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lunes, 17 de octubre de 2016

Mujeres de escencia pura

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Quién no ha conocido a esas chicas y mujeres que a pesar de sus muchos dones, no terminan de conseguir a su príncipe azul. A lo mejor tú eres una de ellas.

Muchas veces uno conoce a mujeres con una verdadera belleza (no hablo de sensualidad ni de exuberancia), con sentimientos hermosos acompañado de esa dulzura, ingenuidad y pureza, con bonitas costumbres, inteligentes, astutas pero empáticas, serviciales, desprendidas, con deseo casi sobrehumano de dar cariño, bienestar, de entregarse más allá de sí mismas, pero serias y comedidas; y con deseo de compartir su vida con alguien especial; pero que a lo mejor han probado tener pareja y nunca terminan de concretar “lo que esperan”.

¿Cómo eso es posible?

Algunas de ellas llegan a formar pareja con todo el amor, la entrega y el deseo del mundo; pero no mucho tiempo después terminan desilusionadas del hombre que tienen al lado.

Es una realidad lamentable, más frecuente de lo que la vida misma quisiera. Me voy a permitir explicar dicha situación desde nuestras energías.


Escencias femenina y masculinas.

Cuando se habla del ser humano (hombre o mujer), más allá de la genitalidad y de la forma de actuar, hay que definir dos calidades energéticas que se definen como escencias (no esencias): la femenina y la masculina.

Como estas escencias pertenecen a los planos sutiles (no físicos), una mujer biológica puede tener cualquiera de las dos escencias (masculina o fenemina) y esto no determina necesariamente su preferencia sexual. De igual forma un hombre puede tener una escencia femenina o una escencia masculina y eso no lo hace más afeminado ni más varonil.

Pero esas mujeres que definí al comienzo, sí tienen una muy marcada escencia femenina. Estas se pueden definir como mujeres de escencia pura.

Si bien nombro la palabra “puro”, está claro que todo ser vivo DEBE tener la capacidad de manejar ambas escencias, utilizando una u otra en las situaciones y en los momentos donde se requieran. Pero al hablar de “puro” me refiero a dominante, principal, protagónica.


Y entonces ¿cuál es el problema con las mujeres de escencia pura?

Una relación de pareja es principalmente una relación energética. Más allá de aspectos físicos, mentales, de conducta, de criterios, de formas de actuar y de metas comunes; una pareja se debe compenetrar y complementar desde las energías de planos sutiles.

Esto quiere decir que una mujer de escencia pura, debe buscar compenetrarse con una escencia masculina muy fuerte. Si esto se da, la plenitud de la relación se puede alcanzar.

Pero cultural y socialmente está distorsionada la definición (y por lo tanto la identificación a primera vista) de lo que es un hombre con una escencia masculina; el cual debería ser el apropiado para las escencias femeninas.

Hay estereotipos humanos de “hombres” (hombres con aspectos y conductas particulares) que inclinan la balanza por parte de las mujeres de escencia pura, a la hora de incluirlos en su vida. Muchas veces estos estereotipos no corresponden a hombres con escencia masculina. Ejemplifico.

Socialmente o culturalmente, un “hombre” puede ser aquel: con tendencia a dominar; que busque imponerse; que tenga muchas metas y se esfuerce al logro; que sea exitoso; que defienda su posición; que saque provecho de las situaciones; que luche, si es necesario de forma agresiva; que tenga estabilidad o abundancia económica; que sea alto; con fortaleza física; e incluso con mucho apetito y disposición sexual.

Muchas “mujeres” se sentirían dichosas con un hombre así; y este es el estereotipo que muchas mujeres aprenden y prefiere inconscientemente a la hora de seleccionar pareja.n
Pero resulta, que algunas de las características dadas para esos “hombres social y culturalmente deseables”, o combinaciones de ellas, corresponden a hombres con escencia femenina, no masculina.

Sí, incluso el cortejo, el gran apetito y la alta disposición sexual, corresponde a una escencia femenina, no a la masculina.

No digo que este tipo de hombre con escencia femenina predominante sea inapropiado; de hecho, puede llegar a ser la mejor elección para una mujer con escencia masculina; ya que ella se complementaría a la perfección con un hombre así. Y realmente serían muy felices.

Pero si una mujer de escencia pura se deja llevar por estos “criterios humanos de hombres” que no corresponden con las escencias sutiles que realmente son las que la complementan; cuando el enamoramiento y la pasión se acaben se darán cuenta de que realmente no tiene la pareja que las complementen.


¿Qué hacer entonces?

En el supuesto de que esto suceda, de que una mujer de escencia pura descubra (se dé cuenta o sienta) que su elección de pareja tal vez no fue la más apropiada, el qué hacer no está definido.

Muchas optan por separarse, sin que el hombre entienda totalmente las razones del descontento de su mujer.

Otras se enfocan en la crianza de sus hijos pequeños (si los hay), dejando a su pareja de lado.

Pocas intentan, con poco éxito, hablar con sus parejas y explicarles sus razones.

Algunas recurren a terapias psicológicas, en un problema que es eminentemente energético.

Otras deciden continuar, a pesar de la desilusión de haberse equivocado.

Algunas intentan cambiar su propia forma de ser y adaptarse a su pareja; lo que pudiera forzar un cambio de su escencia femenina pura, a una masculina. Esto resulta siempre más perjudicial que beneficioso.

Y muy pocos hombres (en realidad muy pocos), intentan cambiar su forma de ser para “aprender” a gestionar sus vidas con un poco más de verdadera escencia masculina.


Más allá del sexo

Pero más allá de la pareja y más allá del sexo, algunas pocas mujeres de escencia pura encuentran escenarios donde logran ese complemento de escencia masculina que estaban necesitando sin saberlo.

Un escenario así es, por ejemplo, el que se enmarca dentro de enfoque espiritual. Pero atención, hablo del verdadero enfoque espiritual; no de uno esotérico, ni mágico, ni astrológico, ni de energías, ni de ángeles, ni de seres celestiales de luz.

Un escenario espiritual es aquel que se ciñe fuertemente a lineamientos espirituales para aprender a vivir la vida. Generalmente son escenarios donde se enseña y practica el cómo vivir desde reglas, estatutos, mandamientos, lineamientos propuestos en doctrinas espirituales como la cristiana, la hindú y la budista.

Tampoco hablo de participación en iglesias o rituales puntuales de otras religiones, hablo de una práctica seria y comprometida.

Es por esta razón por la que no es extraño que en un escenario de crecimiento espiritual abunden más mujeres que hombres; siendo muchas de las primeras mujeres de escencia pura.

Esto no implica que no se consigan caballeros que quieran fortalecer y aumentar su espíritu, independientemente de la escencia que tengan.


¡Peligro, peligro!

Lo que acabo de decir es potencialmente peligroso, por la mala interpretación que se da a lo que es un verdadero crecimiento espiritual.

Muchas personas, por leer libros, por hacer cursos, por creer en cosas fuera de lo común, por tener ciertas facultades o por saber una que otra técnica particular, se creen que están en crecimiento espiritual.

Únicamente se está en crecimiento espiritual cuando se comparte de forma activa en un escenario de crecimiento espiritual. Y un escenario de crecimiento espiritual debe estar constituido por tres cosas y por una condición:

1- Un maestro espiritual accesible (no de libros), que a su vez haya tenido maestro(s).
2- Una enseñanza plasmada en alguna escritura sagrada. Este debe ser el basamento de la enseñanzadel maestro espiritual.
3- Y un grupo de personas que estén tratando de hacer lo mismo de forma esforzada: crecer espiritualmente.

Y con la condición firme de que no busque aislarte de tu propia vida, sino que te invite a continuar viviendo tus propios escenarios con las enseñanzas que vayas adquiriendo.


Si no se pertenece de forma activa y comprometida a un escenario como este, es muy osado decir que se está en crecimeinto espiritual.

Es un escenario así, la enseñanza espiritual es la que representa la escencia masculina, con la cual se siente tan a gusto una escencia femenina. Repito, sin implicar convivencia de pareja ni sexo. Es un fenómeno energético sutil, no humano. Muchas veces por esto es que no se puede ni explicar y entender lo que se siente.

Muchos caballeros, parejas de dichas escencias femeninas puras, no se explican la obsesión de sus compañeras por dichos escenarios de crecimiento espiritual; el hacer por eso, el dedicar su tiempo a eso, el entregar su esfuerzo; todo, sin un beneficio aparente.

Queridos amigos, lo que sienten sus parejas se llama bienestar, completitud, “llenura”.
Si les da celos, pues busquen cambiar ustedes; no para que sus compañeras dejen su crecimiento espiritual, sino para que ustedes les acompañen.

Siempre es mejor que sus compañeras estén en un escenario de crecimiento espiritual a que se busquen amantes por allí; una mujer de escencia pura, seguro que consiguiría varios.


Recomendaciones finales

Si eres una mujer que a pesar de no tener carencias importantes en la vida, aún siente que le falta algo o que no termina de encontrar eso que le llena; te invito a que te involucres en fortalecer esa relación verdadera con Dios.

No hablo de que te conviertas en religiosa o monja si no lo quieres.

A lo mejor eres una de esas mujeres de esencia pura y no lo sabías.

Dios te bendiga.
Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: día 291A.S. (17 octubre 2016)
Twitters: @pagr777 @eReiki @EvolConsc @SanaCristica
Facebook: https://www.facebook.com/groups/PedroAGR/

Palabras-claves: Esencia, masculina, femenina, crecimiento, espiritual, grupo, maestro, pareja

1 comentario:

  1. Hola Maestro.

    Maestro se quedo corto. Ja, ja, ja. Me perdí, ya le explico por qué:

    Basándome en estos párrafos:

    Socialmente o culturalmente, un “hombre” puede ser aquel: con tendencia a dominar; que busque imponerse; que tenga muchas metas y se esfuerce al logro; que sea exitoso; que defienda su posición; que saque provecho de las situaciones; que luche, si es necesario de forma agresiva; que tenga estabilidad o abundancia económica; que sea alto; con fortaleza física; e incluso con mucho apetito y disposición sexual.

    Muchas “mujeres” se sentirían dichosas con un hombre así; y este es el estereotipo que muchas mujeres aprenden y prefiere inconscientemente a la hora de seleccionar pareja.n
    Pero resulta, que algunas de las características dadas para esos “hombres social y culturalmente deseables”, o combinaciones de ellas, corresponden a hombres con escencia femenina, no masculina.

    Por lo que veo yo también estoy dentro de lo que cultural y social se conoce. Ja, ja, ja.

    Ahora bien, podría aclarar describiendo características de un hombre con ESCENCIA MASCULINA?

    Gracias.

    Namasté.

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