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miércoles, 8 de junio de 2016

Cómo luchar con nuestros sentimientos difíciles

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Muchas veces lo he descrito con detalles. Tenemos tres planos o tipos de consciencia: la consciencia mental, la consciencia astral y la consciencia espiritual.

Entre estas tres consciencias existe un equilibrio: la suma de las proporciones de manifestación de cada una de las tres debe dar un total de cien por ciento. Si una consciencia se manifiesta más, las otras bajan en su manifestación. Está dinámica entre ellas es lo que yo denomino el equilibrio entre las consciencias.

Entonces, crecer espiritualmente se traduce desde esta óptica en: someterse a un escenario tal que permita que la consciencia espiritual se manifieste protagónica y prioritariamente, en comparación con las consciencias mentales y astrales.

Y esto se lleva a cabo en tres pasos simultáneamente, de obligatorio cumplimiento los tres:

  1. Se practican técnicas y ejercicios que ayuden a bajar la porción de consciencia mental que se manifiesta en nuestro día a día. Para esto se practica meditación (por ejemplo), de forma constante y persistente. Existen otras formas de someter a la mente además de meditar.
    Pero bajar la porción de consciencia mental no significa deprimirla; no quiere decir que la persona dejará de pensar. Quitarle el protagonismo de nuestra vida a la mente, significa ganar la capacidad de utilizarla donde y cuando corresponda; n más ni menos.
  2. Al comenzar a bajar la porción de consciencia mental en nuestra vida, la consciencia astral (mágica) tiende a subir para posicionarse; y a esto hay que ponerle freno.
    Si la consciencia astral sube mucho y se llega a establecer como la nueva consciencia protagónica tomando el puesto de la mente, de igual forma se va a estancar el crecimiento espiritual de la persona. Recordemos que el mundo astral, mágico, fenomenológico, esotérico, de rituales, fórmulas mágicas, “efectos fantásticos”, de seres del más allá; no pertenece a nuestra consciencia espiritual.
    El maestro espiritual es el llamado a poner el freno necesario para que la consciencia astral no asuma el dominio de la vida de alguien que quiere crecer espiritualmente.
    No es el desconocimiento ni la negación de la existencia de dicho plan astral; sino  el reconocimiento de que se debe seguir subiendo y no podemos quedarnos encantados allí.
  3. Y con la consciencia mental controlada y la consciencia astral frenada; el maestro espiritual comienza el trabajo de forzar la manifestación de la conciencias espiritual del discípulo, para que se cumpla el crecimiento espiritual.
    Repito, es el maestro espiritual y no la misma persona, el que hala  la consciencia espiritual de esta.
    Son múltiples los mecanismos que tiene el maestro espiritual para promover el establecimiento de la consciencia espiritual como una consciencia operativa; y escapa de este artículo explicarlos.
    Pero se puede acotar que la mayoría de estos mecanismos se llevan a cabo en planos sutiles. No son las cosas evidentes, no es solo lo aparente, no son solo las explicaciones, no son solo las charlas; son las enseñanzas, es el sometimiento a dichas enseñanzas y mucho más que el maestro espiritual hace sin que la persona se dé cuenta.


Pero vuelvo a enfocar en la primera parte, cuando queremos eliminar el protagonismo de la mente.

La mente es la consciencia que controla nuestro plano terrenal/humano. Este plano corresponde los cuerpos físico, mental, emocional y energético.

De esta forma, cuando la mente se calma, nuestra parte humana comienza a vivir desde los verdaderos sentimientos (recordemos que la mente incluso se toma atribuciones de “sentir” – refiérase al artículo de “pseudo-sentimientos”).

Este estado es IDEAL, ya que se cambia el foco de vida desde “el cerebro” hacia “el corazón”; pero este es solo un incipiente estado temporal hacia lo espiritual.

Pero por muy incipiente y temporal que este estado emocional sea, comienza a ser una forma difícil de vivir. Es entonces cuando uno comienza a darse cuenta de los sentimientos difíciles que controlaban nuestra vida, aún sin saberlo (la mente siempre hacía creer que estaba todo bien, bajo control) y empieza la lucha personal por erradicar dichos sentimientos.

La lucha y la erradicación de esos sentimientos difíciles son muy importantes, porque ellos son las amarras de nuestra humanidad que se niega a reconocerse realmente espiritual y actuar desde allí.

Entonces; ¿cómo se controlan dichos sentimientos difíciles? ¿Cómo nos oponemos a ellos y logramos que no aparezcan? Solo dos respuestas.

Primera respuesta: erradicar nuestros sentimientos difíciles no se hace con la voluntad mental. La voluntad mental ya la logramos calmar, así que no nos sirve para controlar los sentimientos.

Segunda respuesta: lo único que logra calmar esos sentimientos difíciles (que salen de nuestras propias “personalidades heribles”) es a través de nuestro espíritu.

Si una vez que comenzamos a controlar la mente, intensificamos el proceso de manifestación espiritual; pues esas “personalidades heribles” o sentimientos difíciles que nos hacen sufrir van despareciendo.

Luchar contra nuestros sentimientos difíciles no es un tema de querer hacerlo, es un tema de someternos para que nuestro espíritu crezca y este sea el que domine nuestra terrenalidad. Entonces, esos sentimientos cada vez serán menores y comenzaremos a disfrutar de la verdadera Paz Espiritual; estemos en las situaciones que estemos.

Es así de sencillo es el proceso.

Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: día 159 A.S. (08junio2016)
Twitters: @eReiki @pagr777 @EvolConsc @SanaCristica

Palabras-claves: sentimientos difíciles, tipos de consciencia, mental, astral , mágica, espiritual, maestro, rituales, terrenalidad, personalidades heribles, emociones, 

1 comentario:

  1. Excelente publicación, muchas gracias por compartir su sabiduría!

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