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viernes, 20 de febrero de 2015

Situaciones que nos purifican

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
 
Podemos creer en el karma y estar equivocados; podemos creer en el diablo y estar equivocados; podemos creer en el destino y estar equivocado, podemos creer en la brujería y estar equivocados, podemos creer en la mala suerte y estar equivocado. Pero en lo que debemos estar ciertos es que cualquiera de nosotros puede enfrentarse a situaciones difíciles a lo largo de nuestras vidas.

Independientemente del porqué nos tocan estas situaciones difíciles (bien sea por predestinación o por castigo), Dios aún está presente en ellas y lo hace a través de su misericordia.

Primero debemos mantener siempre en nuestro corazón que Dios nos ama con locura y que jamás nos abandona. Pero ese Amor de Dios no siempre se manifiesta eximiéndonos de situaciones difíciles; ya que algunas de ellas parecen importantes que las atravesemos; y solo Él sabrá porqué.

Lo que si podemos asumir con total seguridad, es que aún en estas situaciones complicadas Dios espera que aprendamos algo.

Por lo tanto, si nos centramos en el aquí y en el ahora de cualquier situación complicada; podemos dejar atrás temporalmente el origen de la misma; y simplemente la asumiremos con la misericordia de Dios.

La misericordia de Dios me gusta pensarla como esa actitud de Dios que me da la oportunidad de sacar algún provecho espiritual de las situaciones difíciles que me tocan vivir; a pesar de que estén allí por mi propia culpa.

Ese provecho espiritual que puedo obtener si enfrento correctamente una situación, puede ir desde fortalecer mi espíritu (para seguir enfrentando situaciones similares); hasta salir purificado y liberarme de situaciones futuras similares.

El fortalecerme espiritualmente es complicado, ya que requiere de una consciencia espiritual más alerta sobre mi realidad; pero la purificación sí está al alcance de todos.

Alguien santo tuvo que haber dicho algunas vez: “Dios nos purifica a través de las situaciones difíciles; y es dicha purificación la que acelerará nuestro reencuentro con Él”.

Aquí es cuando mucha gente se asusta: “¿es decir, que si me purifico estaré acelerando mi muerte?”

No. Cualquiera de nosotros puede acelerar su propia muerte y no estar ni remotamente purificado. Dios no condiciona nuestra muerte a la purificación; pero la purificación sí puede condicionar a nuestra vida.

Cuando nos vamos purificando podemos seguir viviendo, pero cada ve más cerca de Dios. Y una de las formas de sentir esa purificación es como una pequeña semilla de paz espiritual (interior) que va creciendo y consolidándose poco a poco.

La forma de purificarme

La pregunta ahora es: ¿cómo enfrento entonces a las situaciones difíciles para aprovecharlas y purificarme?

Las respuestas las tienen la fe religiosa que profesemos (es necesario hacerlo); pero puedo dar una aproximación general: “podemos purificarnos en las situaciones difíciles que enfrentamos, si las asumimos con la fuerza de nuestro espíritu

Pero aún así queda confuso lo de “la fuerza de nuestro espíritu”. La siguiente pregunta podría ser: ¿cómo se manifiesta la fortaleza de mi espíritu?

Veamos ejemplos con frases prácticas que a lo mejor aclaran lo que puede significar las fortalezas de nuestro espíritu. Cuando enfrentemos situaciones difíciles, podremos probar algunos de estos argumentos:
  1. Reforzar nuestra humildad espiritual y entender que dicha situación la necesitamos pasar y por esa razón Dios la permite, aunque no podamos ni imaginar sus razones.
  2. Atajar nuestros sentimientos difíciles ante lo que estamos pasando. Eso trae mucha ganancia espiritual.
  3. Asumir que la situación nos está dando la oportunidad para actuar correctamente y/o ayudar a alguien.
  4. Ver a la situación como una lección de vida espiritual y buscar qué debemos aprender de ella.
  5. Asumir que esa situación está dentro de un plan mayor que Dios tiene para mí y para los míos; y por tanto, si la asumo correctamente, habrá un bien también mayor que ni siquiera puedo imaginar.
  6. Ver a la situación como temporal (en el peor de los casos al morir desaparecerá). Ninguna situación difícil va a trascender a nuestra existencia terrenal.
  7. Conscientizar que a pesar del sufrimiento actual producido por la situación, Dios no nos abandona y mantiene nuestra fe y nuestro espíritu firmes; todo esto sin dejar de trabajar por superarla o aprender a sobrellevarla.
Puede haber seguramente muchos más argumentos; pero observemos que en el trasfondo de cada uno de ellos tenemos la certeza de que Dios tiene el control. Esto es una de las cosas más importantes que puede darnos purificación ante las situaciones difíciles que enfrentamos; y es la práctica básica de asumir lo que nos sucede como “la voluntad de Dios”.

Y por supuesto, ninguno de estos argumentos pretende dejarnos pasivos ante la situación. Muy por el contrario, nuestra acción espiritualmente correcta ante cada situación es lo que va a permitir que esos argumentos anteriores rindan los frutos de purificación que esperamos.

Fíjense que por un momento nos olvidamos de si somos los responsables de la situación difícil, u otro fue el culpable, o el karma, o el diablo, o el mismo Dios. La idea es asumirla con una consciencia espiritual y eso nos purificará, gracias a la misericordia de Dios.

¡Biblia, biblia!

Aquí dejo una de las muchas referencias bíblicas de esta enseñanza:

Eclesiástico 2:5-7
Traducción en lenguaje actual (TLA)

5 El oro se purifica con fuego, y nosotros, con el sufrimiento.
6 Si corrigen su conducta y ponen su confianza en Dios,
él les brindará su ayuda.
7 Si obedecen a Dios, deben también confiar en su amor
y hacer siempre lo bueno; de lo contrario, fracasarán.

Sin importar de dónde venga el fuego, si ponemos nuestra confianza en Dios saldremos purificados como el oro más fino.” (PAGR)

Dios les bendiga siempre.

Namasté

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 19 de febrero del 2015
http://cartelesmaestros.blogspot.com/
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Palabras-claves: purificación, situaciones difíciles, karma, Dios, Eclesiástico, confianza

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