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lunes, 31 de octubre de 2016

Zaqueo y la conversión de un cristiano. Lucas 19:1-10

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Me permito reflexionar sobre aquella anécdota del evangelio donde aquel publicano llamado Zaqueo conoció a Jesús. Primero la presentaré y luego sacaré todas las metáforas y las enseñanzas.

Lucas 19:1-10 (TLA)

1 Jesús entró en Jericó. 2 Allí vivía Zaqueo, un hombre muy rico que era jefe de los cobradores de impuestos. 3 Zaqueo salió a la calle para conocer a Jesús, pero no podía verlo, pues era muy bajito y había mucha gente delante de él. 4 Entonces corrió a un lugar por donde Jesús tenía que pasar y, para poder verlo, se subió a un árbol de higos.

5 Cuando Jesús pasó por allí, miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, bájate ahora mismo, porque quiero hospedarme en tu casa.»

6 Zaqueo bajó enseguida, y con mucha alegría recibió en su casa a Jesús.

7 Cuando la gente vio lo que había pasado, empezó a criticar a Jesús y a decir: «¿Cómo se le ocurre ir a la casa de ese hombre tan malo?»

8 Después de la comida, Zaqueo se levantó y le dijo a Jesús:

Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo. Y si he robado algo, devolveré cuatro veces esa cantidad.

9 Jesús le respondió:
Desde hoy, tú y tu familia son salvos, pues eres un verdadero descendiente de Abraham.
10 Yo, el Hijo del hombre, he venido para buscar y salvar a los que viven alejados de Dios.

Comencemos. Como siempre, toda escritura sagrada tiene varios niveles de interpretación y en cada uno de ellos la enseñanza se profundiza.

Los diferentes niveles ocultan el entendimiento de la enseñanza, porque muchas veces si se revela un nivel profundo a una persona no preparada, la misma enseñanza no solo puede ser confusa, sino que se puede subestimar o incluso tergiversar.

Pero en este caso, bien vale la pena explicar el nivel más alto (la enseñanza más profunda).


Enseñanza básica de Zaqueo

En este trozo de la Santa Biblia, encontramos a un hombre no muy espiritual (Zaqueo) que buscó y encontró a Jesús; pero más que eso, se comprometió con su vida espiritual.

Esto pudiera aplicar a cualquier persona; y es por esto por lo que aquí se brinda el proceso completo de adopción de Jesucristo en nuestra vida.

Cualquier persona podría decir que ya tiene a Jesús en su vida; pero ¿será verdad? ¿Habrá cumplido con los requisitos oficiales?

Veamos cuales son los requisitos que se enseñan en este pasaje.


Entendiendo las metáforas

  1. Zaqueo hombre muy rico (monetariamente hablando) y jefe de los cobradores e impuesto.
    Es muy complicado decir que Zaqueo era un ladrón o incluso un mal hombre. Estaríamos juzgando y juzgar no es de cristianos; a pesar de que la gente dijera que sí era “un hombre malo”.
    Lo que su situación económica y su ocupación nos dice, es que todo su esfuerzo de vida, sus metas y motivaciones estaban centradas en lo material/terrenal: riqueza económica, poder, estatus, control, dominio, etc.
    Por eso, lo que sí está claro es que Zaqueo no tenía mucho de espiritual.
  2. Zaqueo busca conocer a Jesús.
    Parecería ser la típica persona que con una vida completamente terrenal, le nace el interés de comenzar a explorar algo espiritual. Por eso Zaqueo sale a buscar a Jesús entre la gente que ya lo seguía.
  3. Pero además Zaqueo era un hombre muy bajito; y por estar rodeado de mucha gente, no podía desenvolverse muy bien en su curiosidad espiritual.
    Más allá de su estatura física, la metáfora hace referencia a las limitaciones personales que tenía Zaqueo; además de referir que su entorno (posiblemente su entorno laboral, social, familiar) le impedían comenzar su búsqueda espiritual (en este caso, ver a Jesús).
  4. Entonces, Zaqueo, ese hombre bajito, se sube a un árbol.
    Esta parte de la parábola ilustra que Zaqueo tuvo que vencer sus limitaciones personales; tuvo que vencer (sobreponerse) a las limitaciones que su entorno representaba, y esforzadamente subirse a un árbol.
    El subirse a un árbol no debe ser nada fácil ni seguro para un hombre de baja estatura. Por lo tanto, esta metáfora indica que para comenzar una vida espiritual, deben hacerse esfuerzos personales importantes; que no será ni cómodo ni fácil; y probablemente no será bien aceptado por el entorno personal.
  5. Y Jesús lo miró hacia arriba y le dijo que quería ir a quedarse en su casa.
    Si Zaqueo no hubiera hecho el esfuerzo personal, si no hubiera vencido sus miedos y sus propias limitaciones ¿Jesús lo hubiera visto? Pues no.
    Jesús, gracias a el esfuerzo evidente de Zaqueo, decidió “entrar en su corazón” (hospedarse en su casa).
  6. La gente entonces comienza a criticar a Jesús por esa preferencia sin sentido.
    Porque las personas no estaban viendo el esfuerzo de Zaqueo; solo veían lo que ellos suponían de Zaqueo, según sus propios resentimientos (en ese tiempo a nadie le gustaban los recolectores de impuesto)
  7. Zaqueo acepta a Jesús en su casa, lo atiende y le brinda la cena, pero no se queda allí.
    Porque definitivamente no es suficiente solo aceptar a Jesús dentro de uno; hay que profundizar.
  8. Zaqueo promete dar la mitad de lo que tiene.
    Pero ¿qué tiene Zaqueo? ¿Acaso se refiere solo a dinero? Si mantenemos la metáfora, Zaqueo lo que tiene es su vida dedicada a la terrenalidad; tanto en sus metas como en su esfuerzo. Así que el ofrecimiento es más que dinero.
    Zaqueo ofrece a Jesús dedicar la mitad de su esfuerzo a ser más espiritual (menos terrenal); ofrece balancear sus motivaciones de vida y sus metas entre una vida terrenal y una vida espiritual.
    Si nos quedáramos con el ofrecimiento de la mitad del dinero, pues la enseñanza solo aplicaría para personas adineradas. Pues no, la enseñanza es para todos. Todos deberíamos balancear nuestras vidas (esfuerzos, motivaciones y metas) entre lo humano y lo divino. Eso es lo que espera Jesús; por eso Él se alegró mucho con el ofrecimiento de Zaqueo.
  9. Pero además devolverá lo robado las personas.
    Aunque Zaqueo aquí se reconoce él mismo como “malo” (ladrón) lo importante es el arrepentimiento. Pero no solo el arrepentimiento, sino el propósito de enmienda. Para todo cristiano, saber que se ha venido actuando de forma incorrecta es el primer requisito para que Jesús entre en su vida.
  10. Y Jesús le aplaude y le dice que por esa actitud, Él y su familia serán salvos.
    ¿Su familia? ¿Pero si fue Zaqueo el que cambió, no su familia?
    Aquí una nueva y magistral alusión de Jesús enseñando que tanto lo bueno (espiritualmente hablando), como lo malo, no solo afecta a la persona que lo realiza, sino a su familia y aquellos que lleva en su corazón (hogar = corazón).
    Esto no es más que la más pura Ley de Acción y Reacción (Ley del Karma). Esta última idea podrá ser muy poco católica; pero es, en mucho, muy cristiana originaria.

Fin de las metáforas.

Resumiendo

Entonces, de este artículo extraemos la enseñanza que indica los pasos necesarios (los cuales corresponden a actitudes de vida) para que el Cristo se fije en nosotros, more en nuestro corazón y nosotros logremos que no se salga. Puntualicemos:

  1. Debe nacer en nuestro corazón una necesidad especial (espiritual) de Dios, la cual va más allá del estado de nuestra existencia terrenal.
  2. Debemos vencer nuestras propias limitaciones (muchas veces autoasumidas), las cuales muchas veces se argumentan desde nuestros miedos, “precauciones”, dependencia de nuestro entorno, etc.
  3. En este “vencernos a nosotros mismos”, debemos esforzarnos personalmente No podemos esperar que el Cristo “nos vea” desde donde estamos parados; debemos movernos, salir de “nuestra zona de confort”.
  4. Solo después que con nuestro esfuerzo personal hayamos logrado no vivir principalmente desde nuestras personalidades, actitudes, metas y motivaciones terrenales; solo entonces “el Cristo podrá entrar en nosotros; en nuestra casa”.
  5. Pero no solo es dejarlo entrar, sino “mantenerlo allí” desde nuestro merecimiento. Porque al igual que entró, puede salir.
    Para eso debemos dedicar nuestra vida (de forma balanceada) a asuntos espirituales. Y no hablo de rituales domingueros o energías; hablo de comportamientos de vida, en lo especial y en lo cotidiano.
  6. Y no solo se debe hacer una promesa de cambio de vida, sino que es indispensable el reconocimiento de que se había vivido de forma equivocada alejado del Cristo; y por eso se van a resarcir de alguna manera las imprudencias realizadas.
De esta forma, con estas actitudes enumeradas, es que un verdadero cristiano no solo encuentra al Cristo, sino que lo mantienen dentro de sí.

Espero haber dejado claro la importancia de este corto pasaje de la Sagrada Biblia. Pero aún espero más, que se haya entendido la importancia de la correcta interpretación de cualquier escritura sagrada. Busca quien te la haga.

Dios te bendiga.
Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: día 305A.S. (31 octubre 2016)
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Palabras-claves: Zaqueo, el Cristo, cristiano, arrepentimiento, conversión, limitaciones, personalidads ,terrenales, espiritual

lunes, 24 de octubre de 2016

Las actitudes de un cristiano verdadero

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

En nuestras sagradas escrituras cristianas, específicamente en los Evangelios hay referencias múltiples de cómo un cristiano debe comportarse, de cuál debe ser su actitud ante la vida.

Pero una de las referencias que más me gustan es una frase de Jesucristo que aparece en tres de los cuatro evangelios conocidos: Mateo 16:24, Marcos 08:34 y Lucas 9:23

Mateo 16:24 (RVR1960)

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Este pasaje bíblico lo he desarrollado muchas veces en diferentes escenarios; y uno de ellos es el artículo “La importancia de erradicar nuestras propias personalidades” (http://pagr777.blogspot.com/2016/10/la-importancia-de-erradicar-nuestras.html)

Pero aquí lo voy a desarrollar muy sencillo, comparando lo que solemos ver cotidianamente con lo que debería ser.


Primera actitud cristiana: Seguir a Jesucristo

La primera idea que hay que establecer es que un cristiano no es alguien que cree en Jesús, que sabe de su existencia o de su importancia y ni siquiera que haya sido bautizado. Un cristiano es alguien que SIGUE a Jesucristo.

Entre “creer en alguien” y “seguir a alguien” hay mucha diferencia. Alguien puede creer en alguien y eso lo lleva a compartir lo que dice, estar de acuerdo, tener una misma opinión.

Pero cuando una persona “sigue a alguien”, esa persona sigue los pasos del que cree; camina por la misma senda, sigue sus instrucciones, hace las cosas como ese alguien le indica. En el momento que esa persona hace las cosas a su propio modo, pues deja de seguir a ese alguien.

Es de aquí que nace la primera actitud de un verdadero cristiano. Un cristiano verdadero no solo creen en el Cristo, sino que hace lo que el Cristo indicó.

En este punto, es triste cuando me he atrevido a preguntar a muchos que se asumen cristianos: ¿qué espera Jesucristo que tú hagas? El 100 % de las respuestas ha sido: los Diez Mandamientos.

¿Por qué es triste? Porque los Diez Mandamientos no son de Jesús, son de Moisés. Los Diez Mandamientos son de la Ley Mosaica, por la cual se guía el pueblo Judío.

Para los cristianos existen específicamente otros mandamientos, una versión muy ampliada de los diez mandamientos de Moisés. Ellos están indicados personalmente por Jesucristo en lo que se conoce como el Sermón del Monte, en el Evangelio según San Mateo capítulos 5, 6 y 7.

Entonces comenzamos mal. Porque hay muchas personsa que se proclaman “cristianos”, por lo que deberían “seguir a Jesús” viviendo bajo sus instrucciones, y no saben cuáles fueron esas instrucciones.

Entonces, la primera actitud de un cristiano es la de guiar toda su vida (sentimientos, acciones y pensamientos) según las instrucciones o lineamientos que Jesús les dejó a sus discípulos en el Sermón del Monte; esto significa “seguir a Jesús”.


Segunda actitud cristiana: Cargar su cruz

Otra característica que se observa entre el común de la gente, es una visión de Jesucristo como un superhéroe

Por los milagros que se les asignaron a Jesucristo cuando andaba por el mundo, pareciera que Jesús tiene la obligación de ayudarnos con nuestros pesares. Cuando mucho, basta “creer en Él y pedirle en oración”.

Y yo siempre me he preguntado: ¿cuándo y dónde Jesucristo dijo eso?

En el párrafo que estamos analizando, Jesús dijo algo totalmente diferente. Haciendo referencia a nuestros pesares como “nuestra cruz”, Jesús dijo que cada discípulo (los verdaderos cristianos) debería “cargar su propia cruz”. Él nunca dijo que le dieran las cruces a Él para que así descansaran.

De aquí sale la segunda actitud cristiana: ningún cristiano verdadero debe esperar que sus pesares le sean perdonados por milagro; sino que debe “asumirlos” (cargarlos) y seguir caminando“siguiendo a Jesucristo”. Pero ya vimos que seguir a Jesucristo es vivir según sus instrucciones.

Resumiendo, la segunda actitud cristiana es la de no renegar de las situaciones difíciles (equivalentes a los pesares o a las cruces que le toquen llevar). No se debe esperar que se desaparezcan solas, sino que dichas situaciones hay que asumirlas aplicando los lineamientos dejados por Jesucristo.


Tercera actitud cristiana: Negarse a sí mismo

Pero eso de asumir los pesares siguiendo las instrucciones del Cristo, debe realizarse con una última consideración. No se trata de hacerlo como a uno le parezca.

Cuando revisamos los lineamientos del Sermón del Monte, hay instrucciones que parecen imposibles de asumir. Jesús nos invita a actuar muchas veces de formas que parecen estar reñidas con la lógica humana.

Por esto, muchas veces uno argumenta, explica, entiende los lineamientos a su propia manera. Uno incluso negocia con la aplicación de los mismos en diferentes situaciones.

Y esto está advertido en la tercera actitud cristiana, cuando Jesús, antes de las dos anteriores, advierte: “niéguese a sí mismo”

Cuando se plantea el “negarse uno mismo” se refiere a no hacer las cosas a nuestra propia manera, no creer que nuestras formas de hacer las cosas son las mejores o las más coherentes, no honrar más lo que nos parece a nosotros que lo que se manda en los lineamientos.

Como tercera actitud cristiana entonces está la de no anteponer sus propias maneras y criterios a lo que se establece como lineamientos que un cristiano debe cumplir. Estos lineamientos se basan en lo que es realmente importante para un cristiano.


Resumiendo: las actitudes de un cristiano verdadero

  1. Guiar toda su vida (sentimientos, acciones y pensamientos) según las instrucciones o lineamientos que Jesús les dejó a sus discípulos en el Sermón del Monte; esto significa “seguir a Jesús”
  2. No renegar de las situaciones difíciles (equivalentes a los pesares o a las cruces que le toquen llevar). No se debe esperar que se desaparezcan solas, sino que dichas situaciones hay que asumirlas aplicando los lineamientos dejados por Jesucristo.
  3. No anteponer sus propias maneras y criterios a lo que se establece como lineamientos que un cristiano debe cumplir. Estos lineamientos se basan en lo que es realmente importante para un cristiano.

Pero por supuesto, ante de sentirte complacido con este resumen, revisa y recuerda el Sermón del Monte.

Dios te bendiga.
Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: día 298A.S. (24 octubre 2016)
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Palabras-claves: cristiano verdadero, cristianismo, Jesucristo, Cristo, Sermón del Monte, llevar, cruz, 

viernes, 21 de octubre de 2016

El autismo y los animales

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

La definición y caracterización del autismo como condición de algunos seres humanos se los dejo a los científicos y especialistas; a mí no me corresponde.

Pero lo que sí me permito hacer es presentar al autismo como una condición del ser integral; el ser humano no solo como ser terrenal, sino como una integración de lo terrenal, lo álmico y lo espiritual.

Y en especial quiero referirme a los enfoques de tratamiento de algunos tipos de autismo con animales; enfoques que cada vez más difundidos y con mejores experiencias.


Vivir ¿desde dónde?

Más allá de lo que nombro como “planos de existencia”, el “ser integral” (la visión holística del ser humano) comprende tres tipos de consciencias. De esto he escrito mucho, le ruego al lector que busque las referencias; aquí únicamente voy a recordar lo necesario.

Estas tres consciencias son: la Consciencia Mental, la Consciencia Astral, álmica o mágica y la Consciencia Espiritual. Nuestra vida la vivimos (la percibimos y la accionamos) desde la sumatoria de las tres consciencias.

Entre las tres consciencias hay siempre un equilibrio perfecto y automático. Este equilibrio logra que la expresión de cada consciencia se balancee; y la suma de la proporción de manifestación de ellas sea siempre del 100 %. Por ejemplo: si una persona es muy mental, lógica, racional, la expresión de su consciencia mental es alta; digamos un 70 %. En este caso, el 30 % restante se va a repartir entre al consciencia astral y la espiritual (por ejemplo un 20 % astral y un 10 % espiritual).

En una sociedad moderna extremadamente mental; orientada al logro; con interacciones humanas complejas y cuidadas desde lo conveniente para obtener beneficios; donde el intelecto, el razonamiento y la lógica se premian; y en la cual cuando más piensas mejor eres; todos sus miembros existen con una consciencia mental extremadamente protagónica. (Está de más decir que esta es la razón de la falta de espiritualidad real de nuestras sociedades modernas).

Es por esto por lo que la mayoría de las personas “normales” viven desde la mente. Por lo tanto, cualquier persona que no lo haga, cualquier persona que experimente la vida desde otra consciencia, se considera con algún grado de desadaptación o discapacidad.


Ajustes de las consciencias en el proceso de nacer.

Pero la consciencia mental únicamente se manifiesta en los seres humanos vivos, nacidos, encarnados o como lo queremos llamar.

Si creemos en un estado de existencia previo al nacer y posterior a la muerte física, pues en esa existencia no existe la consciencia mental.

Esto enmarca correctamente lo temporal de la mente y su utilización limitada a cuando estamos vivos. (Siempre ha sido un problema cuando la vida humana se centra principalmente en la consciencia mental, todo lo que se conquista desde la mente se pierde al morir).

Si asumimos un nacimiento como un proceso de encarnación de un alma (nada científico pero aceptado desde que el ser humano tuvo consciencia de sí mismo), comenzamos a ver el asunto con claridad.

Toda alma preparada para encarnar (y nacer), tiene solo los dos estados de consciencia superior: la consciencia astral y la consciencia espiritual. En el proceso de nacer, se conforma la tercera consciencia, la mental. Y esta se debe comenzar a fortalecer para permitir al ser humano en crecimiento vivir la vida terrenal.

En esta formación de la consciencia mental, poéticamente se dice que se corre un velo entre las consciencias (el Velo de Maya), que aísla la consciencia mental del las otras dos consciencias. Por esta razón, el ser humano comienza a ser un ser principalmente mental.

Esta separación es importante, ya que nos especializa como seres encarnados a vivir esta realidad terrenal. Si bien este velo no debería ser un muro de piedra, sí es necesario para poder interactuar de forma natural con las situaciones y con los otros seres humanos que también son seres mentales.


¿Qué sucede con el autismo?

Precisamente en el autismo sucede lo que ya estás suponiendo.

En una condición de autismo, el “Velo de Maya” no se establece totalmente a la hora de encarnar, por lo cual la consciencia mental no llega a tener la supremacía necesaria para su formación. En estos casos, el desarrollo de la consciencia mental no se puede llevar a cabo totalmente.

En estos casos, como la consciencia mental no logra ser protagónica, por equilibrio entre las consciencias alguna de las otras dos asume el control; generalmente la consciencia astral.

Un niño autista, visto desde la integralidad del ser, no es más que un ser encarnado que vive más desde su consciencia astral que desde su consciencia mental. Esto se debe a que, por condiciones difíciles de definir, en el momento de la reencarnación no se separaron estas consciencias y por eso la consciencia mental no pudo engranar en la terrenalidad, permaneciendo la consciencia astral como dominante.

Si una persona vive más desde su consciencia astral, pues vivirá en función de los estímulos que reciba desde ese plano astral. Si lo hiciera “correctamente” desde la consciencia mental, pues viviría respondiendo a los estímulos físicos/humanos e interactuaría correctamente con el plano terrenal.

Un niño autista, realmente “vive en su mundo” y ese mundo es su plano astral, no el plano terrenal del común de las personas. Es por esto por lo que las formas de actuar de un niño autista no se entienden, no tienen lógica, no corresponde a estímulos “reales” terrenales.

Y es por esto por lo que también que se produce el aislamiento de su exterior (plano físico/terrenal) y se concentra en su mundo interior (plano astral).

Un niño autista vive en función de los estímulos de otros planos de existencia que un ser principalmente mental no siente, no entiende, e incluso no cree.

Si colocamos a una persona “normal”, la cual responde a estímulos sensoriales/terrenales, junto a una persona autista la cual responde a estímulos astrales ¿acaso no es más que lógico que no tengan la capacidad de interactuar?

Que estén físicamente una al lado de la otra, no significa que sus consciencias también estén cercanas; están actuando con dos planos de consciencias totalmente diferentes.

No solo se entiende la poca capacidad de interacción de una persona autista con su realidad física, sino que es normal el rechazo a dichos estímulos terrenales (contacto físico, emociones, sonido, luces, etc.). En realidad, estos son estímulos terrenales que él no sabe manejar, ya que en el plano astral donde vive, estos estímulos no existen.

Esta condición entonces, desde el punto de vista holístico se genera en el nacimiento (repito, no nacimiento físico, sino del proceso de encarnación del alma). Si bien se puede lograr mejorías (con terapias que deberían estimular la consciencia mental) es una condición que nunca se supera completamente.


Terapias con animales

Pero en el mundo se han hecho avances importantes a la hora de tratar el autismo o de mejorar esta condición. Uno de estos avances ha venido siendo la terapias con animales.

Hablamos de perros, caballos, delfines; con quienes se ha logrado que niños autistas interactúen muchas veces como nunca lo han hecho con otros seres humanos.

¿Por qué se ha logrado esto? Lo razón es realmente simple.

Si hablamos de animales, estos (como seres generalmente no espirituales) solo tienen la consciencia mental y la consciencia astral; y en todos estos, la consciencia mental está deprimida.

Sí, los animales son seres (almas) encarnados cuya consciencia astral es la predominante. Y esta es la razón por la cual personas autistas (con consciencia astral predominante) puede interactuar más fácilmente con algunos animales que con personas.

Pero viene un problema. Muchas personas se preguntan ¿existe realmente interacción entre personas con autismo y animales? Porque muchas veces es solo un acercarse, o un tocar o un dejarse tocar.

Recordemos que la interacción como la esperamos: interacción física de forma intencionada, hablar, jugar, reírnos; son todas interacciones mentales, no interacciones astrales.

Las interacciones astrales muchas veces no tienen manifestaciones físicas evidentes; sino que solo se ven como un acompañamiento de alma a alma.

Pero esto no es poca cosa; puede ser de real ayuda. Me explico

Por ejemplo un perro; a pesar de que su consciencia astral es la predominante, este tiene una consciencia mental bien operativa. El perro interactúa muy bien con este plano terrenal, si bien percibe muchos cosas del plano astral.

Un autista también percibe los estímulos del plano astral, pero a diferencia del animal, no sabe interactuar con el plano terrenal.

En este caso, y con terapias bien llevadas, el perro podría enseñar al niño autista a llevar a cabo esa integración de la consciencia mental a su vida astral.

Es así de sencillo, a lo mejor no así de fácil. Pero realmente las terapias con animales en personas con condiciones de autismo las tienen todas para ganar.

Claro que hay animales más apropiados “astralmente” que otros; la lista de perros caballos y delfines es apropiada.


Finalmente, más allá de ofrecer en este escrito la visión del autismo desde el punto de vista holístico y de explicar el porqué se observan avances afortunados en las terapias con animales; quise intentar mostrar lo importante de abrir nuestra visión del mundo y no limitarnos a lo que sabemos o creemos o aprendimos.

Ojalá este escrito le pueda ayudar a alguien.

Dios te bendiga.
Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: día 295A.S. (21 octubre 2016)
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Palabras-claves: autismo, animales, planos, existencia, tipos de consciencias, mental, astral, álmica, espiritual 

miércoles, 19 de octubre de 2016

Generando Karma

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

El karma, como energía generada por la Ley de Acción y Reacción, es una consecuencia del diario convivir.

Esta ley por la cual se rige el karma es una ley universal. Independientemente si se crea en ella o no, si se desestime o no, o si se conozca o no; siempre actúa.

Algunas religiones dicen que el karma no existe; pero es más para no dar su brazo a torcer antes religiones más antiguas que sí lo enseñan. Por ejemplo; basta sincerarse, saber algo sobre el karma, quitarse las gríngolas y leer la Santa Biblia, para descubrir que la noción cristiana del pecado es básicamente la misma del “karma negativo”.

A pesar de todo, mucha gente en la actualidad se preocupa por el karma. Dicen que las cosas les ocurren por el karma; le tienen miedo al karma y buscan terapias y rituales que les ayuden con el karma que les está produciendo algún malestar.

Este miedo está bien fundamentado, ya que el karma generalmente te va a proponer situaciones de vida que pueden llegar a ser realmente complicadas para que aprendas espiritualmente de ellas. El karma nunca es un castigo, siempre es una oportunidad de aprendizaje para fortalecer el espíritu; pero al igual que un examen escolar, si no has estudiado, presentarlo es lo peor que te puede pasar.

Si bien el karma también te puede traer cosas buenas, la gente se preocupa generalmente por el karma negativo del pasado, a veces por el karma de otras vidas. ¿Y el karma que generamos en nuestro día a día?

¿O es que acaso generamos karma en el pasado y ahora somos angelitos de Dios?

Nos preocupamos por el karma del pasado que condiciona nuestro aquí y nuestro ahora, pero ¿y el karma que estamos generando ahora, que condicionará nuestro futuro y el de nuestros seres queridos?

Esto es lo que quiero presentar. Trabajar con el karma no es buscar terapeutas o rituales para limpiarnos, sino que debe ser vivir correctamente para no embarrarnos cada día, nosotros mismos, del karma que mañana podrá destrozarnos.


Gota a gota

Pero no me voy a referir a grandes pecados (grandes acciones kármicas) que nos “condenarían instantáneamente al infierno”. Si estás leyendo este escrito, posiblemente estás consciente de las cosas que categóricamente no debes hacer.

El problema aquí son las pequeñas acciones cotidianas que muchas veces pasan por insignificantes o desapercibidas, las cuales generan karma (del negativo) que se va acumulando.

Porque es una realidad. Cada karma generado, por aquí y por allá, por muy pequeño que sea, se va acumulando. Esos karmas pueden quedarse “inactivos”, pero llega el momento en el cual se “activan” y nos vemos sumergidos en situaciones de vida nada deseables.

Es entonces cuando esas pequeñas “ligerezas kármicas” que cometimos sin saber o sin creer importantes se unen y forman un monstruo; y entonces nos preguntamos: “Dios mío, ¿por qué me pasa esto a mí?”

Tragedias, enfermedades inexplicables, fracasos, vidas estancadas, problemas interpersonales graves, etc. Gota a gota se derrama el vaso y se rompe la roca.


Pequeñas “ligerezas kármicas”

Vivir con la conciencia de que cada acción que hagamos (por más pequeña que parezca) tiene una consecuencia acumulativa, es una de las mejores cosas que podemos tener.

Siempre habrá cosas que no podremos evitar; pero mientras dependa de nosotros, es mejor hacer las cosas correctamente para no formar ese “monstruo de karma” que nos destruya en el futuro. Futuro que se puede destruir en esta misma vida o en la siguientes (si crees en ellas).

A cada acción hay una reacción; pero la verdadera Ley del Karma o de Acción y Reacción no se atiene mucho a lo que haces o dejes de hacer, sino a los sentimientos que despierten tus acciones en otras personas.

Al hacer algo que molesta a alguien, tú podrás decir: “... pero si lo hice sin mala intención!”. Lo siento, aquí lo que vale es lo que esa acción generó emocionalmente en las otras personas involucradas.

Así que si el sentimiento generado en una persona es negativo, se genera karma negativo: aunque la persona no te conozca directamente, aunque la otra persona no haya estado directamente involucrada (que sea un tercero) o aunque hayas hecho la acción a escondidas de todo el mundo (nunca de Dios).

Esto puede parecer injusto e ilógico; pero es Ley. Las explicaciones completas dan el entendimiento necesario para darnos cuenta de que es una ley totalmente justa y lógica. Pero dichas explicaciones forman parte de enseñanzas espirituales y escapan de un simple artículo.


Algunas acciones cotidianas que van sumando

Ahora, a lo que vinimos. A continuación, daré una pequeña lista de acciones cotidianas que te generan karma negativo. Aunque estas acciones parezcan muy lógicas, necesarias y con sentido; igual te destrozarán la vida cuando menos lo esperes.

  1. Incumplir con las reglas de tránsito en general. “Comerse la luz de un semáforo”, “pararse un momentito en la vía poniendo la luz de emergencia”, “cruzar la calle entre los carros”. Basta que un solo conductor o peatón se moleste o se indigne, para que te lleves tu buen trozo de karma negativo. Si son más peronas las incomodadas, tendrás mucho más karma negativo.
  2. Colearse” en una fila de gente. Aunque creas que no te ven, o aunque te sientas con derecho, o aunque no te digan nada; basta que una sola persona del resto de la cola se moleste para que acumules karma negativo; repito “aunque creas que no pasó nada porque nadie te dijo nada o porque no te vieron”. Si son más los incomodados tendrás mucho más karma negativo.
  3. Utilizar tus influencias con otras personas para saltarte normas; por ejemplo pasar antes que otras personas a un lugar. Aplican las mismas consideraciones anteriores.
  4. Llegar tarde al trabajo de forma habitual. Si alguno de tus compañeros se incomoda por esa actitud, aunque tengas todas las justificaciones necesarias, tendrás karma negativo para ir aumentando el pote.
  5. Llegar tarde a una cita; aunque te la disculpen “de la boca para afuera”, si el retardo generó incomodidad, tendrás karma negativo para ti.
  6. No cumplir con una asignación después de haberte comprometido... karma negativo para ti.
  7. Para el vehículo en una puerta de estacionamiento ajena, aunque no venga el dueño, genera karma negativo para los transeúntes que ven la falta de consideración. Imagínate si llega en dueño.
  8. Reaccionar de forma “reactiva” ante lo que consideras como injusticia o ante lo que no te gusta. Siempre se puede actuar de forma objetiva ante una situación que requiera corrección o sanción. Si involucras tus sentimientos negativos en esos hechos, generas karma negativo para ti mismo.
  9. Tener múltiples parejas sexuales al mismo tiempo. En cada acto sexual que tienes, automáticamente adoptas el karma de la persona con la que lo haces. Si estás con varias personas, pues te estarás echando encima el karma negativo de todas y cada una de ellas. Tendrías suficiente con tu propio karma y con el de tu pareja estable. Todos esos karmas los acumulas; cuando exploten, no te quejes.
  10. Tener relaciones sexuales con personas muy kármicas. Elige bien a tu pareja, todos los karmas de esa persona llena de karmas, serán tuyos de regalo.

Somos tan ignorantes espiritualmente, que muchas personas, por ejemplo, cometiendo una falta de tránsito, suben los vidrios oscuros o se ponen los lentes de sol para que “no los reconozcan”. Señores y señoras, el karma atraviesa los vidrios oscuros y no necesita verte a los ojos. El karma te lo ganas a pesar de que la persona dolida no te conozca, no la vuelvas a ver o no te haya visto nunca.

Al igual que si te detienes en medio de una vía pública por la comodidad (o la flojera) de no estacionarte más adelante; y por eso entorpeces la circulación vehicular, poner luces intermitentes no detienen el karma negativo para ti.

En realidad TODAS las normas de buena convivencia, si bien no fueron pensadas por el karma, tienen como trasfondo esta ley universal. Por lo tanto, es MUY SABIO HONRARLAS.

Pero el punto no es solo nuestra karma negativo, el cual nos comprometerá la vida en un futuro; sino que ese karma negativo se hereda a nuestros hijos. Por esto, por nuestras “pequeñas ligerezas kármicas” estaremos promoviendo un futuro complicado a nuestra amada descendencia. Esto debería ser suficientemente para comenzar a vivir correctamente.


Ya acabé. Ahora puedes criticar este escrito; puedes decirme loco o exagerado; puedes decir que no se nada de karma, o simplemente puedes intentar olvidarle. Lo único que no podrás decir nunca es que no te lo dijeron.

Dios te bendiga.
Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: día 293A.S. (19 octubre 2016)
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Palabras-claves: karma, cotidiano ligerezas, kármica, leyes universales.

lunes, 17 de octubre de 2016

Mujeres de escencia pura

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Quién no ha conocido a esas chicas y mujeres que a pesar de sus muchos dones, no terminan de conseguir a su príncipe azul. A lo mejor tú eres una de ellas.

Muchas veces uno conoce a mujeres con una verdadera belleza (no hablo de sensualidad ni de exuberancia), con sentimientos hermosos acompañado de esa dulzura, ingenuidad y pureza, con bonitas costumbres, inteligentes, astutas pero empáticas, serviciales, desprendidas, con deseo casi sobrehumano de dar cariño, bienestar, de entregarse más allá de sí mismas, pero serias y comedidas; y con deseo de compartir su vida con alguien especial; pero que a lo mejor han probado tener pareja y nunca terminan de concretar “lo que esperan”.

¿Cómo eso es posible?

Algunas de ellas llegan a formar pareja con todo el amor, la entrega y el deseo del mundo; pero no mucho tiempo después terminan desilusionadas del hombre que tienen al lado.

Es una realidad lamentable, más frecuente de lo que la vida misma quisiera. Me voy a permitir explicar dicha situación desde nuestras energías.


Escencias femenina y masculinas.

Cuando se habla del ser humano (hombre o mujer), más allá de la genitalidad y de la forma de actuar, hay que definir dos calidades energéticas que se definen como escencias (no esencias): la femenina y la masculina.

Como estas escencias pertenecen a los planos sutiles (no físicos), una mujer biológica puede tener cualquiera de las dos escencias (masculina o fenemina) y esto no determina necesariamente su preferencia sexual. De igual forma un hombre puede tener una escencia femenina o una escencia masculina y eso no lo hace más afeminado ni más varonil.

Pero esas mujeres que definí al comienzo, sí tienen una muy marcada escencia femenina. Estas se pueden definir como mujeres de escencia pura.

Si bien nombro la palabra “puro”, está claro que todo ser vivo DEBE tener la capacidad de manejar ambas escencias, utilizando una u otra en las situaciones y en los momentos donde se requieran. Pero al hablar de “puro” me refiero a dominante, principal, protagónica.


Y entonces ¿cuál es el problema con las mujeres de escencia pura?

Una relación de pareja es principalmente una relación energética. Más allá de aspectos físicos, mentales, de conducta, de criterios, de formas de actuar y de metas comunes; una pareja se debe compenetrar y complementar desde las energías de planos sutiles.

Esto quiere decir que una mujer de escencia pura, debe buscar compenetrarse con una escencia masculina muy fuerte. Si esto se da, la plenitud de la relación se puede alcanzar.

Pero cultural y socialmente está distorsionada la definición (y por lo tanto la identificación a primera vista) de lo que es un hombre con una escencia masculina; el cual debería ser el apropiado para las escencias femeninas.

Hay estereotipos humanos de “hombres” (hombres con aspectos y conductas particulares) que inclinan la balanza por parte de las mujeres de escencia pura, a la hora de incluirlos en su vida. Muchas veces estos estereotipos no corresponden a hombres con escencia masculina. Ejemplifico.

Socialmente o culturalmente, un “hombre” puede ser aquel: con tendencia a dominar; que busque imponerse; que tenga muchas metas y se esfuerce al logro; que sea exitoso; que defienda su posición; que saque provecho de las situaciones; que luche, si es necesario de forma agresiva; que tenga estabilidad o abundancia económica; que sea alto; con fortaleza física; e incluso con mucho apetito y disposición sexual.

Muchas “mujeres” se sentirían dichosas con un hombre así; y este es el estereotipo que muchas mujeres aprenden y prefiere inconscientemente a la hora de seleccionar pareja.n
Pero resulta, que algunas de las características dadas para esos “hombres social y culturalmente deseables”, o combinaciones de ellas, corresponden a hombres con escencia femenina, no masculina.

Sí, incluso el cortejo, el gran apetito y la alta disposición sexual, corresponde a una escencia femenina, no a la masculina.

No digo que este tipo de hombre con escencia femenina predominante sea inapropiado; de hecho, puede llegar a ser la mejor elección para una mujer con escencia masculina; ya que ella se complementaría a la perfección con un hombre así. Y realmente serían muy felices.

Pero si una mujer de escencia pura se deja llevar por estos “criterios humanos de hombres” que no corresponden con las escencias sutiles que realmente son las que la complementan; cuando el enamoramiento y la pasión se acaben se darán cuenta de que realmente no tiene la pareja que las complementen.


¿Qué hacer entonces?

En el supuesto de que esto suceda, de que una mujer de escencia pura descubra (se dé cuenta o sienta) que su elección de pareja tal vez no fue la más apropiada, el qué hacer no está definido.

Muchas optan por separarse, sin que el hombre entienda totalmente las razones del descontento de su mujer.

Otras se enfocan en la crianza de sus hijos pequeños (si los hay), dejando a su pareja de lado.

Pocas intentan, con poco éxito, hablar con sus parejas y explicarles sus razones.

Algunas recurren a terapias psicológicas, en un problema que es eminentemente energético.

Otras deciden continuar, a pesar de la desilusión de haberse equivocado.

Algunas intentan cambiar su propia forma de ser y adaptarse a su pareja; lo que pudiera forzar un cambio de su escencia femenina pura, a una masculina. Esto resulta siempre más perjudicial que beneficioso.

Y muy pocos hombres (en realidad muy pocos), intentan cambiar su forma de ser para “aprender” a gestionar sus vidas con un poco más de verdadera escencia masculina.


Más allá del sexo

Pero más allá de la pareja y más allá del sexo, algunas pocas mujeres de escencia pura encuentran escenarios donde logran ese complemento de escencia masculina que estaban necesitando sin saberlo.

Un escenario así es, por ejemplo, el que se enmarca dentro de enfoque espiritual. Pero atención, hablo del verdadero enfoque espiritual; no de uno esotérico, ni mágico, ni astrológico, ni de energías, ni de ángeles, ni de seres celestiales de luz.

Un escenario espiritual es aquel que se ciñe fuertemente a lineamientos espirituales para aprender a vivir la vida. Generalmente son escenarios donde se enseña y practica el cómo vivir desde reglas, estatutos, mandamientos, lineamientos propuestos en doctrinas espirituales como la cristiana, la hindú y la budista.

Tampoco hablo de participación en iglesias o rituales puntuales de otras religiones, hablo de una práctica seria y comprometida.

Es por esta razón por la que no es extraño que en un escenario de crecimiento espiritual abunden más mujeres que hombres; siendo muchas de las primeras mujeres de escencia pura.

Esto no implica que no se consigan caballeros que quieran fortalecer y aumentar su espíritu, independientemente de la escencia que tengan.


¡Peligro, peligro!

Lo que acabo de decir es potencialmente peligroso, por la mala interpretación que se da a lo que es un verdadero crecimiento espiritual.

Muchas personas, por leer libros, por hacer cursos, por creer en cosas fuera de lo común, por tener ciertas facultades o por saber una que otra técnica particular, se creen que están en crecimiento espiritual.

Únicamente se está en crecimiento espiritual cuando se comparte de forma activa en un escenario de crecimiento espiritual. Y un escenario de crecimiento espiritual debe estar constituido por tres cosas y por una condición:

1- Un maestro espiritual accesible (no de libros), que a su vez haya tenido maestro(s).
2- Una enseñanza plasmada en alguna escritura sagrada. Este debe ser el basamento de la enseñanzadel maestro espiritual.
3- Y un grupo de personas que estén tratando de hacer lo mismo de forma esforzada: crecer espiritualmente.

Y con la condición firme de que no busque aislarte de tu propia vida, sino que te invite a continuar viviendo tus propios escenarios con las enseñanzas que vayas adquiriendo.


Si no se pertenece de forma activa y comprometida a un escenario como este, es muy osado decir que se está en crecimeinto espiritual.

Es un escenario así, la enseñanza espiritual es la que representa la escencia masculina, con la cual se siente tan a gusto una escencia femenina. Repito, sin implicar convivencia de pareja ni sexo. Es un fenómeno energético sutil, no humano. Muchas veces por esto es que no se puede ni explicar y entender lo que se siente.

Muchos caballeros, parejas de dichas escencias femeninas puras, no se explican la obsesión de sus compañeras por dichos escenarios de crecimiento espiritual; el hacer por eso, el dedicar su tiempo a eso, el entregar su esfuerzo; todo, sin un beneficio aparente.

Queridos amigos, lo que sienten sus parejas se llama bienestar, completitud, “llenura”.
Si les da celos, pues busquen cambiar ustedes; no para que sus compañeras dejen su crecimiento espiritual, sino para que ustedes les acompañen.

Siempre es mejor que sus compañeras estén en un escenario de crecimiento espiritual a que se busquen amantes por allí; una mujer de escencia pura, seguro que consiguiría varios.


Recomendaciones finales

Si eres una mujer que a pesar de no tener carencias importantes en la vida, aún siente que le falta algo o que no termina de encontrar eso que le llena; te invito a que te involucres en fortalecer esa relación verdadera con Dios.

No hablo de que te conviertas en religiosa o monja si no lo quieres.

A lo mejor eres una de esas mujeres de esencia pura y no lo sabías.

Dios te bendiga.
Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: día 291A.S. (17 octubre 2016)
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Palabras-claves: Esencia, masculina, femenina, crecimiento, espiritual, grupo, maestro, pareja