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viernes, 15 de julio de 2022

Estrés: el enemigo aceptado

Autor: ShaniShaktiAnanda

Definamos, de entrada, que vamos a referirnos del estrés patológico. Sí, hay dos tipos de estrés: el que nos permite responder a exigencias puntuales de la vida (eustrés), necesario y útil; y el estrés que no nos sirve, que es generalmente crónico y que nos daña en silencio (distrés)

Los estados de estrés (bueno o malo) son generalmente eventos adicionales y repentinos al comportamiento estable de nuestro ser. Cuando estos se disparan, utilizan energía adicional a la que normalmente utilizamos para funcionar usualmente.

Si este estado o situación de estrés se resuelve dentro del tiempo y la forma establecida por el mismo proceso que lo generó, la energía adicional que se emplea se saca de nuestras reservas energéticas y listo. En el curso normal de nuestra vida, nuestras reservas se llenan de nuevo.

Pero si esta situación de estrés tarda más de lo normal en resolverse, el consumo de energía adicional puede agotar nuestra energía de reserva y entonces se comienza a utilizar nuestra “energía de funcionamiento sano”. Es allí cuando algunos de nuestros sistemas empiezan a quedarse sin energía y, por lo tanto, comienzan a fallar (todo proceso necesita energía suficiente para llevar a cabo correctamente). Llegamos entonces al nivel donde el estrés se comienza a manifestar en una enfermedad, malestar, sensación, cansancio, agotamiento, mal carácter, insomnio, etc. Simplemente, esos estados de estrés no resueltos gastan la energía que necesitaríamos para funcionar correctamente. En un estrés sostenido entramos en déficit energético, ya que se gasta energía de forma constante sin que se resuelva la situación.

Como nota mental, podemos asumir que si tuviéramos energía de reserva muy alta o infinita; pues el estrés, como proceso que consume energía adicional, no nos afectaría o lo haría mucho menos.


Tipos de energía

Aquí entro, como sanador, a considerar nuestra integralidad, más allá del cuerpo físico.

Desde esta Integralidad del Ser, donde somos: cuerpo físico/biológico, cuerpo mental, cuerpo emocional, cuerpo energético, cuerpo álmico, cuerpo kármico y cuerpo espiritual; tenemos tres tipos de energía.

Estos tipos de energías se usan indistintamente en todo nuestro Ser; aunque cada una tiene pertinencia especial en sistemas particulares, echando mano de las otras de ser necesario.

Dejo una tabla de referencia:

Tipo de energía

Nombre

Origen asociado

Pertinencia especial (no exclusiva)

Posible optimización de la energía

 

Algunas fuentes de estrés

Energía biológica

Molécula de Adenosín Trifosfato (ATP)

Cuerpo biológico: células – mitocondrias

Funciones orgánicas y mentales

Mejorar del ambiente alrededor de las células.

Aumentar de la densidad mitocondrial.

Asegurar los elementos utilizados en la producción del ATP.

Asegurar el suficiente descanso.

Otras.

Inflamación crónica de bajo grado.

Acidez metabólica.

Sedentarismo,

Nutrición deficiente.

Otras.

Energía vital

Ki/Chi/Prana

Cuerpo energético:

chakras/nadis

Funciones energéticas; conductuales; emociones; sentimientos; sistema endocrino

Adoptar conductas menos demandantes energéticamente.

Controlar nuestras emociones.

Ampliar conciencia del porqué nos suceden las cosas.

Practicar de rutinas/terapias energéticas.

Asegurar el suficiente descanso.

Otras.

Conductas reactivas.

Conductas evasivas.

“Perfeccionismo” más allá de querer hacer las cosas correctas y bien.

Emociones poco armónicas hacia situaciones y personas, sostenidas en el tiempo.

Otras.

Energía espiritual

Espíritu

Cuerpo espiritual

Funciones álmicas y kármicas

Adoptar conductas espirituales, que impliquen un estilo de vida realmente espiritual; más allá del “Dios me ama, yo lo amo”, “Dios ayúdame” y del “Agradecer a Dios”.

Ajustar de nuestra relación con Dios.

Practicar religiones de forma real, personal y comprometida (no me refiero a la práctica cultura/social)

Otras.

Estilos de vida enfocados principalmente a metas terrenales (físicas, económicas, mentales, emocionales y de bienestar)

Conductas kármicas negativas (en generación y/o en contagio)

Expectativas/apegos.

Otras.

Tabla 1. Referencias de los tipos de energía en nuestro Ser Integral. v.1.1 (©PAGR –SSA)

 Y estos tres tipos de energías son las que se agotan o las que no tenemos suficiente.

El estrés, que se puede dar en cualquier parte de nuestro Ser, agota las energías y eso produce mal funcionamiento en nosotros.

Conocíamos el estrés mental, recientemente el estrés biológico; pero el estrés puede ser también emocional, energético, álmico y kármico.


Fuentes de estrés

En la tabla anterior se destacan algunas de las fuentes de estrés que desgastan nuestras energías, por los menos las fuentes de estrés más comunes en la actualidad:

  • Inflamación crónica de bajo grado.
  • Acidez metabólica.
  • Sedentarismo.
  • Nutrición deficiente.
  • Conductas reactivas.
  • Conductas evasivas.
  • “Perfeccionismo” más allá de querer hacer las cosas correctas y bien.
  • Emociones poco armónicas hacia situaciones o personas, sostenidas en el tiempo.
  • Estilo de vida enfocado principalmente a metas terrenales (físicas, económicas, mentales, emocionales y de bienestar)
  • Conductas kármicas negativas (en generación y/o en contagio)
  • Expectativas/apegos.

Estas son solo algunas fuentes de estrés; pero el problema real no es la cantidad, sino que muchas de ellas pasan desapercibidas o justificadas dentro del “ideal” (si bien patológico) de una conducta exitosa humana.

Es impresionante como nosotros, quienes nos decimos espirituales, gastamos todas nuestras energías siendo tan terrenales; porque si echamos otra mirada a las fuentes de estrés, todas son actitudes muy humanas.

Actuamos inclusive humanamente bien y nos estamos desgastando en contra absoluta de nuestro Ser.

Y el problema es que una sola fuente de estrés que descuidamos puede hacer mella en cualquier parte de nuestro Ser. Por eso no resulta sencillo encontrar el origen del porqué estoy sintiendo esto o aquello. Esta es la razón por la cual el diagnóstico de estrés suele ser tan general y su tratamiento tan al azar para algunos profesionales de la salud.

Peor aún, es muy probable que no tengamos una única fuente de estrés.

Por ejemplo, podemos cuidar bastante bien de nuestra parte física/biológica con ejercicios, alimentación y nutrición; pero si no nos percatamos del estrés mental o emocional en alcanzar a toda costa metas terrenales, podemos terminar enfermos.

Podemos ser unas hermosas y bellas personas en nuestras vidas, viendo al mundo color de rosa; pero si no nos cuidamos del estrés de nuestra biología o de nuestra alma, todo se puede derrumbar en cualquier momento.

Podemos ser buenas personas, pero si no controlamos el deseo de justicia ante lo que consideramos injusto (estrés mental y emocional), todo se puede ir al foso.

 

El estrés aceptado

El problema de base a la hora de luchar en contra del estrés, es la normalidad patológica aceptada cultural y socialmente.

  • Es normal y hasta comprensible preocuparnos, ya que vivimos en nodo supervivencia y tenemos que sobrevivir.
  • Es normal y hasta comprensible dejar de descansar para intentar resolver problemas.
  • Es normal y hasta comprensible sentirnos mal con las situaciones o personas que sentimos que nos dañan.
  • Es normal y hasta comprensible no tener tiempo para hacer ejercicios.
  • Es normal y hasta comprensible no poder alimentarnos bien porque siempre estamos apurados.
  • Es normal y hasta comprensible no tomar suplementos alimenticios por lo caros que son.
  • Es normal y hasta comprensible la necesidad de ser mejor que cualquiera consiguiendo metas terrenales, incluso a costa de nuestra salud.
  • Es normal y hasta comprensible no meditar, por falta de recursos o tiempo.
  • Es normal y hasta comprensible no asumir terapias complementarias porque la ciencia no lo avala.
  • Es normal y hasta comprensible no aceptar propuestas de sanación simplemente porque no creo en ellas o nunca me las enseñaron antes.
  • Es normal y hasta comprensible no comprometernos con cosas que sí sabemos que pueden ayudarnos porque tenemos la vida complicada.
  • Es normal y hasta comprensible no creer es escenarios espirituales diferentes a las iglesias establecidas, aunque estas no nos propongas bienestar, sino convertirnos en pedigüeños hacia Dios.

En nuestra sociedad son normales y hasta comprensible muchas cosas patológicas. Por eso es válido decir que vivimos en sociedades enfermas.

¿Cómo vamos a salir adelante si la normalidad que aceptamos es lo que nos enferma o no nos deja mejorar?

 

¿Qué hacer?

Tienen razón muchos profesionales de la salud ante algunos diagnósticos: “Cualquier cosa puede ser estrés; y el estrés puede producir cualquier cosa.”

Pero está muy claro que para paliar el estrés de forma general debemos hacer dos cosas: 

  1. Controlar nuestro desgaste o el mal uso de nuestras energías, para lo cual primero debemos identificarlos.
  2. Aumentar nuestras reservas de energía (de los tres tipos).

Pero aquí no hay recomendaciones generales. Cada persona puede ser un caso particular. Cada sanador, luego de un análisis concienzudo, deberá proponer acciones donde corresponda. Pero hay que buscarse un verdadero sanador integral, que conozca todos los planos de existencia.

Estas acciones siempre van a proponer cambios del estilo de vida de la persona; porque si hemos entendido los factores de estrés, observamos que estos son parte de los estilos de vida.

Eso de cambiar para mejor nuestro estilo de vida es lo que se denomina “sanar”. No hay sanación si seguimos siendo y haciendo lo mismo que nos trajo al malestar.

Como regla general, cambiar un estilo de vida implica:

  1. Cambiar o mejorar la forma en la que ves la existencia, tu vida, lo que eres y lo que te sucede.  Esto lo llamo “ampliación de consciencia”. Pero ampliar consciencia de la forma correcta y objetiva, no a la forma ingenua y positivista.
  2. Cambiar o ajustar en mucho la motivación y la forma en la que haces las cosas (todo lo que haces).
  3. Cambiar o ajustar en mucho tu reacción ante todo lo que te sucede.

 

Si pudiéramos dar un solo nombre a estos tres aspectos, pudiéramos decir: cambiar o ajustar tus conductas de vida.

Aquí el verdadero problema. Estamos tan acostumbrados a vivir tal como lo hacemos que, aunque no estemos también como desearíamos, defendemos nuestro estilo de vida y desestimamos cualquier propuesta cambio o a cualquiera que te lo proponga. Simplemente lo dejamos de lado o incluso lo desprestigiamos.

Es por esto por lo que digo que el estrés (producido por nuestro estilo de vida) es el enemigo aceptado. Sabemos que estamos mal, pero no tenemos la entereza ni la determinación suficiente de hacer los cambios necesarios para mejorar.

Muchas veces buscamos “a alguien que nos haga algo” para nosotros sanar, pero ¿cambiar nosotros? No lo creemos necesario o simplemente no tenemos tiempo.

Y ¿sabemos cuál es la forma más integral de cambiar nuestras conductas para vivir con menor desgaste energético? Las adoptadas en los escenarios de Crecimiento Espiritual. Pero eso sería tópico de otro escrito.

Tomemos consciencia que depende de nosotros estar mejor.

Dios les bendiga.

Namasté.

ShaniShaktiAnanda

Original:  XXXX AS. (15 de julio del 2022)
http://cartelesmaestros.blogspot.com/

Instagram @ShanisShaktiAnanda @EscuelaparaelAlma.ssa @esteservidor @coachenergeticointegral
Palabras-claves: estrés, meditar, enfermedad, sanar, sanador

4 comentarios:

  1. Amén a su Santa y Amorosa Bendición. Maestro, Padre Espiritual y Guru. Infinitas gracias por presentar tan Magistral Artículo. Cuántas enseñanzas tiene para reflexionar y actuar en consecuencia. 🙇🏾‍♀️🙇🏾‍♀️🙏🏾🤍

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  2. Gracias Maestro, por este nuevo Artículo, que importante los puntos que menciona sobre lo que nos causa estrés en nuestro vida. Y lo importante que es ajustar nuestro estilo de vida.

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  3. Namaste. Buenas noches Maestro! Un escrito tan real en nuestra actualidad pero definitivamente en escenarios espirituales de la mano de un Gran Maestro Espiritual se puede conocer el origen del estrés y se empieza a mejorar muchísimo con el cambio de conductas; sobre todo la reactividad. Muchísimas gracias por este gran escrito Maestro.

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  4. Namasté 🙏🏻 gracias Maestro por el artículo, definitivamente si queremos ver cambios para bien en nuestra vida, debemos hacer los ajustes necesarios.

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