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jueves, 30 de mayo de 2013

Formas de limpiar Karma

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Primero lo primero. Hay que diferenciar entre limpiar karma y aligerar karma. La Ley de Acción y Reacción (Ley del Karma) se basa en un sentido de responsabilidad personal por nuestras acciones, así que nuestro propio karma debemos limpiarlos nosotros mismos, es nuestra responsabilidad. A veces se espera que un tercero, por ejemplo un terapeuta, nos limpie del karma; y para colmo ese servicio se vende de esa forma. En realidad lo más que puede hacer un terapeuta que trate con karma es aligerar esa energía que debe procesar el mismo paciente. Puede aligerarla de forma que la “pague en cuotas” o inclusive puede postergarla o en algunos casos se puede solicitar cambiar los Seres Guías del paciente (Yo Superior) para que estos nuevos iluminen a la persona y le sea más fácil limpiar su karma propio.

Quise comenzar este escrito de esta forma para ahorrar la lectura a personas que esperan fórmulas mágicas para arreglar sus vidas signadas por el karma.

El karma nunca es malo por definición. El karma es una energía que cosechamos con nuestras acciones sembradas (de forma consciente o no, intencionada o ingenua). Estas energías pueden condicionar nuestra realidad de forma inconveniente (si la energía es densa, nacida de acciones inconvenientes) o de forma iluminada (si la energía del karma se generó de buenas acciones).

Pero para nuestro entender, una energía densa asociada con una situación difícil se le suele decir “karma malo o negativo” y al karma que promueve situaciones buenas o iluminadas se le dice “karma bueno o positivo”. Vale la pena recordar que en el ámbito espiritual los conceptos de bueno o malo, positivo o negativo, son solo apreciaciones personales de una situación.

No podemos olvidar que también hay acciones donde si bien no estamos directamente envueltos en la generación del karma, podemos optar por compartir dicha energía del karma con otros Seres a través de diferentes medios (uniones de almas, relaciones sexuales, entre otros)

De cualquier forma, en esta nueva Era de la humanidad y con las condiciones apropiadas, la Ley del Karma solo condiciona nuestra realidad en un porcentaje menor a lo que lo hace la Ley de Atracción. Estas son las dos leyes básicas que guían nuestra realidad.

Esto es suficiente para entrar en tema. Pretendo mostrar cuáles son las formas de limpiar nuestro karma que está condicionando nuestra realidad de forma difícil. Si se desea saber más sobre qué es karma, cómo se genera o cómo se reconoce, revisa o espera mis otros escritos o charlas, lo he dicho en varias oportunidades.

El karma es esa energía que mantiene anclado a nuestro Espíritu Divino en una existencia fuera de la integración total con Dios” (PAGR2013). Por tanto, el tema de librarnos del karma es un tema que entra dentro de conceptos Espirituales y que se debe enmarcar dentro de un camino de Crecimiento Espiritual. Cuidado como se entienda “Espiritual” (referencias a otros artículos) 

Como el asunto es Espiritual, cualquier forma efectiva de limpiar karma debe tener como trasfondo el trabajar con nuestros dones espirituales; el trabajar desde nuestra parte Divina. Cualquier otra forma sería inoperante o en el mejor de los casos muy poco efectiva. 

Con la práctica religiosa. 

La primera forma de limpiar karma, accesibles a todos, menos traumática emocionalmente, más general, es a través de una práctica religiosa. Todas las religiones tienen que ver con el concepto de Dios y con la forma de cómo nosotros llegamos a Él; por lo tanto todas tienen las herramientas para deslastrar a nuestro Espíritu del karma y así este pueda “flotar suavemente” hasta integrarse con Dios.

Pero las religiones son todo un tema. Algunas religiones van en camino al desprestigio, no porque sean malas, no porque no se les entiendan, sino porque no se han sabido presentar al común de las personas. Como todo en el Universo, el cambio es una constante; y todos y todo debe cambiar con los tiempos para no volverse inoperante, inclusive las religiones.

Es por este tema que muchas personas se dicen “espirituales” y “no religiosos”. Lo diré las veces que sean necesarias: la espiritualidad es al Espíritu como el alimento es al cuerpo físico, pero la práctica religiosa es al Espíritu lo que el ejercicio físico es al cuerpo. Uno puede alimentarse bien, pero para estar en óptimas condiciones debemos ejercitarnos, “movernos”, salir de esa comodidad conveniente. La “obesidad puede matar” y créanme que podemos llegar a ser “obesos espirituales”.

Cuando digo que todas las religiones tienen herramientas para lidiar con el karma, incluyo hasta a las basadas en el Cristianismo (que se dice no creer en el karma). Al karma se le puede tratar de tres formas diferentes: limpiando el karma “negativo” existente, acumulando karma “positivo”, o por lo menos no acumulando más karma “negativo”. Si entendemos esto y leemos por ejemplo la Santa Biblia, encontramos que todas las enseñanzas y los consejos para vivir correctamente encierran algunas de las tres formas de abordar el karma. ¿Decir que el karma existe es necesario? Pues no, igual se limpia.

Entonces, como las religiones han estado accesibles a todos nosotros, no deberíamos poner como excusas que no sabemos qué hacer con el Karma. Hasta las tribus más recónditas del planeta cuando no las han tenido, han creado instintivamente sus propias religiones, que con los años han terminado siendo bastante efectivas. 

Con Maestros Espirituales. 

En los párrafos iniciales comentaba que ningún tercero podía ayudarte a limpiar tu karma (aunque si a aligerarlo); pero no es primera vez que digo que un Maestro Espiritual sí puede, en alguna medida, hacer ese trabajo por ti. No voy a definir aquí a un Maestro Espiritual (ya lo he hecho extensamente en muchos artículos) pero cuando una persona tiene uno, el Maestro deja de ser “un tercero” porque “el discípulo se funde con su Maestro”. Esta integración Maestro-Discípulo es lo que define ciertamente una relación que permite al primero trabajar de forma personal el karma del segundo. El Maestro Jesús lo hizo con los que se sienten sus discípulos, Él vino a hacerse cargo de nuestros pecados (“karma”).

Un discípulo entonces debe sentir a ese alguien como su Maestro (encarnado o no), y es un sentimiento que va más allá del cariño o de la admiración (sin excluirlos). Un discípulo trabaja “por y para” lo que representa el Maestro, vive sus enseñanzas, no antepone su persona a las enseñanzas.

Todo esto sin el mínimo sentido de fanatismo, ya que el fanatismo existe porque una persona con carencia de afecto muy marcada encuentra a ese Maestro (estafador) que lo aprovecha para su propio beneficio. De hecho, una persona con carencias afectivas, debe primero sanar eso, antes de buscar a un Maestro verdadero; o por lo menos es lo primero que el Maestro debe enseñar a ese discípulo.

Entonces, un Maestro Espiritual (verdadero) sí puede favorecer la limpieza del karma de otros. Pero lo hace en dos vías:


  • primero, asumiendo karma de esa persona para trabajarlo él mismo con sus propios dones espirituales (esta es la forma automática para el discípulo y solo es necesario que exista ese lazo Maestro-Discípulo)
  • y segundo, impartiendo enseñanzas espirituales que guíen a la persona en un camino de crecimiento espiritual, de manifestación de dones espirituales, que le ayuden a ir limpiando su propio karma.
Pero no hay Maestros para todos. Parecería que hay almas que no están dispuestas a asumir discipulados, o debería mejor decir que hay “mentes” que no lo soportan. 

En pareja

A veces no se entiende o se malinterpreta la razón por lo cual las uniones de parejas son promovidas y bendecidas por las religiones. Las religiones hablan de la necesidad de “la vida en pareja” (para ellas dentro del matrimonio) como una forma también de hacer la voluntad de Dios. Y es totalmente correcto, porque la voluntad última de Dios es que todos volvamos a Él y eso lo haremos cuando ya no tengamos karma; es decir que vivir en pareja (de ser posible consagrada bajo un rito religioso) es también una forma de limpiar karma (o por lo menos debería serlo)

Sí, en párrafos anteriores comentaba que el sexo es una de las formas en las que compartimos karma. Cuando nos referimos a pareja, hablamos de parejas sexuales. Al dos personas tener sexo, hay una fusión energética entre ellas que incluye la energía correspondiente al karma. En ese caso, luego de un rato de disfrute sexual, el karma de uno pasa a ser del otro y viceversa, en mayor o menor grado. No hay un “ceder karma” de uno al otro, hay un “compartir karma”; ambos terminan teniendo lo mismo.

Ese karma “infectado” (si lo vemos como “malo”) pasa a ser de cada miembro y cada uno debe utilizar sus dones espirituales para limpiarlo. Cada uno va a colaborar en la limpieza ya que ese mismo karma va a promover situaciones personales y si la pareja comparte como pareja, esas situaciones se van a abordar entre dos. La ropa sucia en un río se lava mejor con dos pares de manos. De aquí parte la importancia (espiritual) de escoger bien a la pareja,

Si se escoge una pareja que tenga muuuuuucha ropa sucia (karma “negativo”) me voy a “echar encima” el karma de ella y me va a tocar lavar hasta lo que nunca imaginé. Pero si escojo pareja con bonitos dones espirituales o con poco karma, pues va a ser una bendición ya que va a ayudar alguien con experiencia en lavado.

Todo esto, claro está, asumiendo que la relación de pareja se lleva con buenos principios, buenos términos y con las mejores intenciones de ambos en hacerlo bien. Si una relación de pareja se torna complicada kármicamente (peleas, incomprensiones, engaños, heridas emocionales en general) no es solo que no se estará lavando bien la ropa, sino que se estará ensuciando hasta la que ya estaba limpia.

Si una pareja va mal y no busca solucionar los problemas, se estará generando constantemente karma “negativo”, el cual tendrá infecciones reiteradas y reforzadas en cada relación sexual que se tenga. Limpiar eso puede costar mucho tiempo y esfuerzo. 

Con elementos o prácticas sagradas 

Recordando que el asunto del karma es espiritual, dentro de las prácticas religiosas cada una propone elementos de acción que ayudan de forma certera, pero paulatina, a limpiar karma.

En algunos casos son acciones repetitivas, en otros son acciones que parecerían rituales, otras veces es a través de buenas acciones personales (para generar karma “positivo”), o tolerancia y paciencia para no acumular más. Las formas son diversas; pero repito, a la hora de escoger alguna, se deben enmarcar dentro de un esquema de práctica espiritual. Nombro solo algunos elementos:


  • El cultivar la paciencia, la confianza en Dios, la pasividad, la tolerancia, las buenas obras que por ejemplo el Cristianismo nos propone.
  • Los diferentes sacramentos del Catolicismo, en especial el de la Confesión con su correspondiente propósito de enmienda y penitencia.
  • El recitar de mantras específicos de muchas culturas (prácticas mántricas): Santo Rosario, Mani Tibetano, etc.
  • Los pequeños sacrificios personales (o más correctamente dicho “pequeñas abstenciones personales e intencionadas” con objetivos claros)


Con el tiempo y la naturaleza 

Pero hay personas que no utilizan ningunas de los esquemas descritos anteriormente; aún así la llegada al cielo debe ser posible también para ellos.

Como seres terrenales y temporales que somos, estamos regidos por Dios mismo expresado en la Naturaleza. La Evolución Natural parecer ser una teoría correcta también en la parte espiritual. El crecimiento del espíritu por ensayo y error, los condicionamientos positivos y negativos, la supervivencia (espiritual) de los más aptos, pueden ser elementos que use la naturaleza para quienes estén viviendo “espiritualmente inconscientes”. Pero estos elementos, si bien funcionan, son extremadamente lentos para nuestra visión humana de poco menos 80 años de vida. En una vida no pasa nada evidente si no se asume un compromiso de crecimiento espiritual; pero de que pasa, pasa.

Si asumimos la limpieza del karma a “como vaya viniendo vamos viendo” corremos el riesgo de perder tiempo en círculos viciosos; muchas veces nuestra cantidad de karma aumentará más de lo que limpiamos y la limpieza posterior será más dura; todo debido a que no tendremos consciencia delo que estamos haciendo.

Pero bueno, con un poco de paciencia, llegaremos al cielo, bien sea por “misericordia divina” o gracias a un gigantesco número de reencarnaciones.


Y estos son solos algunos de los elementos o prácticas que podemos asumir a modo personal y según la línea espiritual que tengamos; así cada vez podremos ir aligerando a nuestro Espíritu.

El camino hacia Dios debe ser nuestra razón de vida. Lavemos la ropa que “hemos ensuciado” pero esforcémonos para “no ensuciar más”.

Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 30 de mayo del 2013
Twitter: @eReiki @EvolConsc @pagr777

martes, 28 de mayo de 2013

La Turmalina Negra - Uno de los milagros de la naturaleza en la sanación.

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Como seres vivos, todas nuestras funciones de vida, a nivel físico, mental, emocional y energético hacen uso de esa energía vital que llamamos Prana, Ki o Chi.

Esta energía vital es nuestro combustible y como tal, cuando se utiliza, deja residuos que nuestro sistema debe desincorporar, drenar o limpiar.

En una vida agitada llena de sobretrabajo o de estrés, donde mantenemos una actitud de lucha y supervivencia, la cantidad de combustible vital que utilizamos aumenta; aumentando por consecuencia la cantidad de residuos que debemos desechar.

Muchas veces la cantidad de residuos aumenta porque nuestro cuerpo está haciendo labores adicionales, como curarse o sanarse de alguna dolencia. Esto exige una energía adicional y por tanto se producirán residuos adicionales.

Esta carga de residuos, como en cualquier maquinaria, sobrecarga al sistema y comienzan a aparecer problemas adicionales. Nuestro organismo se vuelve ineficiente, comenzamos con el cansancio, los reflejos disminuyen, los procesos de sanación se vuelven más lentos y mas ineficientes, nos volvemos intolerantes, de mal humor, etcétera. Y toda esta carga puede comenzar a acarrear problemas adicionales que se suman a nuestra realidad.

Nuestros cuerpos hacen el intento de procesar o eliminar todos los residuos, pero debemos ayudarle: reposar, dormir, distraernos, aislarnos de los problemas adicionales, deben ser actividades que acompañen a cualquier proceso de recuperación; pudiéndose acompañar con otras actividades dentro de la terapeutica complementaria.

Uno de esos acompañamientos es la Gemoterapia, la cual tiene algo sencillo pero extremadamente efectivo en una de las piedras que utiliza: la Turmalina Negra.

Algunos minerales tienen estructuras cristalinas que pueden interactuar muy bien con el tipo de energía vital de la cual los seres vivos dependemos. Según su composición química y su estructura cristalina, cada mineral puede interactuar con alguna frecuencia de energía y afectarla o ayudarnos de formas específicas.

La Turmalina Negra (Chorlo) es una piedra que por excelencia actúa como depuradora de todos esos residuos que se generan en el vivir cotidiano; en las situaciones normales o en las exigentes.

Si utilizamos Turnalina Negra de forma apropiada (ya vamos a indicar cómo) estaremos añadiendo a nuestro sistema de vida un eliminador super-eficiente de esas energía residuales, manteniéndonos en óptimas condiciones.

El tener un sistema energético limpio permite al cuerpo ocuparse de los procesos de mantenimiento del bienestar o de sanación de forma óptima y eficiente. Es como si tuviéramos en casa un encargado que nos ayudara a limpiar y a sacar constantemente la basura y el polvo.

Casos de ayuda:

  1. IMPORTANTE: el uso de la Turmalina Negra no puede sustituir a ningún tratamiento ni recomendación médica, sea cual sea el caso.
  2. Se recomienda para CUALQUIER situación o estado de malestar o enfermedad donde se estén generando energías residuales que podemos estar acumulando. Sólo para nombrar algunos usos, estas energías pueden estar presentes en:
  • Cualquier situación de estrés físico, mental o emocional.
  • Cansancio de cualquier tipo.
  • En situaciones de duelo de cualquier índole (muerte de algún familiar, separación, ruptura laboral, etcétera)
  • En cualquier tipo de enfermedades, como coadyuvante para acelerar el proceso de sanación o para aliviar dolores o sensaciones de malestar.
  • Procesos virales de cualquier tipo; altamente recomendado ya que el impacto de cualquier proceso viral es muy alto a nivel energético y su recuperación dependerá de lo rápido que el organismo se libere de esas energías residuales generadas.
  • Tratamientos médicos agresivos (quimio y radioterapia) donde el cuerpo es afectado directamente y el intento de recuperación es intenso.
  • Dolores, inflamaciones, infecciones, cólicos, mareos, entre otros.

Formas de uso:

  1. La turmalina, para activarse, debe aumentar su temperatura aunque sea unos pocos grados más arriba de la temperatura ambiente. Por lo tanto DEBE estar en contacto directo con la piel del portador (en cualquier parte del cuerpo).
  2. Preferir piedras pequeñas de turmalina negra roladas (lisas) para no dañar la piel.
  3. Se puede llevar sostenida por las partes elásticas de las prendas íntimas. No es indispensable que queden inmóviles.
  4. Nunca deben ingerirse ni introducirse de forma alguna dentro del cuerpo, solo se deben utilizar de forma superficial sobre la piel.
  5. Son suficientes una o dos piedras pequeñas en contacto con la piel.
  6. Se pueden llevar constantemente sin ninguna contra indicación. Mientras más tiempo se lleve, mayor será la limpieza energética.
  7. El tiempo mínimo necesario para que comience a trabajar es de pocos minutos (de 3 a 5 minutos) independientemente si los efectos se manifiestan de forma evidente o no.
  8. Si bien parece lógico colocarla en la piel cerca de la zona afectada, produce su efecto independientemente del lugar del cuerpo donde se coloque.
  9. No se debe colocar sobre áreas afectadas con heridas abiertas o piel dañada, por el simple hecho de prever infecciones por contacto.
  10. Dependiendo del efecto que estén causando las energías residuales que queremos eliminar, el efecto puede ser evidente a los pocos minutos de colocadas. Aún cuando no se pueda sentir su efecto, debe mantenerse el tiempo que sea prudente o que esté prescrito.
  11. La turmalina negra, a diferencia de otros minerales con uso energético, no requiere ser lavadas, limpiadas o desplasmadas. Esta piedra “anula” las energías negativas que absorbe; si bien se recomienda mantener las normas de higiene básicas con el lavado periódico de la piedra con agua y jabón dependiendo del uso que se le dé.

Este efecto de la turmalina, así como el de la mayoría de los minerales utilizados en terapias complementarias, escapa a la explicación científica; si bien en este caso su beneficio parece estar relacionado a los iones que libera la turmalina cuando sufre aumentos de temperatura. Son estos iones los que vienen a anular los radicales libres que se liberan en el organismo (en mayor número durante procesos patológicos) y que al acumularse entorpece su correcto funcionamiento o vuelve más lentos los procesos de sanación.

Si se tiene duda del uso de la turmalina negra y su interferencia con otros tratamientos, el paciente siempre debe consultar con su médico. Aunque si bien, por ser un tratamiento no invasivo, no se preveen problemas ni efectos secundarios si se siguen con las indicaciones señaladas.

Las turmalinas negras deberían ser uno de los elementos energéticos del botiquín de primeros auxilios que todos debemos tener en casa.

Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 28 de mayo del 2013
Twitter: @eReiki @EvolConsc @pagr777

miércoles, 1 de mayo de 2013

La mentira del “No Maestro” - Cuidado: mensajes canalizados

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Aquí no voy a tratar sobre alguien que “no sea Maestro”; en otras oportunidades ya he planteado las características que debe tener un Maestro. Aquí quiero reflexionar sobre un planteamiento que siempre ha estado allí (y mucho más en nuestras sociedades individualistas): de la supuesta “no-necesidad” o lo inconveniente de un Maestro Espiritual.

A quien asuma el puesto (en realidad a quien le hagan asumir el puesto) de Maestro Espiritual encontrará a grupos de personas, sabios de la nueva era, iluminados de los extraterrestres o “seres de luz” (sí, en minúsculas) que se dan a la tarea de minimizar su importancia o hasta de satanizarlo. Lo tildan de ignorante, embaucador, “atrapa-bobos”; y si bien a un Maestro no le debe importar eso, si le debe ocupar la tarea de plantear su posición en el entendido que esa apreciación no le hace daño a él mismo, sino que va en contra de las personas que podrían beneficiarse de un verdadero Maestro.

La reflexión es sencilla. ¿No buscamos a un buen instructor para que enseñe a nuestros hijos en la escuela? ¿No intentamos enrolarnos en buenos trabajos con buenos jefes para ganar experiencia profesional y laboral? ¿Un artista no busca estar al lado de un Maestro de pintura, escultura, música, teatro para nutrirse de lo que sabe y de lo que es?

Si para crecer espiritualmente debemos honrar toda nuestra integralidad; es decir que no debemos descuidar nuestra terrenalidad ni nuestra espiritualidad; podemos asumir que tanto nuestro cielo como nuestra tierra tienen igual importancia. Así que lo que es bueno para nuestra parte terrenal, intelectual, emocional, es correcto para nuestro espíritu.

Si buscamos buenos maestros en la tierra, ¿qué malo tiene buscar maestros de los cuales podemos aprender cosas espirituales?

¿Pero cómo buscamos aprender cosas espirituales? ¿Acaso un músico novato puede aprender de un Maestro solo leyendo sus recomendaciones o escuchando su música? o ¿debería buscar estar a su lado y aprender de él, tocar con él, ser corregido por él?

El otro día, de un amigo me llegó un artículo con enseñanzas espirituales; y dicho artículo comenzaba desprestigiando a los Maestros, decía que nadie los necesitaba, que engañaban a la gente, y después de destruir la figura del Maestro pretendía, con la información que brindaba, “construir un mundo mejor”.

Y para mayor colmo, la persona que escribía ese mensaje se escudaba detrás del supuesto que dicho mensaje era “una canalización”, un mensaje dado por un ser “no-encarnado”, superior, por lo cual imagino que quería que asumiéramos que era un mensaje que debíamos creer con los ojos cerrados.

Yo soy el que menos puede dudar de las canalizaciones y los que me conocen saben porqué; y por eso mismo puedo decir lo siguiente. En planos sutiles (astrales) por supuesto que hay seres que están conviviendo con nosotros e intentan comunicar mensajes con la mejor intensión de ayuda. Pero como “es arriba en abajo”. En ese mundo astral, así como aquí en el plano terrenal, hay seres que aun les falta mucho por crecer. Entre los seres desencarnados hay miserias, hay miedos, hay rencores, hay rabias, hay celos, hay rencillas, hay recuerdos de malas experiencias que aún no sanan; y al igual que los terrenales, sus acciones están condicionadas por todo eso. Por supuesto que también hay cosas buenas.

Cuando un Ser en astral se logra comunicar, de que lo hace, lo hace; de que da un mensaje, no se pone en duda; ¿pero de que sea un “mensaje de Luz”? Hay que sopesarlo. Sus buenas intensiones pueden estar teñidas por cosas que él como Ser no ha podido superar. “El camino al infierno está lleno de ´buenas intenciones´”

Un Ser en astral puede ser tal cual como un político; gritando consignas para “mejorar el mundo” pero vistas desde su lado, desde su tendencia, desde su experiencia y desde su grado de iluminación u oscuridad.

Es una tontería asumir que todo Ser que no tenga “carne y hueso” es un Ser de Luz. De hecho, se sabe que en ese plano astral hay un degradé que va desde un astral bajo a un astral alto, donde se asocian menos Luz y más Luz, respectivamente. Y ¿saben qué?, a los seres que se les hace más fácil comunicarse a través de canalizaciones son a los que están más cerca del plano tierra; es decir a los del “astral bajo”... Uhhh se comienza a explicar.

Recordemos que cuando el mismo Dios Padre quiso que su Hijo viniera a dar su mensaje; no lo hizo comunicarse con los humanos por sueños, ni canalizaciones. Dios “envió a su hijo hecho hombre”, lo hizo bajar directo en carne y hueso, para que no nos fuéramos a confundir “con el poco de bichos que pueden estar intentando gritar hacia abajo para hacer valer sus ideas personales”.

El mismo hecho de los mensajes desprestigiando a los Maestros Espirituales, para mi es típico de seres de bajo astral. Ningún ser que en vida haya tenido a un Maestro Espiritual real, al morir queda en bajo astral, por eso de plano no va a desmeritar el trabajo de los Maestros. Un ser de bajo astral, no ha conocido las bendiciones de convivir con un Maestro Espiritual y por tanto no tiene nada “decente” que decir de ellos. Es comprensible.

Y estoy siendo compasivo; porque cualquiera podría asumir inclusive que esos mensajes tienen una clara misión de apartar a las personas de los caminos de los Maestros, simplemente para que no puedan ser ayudados … “la maldad en pasta”. Yo no dudaría de la capacidad de seres en astral bajo de hacerse pasar por Seres de Luz, Maestros Ascendidos, Arcángeles y hasta por el mismo Jesús; de hecho la energía del engaño y la manipulación corresponden al astral bajo, la manejan a la perfección.

Pero no; es mejor asumir ignorancia que maldad. Sí debemos tener cuidado con los mensajes canalizados que recibidos de supuestos seres y debemos prepararnos bien. En esa preparación si podemos tener a buenos Maestros pues bienvenidos. Gracias a Dios ese ha sido mi caso.

Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 01 de mayo del 2013
Twitter: @eReiki @EvolConsc @pagr777