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jueves, 2 de junio de 2016

Entre conversaciones: No molestarse

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

A. Adhikari:    Namasté.
                        Maestro, siempre se dice que debemos controlar nuestra rabia, nuestra ira; que debemos controlar nuestra molestia; que no debemos engancharnos con las personas que nos hacen daño. Pero en realidad, hoy en día, en nuestras sociedades modernas eso parece más “debilidad de carácter” que otra cosa. ¿Por qué debemos aguantarnos? ¿Por qué es malo molestarnos a nivel espiritual?

Maestro:         Namasté
                        Adhikari, la respuesta es muy grande; y te la contestaré desde el ámbito espiritual ya que lo pides así. El “molestarse” tiene implicaciones y produce daño en todo nuestro ser físico, mental, emocional, energético, y los demás.

Pero lo primero que te propongo hacer es ampliar el término. Tú usas bien la palabra “molestarse” como lo que no se debe hacer; pero no es lo único cuando estamos hablando sobre la forma de abordar una situación que nos parece mala o inapropiada o injusta. Allí, podemos comenzar a sentir no solo molestia, sino venganza, sed de justicia, tristeza, rabia, desconsuelo, pesimismo, crítica destructiva… un grupo de cosas que vamos a englobar como “indignación”.
La indignación a la que me voy a referir puede ser una sola de esas actitudes o todas a la vez.

A. Adhikari:    Bien, entonces cualquiera de estas sensaciones las englobamos en indignación. ¿Pero qué pasa cuando la siento?

Maestro:         Tú hablaste de “debilidad de carácter” y tienes toda la razón. No reaccionar ante algo “malo” que hacen otras personas, que nos indigna o que nos parece injusto, está catalogado como una actitud débil, miedosa, indolente, insensible y hasta cómplice.
Pero recuerda que esa en la visión terrenal. Y mientras que la fuerza a nivel terrenal se mide con enfrentamiento, la fuerza a nivel espiritual se mide con aguante.

A. Adhikari:    ¿El aguante es mejor espiritualmente?

Maestro:         Te pregunto. En la mayoría de las personas ¿cuál es la forma más automática de actuar ante algo que les parece malo? ¿Cuál es la forma  que “sale sola”, sin pensar y sin esfuerzo? Pues es la molestia.
Nadie se esfuerza por molestarse. Así que no se necesita ser fuerte para “indignarse” ante una situación.
Pero por el contrario, ¿es difícil “aguantarse” o “atajar” o “controlar” la molestia?
Pues sí, es muy difícil, requiere de mucho esfuerzo, mucha fuerza.
Pero requiere de una fuerza que va más allá de nuestra parte humana; requiere de una “fortaleza espiritual”
Realmente, se es más fuerte espiritualmente hablando cuanto menos te moleste, cuando menos te indignes.
Los más “brabucones”, los que se molestan muy rápido, en realidad son los más débiles, espiritualmente hablando.

A. Adhikari:    Ahora sí entiendo, Maestro; pero sin aún tener claro el porqué es malo molestarse (o indignarse), me surge otra pregunta. ¿El “no indignarse” no nos lleva a dejar que las cosas malas sigan pasando una y otra vez? Porque si nadie “reacciona” pues las cosas malas parecen que no tienen freno.

Maestro:         Muy buenas pregunta Adhíkari; todo el mundo siempre se la hace.
La respuesta es no. El no molestarse no implica “dejar de hacer; o dejar de corregir; o dejar de aleccionar; o dejar de aplicar sanaciones”.
Si a cualquier persona le corresponde sancionar o corregir algún hecho inapropiado, pues está en su obligación de hacerlo porque es parte de su rol de vida.
Pero esa persona siempre podrá hacer lo que le corresponde desde dos maneras: molestándose o indignándose por el hecho o con quien lo ejecutó; o manteniendo la ecuanimidad. De ambas formas se toman medidas sobre lo que debe ser corregido, pero de la primera forma vienen problemas mayores.

A. Adhikari:    ¡Oh! Ya entiendo, entonces no molestarse no significa ser “permisivo”. Esto debe tranquilizar a mucha gente que lo había entendido mal. Ahora ¿podemos volver a las consecuencias de indignarse o molestarse?

Maestro:         Claro que sí; veamos.
Para explicar las implicaciones espirituales de “molestarse” en alguna situación o con alguna o algunas personas, se debe recordar lo que significa el karma. Te lo voy a recordar de forma resumida.
El karma es una energía que cosechamos y guardamos; y que va a producir en nuestras vidas, en algún momento, cosas buenas o cosas malas. Esto la gente lo suele llamar popularmente “karma bueno” y “karma malo”.
Cuando nuestras acciones hacen sentir bien a una persona, cosechamos karma bueno. Cuando hacemos sentir mal a una persona, cosechamos karma malo.
Esa energía se va a activar en algún momento en nuestro futuro y nos va a crear cosas buenas o malas; además, que también la heredamos en vida a nuestros hijos.
Pero esa energía también se contagia.
Una de las formas más sencilla de contagio son las emociones. Cuando dos personas se involucran emocionalmente, el karma entre ellas se comienza a compartir. Si una persona realmente admira u odia a otra, la primera comienza a adoptar el karma de la segunda.

A. Adhikari:    Maestro pero eso es grave. ¿Eso quiere decir que además de mi karma, yo voy a tener que vivir con parte del karma de la otra persona? ¿Por qué la gente no sabe eso?

Maestro:         Así mismo es Adhikari. Eso se sabe desde siempre; solo que algunas religiones lo han omitido o lo han cambiado, dando otras explicaciones menos detalladas.
Pero sigamos con un ejemplo.

Supongamos que una persona hizo algo realmente complicado;  donde le ha hecho sentir realmente mal a muchas personas.
Es evidente que esa persona tiene mucho del que llaman “karma negativo” y por eso tiene una deuda grande con el Universo (con Dios si así lo quiere).
Debido a este karma, a lo mejor no de inmediato pero en algún momento de su vida a esa persona (o sus hijos o a sus familiares cercanos) le va a ir realmente mal.
Esto que digo es ley, no es un “a lo mejor”.
¿Qué pasaría si tú, por ejemplo, te “indignas” (te sientes realmente mal) por lo que esa persona hizo?

A. Adhikari:    ¡No me diga que...!

Maestro:         Pues sí, en el instante que tú te enganchas negativamente con esa persona (aunque no la conozcas personalmente) adoptarás su karma negativo.
Este karma adoptado (realmente malo) te comprometerá con el mismo Universo a ayudarle a pagar sus deudas con Dios.
Por lo tanto, en algún momento comenzarán a pasarte a ti o a tus seres queridos, situaciones difíciles que vienen por el karma de aquella persona con la que “te molestaste”.

A. Adhikari:    ¡Maestro, esto es muy rudo! Difícil de asimilar.

Maestro:         Sí; y es por eso por lo que mucha gente prefiere no creer en esto o lo desprestigia o lo interpreta de otra manera. Es la misma gente que debajo de la lluvia, sin un paragua, cierra los ojos y comienza repetir: “no me mojo, no me mojo; es mentira, no llueve, no llueve”.

Ya te das cuenta de porqué es importante hacer el esfuerzo espiritual de no indignarse ante situaciones que consideramos difíciles.
Si nos molestamos, destruiremos nuestra propia vida futura y la de nuestros seres queridos; y a lo mejor aquella persona ni se entera de nuestra molestia.

Ante una situación difícil, simplemente debemos hacer lo que nos corresponda hacer; pero manteniendo el corazón limpio. Esto por nuestra propia felicidad futura y a de los nuestros.

A. Adhikari:    Maestro, me voy triste. La gente no sabe esto; y cada vez enfrentamos situaciones “difíciles” (como dice usted) y en vez de resolverse terminan peor o nos enfermamos o dañamos nuestras vidas.
Otras veces a lo largo de nuestras vidas sufrimos cosas muy duras y culpamos al diablo, o al castigo de Dios, y no tenemos idea de que pueden ser el resultado de esos odios, molestias o simples indignaciones acumuladas en nuestras vidas.
Y peor es que no hacemos nada por refrenar nuestro enojo ante una situación y no sabemos que al final nuestros hijos serán perjudicados kármicamente.

Maestro:         Si; pero es aún más triste porque esto no está oculto a nadie. Todas las religiones gritan a su manera lo de: amar a tus enemigos, poner la otra mejilla, no juzgar, entre muchos otros preceptos y nadie hace caso; ya que les interesa más a su parte humana/terrenal que su parte espiritual.

A. Adhikari:    Maestro, una última pregunta. ¿Aún hay esperanza? ¿Qué se puede hacer?

Maestro:         Si hay esperanza; afortunadamente tú estás en el camino correcto con un maestro espiritual. Pero no puedo explicarlo aquí, ya lo he dicho y escrito muchas veces; y ahora estoy cansado de empujar. Esperemos a ver si alguien despierta, lo asume, se compromete, se acerca y se esfuerza.

A. Adhikari:    Gracias Maestro, Namasté.

Maestro:         Dios te siga bendiciendo.
Namasté


Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 153 A.S. (02 junio 2016)
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Palabras-claves: karma sentimientos situaciones complicadas molestarse indignarse

1 comentario:

  1. Namaste Maestro. Cuando uno cree haber logrado ecuanimidad, tranquilidad, y uno piensa que está manejando bien las cosas desde el punto de vista espiritual, basta que un familiar por ejemplo nos recrimine por algo, y ahí está ! nos transformamos y nos llenamos de ira y lo que pensabamos que estabamos haciendo bien se viene abajo cual castillo de naipes. Que difícil es permanecer impasible, pero es parte de nuestra guerra interna. Para mí es la verdadera lucha entre el bien y el mal, solo que no es como muchos se la imaginan. Es una guerra que opera en nuestra propia mente, lo que queda es asumirlo como parte de nuestro aprendizaje, como una de tantas pruebas a las que estamos sometidos. Lo único que pido a Dios que me permita seguir luchando con mucho esfuerzo para erradicar de mí mismo el molestarme. Evitar acumular más Karma. Gracias por sus enseñanzas Maestro. Namasté.

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