Páginas

jueves, 30 de octubre de 2014

Amar a Dios sobre toda las cosas



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
¿Amas a Dios sobre todas las cosas? --- “Claro, es lo más grande que hay para mí”
Aquí voy.
Si Dios es una consciencia/ser a la que definimos como omnisciente, omnipresente y omnipotente; que es además nuestro Padre-Creador; que domina todo el cielo y la tierra; y que nos ama como a nadie; ¿de verdad crees que Él necesita algún sentimiento de amor de nosotros hacia Él?
Nuevamente nos enfrentamos con la mala costumbre de enfocar nuestra vida hacia afuera; en lo que yo doy a los demás; así como en lo que me dan los demás. Es parte del porqué aún mucha gente no termina de descubrir la verdadera espiritualidad; no se enfocan en su interior.
Cuando hablamos de “Amar a Dios”, este debe ser un proceso que comienza en nosotros y termina en nosotros; por lo tanto es beneficioso principalmente para nosotros.
Amar a Dios tiene tres aristas operativas:
  1. El “amar a Dios” te debe llevar a vivir en función de Él; algo así como cuando uno se enamora. Uno debe pensar constantemente en Dios; uno debe sentir bienestar cuando piensa en Dios; uno debe querer sentirse constantemente cerca de Dios; nuestras acciones, todas, deben estar en función de agradar a Dios; nuestros pensamientos, comportamientos, sentimientos y palabras se deben medir para que no desagraden a Dios; nos esforzamos en descubrir qué quisiera Dios que yo hiciera para poder ofrecérselo, etc. ¿O es que acaso no nos comportamos así cuando amamos a alguien?
  2. El “amar a Dios” te debe llevar a confiar en Él ciegamente (porque además todo-lo-sabe y te ama como nadie). Por esto, si Él dice que te comportes de alguna manera porque así te va a dar beneficios; no puedes ni dudarlo, ni cuestionarlo, ni quejarte; simplemente se te debe ir la vida haciendo lo que “tu amor te pidió”
  3. Y cuando el  “amar a Dios” de verdad se siente desde el corazón y además dedicamos momentos de nuestro día a experimentarlo (esto se llama Adoración); esto nos eleva vibracionalmente tan alto que al hacerlo va trasmutando toda energía de malestar, de duda, de frustración; de desconsuelo; de pesimismo e incluso de enfermedad que podamos tener. Y aún más, cuando nosotros vibramos tan alto al experimentar el amor a Dios; los “muertos pegados”, los “trabajo de brujería”, “la envidia”, etc.;  se caen por sí solos. Estas energías tan bajas no pueden permanecer pegadas a nosotros cuando experimentamos el “amar a Dios” de forma correcta.
Cuando vamos aprendiendo de verdad a “Amar a Dios sobre todas las cosas” nuestra vida comienza a cambiar; pero como siempre hay condiciones iniciales. Una de estas condiciones iniciales es reconocernos principalmente como seres espirituales. Mientras nuestro foco de atención, tanto de disfrute/éxito como de dolor/fracaso, esté en los asuntos terrenales, nuestro espíritu no puede manifestarse y difícilmente podremos sentir ese amor que nos hace vivir en el Cielo.
Nótese que me he referido en todo momento al “Amor a Dios”, no al “Amor de Dios”. Dios nos ama por naturaleza; nosotros debemos esforzarnos y demostrarlo.
Namasté
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 30 de octubre  del 2014
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras-claves: amar a Dios, sobre todas las cosas

miércoles, 29 de octubre de 2014

Viviendo con Dios



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
En todo momento; y en especial en aquellos difíciles, muchas personas dicen: “Dios está conmigo”. Muchas veces en esto depositan su fe.
Pero más allá de que la frase sea muy bonita y sentida, estamos siendo redundantes; porque si creemos en un Dios omnipresente (que está en todas partes), por supuesto que siempre va a estar con nosotros; allí no hay acto de fe ni de confianza.
El asunto entonces no va por allí. Cuando yo oigo esa frase; siempre trato de plantear la siguiente reflexión: “... Dios siempre está contigo; pero ¿tú siempre estás con Dios?”
Parecería otro contrasentido, pero definitivamente podemos tener a alguien al lado e ignorarlo totalmente; sin estar prestarle atención en lo más mínimo.
Esto hace la verdadera diferencia entre la vida de una persona que sabe que Dios le puede ayudar, y la que sí está “viviendo con Dios” de forma constante.
Quedo ejemplificando.
Hablo de las personas que creen en Dios dentro de planteamientos básicos y claros. El concepto de Dios plantea una consciencia que es: omnipresente (está en todas partes – lugares y situaciones), es omnisciente  (todo lo sabe – nada se le escapa) y omnipotente (todo lo puede - de hecho es el creador de todo lo que existe)
Y vivir con Él implica entonces tener con uno una “consciencia-ser” con esos tamaños de poderes.
¿Cómo debería ser la actitud de una persona que reconozca que está “Viviendo con Dios”?
Si Él acompaña a la persona para todos lados (omnipresencia), cada situación que le sucede a la persona - buena, normal o mala- está sucediendo “delante de los ojos” de Dios, ya que lo tiene al lado y a Él no se le escapa nada (omnisciencia). Esto implica que cada cosa que sucede viene “por lo menos” con la autorización de Dios para que suceda. De lo contrario, si no debió haber pasado, Él (Dios) es el primero que tiene el poder y la capacidad para haberlo cambiado (omnipotencia).
En este simple párrafo comienzan las molestias, a pesar de que no invento nada sino únicamente reflexiono sobre el Dios en el que la mayoría de nosotros creemos. Entonces, las personas generalmente comienzan a decir cosas como:
  1. Pero Dios no puede permitir que pasen cosas malas --- ¿y quién dice que son malas a nivel espiritual? ¿No serán oportunidades de aprendizaje y de crecimiento espiritual sobre la consciencia terrenal? ¿No serán consecuencia de actos que no tenemos la capacidad de recordar por haber sucedido en otro tiempo/espacio?
  2. Pero hay personas que no merecen cosas malas porque nunca se portaron mal --- ¿en esta vida? ¿Será que hay otras instancias donde podremos portarnos mal y no lo reconocemos y no lo recordamos y aún cargamos con las deudas? ¿Acaso sabemos con certeza qué significa “no portarse mal” a nivel espiritual? ¿cumplimos a cabalidad lo que Dios espera de nosotros?
  3. Pero no es justo -- ¿entonces tu Dios es injusto?
  4. Pero es que “el diablo” existe --- ¿entonces “ese diablo” en el que crees es más fuerte, poderoso y astuto que tu Dios? Porque un Dios todopoderoso pudiera evitar también lo que el diablo malamente quiera hacer.
  5. Tenemos libre albedrío y nos equivocamos por nuestra cuenta--- ¿y entonces para que acompañarnos de Dios o pedirle auxilio, si depende de nuestro libre albedrío?
  6. y cualquier cantidad de otros argumentos.
Cualquier de estos argumentos que busque refutar la reflexión anterior; debe inevitablemente guiar a reflexiones adicionales. Debe poner a pensar a la persona inconforme sobre su propia espiritualidad, sobre su concepto de Dios, sobre las leyes universales, sobre la responsabilidad personal, sobre la justicia de Dios, sobre la vida y la muerte, sobre lo que Dios considera bueno o malo; entre muchas otras cosas. Si no se comparte el simple y lógico párrafo de reflexión, definitivamente faltan muchas cosas por entender.
Esta concepción de “Vivir con Dios” concede a la persona que la honra uno de los dones espirituales más importantes a desarrollar: la Humildad.
Esta Humildad es una cualidad del espíritu, y por tanto se ejerce únicamente hacia Dios.
Ser espiritualmente humilde no significa aceptar de forma pasiva todo los que nos sucede, por el solo hecho de que “Dios lo permitió” (ya que está siempre con nosotros). Muy por el contrario, la humildad ante Dios nos permite: hacer, remediar, luchar, buscar que sea diferente, aprender de las cosas; todas estas acciones de forma súper eficientes y efectivas.
Estas acciones que logran resultados eficientes y efectivos se consiguen cuando somos humildes antes Dios por el simple hecho de que dejamos de gastar nuestras energías en algunas de las peores actitudes desgastantes que tenemos: la queja, la frustración y el resentimiento.
Pero cuidado; se tiende a creer que sin queja no hay mejora y que el resentimiento nos mueve a la lucha. Por eso el mundo aún lucha por su bienestar.
El no quejarse no implica desconocer lo que está equivocado o lo que pudiera ser mejor (esto ya lo sabemos porque lo he explicado extensamente) sino que por el contrario te permite actuar sin engancharte en sentimientos destructivos (el resentimiento y la frustración, por ejemplo)
Una persona que esté “Viviendo con Dios” entonces debería tenerlo presente siempre y ver su realidad desde los ojos de su espiritualidad:
-          que si alguien llegó tarde a una cita, pues asumir que por algo Dios lo permitió (Dios es el que se lo sabe todo, ella probablemente no tenga idea del porqué);
-          cuando se le atraviese un carro, por algo fue;
-          cuando le suceda algo desagradable, averiguar qué es lo que Dios espera que aprenda de allí (a nivel espiritual por supuesto)
Pensemos un poco. Si un hijo entra a su casa y comienza a quejarse (con su mama al lado) de que tienen tiempo sin comer bien, de que todo allí es un desorden, de que es incómodo incluso llegar allí... ¿qué pensaría o cómo se sentiría su mamá encargada del hogar?
Si una persona “siente a Dios a su lado” y se vive quejando y pensando que este mundo está lleno de injusticia y de cosas que no deberían estar pasando y que es un desastre... pues directamente “sin querer queriendo” le estaría diciendo a Dios que está haciendo su trabajo mal, o que está descuidando las cosas, o que se le están pasando por alto. En fin,  le estaría echando en cara de que no sirve para mucho porque en realidad no tiene el control de las cosas que ella considera “importantes”.
... después de desacreditar a Dios con tu queja, tu inconformidad y tu frustración, ¿buscas que te ayude?

Namasté
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 29 de octubre  del 2014
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras-claves: omnisciente, omnipresente, omnipotente, Dios, humildad, espiritual

martes, 28 de octubre de 2014

Crisis de sanación



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
El término de “crisis de sanación” se refiere directamente los momentos difíciles que alguien puede sufrir cuando se está en un proceso de sanación.

Parece un contrasentido que alguien que esté sanando pueda tener alguna crisis. Pero es lo que suele ocurrir (a veces no de forma evidente) y es totalmente correcto y hasta apropiado. Paso a explicar. 

Lo primero que siempre se apunta es que ningún asunto clínico es una “crisis de sanación”. Cualquier manifestación de malestar que pueda poner en riesgo la integralidad, la funcionalidad o la vida de alguna persona (o de los que la rodean), no se puede considerar “crisis de sanación”; sino que se debe buscar atención profesional inmediata.

Así que no es nada prudente ni recomendable catalogar como crisis de sanación a eventos que sean de atención médica. Siempre hablamos de “sanarse” y “curarse” como eventos que debemos asumir de forma paralela; esto es sanación holística. Nunca debemos olvidar el abordaje científico. 

Segundo: para que haya una crisis de sanación debe haber un proceso de sanación verdadero. No todo lo que buscamos para mejorarnos nos sana. Desde el plano holístico hay muchos enfoques que más que sanar lo que buscan es paliar o enmascarar al malestar; generalmente sin mala intención, pero sí con mucha ignorancia. 

Tercero: todo proceso de sanación es inherente al individuo (”al ser”). Por lo tanto, los procesos de sanación son naturales y deben llevarse a cabo en el mismo individuo. Esos enfoques donde un terapeuta “hace algo” y eso “sana a alguien”, son más paliativos que sanadores. Si bien una persona puede sentirse mejor con este tipo de herramientas, no se lleva a cabo en ella ningún proceso de sanación intencionado (si bien puede ocurrir de forma natural). Esto puede provocar que el mismo malestar aparezca de nuevo en cualquier momento de su existencia; de la misma forma o reflejado en otros aspectos de vida (sin decir que pueden venir “crecido” por el tiempo que estuvo sin sanar)

Con estos tres puntos, ahora puedo enmarcar un proceso de sanación de forma correcta.

Ante cualquier proceso agresivo (externo o interno al individuo) un organismo (o un ser) activa sus procesos de sanación inherentes (propios). Estos procesos comienzan a utilizar recursos adicionales del mismo ser (elementos químicos, orgánicos, energéticos y espirituales) para poder llevar a cabo la nueva tarea que se acaba de despertar (el proceso de sanación) que no se estaba ejecutando antes de la perturbación.

Entonces, sanar requiere de “energía adicional” más allá de la que solemos utilizar cuando simplemente vivimos sin sentir las agresiones.

La mayoría de las veces un organismo o ser que está sanando, debe liberar cosas que tiene adentro que le estén haciendo daño: toxinas, formas de pensar, sentimientos, energías, etc.

Está claro, cuando estamos sanando físicamente (curándonos), que se generen malestares debido al mismo proceso. Tenemos a la fiebre como mecanismo de nuestro sistema inmunológico luchando contra organismos patógenos para tratar de erradicarlos. Tenemos a la diarrea y el vómito, como mecanismos de defensa de nuestro sistema digestivo para sacar lo que nos está haciendo daño. Tenemos a los dolores, para indicar inflamación que en alguna medida es una forma de llevar fluidos a la zona para tratar de curarla o de no moverla; y muchos otros malestares que sentimos, que no son más que indicadores de que nuestro organismo está luchando para reparar una situación negativa o para sentirse mejor.

Y tanto la fiebre como el vómito, así como el dolor y la diarrea; desgastan; y no solo físicamente sino de forma energética.
Entonces, si a un proceso de sanación (que ya de por sí es desgastante) se le inyecta más energía; pues la sanación se refuerza. Por lo tanto, se pueden reforzar los malestares que indican que el cuerpo está defendiéndose. 

¿Por qué crees que descansar físicamente nos ayuda a recuperarnos más rápido de diferentes afecciones? Porque simplemente ahorramos energía que puede ser utilizada en los procesos de curación/sanación.

Pero no solo en el cuero físico, sanamos también a nivel mental por lo cual se puede provocar crisis; sanamos a nivel emocional, provocando crisis, a nivel energético, astral, kármico y espiritual, donde también hay síntomas de lucha y por lo tanto crisis.

El escenario donde más se habla de crisis es en el de las sanaciones energéticas; porque cualquier proceso de sanación, en cualquier plano, requiere de energía vital. 

Si tenemos un cuerpo energético sobre el cual está nuestro malestar, mejorar debe pasar por cambiar a esa estructura energética que soporta el malestar; y eso incómoda. Esa incomodidad representa una pequeña crisis de sanación; la que se puede manifestar por la simple “duda o desprecio en los procedimientos” o en el “descontento o decepción” (no justificado) de la técnica. “Has ido una sola vez y ya no te gusta”. Sí, “la resistencia al cambio” también se manifiesta a nivel energético, no solo es mental.

Además, cuando se llega a recibir energía vital adicional (por alguna terapia o iniciación energética) el cuerpo va a tener más energía y por lo tanto va a arreciar los procesos de sanación que ya tenga ejecutándose. Esto puede aumentar de forma momentánea el malestar; y esto es crisis de sanación.

Pero existen casos en que la sola entrega de más energía no produce crisis; y esto se puede deber a que a lo mejor no están despiertos los procesos de sanación necesarios. En dichos casos, se utilizan otras técnicas de sanación para despertar los procesos requeridos y así la crisis comienza.

Entendidas de esta forma, las crisis de sanación nunca son malas, Son solo son una manifestación de que nuestro ser está en una lucha activa para sanar. 

Pero atención; si bien una crisis de sanación hace referencia a procesos de sanación, esta no indica el éxito de los mismos. Cuando un sanador despierta una crisis de sanación y no le da a la persona las herramientas, los argumentos o si es posible el seguimiento para que la sanación sea efectiva, la crisis de sanación deja de ser agradable.

No entender lo expuesto aquí lleva a muchas personas a desvirtuar a los verdaderos procesos de sanación. Cuando se someten a ellos y se presentan crisis de sanación, más allá de verla como una lucha que podrá guiar a una victoria definitiva; pues salen corriendo y abandonan su sanación. Una perdida de los recursos invertidos y del esfuerzo inicial.

Más allá de las manifestaciones físicas descritas anteriormente (las cuales indican crisis de sanación) existen otras referidas a planos no físicos:
  • sueño (aletargamiento)
  • intolerancia hacia los demás y hacia situaciones
  • evocación de malestares emocionales de situaciones pasadas que se creían superadas
  • cambios de humor
  • necesidad de estar solo
  • rechazo repentino a cosas a las que se estaba acostumbrado
  • cambios repentinos de preferencias
  • desacuerdo entre personas que antes eran afines
  • dudas, incertidumbres o revaluación sobre lo que antes se tenía certeza
  • desánimo o descrédito al mismo proceso de sanación
  • entre otras.
Hay que recalcar que estas actitudes no son exclusivas de las crisis de sanación, sino que pueden acompañar a otras patologías. Es por eso por lo que al presentar alguno de esos síntomas no se debe asumir en primera instancia que se tiene una crisis de sanación; sino que debe haber una evaluación más amplia por parte de un profesional.

Además de esto, debemos recordar que las crisis de sanación SIEMPRE son temporales y pasajeras y se llegan a resolver bastante rápido; NUNCA son condiciones clínicas.

Así que si estás en un proceso de sanación y sientes alguna crisis, primero descarta con un profesional las posibles causas del malestar o del empeoramiento de cualquier condición. Una vez hecho esto; sigue reforzando el proceso de sanación, continúa con los consejos y no desmayes. Al final estarás mejor porque habrás logrado una sanación permanente.

Namasté

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 28 de octubre  del 2014
http://www.sanacioncristica.org
http://www.AdamaConsciente.org.ve/
http://www.evolucionconsciente.org.ve
http://pagr777.blogspot.com/
http://www.reiki.org.ve
http://e-reiki.ning.com
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras-claves: crisis de sanación, malestar, sanar, curar

lunes, 13 de octubre de 2014

La primera pregunta: ¿Quién soy yo?



Espiritualidad 101
Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
¿A quiénes se les da más fácil esto del crecimiento espiritual?
El primer paso que hay que evaluar en cualquier persona que quiera enfrentar un crecimiento espiritual se representa en la pregunta personal de ¿quién soy yo?
La respuesta vendrá enmarcada desde posibles enfoques o planos: desde el terrenal-físico, desde el terrenal-mental, desde el terrenal-emocional o desde el espiritual. Es poco frecuente que alguien se llegue a definir desde el plano astral.
Además, la respuesta va a venir condicionada probablemente por el escenario donde se realiza la pregunta; por lo cual se suele obtener como respuesta: "yo soy un ser espiritual".
Puede haber aún una respuesta más amplia e "inteligente": "yo soy un ser integral; formado de todas esas partes".
Pero más allá de lo expresado, la validez se certifica pronto. Esto se hace observando dónde están enmarcadas prioritariamente las situaciones que "le quitan el sueño" a esa persona.
Ni siquiera los gustos definen tanto la consciencia del ser como lo hace la sensación de amenaza. Porque definitivamente se defiende prioritariamente lo que consideramos nuestra escencia básica; en especial en momentos en que nos sentimos amenazados. Y por lo tanto se lucha más en la vida por mantenerlo.
Si a alguien le preocupa su integridad física antes que otras cosas, pues su consciencia terrenal-física será muy fuerte.
Si a alguien le preocupa prioritariamente su bienestar futuro; seguramente su consciencia terrenal-mental dominará.
O si a alguien le preocupa prioritariamente el bienestar emocional personal o el de otros, pues le toca el turno a la consciencia terrenal-emocional.
Y estos tres, son solo ejemplos sencillos. ¿Acaso son muchas personas las que se preocupan en cómo será su existencia luego de su muerte física?
No me refiero a que no tengamos que defender y ocuparnos de nuestra realidad en los diferentes planos; eso es lo correcto. Pero el esfuerzo prioritario, la dedicación mayoritaria, la preocupación intensa; marcan nuestra consciencia de quienes creemos que somos.
Entonces, si encontramos en una persona una marcada identificación personal en el plano espiritual, probablemente ya esté llevando un camino de crecimiento espiritual; y en el peor de los casos habrá que ofrecerle ajustes menores al que ya tiene
Pero si estamos frente a una consciencia del ser muy terrenal, podemos encontrar que la búsqueda espiritual puede estar más centrada en conseguir objetivos terrenales. Obedece entonces más a una urgencia terrenal que a un deseo real espiritual.
En este caso, el trabajo espiritual para esa persona va a ser mucho más arduo, más exigente. Lamentablemente en esos casos, no suele ser persistente y por lo tanto termina siendo muy poco efectivo.
Es necesario entonces, invitar a la persona a que autoevalúe si de verdad quiere hacer tamaño esfuerzo para avanzar espiritualmente; manteniendo las expectativas controladas (tendiendo a cero) de sus soluciones terrenales.
Es vital que se logre en la persona terrenal esa “ampliación de consciencia del ser”. Es indispensable que la persona terrenal comience a darse cuenta de que también es un ser espiritual. Luego, con el tiempo, en el camino espiritual deberá descubrir que lo anterior había sido un engaño; ya que únicamente se es un ser espiritual, con una existencia terrenal muy temporal e intrascendente, si bien necesaria para crecer espiritualmente, no para lograr cosas terrenales.
Si se desean intentar una ampliación de consciencia del ser hay que comenzar desde planos muy mentales, muy argumentados; propios de la consciencia mental que predomina en el plano terrenal.
Hay que enfrentar argumentos como:
-          El esfuerzo terrenal no siempre parece dar resultados.
-          La correctitud mental, emocional, social e incluso moral, parecen a veces no ser correspondidas con cosas gratificantes.
-          El significado de la muerte (en relación con su impacto en la perspectiva personal).
-          La lucha y el desgaste constante en el plano terrenal, que parece no acabar.
-          La aparente incertidumbre o incomprensión de nuestra realidad.
-          La no correspondencia entre buenas intenciones, buenas acciones y buenos resultados.
Estos, entre otros muchos esquemas terrenales-mentales en los cuales reflexionar.
Parece enredado, pero el crecimiento espiritual no pareciera estar hecho para todo el mundo. ¿Elitezco? ¿Excluyente? No, simplemente la persona debe tener algo sobre lo cual trabajar; un músculo el cual ejercitar. Ese algo parecería ser un espíritu manifiesto, por lo menos en su mínima expresión.
Lograr que ese espíritu despierte en cualquier persona (que ya lo tenga) se puedae conseguir; sin que esté muy clara la mejor forma de hacerlo.
Pero sí es el primer paso. Si alguien no llega a considerarse a sí mismo (en grado suficiente) como un ser espiritual; y eso no le lleva a preocuparse de las cosas del espíritu (de forma prioritaria), mejor será que considere utilizar su tiempo en otra cosa que no sea crecimiento espiritual.
Pero repito nuevamente; trabajar de forma prioritaria el espíritu no significa de ninguna manera olvidar a nuestros otros planos de consciencia. La ventaja del espíritu es que es una consciencia incluyente hacia las demás.
Cuando trabajamos nuestro espíritu, nuestros otros planos de consciencia (astral y terrenal) salen favorecidos porque ambos están, de alguna forma, arropados por el espíritu.
No así, si trabajamos prioritariamente desde nuestra terrenalidad o desde nuestra astralidad. Allí, el espíritu puede quedar totalmente desasistido; y al morir llegaremos medio “desnudos” y medio “vacíos” al más allá, donde las cosas del espíritu son más que necesarias.
Namasté
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 13 de octubre  del 2014
http://e-reiki.ning.com 
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc 

Palabras-claves: quién soy, espíritu, planos, terrenal, espiritual, ampliación, consciencia, morir, muerte

domingo, 12 de octubre de 2014

Pidiendo favores a Dios



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
Muchas veces, cuando necesitamos ayuda de Dios y se la pedimos, terminamos la conversación diciendo algo similar a: “Confío en ti, Dios”

Pero confiar en Dios no significa que va a suceder lo que tú necesitas que pase; sino que tienes la confianza que todo va a ocurrir según corresponda dentro de las leyes de Dios.

En este universo no sucede nada que no esté enmarcado por las Leyes de Dios (Leyes Universales). ¿Que eso no es cierto? Si conocieras y entendieras dichas leyes no dudarías. Ese es otro problema.

¿Se nos olvida acaso la frase rutinaria de "hágase tu voluntad"? Coherencia y consistencia, hermanos; eso se nos exige en nuestra fe. No podemos rezar algo por la noche y pedir otra cosa durante el día.

Muchas veces esperamos "milagros", pero sin saber que estos ocurrirán solo si están dentro del Orden Divino. No solemos preguntarnos si “merecemos los favores que pedimos”; o por lo menos si “le hemos dado argumentos positivos a Dios con nuestra forma de vida” para que Él nos ayude.

Pero es innegable que a veces ocurren maravillas. En la ocurrencia de milagros, a veces se pueden adelantar parte de las bendiciones que alguna vez acumulamos (karma positivo, por ejemplo). Si esto sucede,  entonces las cosas buenas ocurren gracias a ellas; a pesar de que no correspondían para el momento.

(Nota: hay formas prácticas para intentar adelantar esas bendiciones para que ocurran milagros; e incluso esto está dentro de las leyes universales. No me las preguntes a mí, tu religión la sabe)
En el caso de que utilicemos un adelanto de nuestras “bendiciones”, iremos agotando nuestra "cuenta de ahorro de bendiciones".

Si queremos ser serios, debemos entonces tener cuidado de los "favores" que pedimos; no vaya a ser que gastemos nuestras bendiciones en cosas intrascendentes.

Si no tenemos ese cuidado, cuando necesitemos de favores que sean realmente apremiantes e importantes, no tendremos el saldo suficiente para resolver.

Claro está; si concedido el milagro, trabajamos duro desde nuestra espiritualidad; siempre podremos ir ganándonos y depositando bendiciones para recuperar el saldo y para el futuro.

¿Cómo se ganan bendiciones? Llevando una vida espiritual correcta y comprometida.

¿Cómo se lleva una vida espiritual comprometida? Llevando tu vida terrenal bajo principios espirituales.

¿Cuáles son los principios espirituales? Depende de tu religión. Pero posiblemente te suenan algunos como: amar a Dios sobre todas las cosas, honrar a tu padre y a tu madre, amar a tu prójimo como a ti mismo, bendecir a tus enemigos, no juzgar, poner la otra mejilla, etc.

Con esta enseñanza, se puede entender Mateo 25:14-30 La Parábola de los Talentos. Si tu Dios te concede una bendición y no produces con tu esfuerzo más de lo que se te dio (hablo de más bendiciones espirituales); te va a ir peor que antes.

Mateo 25:14-30
Nueva Versión Internacional (NVI)

14 »El reino de los cielos será también como un hombre que, al emprender un viaje, llamó a sus *siervos y les encargó sus bienes. 15 A uno le dio cinco mil monedas de oro, a otro dos mil y a otro sólo mil, a cada uno según su capacidad. Luego se fue de viaje. 16 El que había recibido las cinco mil fue en seguida y negoció con ellas y ganó otras cinco mil. 17 Así mismo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. 18 Pero el que había recibido mil fue, cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.

19 »Después de mucho tiempo volvió el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. 20 El que había recibido las cinco mil monedas llegó con las otras cinco mil. “Señor —dijo—, usted me encargó cinco mil monedas. Mire, he ganado otras cinco mil.” 21 Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” 22 Llegó también el que recibió dos mil monedas. “Señor —informó—, usted me encargó dos mil monedas. Mire, he ganado otras dos mil.” 23 Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”

24 »Después llegó el que había recibido sólo mil monedas. “Señor —explicó—, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha esparcido. 25 Así que tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo.” 26 Pero su señor le contestó: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido? 27 Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses.

28 » ”Quítenle las mil monedas y dénselas al que tiene las diez mil. 29 Porque a todo el que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. 30 Y a ese siervo inútil échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes.” 
No es retaliación ni castigo; es simple consecuencia de las leyes universales. Y este es solo uno de los escenarios de enseñanza espiritual donde se aplica esta parábola.
Siempre ha sido importante trabajar y ahorrar antes de necesitarlo; es infantil esperar estar en un apuro para proponérselo; y peor aún recibir un adelanto y no honrarlo.
Namasté

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 12 de octubre  del 2014
http://www.sanacioncristica.org
http://www.AdamaConsciente.org.ve/
http://www.evolucionconsciente.org.ve
http://pagr777.blogspot.com/
http://www.reiki.org.ve
http://e-reiki.ning.com
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc 

Palabras-claves: milagros, talentos, marcos, favores, leyes universales, ahorro, bendiciones

sábado, 4 de octubre de 2014

Viviendo situaciones complicadas



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

La realidad en la que vivimos no es solo nuestra; y las situaciones difíciles nos pueden arropar a varios a la vez.
La idea es que la mayoría de nosotros nos comportemos de forma tal que las situaciones difíciles desaparezcan. Pero mientras eso pasa, podemos comenzar a hacerlo nosotros por nuestra cuenta; y ser de aquellos que puedan tener un poco de paz (e incluso “buena suerte”) a pesar de las cosas complicadas que aún suceden a nuestro alrededor.
Esa paz es posible; y lo es sin necesidad de desconectarnos de dicha realidad, ni de insensibilizarnos de las situaciones. Muy por el contrario; si enfrentamos las cosas con un poco más de paz; estas se pueden resolver más rápido.
Aquí te resumo el porqué sufrimos situaciones de vida complicadas. Ya lo he explicado en mil y una formas; esta sería la 1001.
Supongamos que estamos viviendo momentos difíciles; de cualquier índole, sean personales o grupales. Debes saber que:
  1. Tú siempre creas tu realidad futura. Si no crees esto; entonces ¿para qué te estás esforzando hoy por un mañana mejor?; igual te iría como sea o como quieran los demás o como el destino o el futuro incierto se signen. 
  2.  Pero si aceptas que tú sí creas tu futuro, entonces lo que estás pasando ahora, tú lo creaste en tu pasado. No cometas la tontería de culpar a los demás de lo que te pasa hoy, porque cuando lo haces te condenas a no mejorar nunca. Es normal que no veas cómo puedes tú ser responsable de lo que estás pasando; pero que tengas memoria corta o no tengas mucha idea de cómo lo hiciste no te puede cerrar el entendimiento. 
  3. Esta situación que pasas en la actualidad la has creado gracias a cómo te has sentido en algunos momentos del pasado  (Ley de atracción)  y de como haz hecho sentir a los demás en algunas situaciones  (Ley de Acción y Reacción). 
  4. Te entiendo cuando dices que “esto no puede ser”; porque tú sabes que siempre has tenido buenos sentimientos y nunca has odiado a nadie. Pero lo que pasa es que la simple queja, la frustración, el “sentirse defraudado” por alguien, el “fastidio”, la inconformidad, la flojera, el “dejar pasar”, el incumplir pequeñas cosa “porque nadie te veía” o “porque no le hacían daño a nadie”; todos son sentimientos y acciones suficientes para destruir el futuro de cualquiera. Todas estas se van acumulando una a una cada vez que aparecen en tu vida. 
  5. Una de las cosas más difíciles de entender es cómo somos responsables de cosas que parecieran culpa directa de los demás. Eso únicamente evidencia el poco entendimiento espiritual que tenemos. Todo “medio” cristiano, todo “medio” budista, todo “medio” hinduista; sabe de sobra que esto es así. Cuidado, una cosa es autoproclamarse “cristiano” (por ejemplo) y otra diferente es serlo de verdad. 
  6.  Si no comienzas AHORA a atajar los sentimientos perjudiciales que tienes sobre la situación que sufres (por muy difícil que parezca) estarás en una bola de nieve, en un círculo vicioso; creando un peor futuro para ti y para los tuyos. Créeme, la situación no puede mejorar si tu no cambias tu forma real de sentir. Y siempre se puede estar peor. Y no solo puede empeorar la situación específica; sino otras áreas de tu vida personal como tu salud, tu economía, tu pareja, tu familia, etc. Una bola de nieve se lleva todo lo que encuentre por delante, no solo la nieve. 
  7.  Pero lo bueno es que Dios sí puede ayudar. Dios es el único que puede romper ese desastre; pero no pretendas hacerlo metiéndolo a Él en la situación; sino metiéndolo a Él dentro de ti. 
  8. Cosas que ya sabes, como: ama a tu prójimo como a ti mismo; bendice a los que consideras tus enemigos; no juzgues; pon la otra mejilla, etc.; son las que debes trabajar cuando tengas a Dios dentro de ti. Son mandatos tu Dios; si no los aceptas, o no te esfuerzas o los desvirtúas o desestimas, no te engañes diciendo que crees en Él, ni mucho menos pidiéndole que te ayude. En algún momento la situación terminará, pero no creas que habrá sido porque Dios te ayudó a ti. 
  9. Puedes no saber cómo hacer nada del punto anterior, o creer que “sentir bonito” hacia algunas personas es imposible; ¡BINGO! Por eso es que estás sufriendo todas esas cosas. Más te vale que comiencen cuanto antes porque el futuro promete empeorar.
Si no me crees, olvida lo que te he dicho; sigue viviendo como estás. Si llega el día cuando ya no puedas más, Dios quiera que conserves estas líneas para que vuelvas a leer. Reza porque entonces no sea tarde.
Si por el contrario crees en esto, aún puedes tener dudas sobre qué significa o cómo se trabajan algunos de los puntos. Corre, busca ayuda, esfuérzate. No es solo preguntar y entender. No lo dejes para después; aún estás a tiempo antes de que pase algo peor.
Mientras yo esté por los alrededores, estoy a la orden.
Namasté
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 04 de octubre  del 2014
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras-claves: LDA, karma, situaciones difíciles, bola de nieve

viernes, 3 de octubre de 2014

Dios escondido en la gente



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Hoy caminaba por la calle, de regreso de las compras hogareñas; y me sorprendí encontrando a Dios escondido en muchas partes.

Afiné la vista viendo a una muchacha que venía de frente por la acera delante de su madre; un poco cansada; y entonces reconocí a Dios dentro de ella.
La emoción que sentí en el corazón, me llevó a fijarme en un muchacho que trataba de sacar un “carrito de perro-caliente”  por la puerta de su edificio sin lograrlo. Miré en el fondo de él y estaba Dios.

También lo encontré en una abuelita delante de mí, de la mano de su pequeña nieta diciendo que “ella antes podía caminar rápido pero que ahora no”. No fue difícil encontrar a Dios dentro de ambas.

Y como la sensación de los descubrimientos eran casi éxtasis místicos; sin detener mi paso, presté atención en la acera de frente, en un colegio para niños sordos; donde dos de ellos con sonidos guturales y señas estaban discutiendo; definitivamente Dios me salto a la vista desde su interior.

Y antes de llegar a casa, un niñito del mismo colegio con su papá, en la acera poniéndose el “aparatito de oreja” y su papá diciendo en voz alta “Aló, Aló” y en niñito respondiendo “aló” en señal que estaba sirviendo.

Allí mi corazón explotó y reconocí lo que estaba haciendo.

Abriendo la puerta de mi casa, recordaba que yo había estado en el camino haciendo lo mismo que de pequeño mis Maestros me enseñaban, cuando yo quisiera bendecir a las personas.

Pero ahora entiendo, que al yo hacer esto ellos también me bendecían a mí; porque me estaban dando la oportunidad de ver a Dios muchas veces en solo un par de cuadras.

Escribo esto ahora y me aflora un solo deseo: "que algún día, si aún no lo han hecho, ellos mismos se den cuenta y sientan al Dios que llevan dentro, como yo humildemente lo pude ver hoy". 

Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 03 de octubre  del 2014
http://www.sanacioncristica.org

http://www.AdamaConsciente.org.ve/
http://www.evolucionconsciente.org.ve
http://pagr777.blogspot.com/

http://www.reiki.org.ve
http://e-reiki.ning.com

Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777
@AdamaConsc
Palabras-claves: bendecir, ver a Dios, interior