Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
El karma se plantea siempre, cuando
hay una interacción emocional entre dos personas. Por eso el karma real va más
allá de las propias acciones, ya que hay que considerar los sentimientos que
despiertas dichas acciones; sean estás últimas las que sean.
Por esto, no hay interacción humana
que no sea potencialmente kármica negativa; en mayor o menor grado. Y sobre
todo en una sociedad donde lo más importante es lo que yo haga para sentirme
bien, y no cómo se podrían sentir los demás con lo que yo haga. (PAGR)
Hoy en nuestro grupo salió el tema
importante del trato a personas desde la óptica de enemigos o amigos. Lo
siguiente es parte de la enseñanza.
En nuestras posiciones de vida, hay
que tener mucho cuidado. Lo que sentimos en nuestros corazones hacia los demás,
es la forma oficial de conectarnos kármicamente con ellos.
Tanto al "simpatizar con alguien"
o al "adversar a alguien", estaremos
adoptando todo su karma; en ambos casos.
Cuando esos karmas adoptados se activen,
no preguntemos por qué nos pasan ciertas cosas desagradables, que "no nos merecíamos".
En este hecho básico se basan dos
de los lineamientos cristianos básicos: el "Amar a Dios sobre todas las
cosas” (Dios no tiene karma) y de "orad por los que consideres tus
enemigos" (no nos echamos el karma de nuestros enemigos encima)
Cuanto más afinidad, más karma
adoptado; cuanto más enemistad, más karma adoptado.
En cuanto a la amistad
Ustedes no se imaginan (aunque ya
lo deberían saber) la cantidad tan grande de karma que adoptamos de esos
"amigos-compinches-panas" (de salidas, de tragos, de fiestas, de
chismes, etc.).
O ¿por qué creen entonces que sus
parejas se molestan cuando comparten más de lo normal con sus amigos/as?
¿Piensan que son celos? ¿Piensas
que es dominación? ¿Piensan que es egoísmo? ¿Piensan que se siente sola? Ese
karma de los amigos lo termina teniendo la pareja por las relaciones sexuales;
y ni siquiera son amigos de ella.
¿Deberíamos entonces no tener
amigos?
Claro que podremos tenerlos; el asunto
es escogerlos bien. Podemos adaptar algunos dichos populares sabios que siempre
aplican: “dime con quién andas y te diré `lo que te puede pasar´ en el futuro”;
y “más vale solo que mal acompañado (kármicamente hablando)”
En cuanto a la enemistad
Pero hay otra infección kármica aún
peor y más sutil; y es cuando fijamos nuestras posiciones de la vida y del otro
lado hay "enemigos". En esos casos uno se siente inclusive bien
adversándolos (incluso “odiándolos”); uno llega a sentir que es correcto verlos
como “la peor lacra del planeta”.
Y cuando sentimos así; lo que en
realidad está pasando es que “nos estamos uniendo a nivel kármico” cada vez más
con ellos, con “nuestro enemigos"
Y entonces, tarde o temprano comenzaremos
nosotros a sufrir también lo que ellos se hubieran merecido solos. Las
consecuencias de sus malas acciones (karma negativo) también las comenzaremos a
vivir nosotros, “sus adversarios”.
Y para colmo de males, esos karmas
adoptados no expiran; aunque nos demos cuenta de todo lo que se plantea aquí y
prometamos no hacerlo más. Algunos de
ustedes lo debe saber muy bien.
Salir corriendo
Se puede creer entonces que alejarse de
la gente, y en especial de las personas que sentimos como enemigas, es
indispensable.
Pareciera entonces que “salir
corriendo” puede ser una medida recomendada, por el hecho de asumir el “menor
de los males”. Recuerden que si no tenemos práctica personal para tratar con
situaciones kármicas, podemos tener las mejores intenciones y por el contrario estar
dañando más el asunto.
Pero alejarse no es la solución
final.
Si te alejas de alguien sin haber
sanado kármicamente lo que tienes con esa persona, te queda atado kármicamente
a pesar del distanciamiento y te condenas la eternidad.
El destino (la Ley del karma, el
Universo, Dios) hará que se reencuentren una y otra vez (posiblemente en
situaciones cada vez más duras) para darles la benditas oportunidades de sanar.
¿Qué hacer entonces si uno, sin
saber esto ya se ha enganchado kármicamente con otra persona?
Pues hay una sola respuesta: crecer
espiritualmente. El crecimiento espiritual permite que las próximas veces que
se planteen las posibilidades de aprendizajes kármico, salga mejor la cosa.
Por el contrario, lo peor que se
puede hacer es exponerse una y otra vez a encuentros kármicos repetitivos, sin
haber crecido espiritualmente, sin haber aprendido desde el espíritu cómo
actuar. El resultado y el compromiso de cada encuentro podrá ser cada vez peor.
Entonces ¿nos hacemos “la vista gorda” con las
injusticias?
Nunca. El ser compasivo (espiritualmente hablando) o no engancharse
con aquellas personas que haces cosas inapropiadas, no significa pasar por
alto las acciones que se deban corregir o reprender.
Si nos corresponde tomar medidas
antes actos inapropiados, pues debemos hacerlo; pero siempre de la forma más
objetiva, profesional y controlada emocionalmente.
Siempre lo digo. Nunca penalices
hechos que consideras “malos” con tu odio; busca los medios apropiados. Si
odias o sientes indignación por alguien, estarás asumiendo su karma; y por lo
tanto también su responsabilidad ante el universo. Tarde o temprano tú también deberás
sufrirla.
Es Ley, aunque no lo aceptes, aunque
no lo creas o aunque lo veas injusto o ilógico. Es soga para tu propia
garganta. Si te interesa revisa Mateo 5:44.
Namasté
Dios te bendiga.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna
Ki, Reiki Mineral
Original: día 83 A.S. (23marzo2016)
Twitters: @SanaCristica @eReiki
@EvolConsc @pagr777
Palabras-claves karma, amigos, enemigos, amigo, enemigo,
justicia, hechos, emociones, acciones, ley, karma
Excelente artículo Maestro... este está como para tenerlo en la nevera... Gracias por recordarnos día a día las enseñanzas y por su eterna dedicación a pesar del cansancio.
ResponderEliminarNamasté
Al interiorizar que los "amigos y enemigos" son nuestros espejos, el reconocernos en ellos es un primer paso para hacer consciencia, evitar ensuciarnos mas y acumular mas karma. El crecimiento espiritual es inminente para aprender a vivir desde el espiritu. Maravilloso articulo Maestro. Namaste
ResponderEliminar