Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
Acabamos
de pasar el Miércoles de Ceniza en nuestra práctica Católica; y
este marca el comienzo del tiempo de Cuaresma, período en el que
debemos prepararnos para aprovechar el sacrificio máximo de nuestro
Señor Jesús.
Pero
más allá del significado de imponerse las cenizas, a nivel
religioso, místico y vivo, para el día a día de cada católico;
este hecho personalmente lo resumo en las dos frases que se suelen
utilizar:
“Polvo eres y en polvo te
convertirás” y
“Arrepiéntete y conviértete al Evangelio”
Estas
dos frases encierran todo lo que se quiere de un cristiano (católico
o no); y debería ser practicado por cada seguidor de Cristo. Me voy
a permitir reflexionar y unir ambas frases.
La
primera parte nos recuerda duramente, lo temporal y pobre de nuestra
vida terrenal. Nuestra vida biológica nace de algo muy sencillo; y
vamos a terminar en algo más sencillo todavía: en polvo.
Por
muy hermosa, grande, frondosa, verde y perfecta que haya sido una
rama de palma en esta vida terrenal; al final de su vida será ceniza
igual que cualquier palma que se quema al fuego. Y entonces todas las
características trabajadas en pos de la terrenalidad, al final
desaparecen.
Así
como esa palma de donde se saca la ceniza, nosotros también nacemos,
crecemos y nos esforzarnos en obtener logros terrenales; para que al
final terminemos en algo tan básico como la ceniza.
Todo
cristiano sabe que cualquiera que sean sus logros terrenales, bastará
la muerte (el fuego) para que estos, e incluso su esfuerzo, queden
hechos polvo.
Todo
cristiano sabe que la alusión de “polvo eres y en polvo te
convertirás” es un recordatorio para su parte terrenal/humana; que
si a ver vamos, es la que termina enfermando o sufriendo.
Si
echamos una mirada rápida, no es difícil darnos cuentas que
nuestras frustraciones, miedos, angustias, rencores, rabias,
resentimientos, pobrezas, hambres, minusvalías; todas se vuelven
cenizas cuando morimos. Todo se acaba.
Y
son por estas cosas que no trascienden a la muerte, por las que
perdemos nuestra tranquilidad, nuestro bienestar, nuestra paz,
nuestro tiempo. Y no solo perder el tiempo, sino que dejamos de
ofrecerle tiempo a lo que sí va a trascender luego de morir, aquello
que no se va a convertir en polvo. Y allí comienza la referencia al
Evangelio.
El
Evangelio es la referencia de las enseñanzas de Jesucristo en vida.
Y son estas enseñanzas, las que efectivamente nos enseñan a vivir
una vida terrenal que permitirá cosechar frutos no en este plano
terrenal, sino en la “Vida Verdadera”; vida que tenemos luego de
morir. Es en esta “vida verdadera y eterna” donde todo este plano
terrenal se vuelve polvo.
Entonces,
el llamado a convertirse al Evangelio es una invitación para que
utilices las enseñanzas de Jesús para que tu existencia terrenal
valga la pena en el más allá.
Pero
esto no lo puedes hacer sin antes darte cuenta de que lo has venido
haciendo de forma inapropiada; y tampoco si no tienes un firme
propósito de enmienda. Este es el llamado al “arrepentimiento”
de la misma segunda frase.
Así
que yo pudiera unir y extender ambas frases de la siguiente forma:
“Date cuenta de que todo por
lo que te afanas hoy (eres
y haces) no tiene valor espiritual (es
polvo); y
no te va a servir cuando te mueras
(en polvo se
convertirá). – Por lo tanto, entiéndelo y
proponte a que sea diferente (arrepiéntete);
y aférrate a las enseñanzas vivas de Jesús (el
Evangelio), para que con tu vida terrenal comiences
a cultivar cosas que sean útiles en tu retorno al Dios Padre que
está en los Cielos.”
Qué
bonito todo lo que significa una simple cruz de ceniza en la frente,
¿verdad? Un excelente inicio de conversión de Cuaresma.
Con
seguridad ya lo sabias, porque palabras más o palabras menos seguro
te lo explicaron en la misa. De cualquier forma me dio ganas de
escribirlo y aquí lo dejo.
Namasté
Pedro
A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original:
19 de febrero del 2015
http://cartelesmaestros.blogspot.com/
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Palabras-claves:
miércoles, ceniza, cuaresma, evangelio, jesús, vida verdadera, eterna, Dios Padre, Cielos
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