Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
Partiendo
de la base holística de que somos seres integrales, además de
nuestro ser terrenal, también tenemos nuestra alma y nuestro
espíritu.
Cuando
nacemos, nuestro
par
alma-espíritu encarna; esto significa que toma manifestación física
a través de un bebé que se forma en la barriga de alguna mamá.
Pero
cabe preguntar, ¿acaso hay alguna intención particular para que un
alma-espíritu decida encarnar en alguna mamá en particular?
Antes
de responder esa pregunta, reflexionemos sobre el porqué
reencarnamos.
Por
qué reencarnar
Definitivamente
un alma (alma-espíritu) aun sin reencarnar puede estar bastante
tranquila en el plano astral. Venir
a reencarnar en plano físico no es precisamente venir de vacaciones.
Las
limitaciones y las experiencias mentales de este plano terrenal, no
son necesariamente gratificantes para un alma que estaba en un plano
más cerca de Dios antes de venir. Allá
donde tenía muchas menos limitaciones.
Esta
idea es básica a nivel místico, ya que echa por tierra la falsa
creencia que nacemos para ser felices. Si Dios quisiera solo nuestra
felicidad, pues no nos hubiera hecho reencarnar.
Pero
entonces ¿qué busca
Dios haciéndonos reencarnar?
Toda
alma-espíritu tiene una única misión; y esta es volverse cada vez
más sutil para poder ir subiendo al Cielo. Una vez allí fundirse
con Dios.
Pero
toda alma tiene partes que suelen ser densas, que le impiden el
ascenso hacia Dios.
Estas
energías densas son muy parecidas a las energías
terrenales. Por eso, para limpiarlas, tiene que volverse terrenal;
tiene que reencarnar. Aquí
en el plano físico debe purificarlas.
Entonces,
toda alma-espíritu debe reencarnar (las veces que sean necesarias)
para intentar limpiar o purificar sus energías densas, esas que no
la dejan ascender para llegar a fundirse con Dios en el Cielo.
Y
he dicho bien, “intentar purificar” sus energías densas. Esto
implica que dicho intento puede ser exitoso o desastroso.
Sí;
cuando digo desastroso me refiero a que un alma-espíritu puede venir
a tratar de limpiar y puede quedar más
sucia que antes.
Cómo
un alma purifica sus energías densas
La
purificación de las energías densas la realiza un alma aprendiendo
ser más
espiritual que terrenal, mientras esté reencarnada.
Podemos
plantear al Ser
integral encarnado como conformado por tres aspectos:
Ser
encarnado
= Terrenal-Álmico-Espíritual
Mientras
el Ser
encarnado se comporta más Terrenal-Álmico,
sus energías se ensucian más.
Mientras
que sus energías se limpian cuando
el Ser
encarnado aprende a ser más Álmico-Espiritual.
Lo
Terrenal
obliga al Ser
a múltiples reencarnaciones retardando su entrada en el Cielo,
mientras que lo Espiritual
rompe con el ciclo de reencarnaciones y le permite Resucitar (entrar
al Cielo).
Pero
para esta limpieza, un alma debe utilizar sus experiencias duras de
vida encarnada. Si en
dichas experiencias el alma se comporta espiritualmente, sus energías
se purifican. Por el contrario, si en las experiencias duras el alma
no logra (o no sabe) comportarse espiritualmente, el resultado será
mayor basura para ella misma.
Pero
ella no puede hacerlo sola.
Esperando
ayuda, por favor.
Y
aquí volvemos con nuestros hijos.
El
alma-espíritu de nuestros hijos, sí nos escogen (tanto a mamá como
a papá). Y lo hacen con una intención clara: la intención de que
tanto mamá como papá la ayuden a asumir las situaciones duras de la
vida de forma espiritual.
Para eso vinieron.
Mamá
y papá ya deberían tener varios años aprendiendo a vivir las
situaciones difíciles de forma espiritual. Y por lo tanto, eso
mostrarán y enseñarán a esos seres que nacen de sus entrañas. Eso
es lo que se espera.
Si
mamá y papá no dan el acompañamiento espiritual correcto hacia sus
hijos; si mamá o papá solo se ocupan del bienestar terrenal de sus
hijos; lamentablemente estarán corriendo el riesgo de que el alma
del niño se condene cuando comiencen a enfrentar sus propias
situaciones difíciles y no sepan asumirlas de forma espiritual.
Pero
atención, el acompañamiento espiritual correcto no se refiere a
ofrecerles solo los sacramentos (bautismo, primera comunión,
confirmación, etc.), ni tampoco a obligarlos a ir a misa los
domingos, ni enseñarles a rezar o a bendecir las comidas.
Nuestros
hijos, los cuales aprenden por imitación, deben ver a mamá y a papá
(idealmente a ambos) comportarse espiritualmente de forma correcta en
sus situaciones cotidianas.
Y
la correctitud espiritual implica que mamá y papá cumplan con los
lineamientos dictados por su doctrina espiritual, en cada situaciones
de vida. Así aprenderán nuestros hijos.
Si
nuestros hijos ven a mamá o a papá actuando muy terrenalmente y
dejando de lado la correcta actitud espiritual, ¿creen que cuando
grande ellos van a ser espirituales?
Dependiendo
de las actitudes de mamá y de papá (repito, no hablo de ir a misa o
al templo) les daremos la oportunidad a las almas de nuestros hijos
de limpiarse o de embarrarse más.
Mamá
y papá preparados
Pero
comportarse correctamente a nivel espiritual no es solo “comportarse
bien”. La correctitud espiritual implica actitudes de vida que con
mucha seguridad se desconocen o no se comprenden. En el caso
cristiano nos referimos básicamente a lo detallado en Mateo 5,6 y 7
de nuestra Santa Biblia.
Es
por esto por lo que en honor de nuestros hijos, mamá y papá deben
formarse espiritualmente.
Esta
formación se debe realizar recorriendo un camino de crecimiento
espiritual para prepararse a sí mismos y con sus estilos de vida
poderles brindar a sus hijos el ejemplo de cómo se vive
espiritualmente. No es cuestión de libros o conocimientos; es
cuestión de cómo se asume la vida.
Si
los padres se forman, sus hijos purificarán sus energías del alma y
así podrán cumplir con la misión para la cual vinieron: la de
acercarse al Cielo.
Si
mamá y papá no se preparan, estarán condenando el alma de sus
hijos aunque les hayan dado mucho amor, alimentación, educación,
cobijo, comodidades y bienestar.
Tener
hijos no es un juego. Nuestros hijos nos eligen antes de nacer y
ellos esperan que les ayudemos a ser espirituales.
Pero
en esta modernidad, con una relación de comiquita con Dios, se
defienden los derechos de nuestros niños y se habla de alimentación,
salud, vida, identidad, educación, cariño... pero nadie se entera
de los Derechos
Espirituales de los Niños;
ni siquiera nuestras iglesias modernas.
Después
preguntamos el porqué nos va mal.
Dios
te bendiga.
Namasté.
Pedro
A. Gómez Ruzzo. (SSA)
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
día 361
A.S. (26
diciembre 2016)
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Palabras-claves:
reencarnamos,
reencarnar, derechos espirituales de los niños, mamá, papá, Cielo,
Dios, lineamientos espirituales,
Hola Maestro.
ResponderEliminarGracias por el articulos.
Definitivamente, esta dificil llegar al padre viendo como es nuestra sociedad hoy; claro, no imposible!
De igual manera, la vida en la tierra parece nunca acabarse, con el ciclo de reencarnaciones.....parece la vida terrenal ser infinital!
Una pregunta: o sea, q las energias densas no se trabajan en astral? O es dificil?
Namasté.
Namasté.
EliminarHola Samir.
Sí, hay energías que se depuran en plano astral, es decir sin estar encarnados. Pero mientras estemos aquí nos ocupamos de las que, for la fuerza, solo se depuran en el plano físico.
Namasté
Namasté 🙏🏻,Vengo de una familia que no practica ninguna religión y así también lo venia haciendo tristemente con mis hijos...pero gracias a sus enseñanzas Maestro, estoy tratando de aplicar a mis hijos, el compromiso espiritual que tenemos con Dios que va va más allá de lo terreral, Si Dios lo permite espero acercar un poco más a mis hijos a Dios...Gracias Maestro por el articulo, Namasté
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