¿tú estás dispuesto a esperar tanto para aprovecharla?
Son muchas interrogantes; yo mejor tomo las oportunidades rápido y así le demuestro a Dios que entiendo y confío en que Él me está ayudando.
Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 01 de julio del 2014.
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Palabras: vírgenes, mateo, oportunidades, confianza en dios, misericordia
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