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miércoles, 3 de enero de 2018

Para todas las personas felices

Autor: ShaniShaktiAnanda

La felicidad es un estado humano que hay que aprovechar y disfrutar cuando se tiene. Pero a la hora de buscarla nos damos cuenta que es otra cosa.

Por mucho que uno quiera ser feliz, la felicidad depende de lo que nos suceda en algún momento. Siempre habrá situaciones de vida en las que es imposible mantener la felicidad: el fallecimiento de un ser muy querido; un desengaño; una enfermedad penosa; una condición irreversible, entre muchas otras.

Aún así, la felicidad hay que disfrutarla cuando se tenga. Pero la felicidad tiene un problema.

El problema de la felicidad aparece cuando algunas personas se plantean el ser felices como el objetivo mismo de la vida.

Estas personas hacen toda un apología de la felicidad y consideran que es el estado que “todos merecemos” y que es “el mejor estado que se pueda experimentar”. El resultado de este enfoque de vida es de múltiples y frecuentes frustraciones.

Este estado de conquista de la felicidad no es sostenible en el tiempo, ya que hay situaciones que si bien no las podemos predecir, nunca las vamos a poder evitar. Es más, hay situaciones “negativas” que son indispensables que vivamos; ya que son oportunidades para sacar enseñanza; y si aprendemos, subimos escalones hacia el Cielo.

El enfoque hacia una vida feliz y las subsecuentes frustraciones, terminan produciendo persona que evaden realidades y problemas; y en el peor de los casos que viven culpando a los demás de las desgracias que les suceden. Pareciera que para que ellas fueran felices, muchas personas nunca debieron haber existido.

Así de inconsistente y babosa es la felicidad. Repito, hay que disfrutarla mientras se tiene, pero hay que enfocar la vida hacia otra cosa. Si no movemos el enfoque de la vida fuera de la felicidad, podemos, literalmente, perder todos los años de vida tratando de consolidar algo imposible; podemos perder el tiempo y al final no tener ninguna ganancia.

Pero antes de saber qué es la otra cosa en la que debemos enfocarnos, debemos entender un poco sobre cómo funciona la vida. Voy a decir muy poco apostando a la comprensión desde la simpleza.


¿Por qué suceden las cosas?

Primero aclaremos que las cosas no suceden por el azar; no suceden por la suerte; no suceden por casualidad; no suceden por el diablo; ni tampoco suceden porque recemos mucho.

Las cosas suceden en nuestra realidad porque el Universo (o Dios, como lo quieran ver) articula, mueve y engrana todas las cosas y las personas involucradas en función de Leyes Universales.

Las Leyes Universales son las reglas por las cuales el universo trabaja. Es un concepto místico; pero Leyes Naturales o Leyes Físicas no son más que subconjunto de estas Leyes Universales.

Cuando hablamos de lo que nos pasa en la vida, podemos decir que las cosas ocurren principalmente por dos leyes: por Ley de Atracción y por Ley del Karma. Esto de forma resumida.

Explicar cada una de estas dos leyes me llevarían muchas páginas, pero aquí diré solo las cosas pertinentes para este escrito.

Ley de Atracción
Ley de Karma
- Crea nuestras situaciones de vida en función del promedio de cómo nos sentimos nosotros mismos.
- Actúa a corto y mediano plazo, en esta misma vida.
- Es totalmente personal.
- Se aprovecha o se sufre solo.
- Su energía no se contagia.
- Su energía no se hereda.

- Basta cambiar o controlar tus propios sentimientos para que las situaciones que te ocurren cambien.

- No hay mayor aprendizaje que aprender a controlar nuestra emociones.
- Afecta a situaciones puntuales, no tiene efecto acumulativo, ni para bien ni para mal.


- Te pueden continuar ocurriendo cosas malas, si te llegas a sentir mal. Que hoy estés bien, no te asegura que mañana lo estarás.
- El producto de esta ley es la Felicidad, que se pierde en el próximo problema.
- Crea nuestras situaciones de vida en función de lo que hacemos sentir a los demás con nuestra acciones u omisiones.
- Actúa a mediano y largo plazo, se puede arrastrar vida tras vida.
- Siempre en grupal (por lo menos en pares)
- Se aprovecha o se sufre en grupo.
- Su energía (el karma) se contagia.
- Su energía (el karma) se hereda de generación a generación.
- Una vez que el karma se activa y aparece alguna situación, esta no va a cambiar hasta que aprendas a comportarte espiritualmente en ella.
- El aprendizaje es vivir bajo lineamientos espirituales.
- Los resultados se arrastran a lo largo de toda la existencia, en caso de que no se llegue a aprender correctamente. Son resultados acumulables, vida tras vida.
- Las cosas malas te dejarán de ocurrir, cuando hayas aprendido a enfrentar la vida correctamente. El bienestar se va solidificando en tu vida.
- El producto de esta ley es la Paz, que se mantiene a pesar de los problemas.

Estas dos columnas son muy resumidas, pero estimo que son suficientes para seguir explicando.


¿Puedo elegir cómo vivir?

Si cualquier persona lee estas dos columnas, puede creer que se puede decidir con cual ley vivir. Esto no es correcto.

Todos estamos sometidos a todas las leyes universales (por eso son universales); si bien, estas leyes se pueden aplicar en proporciones diferentes.

Toda situación que nos ocurre tiene en consecuencia un poco de Ley de Atracción y el otro poco de Lay del Karma. La suma de las proporciones de ambas leyes debe dar cien por ciento.

Hay situaciones que se deben más a nuestra aplicación de la Ley de Atracción que al Karma; mientras que otras situaciones son mucho más kármicas que por Ley de Atracción.

El problema aquí estriba en que es muy difícil saber a ciencia cierta qué proporciones de ambas leyes están implícitas en alguna situación. Por lo tanto, lo más sano es saber manejarnos con ambas leyes.

Aquellas personas que se enfocan en vivir vidas felices, están aplicando (sabiendo o sin saber) Ley de Atracción; y puede ser suficiente para vivir algunas situaciones.

Pero cuando estas mismas “personas felices” se enfrentan a situaciones kármica, sienten que el mundo se les cae. La razón es que estas “personas felices” han vivido y viven afanadas por ser felices y nunca se esforzaron a aprender sobre el Karma.

Por eso, sin saber que son situaciones kármicas “las persona felices” utilizan su único enfoque, este es: buscar ser felices; tener buenas intenciones; abrazar los propósitos más nobles; manifestar los sentimientos más bonitos; hacer de justicieros; agradecer; incluso esforzarse muchísimo, humanamente hablando; y a pesar de todo la situación kármica parece resistirse e incluso empeorar cada día más.

Al final, ya sin más herramientas, a muchas “personal felices” solo les queda decir que confían en Dios o pedirle a todos los santos; lo que tampoco llega a resolver como ellos quisieran.

El no tener una noción kármica correcta y suficiente de la vida, deja a las “personas felices” con por lo menos el cincuenta por ciento de su vida al azar. Esto trae la percepción de que las cosas malas siempre tienen culpables, o de que hay fuerzas diabólicas, o de que las cosas pasan por castigo, o de que hay un aprendizaje detrás, pero nunca se descubre cuál és . En ninguno de estos casos se puede hacer mucho para mejorar.


Escenarios kármicos.

Pero ojalá fuera solo el cincuenta por ciento de la vida sin control, lo que te dejar el no tener noción del karma. Te puede dejar casi el ciento por ciento sin saber cómo vivir.

Muchas veces, la humanidad y las sociedades atraviesan períodos de vida que se conocen como Escenarios Kármicos.

He explicado decenas de veces, desde hace años, lo que significa un Escenario Kármico; pero lo podemos resumir como una seguidilla de situaciones kármicas, que aparecen una tras otras, y que signan la vida de algún grupo humano por un tiempo continuo y prolongado. Son escenarios de vida donde casi prácticamente todo lo que sucede es por Karma, y casi nada por Ley de Atracción.

Los Escenarios Kármicos se activan por diferentes motivos (les invito a que busquen mis otras enseñanzas), pero sean cuales sean esos motivos, estos escenarios kármicos no se pueden sobrellevar buscando ser felices. Por el contrario, si se llevan desde la búsqueda de la felicidad las situaciones se pueden realimentar y todo empeorar.

En un Escenario Kármico típico encontramos situaciones de carencias de todo tipo, de injusticia humana, de pobreza, de lucha entre hermanos, de situaciones que empeoran en vez de mejorar, donde se frustran las luchas desde las buenas intenciones; donde además aumentan enfermedades como el cáncer, las depresiones, las muertes repentinas. Todo esto simplemente describen un “escenario kármico” establecido.

¿Acaso reconoces en tu vida algún Escenario Kármico? Apuesto que sí.
¿Acaso sabes ahora porque aún te sientes mal? Espero que sí.

Y en estos Escenarios Kármicos no sirve de nada buscar “ser felices”; sino se debe buscar “ser espirituales”


Ser felices” o “ser Espirituales”

Y este es el último punto que trataré aquí, importante porque el mundo está plagado de personas que asumen erróneamente que “ser felices y buscar estar bien” es lo mismo que “ser espiritual”.

Este tema lo he dejado explicado incluso en vídeos y charlas; y es extremadamente largo de explicar. Solo voy a decir aquí lo que significa ser espiritual y ustedes sacaran sus propias relaciones.

Ser espiritual significa trabajar en perfeccionar una relación con Dios que te lleve a cumplir con todo lo que Él espera que hagas mientras vivas; es decir, que te lleve a vivir desde sus lineamientos. Y estos lineamientos debes incluirlos en tu cotidianidad, incluso si estos no resultan cómodos para tu bienestar humano.

Ser espiritual significa vivir en función de obtener la Vida Eterna luego de morir. Por lo tanto, una persona espiritual busca más agradar a Dios cumpliendo sus lineamientos, que sentirse agradada y confortable en vida.

¿Acaso esto quiere decir que una persona espiritual es infeliz?

Pues nunca, por el contrario. Una persona espiritual termina siendo más feliz que aquellas personas que solo se enfocan a buscar la felicidad.

La razón es que si crees en Dios y haces esfuerzos sinceros por cumplirle, pues Dios mismo comienza a hacer por ti; y la felicidad empieza a llegar a ti, sin mucho esfuerzo por conseguirla.

Además, una persona espiritual tiene lo que una persona feliz añora: Paz.

Cuando una persona espiritual tiene felicidad, la disfruta como cualquiera. Pero cuando la felicidad se aleja, la Paz en su interior aparece; y esto le vuelve a recuperar la felicidad.

Esto parece una utopía, pero es la única verdad de la vida.

Ciertamente, no podemos olvidar a la felicidad; pero mucho menos debemos dejar de lado nuestra responsabilidad de cumplir con Dios. ¿Cuál creemos que es más importante?

El cumplimiento con Dios, sobre todo para prepararnos o para vivir en un Escenario Kármico.

Atención, no hablo aquí de cumplir con la iglesia; hablo de cumplir con Dios.

¿Quieres vivir realmente bien? Deja de afanarte por ser feliz y comienza a afanarte por agradar a Dios. La sensación que descubrirás será algo que nunca imaginaste.

Dios les bendiga.

Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original: 734AS. (03 de enero del 2017)http://www.shanishaktiananda.org
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Palabras-claves: felicidad, paz

1 comentario:

  1. Maestro es impresionante como describe mi vida antes de llegar a usted, Dios lo bendiga, le agradezco que este en vida

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