Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
Me
permito reflexionar sobre aquella anécdota del evangelio donde aquel
publicano llamado Zaqueo conoció a Jesús. Primero la presentaré y
luego sacaré todas las metáforas y las enseñanzas.
Lucas 19:1-10 (TLA)
1
Jesús entró en Jericó. 2
Allí vivía Zaqueo, un hombre muy rico que era jefe de los
cobradores de impuestos. 3
Zaqueo salió a la calle para conocer a Jesús, pero no podía verlo,
pues era muy bajito y había mucha gente delante de él. 4
Entonces corrió a un lugar por donde Jesús tenía que pasar y, para
poder verlo, se subió a un árbol de higos.
5
Cuando Jesús pasó por allí, miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo,
bájate ahora mismo, porque quiero hospedarme en tu casa.»
6
Zaqueo bajó enseguida, y con mucha alegría recibió en su casa a
Jesús.
7
Cuando la gente vio lo que había pasado, empezó a criticar a Jesús
y a decir: «¿Cómo se le ocurre ir a la casa de ese hombre tan
malo?»
8
Después de la comida, Zaqueo se levantó y le dijo a Jesús:
—Señor, voy a dar a los pobres
la mitad de todo lo que tengo. Y si he robado algo, devolveré cuatro
veces esa cantidad.
9 Jesús le
respondió:
—Desde hoy, tú y tu familia son
salvos, pues eres un verdadero descendiente de Abraham.
10 Yo, el Hijo
del hombre, he venido para buscar y salvar a los que viven alejados
de Dios.
Comencemos.
Como siempre, toda escritura sagrada tiene varios niveles de
interpretación y en cada uno de ellos la enseñanza se profundiza.
Los
diferentes niveles ocultan el entendimiento de la enseñanza, porque
muchas veces si se revela un nivel profundo a una persona no
preparada, la misma enseñanza no solo puede ser confusa, sino que se
puede subestimar o incluso tergiversar.
Pero
en este caso, bien vale la pena explicar el nivel más alto (la
enseñanza más profunda).
Enseñanza
básica de Zaqueo
En
este trozo de la Santa Biblia, encontramos a un hombre no muy
espiritual (Zaqueo) que buscó y encontró a Jesús; pero más que
eso, se comprometió con su vida espiritual.
Esto
pudiera aplicar a cualquier persona; y es por esto por lo que aquí
se brinda el proceso completo de adopción de Jesucristo en nuestra
vida.
Cualquier
persona podría decir que ya tiene a Jesús en su vida; pero ¿será
verdad? ¿Habrá cumplido con los requisitos oficiales?
Veamos
cuales son los requisitos que se enseñan en este pasaje.
Entendiendo
las metáforas
- Zaqueo hombre muy rico (monetariamente hablando) y jefe de los cobradores e impuesto.
Es muy complicado decir que Zaqueo era un ladrón o incluso un mal hombre. Estaríamos juzgando y juzgar no es de cristianos; a pesar de que la gente dijera que sí era “un hombre malo”.
Lo que su situación económica y su ocupación nos dice, es que todo su esfuerzo de vida, sus metas y motivaciones estaban centradas en lo material/terrenal: riqueza económica, poder, estatus, control, dominio, etc.
Por eso, lo que sí está claro es que Zaqueo no tenía mucho de espiritual. - Zaqueo busca conocer a Jesús.
Parecería ser la típica persona que con una vida completamente terrenal, le nace el interés de comenzar a explorar algo espiritual. Por eso Zaqueo sale a buscar a Jesús entre la gente que ya lo seguía. - Pero además Zaqueo era un hombre muy bajito; y por estar rodeado de mucha gente, no podía desenvolverse muy bien en su curiosidad espiritual.
Más allá de su estatura física, la metáfora hace referencia a las limitaciones personales que tenía Zaqueo; además de referir que su entorno (posiblemente su entorno laboral, social, familiar) le impedían comenzar su búsqueda espiritual (en este caso, ver a Jesús). - Entonces, Zaqueo, ese hombre bajito, se sube a un árbol.
Esta parte de la parábola ilustra que Zaqueo tuvo que vencer sus limitaciones personales; tuvo que vencer (sobreponerse) a las limitaciones que su entorno representaba, y esforzadamente subirse a un árbol.
El subirse a un árbol no debe ser nada fácil ni seguro para un hombre de baja estatura. Por lo tanto, esta metáfora indica que para comenzar una vida espiritual, deben hacerse esfuerzos personales importantes; que no será ni cómodo ni fácil; y probablemente no será bien aceptado por el entorno personal. - Y Jesús lo miró hacia arriba y le dijo que quería ir a quedarse en su casa.
Si Zaqueo no hubiera hecho el esfuerzo personal, si no hubiera vencido sus miedos y sus propias limitaciones ¿Jesús lo hubiera visto? Pues no.
Jesús, gracias a el esfuerzo evidente de Zaqueo, decidió “entrar en su corazón” (hospedarse en su casa). - La gente entonces comienza a criticar a Jesús por esa preferencia sin sentido.
Porque las personas no estaban viendo el esfuerzo de Zaqueo; solo veían lo que ellos suponían de Zaqueo, según sus propios resentimientos (en ese tiempo a nadie le gustaban los recolectores de impuesto) - Zaqueo acepta a Jesús en su casa, lo atiende y le brinda la cena, pero no se queda allí.
Porque definitivamente no es suficiente solo aceptar a Jesús dentro de uno; hay que profundizar. - Zaqueo promete dar la mitad de lo que tiene.
Pero ¿qué tiene Zaqueo? ¿Acaso se refiere solo a dinero? Si mantenemos la metáfora, Zaqueo lo que tiene es su vida dedicada a la terrenalidad; tanto en sus metas como en su esfuerzo. Así que el ofrecimiento es más que dinero.
Zaqueo ofrece a Jesús dedicar la mitad de su esfuerzo a ser más espiritual (menos terrenal); ofrece balancear sus motivaciones de vida y sus metas entre una vida terrenal y una vida espiritual.
Si nos quedáramos con el ofrecimiento de la mitad del dinero, pues la enseñanza solo aplicaría para personas adineradas. Pues no, la enseñanza es para todos. Todos deberíamos balancear nuestras vidas (esfuerzos, motivaciones y metas) entre lo humano y lo divino. Eso es lo que espera Jesús; por eso Él se alegró mucho con el ofrecimiento de Zaqueo. - Pero además devolverá lo robado las personas.
Aunque Zaqueo aquí se reconoce él mismo como “malo” (ladrón) lo importante es el arrepentimiento. Pero no solo el arrepentimiento, sino el propósito de enmienda. Para todo cristiano, saber que se ha venido actuando de forma incorrecta es el primer requisito para que Jesús entre en su vida. - Y Jesús le aplaude y le dice que por esa actitud, Él y su familia serán salvos.
¿Su familia? ¿Pero si fue Zaqueo el que cambió, no su familia?
Aquí una nueva y magistral alusión de Jesús enseñando que tanto lo bueno (espiritualmente hablando), como lo malo, no solo afecta a la persona que lo realiza, sino a su familia y aquellos que lleva en su corazón (hogar = corazón).
Esto no es más que la más pura Ley de Acción y Reacción (Ley del Karma). Esta última idea podrá ser muy poco católica; pero es, en mucho, muy cristiana originaria.
Fin
de las metáforas.
Resumiendo
Entonces,
de este artículo extraemos la enseñanza que indica los pasos
necesarios (los cuales corresponden a actitudes de vida) para que el
Cristo se fije en nosotros, more en nuestro corazón y nosotros
logremos que no se salga. Puntualicemos:
- Debe nacer en nuestro corazón una necesidad especial (espiritual) de Dios, la cual va más allá del estado de nuestra existencia terrenal.
- Debemos vencer nuestras propias limitaciones (muchas veces autoasumidas), las cuales muchas veces se argumentan desde nuestros miedos, “precauciones”, dependencia de nuestro entorno, etc.
- En este “vencernos a nosotros mismos”, debemos esforzarnos personalmente No podemos esperar que el Cristo “nos vea” desde donde estamos parados; debemos movernos, salir de “nuestra zona de confort”.
- Solo después que con nuestro esfuerzo personal hayamos logrado no vivir principalmente desde nuestras personalidades, actitudes, metas y motivaciones terrenales; solo entonces “el Cristo podrá entrar en nosotros; en nuestra casa”.
- Pero no solo es dejarlo entrar, sino “mantenerlo allí” desde nuestro merecimiento. Porque al igual que entró, puede salir.
Para eso debemos dedicar nuestra vida (de forma balanceada) a asuntos espirituales. Y no hablo de rituales domingueros o energías; hablo de comportamientos de vida, en lo especial y en lo cotidiano. - Y no solo se debe hacer una promesa de cambio de vida, sino que es indispensable el reconocimiento de que se había vivido de forma equivocada alejado del Cristo; y por eso se van a resarcir de alguna manera las imprudencias realizadas.
De
esta forma, con estas actitudes enumeradas, es que un verdadero
cristiano no solo encuentra al Cristo, sino que lo mantienen dentro
de sí.
Espero
haber dejado claro la importancia de este corto pasaje de la Sagrada
Biblia. Pero aún espero más, que se haya entendido la importancia
de la correcta interpretación de cualquier escritura sagrada. Busca
quien te la haga.
Dios
te bendiga.
Namasté.
Pedro
A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
día 305A.S. (31 octubre 2016)
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Palabras-claves:
Zaqueo, el Cristo, cristiano, arrepentimiento, conversión,
limitaciones, personalidads ,terrenales, espiritual