Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
A. Adhikari: Namasté.
Maestro, nuevamente hoy se planteó
la reflexión de lo inútil de buscar una espiritualidad desde la
mente (el intelecto). Inútil en el sentido de que los planteamientos
espirituales no se llevan muy bien con la parte mental. Yo creo
tenerlo claro; pero ¿cómo pudiera usted enseñarlo con una
metáfora?
PAGR: Namasté
A ver, Adhikari; te voy a poner a
reflexionar a ti con una metáfora.
Imagina que Dios te creó como un frasco de vidrio lleno de espíritu. Ese eres tú verdaderamente; un recipiente de vidrio muy trasparente el cual contiene y deja ver tu espíritu como escencia que eres.
Cuando Él permitió que encarnaras, le puso una cubierta a ese frasco (tu ser físico); y te dio el cerebro y el corazón como dos formas de vivir mientras estés aquí y hasta que te redescubras.
Pero aún tienes en el interior a tu escencia espiritual.
El planteamiento para reflexionar es el siguiente: Tú puedes meter dentro de tu frasco a tu cerebro, para así vivir mientras estás encarnado; o puedes meter a tu corazón. Pero al hacerlo, se va a derramar, se va a salir, algo de tu espíritu. ¿Cuál desplaza más espíritu: tu cerebro o tu corazón?
A. Adhikari: Uhhh, bueno Maestro
depende del tamaño del cerebro o del corazón.
PAGR: ¡Qué inteligente eres! Pero
comienzas a darte cuenta que esa inteligencia no te da la respuesta
espiritual.
Imagina que ambos son del mismo tamaño.
Imagina que ambos son del mismo tamaño.
A. Adhikari: Pues si tienen el mismo
tamaño, ayudado un poco por el sabio Arquímedes, ambos van a tener
que sacar la misma cantidad de espíritu del frasco para poder entrar
ellos.
PAGR: ¡Eureka! Sigues inteligente,
pero aún sin la respuesta. Te pregunto: ¿acaso ambos ocupan el
mismo espacio?
A. Adhikari: ¡No! ¡No! ¡No! Ya lo
vi. El cerebro es una masa muy compacta y casi sólida, mientras que
el corazón es hueco. Cuando meto el cerebro en mi frasco de
espíritu, este va a desplazar más espíritu que si meto el corazón;
porque cuando sumerjo el corazón parte del espíritu puede meterse
dentro de él.
PAGR: ¡Bravo! Ahora si comienzas a
pensar con el corazón. Estamos claros de que solo usamos las
imágenes cono metáforas; pero si estando encarnado usas más el
cerebro (los pensamientos, el razonamiento, el intelecto) estarás
viviendo de forma menos espiritual que si usaras el corazón (tus
sentimientos).
A. Adhikari: ¡Wow! Perfecta metáfora
para mí, gracias.
PAGR: Gracias, pero en realidad aún
no está tan clara. Aún muchas personas creen estar utilizando los
sentimientos en sus vidas; y ni siquiera han tocado nunca el
corazón.
Recuerda que hay algo que yo llamo “pseudosentimientos”, que debes tener repetido en tus apuntes muchas veces; y este es el fenómeno por medio del cual las personas crean sentimientos desde su mente y creen estar sintiéndolos con el corazón.
Recuerda que hay algo que yo llamo “pseudosentimientos”, que debes tener repetido en tus apuntes muchas veces; y este es el fenómeno por medio del cual las personas crean sentimientos desde su mente y creen estar sintiéndolos con el corazón.
A. Adhikari: Maestro, así se complica
todo. Sé que usted lo ha publicado hasta por Internet, pero ¿no hay
una forma sencilla de reconocer entre los sentimientos verdaderos y
esos pseudosentimientos?
PAGR: Sí lo hay, aunque es muy
general. La mayoría de los verdaderos sentimientos no te hacen
sufrir. Algo sí te puede lastimar, pero no te enganchas en ello; es
decir no sufres por ese algo. Por el contrario, si sufres por
frustraciones, por apegos, por insatisfacciones, por expectativas no
cumplidas, porque pasa algo “que no debería estar pasando”; es
porque estás viviendo con sentimientos muy mentales; con los
seudosentimientos. Lo que sientes no son verdaderos sentimientos.
A. Adhikari: ¡Maestro! esto es lo más
esclarecedor que yo haya escuchado en mi vida sobre los
pseudosentimientos; y tiene total correspondencia con nuestra parte
energética. ¡Wow!
Pero lamento por aquellos que no se dan el tiempo para estar con usted y preguntarle cosas; están muy ocupados con su terrenalidad. Afortunadamente yo estoy en el astral.
Pero lamento por aquellos que no se dan el tiempo para estar con usted y preguntarle cosas; están muy ocupados con su terrenalidad. Afortunadamente yo estoy en el astral.
PAGR: Bueno Adhikari; yo trato de
escribir algunas de las cosas para que los de abajo entiendan, pero
tú tienes en tu estado esa ventaja adicional.
A. Adhikari: Así que: cuanto más
“cerebro” utilicemos en nuestra vida encarnada, menos espíritu
podremos manifestar; pero si usamos más “corazón” pues parte
del espíritu puede morar dentro de él y será mucho más fácil
vivir una vida donde el verdadero espíritu se manifieste. Esto
último nos permitirá entonces transitar un verdadero camino de
crecimiento espiritual. ¿Lo dije bien?
PAGR: Perfecto Adhikari; ahora sí
estás pensando con el Espíritu.
A. Adhikari: … pero Maestro, aún me
queda una duda, que no sé si sale de mi cerebro, de mi corazón o de
mi espíritu: ¿No es cierto que incluso el corazón sacó de mi
frasco un poco de espíritu?
PAGR: Si Adhikari; tu pregunta sale de
tu espíritu. Porque al final del camino espiritual nos damos cuenta
de que incluso al corazón lo debemos sacar de la escena; para así
poder presentarnos y manifestarnos totalmente en espíritu como Dios
nos creó.
A. Adhikari: … pero entonces...
Maestro...
PAGR: No retrocedas en tu consciencia,
Adhikari; no te preguntes nada más. Algún día lo entenderás y
verás que no es nada de lo que estás pensando en estos momentos.
A. Adhikari: Infinitas gracias
Maestro. ¿Podemos llamar a esta metáfora: “Mi frasco de
espíritu”?
PAGR: Claro que sí, gracias por
preguntar.
A. Adhikari: Namasté
PAGR: Namasté.
Dios te sga bendiciendo.
Dios te sga bendiciendo.
Pedro
A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
27 de febrero del 2015.
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Palabras-claves:
mi frasco de espíritu, cerebro ,corazón , espíritu, astral,
pseudosentimientos,