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martes, 30 de mayo de 2017

La diversidad sexual desde lo espiritual

Autor: ShaniShaktiAnanda

Si queremos vivir con bienestar, siempre es sano recordarnos como Seres Integrales; así no se nos escapa ninguna de nuestras partes que debemos cuidar o que debemos sanar.

Y esto no es solo con lo que hacemos, sino con lo que pensamos; con nuestros conceptos o prejuicios.

Entre los conceptos más polémicos de nuestras sociedades modernas, están los relacionados con la sexualidad. Uno de ellos se conoce como Diversidad Sexual (o la Diversidad Sexual y de Género). Trascribo una definición sencilla:

La diversidad sexual y de género (DSG) o simplemente diversidad sexual es un término que se usa para referirse de manera inclusiva a toda la diversidad de sexos, orientaciones sexuales e identidades de género, sin necesidad de especificar cada una de las identidades que conforman esta pluralidad.” (Wikipedia - 20mayo2017)

Y cuando hablo de la Diversidad Sexual mal entendida, no me refiero al concepto, sino a la mala imagen y al juicio que muchas personas tienen hacia personas con orientaciones e identidades sexuales diferentes a las suyas.

No son desconocidas las luchas que han venido librando las personas sexo-género diversas, para conquistar espacios que la misma sociedad les ha negado; espacios no solo físicos, funcionales o laborales; sino incluso emocionales.

Y no puedo opinar de las luchas hacia exclusiones sociales; porque no tengo mucho que aportar; pero sí quiero establecer conceptos claros en cuando a las exclusiones de estas personas en los ámbitos espirituales/religiosos.

No son lógicas las exclusiones de los espacios humanos, pero son inadmisibles las exclusiones de los espacios espirituales. ¿O acaso Dios es excluyente en las oportunidades de llegar a Él?


Incongruencias del pasado reciente

Muchas personas alegan que las personas sexo-género diversas no están excluidos de las iglesias; lo único que deben hacer es “corregir sus inclinaciones”. Es triste encontrar a personas a las que les parece una preferencia sexual diferente, similar a una inclinación criminal, a la cual se debe renunciar

Y eso me recuerda tanto cuando en un pasado no lejano se consideraba una desviación el hecho de ser “zurdo” (utilizar prioritariamente la mano izquierda). A los niños se les amarraba la mano izquierda para forzarlos a utilizar la derecha, y así eliminar ese estado “no natural”. Los “zurdos” podían ser personas “normales”, siempre y cuando contuvieran su inclinación de utilizar su mano izquierda. Tristemente absurdo.

Recordemos la esclavitud, de la cual todo el mundo de hoy se llena la boca renegando; cuando solo por el color oscuro de la piel no se tenía derecho a nada. Tristemente absurdo.

Veamos en el ámbito religioso, como muchas a muchas personas les parece absurdo que se excluyan a las mujeres de ciertas prácticas y actividades, pero con otro grupo humano sí está totalmente justificado.

Pero por mucha mente abierta que hoy exista, aún la inclinación sexual es causa de exclusión.


El argumento más utilizado

Pero los que aún hoy rechazan la diversidad de género, esgrimen un argumento que es muy conocido y es sobre el cual pretendo enseñar.

Génesis 1:27 (RVR1960)
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”

Uno de los más grandes problemas de la era moderna es la ignorancia a la hora de leer una escritura sagrada. Muchos alegan que lo que dice la Santa Biblia (por ejemplo) hay que aceptarlo literalmente, al pie de la letra.

Y yo siempre repito que ninguna Sagrada Escritura (sea de la religión que sea) se debe tergiversar; pero una de las formas de tergiversarlas es interpretándola de forma literal.

¿O es que acaso el hombre tiene una costilla menos por haber sacado de allí Dios a Eva? (Génesis 2:22)

¿O es que si tu hijo peca, le vas a sacar un ojo o le vas a cortar una mano? (Mateo 5:29-30)

¿O es que interpretamos las sagradas escrituras de forma literal o no, según nuestras conveniencias?


Nuestra Santa Biblia es tanto un libro histórico como metafórico. Esta doble característica es ideal para dar una enseñanza espiritual perdurable y comprensible en el tiempo (gracias a las metáforas), pero a la vez contextualizada al momento socio-cultural donde se enseñaron (gracias a los momentos históricos plasmados)

Por lo tanto, suponer que todo es literal es la mejor forma de desprestigiar a una Escritura Sagrada.


Pero más allá de la unión de las metáforas y de la historia, todo libro sagrado no es un libro de texto; es un libro místico.

Todo texto místico plantea una explicación del mundo espiritual a través de imágenes del mundo humano/terrenal. Esto exige un altísimo uso de simbolismos.

Estos simbolismos místicos son la forma de presentar a nuestra mente lo que no entendería directamente desde nuestro espíritu. Es algo similar a codificar la información espiritual al alfabeto terrenal.

Por ejemplo, cuando se habla de “agua” en los textos sagrados, se está haciendo referencia a la vida biológica. Cuando se habla de Fuego del Cielo, se hace referencia a las consecuencias de nuestras acciones no espirituales. Cuando se habla de oscuridad o de noche, se hace referencia a lo no espiritual. Cuando se habla de una barca sobre el mar, se hace referencia a la vida terrenal de alguien o de un grupo humano. Cuando se habla de vino, se hace referencia a la escencia espiritual. Cuando se habla de viento, se hace referencia a problemas. Y así pudiera seguir por cientos de términos.

Pero cuando una persona común lee la biblia sin la explicación mística necesaria, las malas interpretaciones e incoherencias comienzan a salir; peor aún si esta persona cree que lo está entendiendo todo bien. Allí será muy difícil que alguien la convenza de que está equivocada.

Y dentro de esta codificación espiritual hacia el alfabeto terrenal, es como debe de entenderse cuando se habla de “varón y hembra”. Aquí no se está refiriendo ni a hombre o mujer (“genitalmente” hablando) ni al desempeño o preferencia sexual.


¿Qué es lo importante para Dios?

Si queremos comenzar a hablar con veracidad, debemos reflexionar sobre esta pregunta: ¿qué es lo que a Dios le importa de nosotros?

Recordamos a grades rasgos parte de nuestro Ser Integral. Entonce tenemos:

  • Una parte terrenal conformada por: nuestro cuerpo físico/biológico, nuestra mente, nuestros sentimientos y nuestras energías;
  • Una parte álmica: lo que se conoce propiamente como nuestra alma;
  • Una parte espiritual: referida directamente a nuestro espíritu, o a esa parte de Dios en nosotros.

Cuando hablamos de sexo, sexualidad y preferencias sexuales; nos estamos refiriendo a características de esa primera parte que comprende nuestro ser terrenal, encarnado. Y las características de este plano terrenal, de este mundo, parecen no tener tanta importancia para Dios. Dicho por el mismo Jesús: “mi reino (sobre lo que yo puedo regir y tengo injerencia) no es de este mundo” (Juan 18:36)

Pero no digo que a Dios no le importe este mundo terrenal; claro que sí le importa. Pero le importa no desde sus características, sino desde cómo nosotros nos comportemos hacia los demás mientras estamos en este mundo terrenal; seamos diestros, zurdos, nos gusten las verduras, nos gusten las carnes, seamos blancos, morenos, o con cualquier inclinación sexual.


Pero más allá de nuestras partes terrenales, a Dios le importan dos cosas más trascendentes que nuestros cuerpos físicos; le interesan nuestras almas y nuestro espíritu.

Y en nuestra alma, no hay sexo. En nuestro espíritu menos aún.

Más allá de nuestra corta vida biológica, la definición de hombre-pene y mujer-vagina no existe. Tanto es así el sexo (cromosómico) se establece en el momento de la fecundación como inicio de la vida; por lo tanto, al acabarse esa vida, la noción del sexo desaparece.

Por eso, el hombre-pene y la mujer-vagina es una característica total y absolutamente biológica. Y nosotros tenemos cosas más importantes para Dios que nuestros genitales; tenemos alma y espíritu.


¿Pero y los términos varón y hembra de la Biblia?

Sí. A pesar de lo dicho anteriormente, de que ni antes de la vida biológica ni después de la muerte física la diferenciación sexual existe; aún en nuestras sagradas escrituras están los términos de “varón y hembra”. ¿A qué se refiere entonces?

Rescato el hecho del simbolismo místico en las escrituras sagradas y de la importancia de nuestra alma para Dios.

Aquí, la interrogante lógica debería ser: ¿acaso en nuestra alma hay alguna característica que sea similar a “varón y hembra” pero que no esté asociado al sexo físico/fisiológico? Pues sí lo hay.

Cuando hablamos de “almas” podemos referirnos a una de sus características que llamamos escencia. Una escencia álmica se podría ver como una “cualidad, tonalidad, color, vibración” que tiene cada alma; ni mejor ni peor, solo diferentes.

Y dos de estas escencias son lo que se conoce como “escencia masculina” y “escencia femenina”.

Siempre cuando presento estos términos, lo primero que aclaro es que no tienen nada que ver como hombre-mujer, ni macho-hembra.

Un ser humano de sexo masculino, puede tener una escencia álmica femenina o masculina; así como un ser humano de sexo femenino puede tener una escencia álmica masculina o femenina.

Así, como enseñanza espiritual entendida correctamente a nivel místico, cuando en el Génesis se apunta que Dios los creó “varón y hembra”, en realidad se está refiriendo a la creación de Dios de ambas escencias álmicas: la creación de la escencia masculina y de la escencia femenina.

Esto está muy claro para cualquier místico. Si lo que digo no te suena creíble porque no lo dicen las iglesias, no es problema mío, sino de las iglesias; son ellas las que se estás reservando información importante.


La importancia de las escencias masculina y femenina

¿Pero por qué es importante para Dios crear ambas escencias álmicas?

De hecho, en el mismo Génesis 2:18, Dios se da cuenta de que “No era bueno para Adán, estar solo...” y comenzó entonces a buscarle su complemento, hasta que creó a Eva.

¿Acaso Dios quería buscarle a Adán alguien con quien tuviera sexo? Pues no; recuerda que el primer intento en complementar a Adán fue crear animales... así que la motivación no era el sexo.

¿Acaso la ayuda que le quería dar Dios a Adán era más sublime? Por supuesto que sí.

La idea del complemento era para que lo ayudara a vivir “en el Paraíso”. Que después se equivocarán, fue otra cosa.

Recordemos por un momento que Dios es Uno, en Dios no hay dualidad; por lo tanto, en Jardín del Edén tampoco la hay. Así que si Adán debía quedarse junto a Dios, debía vencer su propia “unipolaridad” de escencia masculina y unirse con su complemento, la escencia femenina (el otro polo) para que así, ellos también llegar a ser Uno. Era la única forma de permanecer en unión al Padre Creador, con el Uno.

Pero no solo era la forma de permanecer allí junto a Dios, sino que desarrollar, unir o complementar esas ambas escencias es la única forma de llegar de vuelta al Cielo. Este concepto es común a toda enseñanza espiritual,

Y precisamente, por el hecho de que uniéndose ambas escencias sus criaturas pueden llegar al Cielo, es que son tan importantes las parejas para Dios; pero parejas de escencias álmicas complementarias, no parejas de genitales complementarios.

Para llegar a Dios es indispensable que una persona de escencia masculina comparta su vida terrenal con otra persona escencia femenina; en un compartir alineado con lineamientos espiritualmente correctos. Esto es lo primordial para Dios-Padre. De hecho, por eso mandó a su Único Hijo, Nuestro Señor Jesucristo; para recordarnos como vivir en función llegar al Padre (resucitar, volver al Cielo).

En esto de las escencias que se deben complementar para llegar a ser espirituales, hay demasiada tela que cortar; pero es imposible extenderme aquí. Pido disculpas por ello, esperando sea suficiente lo que he dicho.


Pero ¿y dónde quedaron las personas sexo-género diversas?

Pues si ya nos dimos cuenta de que lo importante para Dios es el crecer de nuestras almas hacia el espíritu; y que un alma tiene que complementarse con su escencia correspondiente para llegar a ser UNA y así unirse con Dios; seguramente ya comenzamos a entender que aquí ni el sexo genital ni la preferencia sexual tienen nada que ver.

Si tomamos por ejemplo una relación homosexual, si bien ambos participantes pueden ser del mismo sexo biológico, es altamente probable que una de ellas tenga una escencia álmica masculina y la otra tenga una escencia álmica femenina. Pues si es así, y ambos llevan sus vidas bajo lineamientos espirituales (por ejemplo el Sermón del Monte – Mateo 5,6, y 7) pues eso va bien para Dios.

Si en una relación homosexual, los involucrados llevan sus vidas con Dios como meta; ¿por qué Dios iba a tener problemas?

Vamos a sincerarnos: ¿cuántas parejas heterosexuales existen que viven sus vidas alejadas de los que Dios espera? Con mucha seguridad tienes varias a tu alrededor.

A estas alturas de su evolución, el ser humano es todavía muy dado a criticar; pero critica desde una humanidad limitada y espiritualmente infantil. El ser humano es incapaz de considerar que Dios puede estar viendo cosas más importantes de las que él mismo ve; en este caso no es capaz de imaginar que Dios puede estar viendo cosas más trascendentales que los genitales.

1 Samuel 16:7 (PDT)

7 Pero el SEÑOR le dijo a Samuel:
Eliab es alto y apuesto, pero no te fijes en eso. Dios no se fija en las cualidades que la gente ve. La gente sólo presta atención al aspecto de las personas, pero el SEÑOR ve su corazón. Eliab no es el hombre que he elegido.

Los genitales son lo que la gente ve; en cambio, el corazón, como puerta del alma, es lo que Dios ve.


Enfermos y pecadores

Es triste. Todas las iglesias de todos los tiempos han tenido a algún grupo humano excretado de sus salas; considerándolos como enfermos y pecadores. Con estos grupos no se dignan ni a compartir una mesa (ni un altar).

Hoy en día pareciera que las personas sexo-género diversas son dichos leprosos para algunas iglesias y algunas personas.

Estas personas y estas iglesias deberían recordar para quiénes vino el Cristo en realidad. No fue precisamente para aquellas que se consideraban a sí mismas sanas y sin manchas; sino para aquellos que, sin estarlo en realidad, eran considerados por los demás como enfermos y pecadores.


Ni mejores ni peores

Nada de lo que he dicho aquí busca ofender ni defender ni exonerar ni exaltar ni empoderar a nadie. Tener nuevos argumentos que apoyen a la igualdad, no implica ahora un aval para comportamientos reaccionarios, ni libertinajes, ni soberbias, ni irresponsabilidades, ni irrespeto a los demás, ni luchas ofensiva, ni imposiciones, ni revanchismo, ni venganzas, ni nuevas exigencias que pasen por encima o pongan el peligro el bienestar de los demás.

Porque seamos como seamos, tengamos los condicionamientos que tengamos, prefiramos lo que prefiramos, todos tenemos dos mandamientos principales:

Marcos 12:30-31 (NVI)

30 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.
31 El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos.

Y estos dos mandamientos, tiene mucho de trasfondo.

Esto debe ser lo realmente importante; no la preferencia sexual.


Dios les bendiga.

Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 516AS. (25 de mayo del 2017)http://www.shanishaktiananda.com
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Palabras-claves: sexo-género diverso, homosexualidad, homosexual, almas, génesis, Adán, Eva, escencias, masculina, femenina, Paraíso, espíritu, ser, integral 

3 comentarios:

  1. Namasté. Maestro importante tema y así explicado por usted, bajo argumentos espirituales y en el contexto de la Sagradas Escrituras es una Joya. Me gustó la ultima parte: ni mejores ni peores; importantes advertencias de un verdadero Cristiano. Muchas gracias por sus enseñanzas. Namasté

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  2. Namaste. Gracias maestro Shani Shakti Ananda. Como se puede vivir realmente la espiritualidad, pero bien entendida y enseñada de la forma correcta espiritualmente enseñada como usted lo hace. Tanto camino que tenemos por recorrer.

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  3. Namaste. Gracias maestro Shani Shakti Ananda. Por enseñar Como se puede vivir realmente la espiritualidad, pero bien entendida y enseñada de la forma espiritualmente correcta como usted lo hace. Tanto camino que tenemos por recorrer. Gracias.

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