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domingo, 26 de abril de 2015

Vasijas de barro

En el camino hacia Dios, los sentimientos son importantes. Como primer paso, debemos dejar de ser mentales y convertirnos en seres de sentimientos.

Pero el corazón es solo la puerta hacia Dios, no es la presencia de Dios.

No podernos quedarnos fascinados en los sentimientos bonitos; creyendo que si los procuramos, eso nos traerá a Dios. Debemos trascenderlos y cruzar la puerta.

Dios no es bienestar emocional; el Espíritu trasciende a eso.

Los sentimientos bonitos son vasijas de barro muy frágiles para guardar a Dios dentro.
Basta con que alguien te haga algo malo, para que esas vasijas se rompan; y así pierdas lo poquito de Dios que creías haber conquistado.

Por Dios, terminen de entender.
Cuando una persona se siente bien, no significa que encontró a Dios; porque basta cualquier malestar para demostrarle que nunca lo tuvo.

La bienestar emocional depende mucho de lo que somos terrenalmente y de lo que nos sucede estando aquí. Es totalmente diferente a la paz espiritual; que solo depende de cuánto de Dios hayas conquistado; y por lo tanto es inmune a las situaciones humanas.

Deja el positivismo atrás y sigue caminando hacia Dios.

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