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sábado, 28 de diciembre de 2013

Jesús el milagrero

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Sea cual sea la fe que se profese, la figura de aquel hombre llamado “Jesús de Nazareth”, fue una figura importante. Independientemente si se comparten sus enseñanzas o no; o más allá de si se cree un mito o una figura real histórica; el hecho de que dos mil años después cada vez tenga mayor vigencia, es importante.

No me atrevo a comparar a Jesús con otras figuras históricas o mitológicas que han formado pensamientos espirituales; pero me voy a centrar en Él porque es lo que me corresponde.

A pesar de su importancia y de su expansión en el mundo (desde el hecho de que su actuación conocida se circunscribió en un territorio relativamente pequeño); Jesús el Cristo es un personaje con interpretaciones diversas, ligeras y hasta acomodaticias dentro del común de la gente.

Eso puede no ser desafortunado, ya que lo hace una figura accesible a todos; pero a veces llega el momento de recoger al rebaño disperso y poner algunas cosas claras.

Dentro de mi enseñanza espiritual Jesús el Cristo tuvo (y tiene) dos roles principales en su vida. Únicamente los voy a resumir aquí porque los he planteado ampliamente en otros escritos:

  1. Jesús el Salvador: que representa el perdón de los pecados a través de su crucifixión; con la cual, una vez aceptada, se pasa a ser un cristiano con todas las ventajas. Se requerirían varios meses de enseñanza y reflexión para su total argumentación y comprensión.
  1. Jesús el Maestro: quien dio sus enseñanzas; las mismas que tienen validez y son aprovechables para todos, sea como sea que nos llamemos o nos creamos ser. De hecho, a las enseñanzas cristianas se le pueden encontrar sus equivalentes en diferentes filosofías, enseñanzas espirituales o religiones.

Desde este doble rol de Jesús se enmarca todo su esquema de enseñanza espiritual “crística” (palabra que suelo utilizar cuando hago alusión al cristianismo místico). Entendidos y aceptados estos dos roles, no hace falta absolutamente nada más.

Pero hay un tercer rol con el que el público general lo busca: Jesús el “hacedor de milagros”.

No se puede negar que Jesús en su tiempo propició milagros. La iglesia católica misma le reporta veinticuatro (24) milagros únicamente en curaciones según los evangelios canónicos; y es esta capacidad para hacer milagros la que el común de las personas busca cuando tiene problemas. ¿Adorarlo y honrarlo como nuestro Salvador? ¿Hacerle caso a todo lo que dice Jesús como Maestro?... “bueno sí, pero hazme este milagrito”.

¿Será que es cierto? ¿Será que Jesús quería ser reconocido como “milagrero”?

Una de las cosas que tenía Jesús era su consistencia entre palabra y acción. Él fue el Salvador y asumió su sacrificio; Él fue Maestro y asumió su enseñanza. ¿En alguna parte de La Biblia asumió su capacidad única de hacer milagros personales? Me permito traer una pequeña muestra de los milagros con mis reflexiones:

Lucas 5:17-26
Reina-Valera 1960 (RVR1960)

17 Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar.
18 Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él.
19 Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús.
20 Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.

En esta historia se destacan cuatro cosas: primero, que Jesús no estaba en faena de milagrero, Él estaba enseñando y lo buscaron para sanar; segundo que “el perdón de los pecados” es lo que representa el milagro que se convierte más adelante (no reseñado) en sanación física; tercero que Jesús destacó la fe de ellos y gracias a esta es que Él realizó el milagro; y cuarto que la fe se evidenció en el esfuerzo casi sobre humano que hicieron los hombres para “llegarle a Jesús”, definitivamente hubo sacrificio.

Se entiende que al milagro se les antepusieron “condiciones previas” para que pudieran ocurrir.

Lucas 7:1-10
Reina-Valera 1960 (RVR1960)

1 Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum.
2 Y el siervo de un centurión, a quien éste quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir.
3 Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo.
4 Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciéndole: Es digno de que le concedas esto;
5 porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga.
6 Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo;
7 por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero dí la palabra, y mi siervo será sano.
8 Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
9 Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
10 Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo.

Nuevamente encontramos que Jesús no estaba en faena de milagrero, sino que estaba predicando. En los versículos 4,6,7 y 8 se presentan las “condiciones necesarias” para que el milagro ocurriera: el centurión “era digno” (4), el reconocimiento por parte del centurión de lo pequeño que él era ante Jesús – la no soberbia – (6), y la certeza del poder de Jesús (7 y 8).

Entonces, gracias a que esas condiciones estaban dadas, pudo darse el milagro. Jesús no parece ir haciendo milagros así por así, a menos que estén dadas ciertas condiciones o que haya alguna intención de enseñanza precisa que Él mismo determine.

Juan 5:2-18
Reina-Valera 1960 (RVR1960)

2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.
3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.
4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.
5 Y había allí un hombre (paralítico) que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo[a] aquel día.

Y este texto es espectacularmente aleccionador. Un estanque; una multitud de enfermos; y Jesús sanó solo a uno. ¿Cuáles “condiciones necesarias” estaban presentes en ese enfermo?

El enfermo había mantenido el empeño por 38 años y había hecho durante todo ese tiempo el esfuerzo sobrehumano de intentar llegar al agua a pesar de su parálisis; una y otra vez sin lograrlo, sin tener a nadie que le ayudara. Definitivamente había mucho merecimiento porque no se amilanó ante su incapacidad e intentaba sanar sin desistir.

Pregunta de reflexión; ¿será que ante situaciones en las cuales rogaríamos un milagro; este no se manifiesta porque aún se espera más de nosotros mismos? Con mucha seguridad es así. El haber hecho todo lo posible y todo lo que nos corresponde ante una situación particular, parecería “condición necesaria” para un milagro.


Lucas 5:12-13
Reina-Valera 1960 (RVR1960)

12 Sucedió que estando Él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.

Nuevamente al milagro lo antecede la adoración y confianza que le tenía el leproso a Jesús.

Lucas 8:48,50
Reina-Valera 1960 (RVR1960)

48 Y él (Jesús) le dijo (a la mujer que tocó su manto): Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

50 Oyéndolo Jesús, le respondió (a Jairo sobre su hija muerta): No temas; cree solamente, y será salva.

Y no solo en estas dos citas, Jesús apunta en muchas otras que los milagros se realizaron gracias a “la fe”, “la confianza”, “el reconocimiento de la Divinidad”, “la humildad”, “la adoración”, “el esfuerzo tenaz” de los solicitantes. Nuevamente “condiciones previas” necesarias.

Pero parece que aún no llego a ninguna referencia clara sobre el hecho de que los milagros sucedían alrededor de Jesús pero que no era su funciona principal. Si continuamos la cita anterior, encontramos una evidencia irrefutable:

Lucas 5:14-16
Reina-Valera 1960 (RVR1960)

14 Y él (Jesús) le mandó (al leproso sanado) que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.
15 Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.
16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.

Evidentemente, a Jesús no le interesaba que lo conocieran como “milagrero”; de hecho, no fue esta la única vez que pidió discreción ante los milagros.

Pero no solo eso; en el versículo 15 y 16 indica que, siendo buscado por la gente que necesitaba de sus milagros, “Él se apartaba de ellos”. ¡Jesús los llegó a evitar! ¿Necesitamos algo más claro que esto?

Y no creo que Jesús evadiera a los que lo buscaban para milagros porque no pudiera hacerlos o porque le molestara; sino que probablemente porque Él sabía en su corazón, que muchos no cumplían las “condiciones previas” para que estos ocurrieran. Probablemente lo buscaban únicamente para eso; y no es la idea en absoluto.

Definitivamente si uno de los roles de Jesús hubiera sido el de hacer milagros, Él no se hubiera apartado nunca; Él hubiera dado su vida por su deber, como sí lo hizo dentro de sus roles de Maestro y Salvador.

Lucas 4:42-43
Reina-Valera 1960 (RVR1960)

40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
41 También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.
42 Cuando ya era de día, (Jesús) salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.
43 Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.

¿Anunciar el Evangelio era el porqué fue enviado?; ¿es decir, que su función principal no era hacer milagros? Según Él mismo, parece que es así.

¿Eres tu uno de los que le pide milagros a Jesús el Cristo? ¿Por lo menos cumples con las “condiciones previas” necesarias para que sucedan? ¿Serán por eso las veces que no parece oírte?

Jesús sana de muchas maneras, no solo haciendo milagros de forma personal. En su paso por la tierra la gente se agolpaba para oír sus enseñanzas y así lograban sanación. Vivir en las enseñanzas de Cristo son la mejor forma de conseguir ese bienestar integral que tanto buscamos, más allá de las situaciones difíciles que temporalmente podamos tener.

Debemos buscar a Jesús primero como Maestro y Salvador, antes de como milagrero. La necesidad o la enfermedad o las ganas de estar bien, no son las condiciones mínimas necesarias para que nada ni nadie te conceda un milagro; hay otras y debes buscar y honrar.

Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 28 de diciembre del 2013.

Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc

viernes, 27 de diciembre de 2013

¡Cuidado... persona positiva a la vista!

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

El positivismo (no me refiero a la escuela filosófica de Saint-Simon, Comte y Mill) es una tendencia del pensamiento humano que representa a una actitud particular ante la vida y en especial ante los problemas; la misma que la mayoría de las veces trae más inconvenientes que ventajas.

La gente siente que esa actitud mental positiva es muchas veces lo único que se necesita para salir adelante; y si bien es cierto que una actitud negativa ante la vida no ayuda a nadie; el positivismo puede resultar muy engañoso.

Generalmente se practican cuatro tipos de positivimos:

  • El “positivismo ingenuo”: el que “ciega a las personas”, el que cubre los errores y las debilidades personales y le hace creer al practicante que él está bien, que todo se va a resolver “solo”, por el solo hecho de ser positivo.
  • El “positivismo evasivo”: que se ejerce como un mecanismo para evadir la responsabilidad de lo que sucede y por lo tanto la responsabilidad de resolverlo.
  • El ´positivismo impetuoso´: el cual plantea que mientras se ejerza con mayor intensidad y vehemencia el pensamiento positivo, todo va a salir mejor.
  • El ´positivismo celestial´: que al ejercerlo se cree que Dios está “en la obligación” de resolver muestras “metidas de pata” o por lo menos de ayudarnos haciendo Él la mayor parte del trabajo.

Esos tipos de positivismos en realidad terminan siendo uno solo, ya que ellos se entremezclan y se utilizan de esa forma.

La actitud positiva nunca ha ayudado a nadie de manera trascendente. Puede ser útil en un momento concreto y muy acotado en el tiempo, para no engancharse en actitudes difíciles; pero no debe convertirse en “la herramienta” para sanar, ni mejorar, ni crecer.

Cuando una persona se presenta con una tendencia positivista, terapéuticamente hay que analizar si está evitando asumir procesos serios de sanación. Puede tener manifestaciones constantes de malestar que simplemente oculta (para no ocuparse de ellas) tras pensamientos positivos casi compulsivos. Aquí cabe el dicho de “dime de lo que alardeas y te diré de lo que careces”.

Y para complicar el asunto, la actitud positiva se confunde con la “fe”; cosas que son sustancialmente diferentes. La “fe”, definida desde un plano espiritual, apunta más hacia la “confianza” que se le debe tener a Dios; pero “confianza” en el sentido de que Él no dejará sin frutos a nuestro esfuerzo tenaz en conseguir algo. Esta misma “confianza” implica la certeza de que el fruto de nuestras acciones le servirá totalmente a Dios. ¿Acaso podemos pedir algo más?

A diferencia de la fe, el positivimos suele ser mucho a beneficio personal; y la confianza se basa más en que todo saldrá bien porque “así debe ser” o “porque Dios lo quiere así”, y no necesariamente porque dependa de nuestro esfuerzo.

En cualquier esquema serio de sanación, lo primero que se debe hacer es sincerarnos en nuestro malestar, luego reconocer que hay algo malo, después que tenemos la responsabilidad de sanar eso que “no va bien” y finalmente asumir el compromiso de hacerlo. Todo este esfuerzo lo haremos con la fe de que Dios estará en cada momento con nosotros. “A Dios rogando y con el mazo dando”.

Y Dios nos asista cuando encontramos a una persona que más que ayudarnos lo que hace es llenarnos de elogios y que frases positivas... frases que harían fruncir el ceño a los que nos conocen de verdad. Aquí cabe la frase: “viví con él pa´que veais”. A salir corriendo antes de que nos creamos todas esas frases “luminosas”.

Es una realidad que debemos elevar nuestra autoestima, pero esa elevación debe ser un proceso de crecimiento interior, no tiene que venir nadie a levantártela desde afuera. “Si te gusta que te alaben estás en problemas graves, porque aún no has descubierto por ti misma/o cuanto vales. PAGR2013”

Ten cuidado con el ´positivismo estúpido´, te puede estar alejando de tus verdaderas bendiciones y de conquistar una vida realmente trascendente. PAGR2013”

Namasté

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 27 de diciembre del 2013.
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc

sábado, 14 de diciembre de 2013

e-Reiki, por y para ustedes (Feliz fin de actividades del 2013)

Queridísim@s amig@s

Hoy sábado (14 de diciembre del 2013) hemos terminamos con todas la actividades programadas para este 2013.

El saldo positivo lo sabe Dios (y me han soplado que es MUY BUENO).

Tenemos para finales de este 2013:

- 7 años ininterrumpidos de trabajo intenso de e-Reiki (en formación de Reikistas, talleres, charlas, terapias personales, terapias grupales, creación de terapias de sanación, nacimiento de Reiki Mineral, Comunidad Intermacional e-Reiki, membrecías internacionales, escritos, reflexiones, días mundiales de Reiki, retiros espirituales, libro publicados y en preparación, material POP, presencia activa en Facebook y Twitter, entre otras cosas más)
- 3 años ininterrumpidos de las Meditaciones Evolutivas
- 2 años ininterrumpidos de Evolución Consciente

Y créanme que nos sentimos como nuevos.

Como todos los años, lo que se prepara para el siguiente son bendiciones.
En este 2014 seguiremos reforzando y ampliando todo lo anterior y venimos con novedades:

- Sanación Crística,
- nuestra Fundación
- dos nuevos libros publicados
- mayor interacción con las sociedad y con las comunidades virtuales

y muchas más sorpresas...

Si bien e-Reiki nació como una motivación personal de mi hermana (SIlvia) y de este vuestro servidor; hoy en día se está moviendo y es más prometedor que nunca gracias a esos grupos de corazones que se han ido formando en e-Reiki y que ya somos familia:

- Reikistas
- Meditadores Evolutivos
- Evolucionistas Conscientes
- Manifestadores Consciente
- y Alineados con la Fuente

Quiero darles MUCHÍSIMAS GRACIAS DE CORAZÓN a ellos, que están siendo cada vez más la fuerza que impulsa a e-Reiki y que le permitirá que siga creciendo para el bien de la humanidad.

Y MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS USTEDES, algunos de los cuales que han confiando en mi para intentar ayudarles y algunos que pacientemente reciben mis mensajes por diferentes vías.

Para eso estamos y por eso seguimos. Queremos que la vida de cada persona que se acerque a e-Reiki tenga la oportunidad de convertirse en una Luz que ilumine su interior y su exterior.

Queremos que cada uno de ustedes que interactúe con nosotros, cobre mayor Trascendencia, tenga más Bienestar, más Paz, más Control de su vida; siempre con Dios por delante.

Este 2014 es AÑO CRÍSTICO; por tanto les invito a que sigamos juntos de forma activa; y que si aún estás solo de aquel lado de la pantalla, te unas a esta hermosa familia y nos conozcamos en persona.

No creas lo que te digo, solo anímate a participar con e-Reiki. Podrás conocernos y ser protagonista de cambios maravillosos en tu vida, así como han ocurrido en cada uno de nosotros. El tiempo pasa y las oportunidades dejan de estar. Hoy más que nunca se aplica de que no dejes para después lo que puede hacer hoy.

Le pido a Dios de corazón, las mayores bendiciones que Él les pueda dar a cada uno de Ustedes; y a Nuestro Señor Jesús que se fortalezca en sus corazones, para vivir con todo el mayor bienestar posible.

Dios les siga bendiciendo.

Feliz Navidad 2013 y un Próspero año 2014.

Namasté
PedroAGomezRuzzo

martes, 10 de diciembre de 2013

Sanación Crística

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Ya son no pocos años (más de 35 años) de aprendizaje, de sanación personal, de enseñar, como sanador, como consejero, como instructor, como investigador, como maestro y como terapeuta; los que me permite la experiencia para traerles este escrito hoy.

Por muchas vías se oyen cosas sobre la personalidad del Maestro Jesús (el Cristo). Sus enseñanzas son seguidas con diferentes enfoques, algunos certeros y otros manipulados o inconsistentes por ignorancia. El mismo concepto de Nueva Era nació de una intención de retoma de la consciencia de que debemos mejorar (en todos los sentidos) desde el punto de vista espiritual; y la misma tiene por muchos lados el sello de las enseñanzas cristiana.

¡Estamos en la era de Cristo! Y este sentimiento lo llevamos dentro de una u otra forma.

Pero por otro lado la población mundial se está polarizando en cuanto a su fe religiosa; o se cree mucho de forma fanática (y por tanto inoperante) o se deja de lado la práctica religiosa, también de forma patológica. Y es del sentir común de mucha gente que nuestras iglesias cristianas (católicas, evangélicas, etc.) cada vez llegan menos a los necesitados. Los templos están ocupados por personas que ya son religiosas (que nadie tuvo que convencer), pero nadie se ocupa, de forma eficiente y efectiva, de los que “aún no consiguen la puerta de entrada”.

Y todo estoy lo afirmo como sanador y como terapeuta. Ya es una constante cuando tengo un paciente delante de mí, contándome todos sus problemas (físicos, mentales o emocionales), que le debo hacer la pregunta: “y Dios, ¿dónde está entre todos esos problemas?”

Las respuestas a esta pregunta evidencian, la gran mayoría de las veces, varias cosas:

  • una concepción infantil de Dios;
  • una “poco útil” relación personal con Él;
  • y un compromiso personal casi nulo con ese Ser/Consciencia/Energía/Amor que muchas veces es a quién se le pide ayuda.
Y meto en todo esto a la parte espiritual porque siempre se acude a ella, no porque sea la única forma de sanar. Respeto de primera mano a la parte científica/técnica abocada a la salud, pero no es raro que cuando esta no da los resultados esperados, las personas acudan a Dios como último recurso de sanación.

¿Y si metemos a Dios desde el principio de nuestras dolencias (sin abandonar la parte médica formal)? Aún mejor ¿si metemos a Dios antes de estar enfermos?

Apelo a la parte preventiva como sanador. Es bien sabido que un malestar se manifiesta (en cualquier plano) una vez que se lleva tiempo “echan a perder las cosas”, muchas veces sin darnos cuenta.

Y Dios está también para eso, no solo para ayudarnos a sanar, sino para ayudarnos a no “caer” con enfermedad o malestar. Así que utilizar principios espirituales/religiosos siempre ha sido apropiado.

Durante toda mi vida, si bien he tenido una formación cristiana/católica bastante fuerte (no en fanatismo, sino en estudio, comprensión y adopción como estilo de vida), he tenido contactos con otras prácticas místicas/religiosas. Estos contactos me he permitido utilizar estas prácticas y enfoques tanto en mi vida personal, como en las otras áreas como sanador, terapeuta y maestro. Pero aún así me defino como cristiano, no por crianza sino con convicción.

Algunos que me conocen podrían pensar que mi cristianismo católico es poco ortodoxo, pero créanme que respeto profundamente a mi religión católica, la defiendo y la práctico; pero no dejo de lado pensamientos, prácticas y enseñanza que han logrado acercarme más a un Jesús “muy útil, efectivo y eficiente” en mi vida.

Y son estas enseñanzas crísticas las he llevado a todos los planos de mi vida; y ahora se las presento de forma estructurada en el área de sanación.

Muchos podrían decir que esto no es nuevo, ya que en todas partes esgrimo enseñanzas cristianas para el buen vivir, regaño a las personas, soy “chocante” con mis consejos y mis enseñanzas; pero lo verdaderamente novedoso es el enfoque.

Les propongo Sanación Crística, que en resumen plantea que: si quieres que Dios (a través de Jesús) te ayude a sanar, comienza por comportarte como Él te lo indicó. Así de sencillo.

Suena básico y lógico, pero el problema está en que la mayoría de las personas no sabe qué espera Jesús de ellos, o qué les ordenó hacer (¡fueron órdenes!); y en caso de que sí lo sepan, no tienen idea de cómo llegar a hacerlo. Y lo tengo que decir, el enfoque actual de las religiones cristianas no llega más allá de dar los simples consejos o a abordar pocos aspectos por separado.

¿Cómo se vienen presentando las terapias desde hace años? Llega una persona con algún problema en particular (o varios a la vez), y su búsqueda está centrada en: “vengo a que me cure o me sane”, “vea qué puede hacer por mí”, “quiero esta u otra técnica porque es lo que necesito”.

El terapeuta entonces comienza a aplicar las técnicas que sabe, pero generalmente no se plantea un “escenario de sanación integral, total”. Este escenario de sanación total debe ser soportado por el paciente; al fin de cuentas, es él el que debe mejorar.

Dentro de la Sanación Crística hay dos nuevas preguntas iniciales que el paciente se debe hacer, las únicas válidas: “¿qué puedo estar haciendo mal en mi vida para sentirme así?” y “¿cómo Jesús me pidió que actuara para corregirlo?” Estas son las que he bautizado como las “Preguntas Crísticas

Y no estoy reinventando ninguna religión; todo sale en La Santa Biblia; yo lo único que voy a hacer es ofrecerlo como esquema de sanación. ¿Que eso se expanda a toda la vida del paciente? Será parte de la bendición.

Habiendo comenzado a trabajar en esas dos preguntas crísticas dentro de este nuevo esquema de sanación, se deben abordar las terapias y técnicas médicas tradicionales u holísticas que sean necesarias para atacar el malestar o la enfermedad ya manifiesta.

El proceso de Sanación Crística, como se puede asumir, no es inmediato; ya que requerirá de tiempo para ir comprendiendo, interiorizando y operacionalizando en nuestra vida lo que yo llamo los “Lineamientos para Sanación Crística”, lo cuales han estado muy bien definidos desde siempre.

A pesar del tiempo que pueda tomar, las ventajas de este tipo de sanación son:
  • Se puede asumir de forma preventiva o correctiva.
  • Útil para cualquier tipo de malestar o dolencia.
  • Aumento de la eficacia de los otros abordajes terapéuticos.
  • Las mejoras son paulatinas, pero comienzan a percibirse desde las primeras.
  • Lo que se consiga en aprendizaje de bienestar, es aprovechable de forma automática en todos los ámbitos de nuestra vida.
  • El bienestar ganado es perdurable en el tiempo (podría decirse que “eterno”)

 ¿Y este esquema de sanación es solo para cristianos? Jesucristo, en este mundo, tuvo dos papeles: el de Salvador (aceptado así por los cristianos) y el de Maestro, de indudable aceptación por todo el universo. En Sanación Crística se presenta a Jesús como Maestro de vida, más allá de la fe religiosa que se profese. Es innegable que las enseñanzas crísticas se encuentran también en otros enfoques espirituales; de aquí su importancia.

Probablemente esta sea de ahora en adelante mi propuesta preferencial como sanador/terapeuta. Los detalles, por supuesto, no son útiles por esta vía; pero si te interesa enfrentar un proceso de Sanación Crística búscame, estoy a tu entera disposición.

Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 10 de diciembre del 2013.

Twitter: @eReiki @EvolConsc @pagr777

lunes, 25 de noviembre de 2013

Porqué el humor sana



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Ya es un lugar común, con mucha teoría e hipótesis detrás, que el humor, la risa, más allá de ser placentero, produce efectos benéficos para el ser humano.

Para argumentar el buen efecto del humor en nosotros, se pueden esgrimir aspectos fisiológicos/químicos en el organismo, efectos positivos en nuestra psiquis y por supuesto efectos en nuestras emociones; todos muy bien fundamentados y considerados muy valederos. Pero aquí yo vengo a hacer lo que me toca: voy a presentar el efecto benéfico del humor desde el punto de vista energético; de forma totalmente consistente y acoplado a las otras argumentaciones que se pueden brindar.

Desde el abordaje complementario de nuestra existencia, la parte energética se reconoce como causante, motivo o propiciador tanto de nuestro bienestar como de nuestro malestar. Y esto ha sido así desde mucho antes de que la medicina tradicional naciera. Las prácticas donde se trata a la energía vital del ser humano (Prana, Chi, Ki) para así conseguir el bienestar son milenarias.

Esta energía vital es procesada por lo que conocemos como nuestro cuerpo energético, constituido este por los chakras (centros energéticos) y los llamados “nadis” (conductos energéticos). Si en este cuerpo energético todo funciona correctamente (estado de los chakras y flujo de la energía) de aquí se pueden alimentar todas las funciones de vida: físicas, mentales, emocionales y las mismas funciones energéticas.

Un malestar de cualquier tipo puede por lo tanto ser reflejo de un mal funcionamiento del cuerpo energético, o por el contrario, si tiene otro origen que no sea energético, se va a ver reflejado en este.

Es por esto por lo que la energía vital se considera indispensable para mantener o recuperar el bienestar, sea donde sea que se considere. Si hay, por ejemplo, algún problema en nuestro cuerpo físico, aunque el problema haya tenido su origen allí mismo, no solo se van a activar los mecanismos biológicos de recuperación, sino que estos estarán acompañados de mecanismos energéticos de recuperación.

Si el problema es mental o emocional, lo mismo sucede. Sea donde sea que se produzca algún problema, además de los mecanismos de recuperación específicos o locales, todos estos se acompañan de mecanismos energéticos de recuperación que van a llevar la energía vital adicional necesaria para que la sanación tenga mayor posibilidad de ocurrir de forma efectiva. De aquí nace la utilización de terapias energéticas de sanación.

Pero si por el contrario, algún proceso de sanación (en cualquier parte) no dispone de la energía vital suficiente para llevarse a cabo, pues el éxito de conseguir el bienestar se puede ver dificultado.

Así es que cuando una persona está sanando algo, esta va a necesitar energía vital adicional a la que necesita para su normal vivir. Y surge aquí la pregunta que da pie al tema de este escrito: ¿Cómo nuestro cuerpo energético puede satisfacer una exigencia de energía vital cuando se requiera?

La respuesta es directa para cualquier terapeuta energético: la energía vital adicional para sanar cualquier malestar se toma de la reserva que mantiene nuestro segundo chakra (el chakra sacro o swadhisthana)

Nuestro segundo chakra mantiene energía vital de reserva para los momentos o procesos de sanación que se requiera; y para tal efecto él mismo debe estar sano, fuerte, repleto de energía vital. Si lo observamos de forma aislada, la energía del swadhisthana se relaciona con el bienestar legítimo, el disfrute sano, el placer inocente, el brindar y recibir bienestar... la risa y el humor.

Cada vez que nos exponemos a esas experiencias de bienestar, placer, disfrute; nuestro segundo chakra se fortalece y se llena de energía, acumulándose energía vital para cuando sea necesaria.

El humor, en cualquiera de sus tres formas (ver mi artículo sobre “Tipos de humor” http://pagr777.blogspot.com/2013/11/tipos-de-humor.html) va a impactar de forma positiva, directa o indirectamente, sobre nuestro segundo charka, expandiéndolo y permitiendo que se llene de energía vital como si fuera un depósito. Esta misma energía vital es la que se va a utilizar favoreciendo cualquier proceso de sanación.

Grupos como los del “Doctor Yaso – payasos de hospital” y otros menos conocidos pero igualmente importantes, son promotores de bienestar realmente útiles y efectivos, dignos de todo mérito.

“Una persona que disfruta del humor (en cualquiera de sus formas no patológicas) tiende a estar más sana, a recuperarse más rápido de los malestares, o a tener mejor calidad de vida; es solo cuestión de energía vital.” #PAGR2013


Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 25 de noviembre del 2013.
Twitter: @eReiki @EvolConsc @pagr777

martes, 12 de noviembre de 2013

La solución final



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Desde siempre se han escuchado a personas que algunos definen como locos, fanáticos, otros como profetas o iluminados, anunciando el fin del mundo. Y no me refiero a eventos cósmicos o fechas numerológicamente particulares; me refiero a aquellos que predican con la conocida frase “¡El tiempo se acaba, arrepiéntanse; el final está cerca!”.

Muchos de estos avisos sobre el final se basan en interpretaciones de escrituras antiguas (por ejemplo el Libro del Apocalipsis), pero como buenas profecías no están definidas temporalmente y están construidas con simbología difícil de contextualizar.

Pero ahora me toca a mí; y comenzaré argumentando y contextualizando un poco; enumerando los puntos para mayor comprensión.

  1. Los seres humanos estamos aquí en esta existencia (la que se acabaría en el nombrado “fin del mundo”) para una sola cosa; purificarnos a nivel espiritual. Estoy contextualizando, ya que el “fin del mundo” es un evento enmarcado dentro de enseñanzas espirituales.
  2. Cuando se habla de purificarnos nos referimos a: eliminar las deudas del karma (negativo) y acumular karma positivo. El karma se puede ver como “esa energía” que cultivamos con nuestras acciones y que terminan construyendo nuestras situaciones futuras (en esta vida o en las siguientes, dependiendo de lo que se crea). Acciones desafortunadas --> karma “negativo”--> situaciones futuras “difíciles”; Acciones armónicas --> karma “bueno”--> situaciones futuras “iluminadas”. A veces se conoce al karma “negativo” como “pecado”
  3. Las religiones (todas, aunque no lo acepten) y en general todas las enseñanzas espirituales reales, tienen como uno de sus objetivos enseñarnos a lidiar con el karma. Lo han hecho de diversas formas: desde enseñarnos comportamientos correctos y formas de enfrentar la vida, pasando por la adoración, rituales, mantras, etc. Pero cualquiera de estas formas de trabajar al karma únicamente funcionan desde una práctica seria y comprometida de alguna religión o enseñaza espiritual. Si no hay compromiso integral con la práctica, ninguno de estos procedimientos sirve para mucho.
  4. El karma, como energía, se genera cuando dos o más personas (seres) se interrelacionan; interrelación que puede ser directa o indirecta. Si esa interrelación es armónica se genera karma “bueno” y todos los involucrados lo comparten. Si en cambio la interrelación entre dos o más personas genera malestar en alguna de ellas, se genera karma “negativo” y TODAS lo comparte; sin importar quién “empezó” o de quien fue la culpa.
  5. De aquí la importancia de vivir bajo normas y preceptos religiosos/espirituales: con ellas se manejan las relaciones interpersonales correctamente; se trabaja el karma que llevamos arrastrando y se genera nuevo karma “bueno” para construir situaciones futuras mejores. Esto es así tanto en parejas como en pequeños grupos de amigos, en familias o en la sociedad.
  6. Cuando se proclama que “viene el fin del mundo”, el mundo se refiere a sociedades, países; y aquí me voy a centrar.
  7. En toda situación personal de vida, el karma es una de las energías que está definiendo su calidad. Toda situación difícil es así porque hay algo del karma “negativo” que traemos arrastrando, más allá de si lo estemos haciendo mal o bien en ese momento. Y En toda buena situación, una fracción de su existencia es gracias a una buena cosecha de acciones pasadas armoniosas.
  8. Cuando una persona no tiene consciencia de que hasta sus más mínimas acciones condicionan su futuro (esto quiere decir que no sabe qué es karma) pues tampoco tendrá las herramientas para sanar el karma manifiesto en situaciones difíciles. Es decir, que cómo no tiene herramientas para sanar el karma “negativo” que viene arrastrando y que se le manifiesta en las situaciones difíciles actuales; la persona va a actuar incorrectamente generando más karma “negativo” y este se va a sumar al que ya tenía que no supo sanar por no tener herramientas. Entonces sus situaciones futuras serán aún más difíciles que las anteriores, porque cada vez tendrá más karma “negativo” acumulado. Ocurre entonces un efecto de “avalancha” de situaciones cada vez peores; “siempre se puede estar peor”.
  9. Este tipo de personas forman sociedades y son estas las que se conocen como “sociedades en decadencia”. Yo las suelo llamar “sociedades kármicas”, porque de momentos difíciles, salen cada vez peores cosas y todos los días se descubren más y más miserias de su población. Son las sociedades típicas donde cada día suceden cosas peores; donde no se adivina ni el final ni el fondo ni la salida, donde lo que parece lógico (Ley de Atracción) nunca sucede y donde generalmente se espera a un “Mesías” que la salve (por supuesto, sus integrantes no tienen la más mínima idea de qué hacer, mas allá de embarrarla todos los días un poquito más)
  10. Pero una característica del karma es que las energías que cultivamos con nuestras acciones tardan cierto tiempo en manifestarse de vuelta (años, décadas, vidas). En condiciones normales (una sociedad que tenga consciencia del karma) este retardo es una bendición, ya que si en algún momento nos equivocamos por inmadurez, lo que generó karma “negativo”, tendremos algún tiempo para crecer y adquirir las herramientas espirituales necesarias para sanar ese mismo karma cuando se manifieste años o vidas después.
  11. Pero en una sociedad sin entendimiento del karma y sin crecimiento espiritual real, el tiempo que demora el karma en manifestarse actúa es perjuicio. En esos escenarios de ignorancia, simplemente actuamos sin consciencia, generamos karma, no lo sabemos y cuando ese karma se manifieste en situaciones futuras peores, no tendremos ni idea del porqué se sufren esas situaciones. No hay conciencia de los actos errados y por tanto no se entenderán las consecuencias cuando aparezcan. Estas son las señales claras del Armagedón.

El “fin del mundo” se antecede por caos, generalmente un caos social y/o personal. Y definitivamente el nulo o equivocado “crecimiento espiritual” y la no consciencia de que nuestras acciones nos traen consecuencias (Ley de Acción y Reacción como se conoce también a la Ley del Karma) traen, por lo que acabo de puntualizar, un caos en la existencia de cualquier persona, sociedad, país, planeta.

Pero no todo está acabado, todavía queda una opción: “la destrucción de todo”. Vuelvo a la frase del “ya no hay tiempo, el fin se acerca”. El caos en la naturaleza se consume hasta que desaparece; y la forma de hacerlo en un grupo de seres que se está autodestruyendo con el karma, es “acortando los tiempos” (de allí que “ya no hay tiempo”). ¿Pero cuáles son los tiempos que se acortan? Son los tiempos que tarda el karma en manifestarse una vez generado.

Pues esa sí es la solución final; apenas hagamos algo inapropiado, por acción y reacción sufriremos las consecuencias de forma casi de inmediata. Esto nos permitirá darnos cuenta de lo que siempre se ha dicho, pero ya sin servirnos para mucho, porque no existirá el tiempo aquel de gracias para madurar y sanar.

Antes de que eso llegue, el consejo de los profetas es el correcto: “arrepiéntanse”, lo que en nuestra reflexión significa “limpien karma” (no tengan deudas kármicas); porque una vez que los tiempos se acorten todos nuestros karmas “negativos” se manifestarán a la vez de forma violenta y será “el rechinar de dientes”. ¿Cuánto falta para esto? ¿Ya estamos allí? Únicamente Dios sabe.

Si tu realidad, si tu sociedad, se ve reflejada en estos párrafos, a lo mejor estás a tiempo de hacer algo. Igual, siempre puedes continuar ignorando las cosas, pero después no pidas ayuda, “guerra avisada no mata soldados”.


“Una persona o una sociedad sin una relación madura con Dios, está destinada a una existencia kármicamente complicada”. PAGR2013


Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 12 de noviembre del 2013.
Twitter: @eReiki @EvolConsc @pagr777

domingo, 10 de noviembre de 2013

Al iluminar tu consciencia



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Iluminar la consciencia (o expandirla) es un término que se utiliza cuando nos referimos a crecimiento “espiritual”.

Más allá de la inteligencia, la consciencia enmarca una capacidad mayor de entendimiento, de sabiduría, de “darse cuenta”, de ampliar la visión de la vida.

Cuando se dice que hay procesos que la pueden iluminar o expandir, se parte de la idea de que se tiene la consciencia un poco a oscuras o restringida, lo que no permite ver con claridad o amplitud la realidad en la que vivimos.

Y sí, muchas personas buscamos iluminar nuestra consciencia para ver y entender nuestras vidas más allá de lo evidente y poder tener nuevos y mejores argumentos y herramientas para “vivir mejor”. Totalmente cierto y válido, pero ¿sucede esto de forma inmediata?

Muchas personas que comienzan un camino verdadero de iluminación de la consciencia (los hay muy engañosos) suelen expresar que en las primeras etapas sus vidas no parecen mejorar... y es más, parecen ir peor. Pero no solo eso, sino que estos “estados complicados” pueden ser recurrentes.

Me voy a permitir darles esta reflexión, ampliando y ejemplificando un símil que se atribuye a Sri Sathya Sai Baba, donde se plantea nuestra realidad como una habitación, que al principio está a oscuras y lo qué sucede al iluminar dicha habitación.

Con nuestras consciencias poco iluminadas, tenemos una visión muy corta de nuestra realidad, no tenemos la capacidad de ver “el desorden” en nuestras vidas o lo que es lo mismo una visibilidad muy reducida.

Esta pobre consciencia ilumina tan solo una pequeña área de nuestra realidad, digamos unos pocos centímetros alrededor nuestro. Es por esto por lo que generalmente nos ocupamos de nuestras cosas evidentes e inmediatas, sin poder tener consciencia a más largo plazo ni de lo que sucede ni de las consecuencias. En ese escenario planteamos rumbos inciertos sin poder hacer previsiones, porque simplemente no vemos más allá de “nuestras narices”.

Aun así caminamos en esa oscuridad: debemos hacerlo, la vida nos empuja. Frecuentemente nos tropezamos con cosas que no habíamos visto, o llegamos a encrucijadas que pudimos haber evitado pasos atrás si las hubiéramos avistado. Nos caemos, nos duelen los golpes, nos quejamos (parecería que no nos queda otra alternativa).

Pero de repente, en una caja con la que nos tropezamos por casualidad, encontramos un foco (bombillo) de mayor potencia, con el cual podemos cambiar nuestra iluminación de 15 vatios a 60 vatios. Así lo hacemos y ¿qué sucede?

Pues con mayor iluminación de conciencia, nuestra visión se expande y ¡comenzamos a ver más! Pero ¿qué vemos? ¿Todo bonito y hermoso? Pues no.

Cuando nuestra consciencia comienza a iluminarse, comenzamos a darnos cuenta de áreas de nuestras vidas, de diferentes aspectos de nuestra existencia, que nunca habíamos tocado, o en el mejor de los casos habíamos tratado de arreglar a ciegas. En esas áreas seguramente tendremos cosas atravesadas, montadas unas sobre otras peligrosamente, cajas y bultos mal arreglados y por supuesto artefactos sin estrenar.

Es entonces cuando comienza el arduo trabajo de arreglar las nuevas áreas visibles. Nos toma tiempo y hasta podemos detener nuestro camino mientras reconocemos los espacios, ponemos orden a las cosas que allí encontramos o aprendemos a utilizar las nuevas cosas que descubrimos. Todo esto nos va a asegurar que, cuando lo necesitemos, podremos transitar esas áreas nuevamente sin golpearnos ni caernos.

Si por el contrario iluminamos un poco la consciencia, descubrimos nuevos aspectos, pero no los trabajamos, pues no estaremos haciendo mucho; veremos las cajas mal amontonadas pero igual deberemos sortearlas, pasarles por encima, sin tumbarlas, con la misma probabilidad de caernos: “¡ah!, eso si, nos caeremos con mayor conciencia”.

Si hacemos las cosas bien y arreglamos las cajas que vayamos encontrando en cada nueva área iluminada, posiblemente dentro de alguna de ellas encontraremos un nuevo foco; pero esta vez de 100 vatios. Entonces lo podremos utilizar, pasaremos de 60 a 100 vatios y podremos ver un área iluminada aún más grande. ¡Sorpresa! Con eso se descubren áreas más grandes que no conocíamos y que debemos atender. Todo el proceso se repite.



Estaremos en esto una y otra vez; y luego de muchos años (o muchas vidas) de crecimiento espiritual, nuestra consciencia estará suficientemente iluminada para encontrar la puerta de salida y mudarnos a otra habitación, esperemos que ya más ordenada que la que dejamos. De todas maneras, el último foco que utilizamos de mayor potencia lo llevamos con nosotros.

Con toda esta metáfora podemos ver que el camino (verdadero) de iluminación de la consciencia no es sencillo, no está exento de esfuerzo y no siempre presenta cosas hermosas. Cuanto más iluminada esté nuestra consciencia, más tendremos que enfrentarnos a nuestro desorden, y más tendremos que limpiar y ordenar; con la ventaja de que cada vez tendremos mayor pericia y efectividad porque ya lo habremos hecho en muchas otras áreas de nuestra existencia.

Si en dicho proceso de iluminación, mientras vayamos descubriendo nuevas cosas, contamos con una Maestro que nos guíe en el proceso y que nos ayude con algunas cajas; pues será bastante más fácil la situación. Pero el esfuerzo seguirá siendo nuestro.

Entonces se entiende que iluminar nuestra consciencia termina siendo un compromiso personal. Si así lo hacemos, tendremos mayor visión y control de nuestra realidad y dejaremos de echarle la culpa a los demás de nuestras caídas y nuestros golpes; ni siquiera podremos dudar de Dios.

“No hay nada peor que ir por la vida a ciegas ´metiendo la pata´ y preguntándote porqué Dios te castiga o te prueba. #PAGR2013”


Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 10 de noviembre del 2013.
Twitter: @eReiki @EvolConsc @pagr777