Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
Ya es un lugar común, con mucha teoría e hipótesis detrás, que el humor, la
risa, más allá de ser placentero, produce efectos benéficos para el ser humano.
Para argumentar el buen efecto del humor en nosotros, se pueden esgrimir
aspectos fisiológicos/químicos en el organismo, efectos positivos en nuestra
psiquis y por supuesto efectos en nuestras emociones; todos muy bien
fundamentados y considerados muy valederos. Pero aquí yo vengo a hacer lo que
me toca: voy a presentar el efecto benéfico del humor desde el punto de vista
energético; de forma totalmente consistente y acoplado a las otras argumentaciones
que se pueden brindar.
Desde el abordaje complementario de nuestra existencia, la parte energética
se reconoce como causante, motivo o propiciador tanto de nuestro bienestar como
de nuestro malestar. Y esto ha sido así desde mucho antes de que la medicina
tradicional naciera. Las prácticas donde se trata a la energía vital del ser
humano (Prana, Chi, Ki) para así conseguir el bienestar son milenarias.
Esta energía vital es procesada por lo que conocemos como nuestro cuerpo
energético, constituido este por los chakras (centros energéticos) y los
llamados “nadis” (conductos energéticos). Si en este cuerpo energético todo
funciona correctamente (estado de los chakras y flujo de la energía) de aquí se
pueden alimentar todas las funciones de vida: físicas, mentales, emocionales y
las mismas funciones energéticas.
Un malestar de cualquier tipo puede por lo tanto ser reflejo de un mal
funcionamiento del cuerpo energético, o por el contrario, si tiene otro origen
que no sea energético, se va a ver reflejado en este.
Es por esto por lo que la energía vital se considera indispensable para
mantener o recuperar el bienestar, sea donde sea que se considere. Si hay, por
ejemplo, algún problema en nuestro cuerpo físico, aunque el problema haya
tenido su origen allí mismo, no solo se van a activar los mecanismos biológicos
de recuperación, sino que estos estarán acompañados de mecanismos energéticos
de recuperación.
Si el problema es mental o emocional, lo mismo sucede. Sea donde sea que se
produzca algún problema, además de los mecanismos de recuperación específicos o
locales, todos estos se acompañan de mecanismos energéticos de recuperación que
van a llevar la energía vital adicional necesaria para que la sanación tenga
mayor posibilidad de ocurrir de forma efectiva. De aquí nace la utilización de
terapias energéticas de sanación.
Pero si por el contrario, algún proceso de sanación (en cualquier parte) no
dispone de la energía vital suficiente para llevarse a cabo, pues el éxito de
conseguir el bienestar se puede ver dificultado.
Así es que cuando una persona está sanando algo, esta va a necesitar
energía vital adicional a la que necesita para su normal vivir. Y surge aquí la
pregunta que da pie al tema de este escrito: ¿Cómo nuestro cuerpo energético
puede satisfacer una exigencia de energía vital cuando se requiera?
La respuesta es directa para cualquier terapeuta energético: la energía vital adicional para sanar
cualquier malestar se toma de la reserva que mantiene nuestro segundo chakra
(el chakra sacro o swadhisthana)
Nuestro segundo chakra mantiene energía vital de reserva para los momentos
o procesos de sanación que se requiera; y para tal efecto él mismo debe estar
sano, fuerte, repleto de energía vital. Si lo observamos de forma aislada, la
energía del swadhisthana se relaciona con el bienestar legítimo, el disfrute
sano, el placer inocente, el brindar y recibir bienestar... la risa y el humor.
Cada vez que nos exponemos a esas experiencias de bienestar, placer,
disfrute; nuestro segundo chakra se fortalece y se llena de energía,
acumulándose energía vital para cuando sea necesaria.
El humor, en cualquiera de sus
tres formas (ver mi artículo sobre “Tipos de humor”
http://pagr777.blogspot.com/2013/11/tipos-de-humor.html) va a impactar de forma
positiva, directa o indirectamente, sobre nuestro segundo charka, expandiéndolo
y permitiendo que se llene de energía vital como si fuera un depósito. Esta
misma energía vital es la que se va a utilizar favoreciendo cualquier proceso
de sanación.
Grupos como los del “Doctor Yaso – payasos de hospital” y otros menos
conocidos pero igualmente importantes, son promotores de bienestar realmente
útiles y efectivos, dignos de todo mérito.
“Una persona que disfruta del humor (en cualquiera
de sus formas no patológicas) tiende a estar más sana, a recuperarse más rápido
de los malestares, o a tener mejor calidad de vida; es solo cuestión de energía
vital.” #PAGR2013
Namasté.
Pedro
A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
25 de noviembre del 2013.
Twitter: @eReiki @EvolConsc @pagr777