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martes, 5 de diciembre de 2017

La riqueza y el empoderamiento en la Biblia

Autor: ShaniShaktiAnanda

En todas las escrituras sagradas – y en nuestra Santa Biblia como una de ellas – siempre se hace referencia a la riqueza y a los hombres ricos.

Allí la riqueza no tiene una interpretación precisamente positiva; pero si llegamos a entenderlo correctamente, caemos en interpretaciones que en vez de acercarnos a Dios, nos alejan.

Como siempre digo, la gran mayoría de las veces la interpretación literal de una escritura sagrada suele ser peligrosa; ya que no se llega a comprender contexto de vida de la enseñanza sagrada.

Y con esto de la riqueza en la Biblia sucede así. Cuando se entiende de forma literal que la riqueza es mala (espiritualmente hablando), las personas con carencias económicas se sienten egocéntricamente más dignas de Dios. Y esto no necesariamente es correcto.

Estamos más cerca de Dios cuanto más vivamos nuestra vida en función de SUS lineamientos y no de nuestras conveniencias humanas. Esto es lo que referimos en la oración del Padre Nuestro, cuando repetimos (posiblemente sin darnos cuenta) “hágase tu voluntad y no la mía.

Pero entonces ¿a qué se refiere esa riqueza bíblica que nos aleja de Dios?

Me voy a permitir colocar dos pasajes bíblicos de los muchos donde habla de la riqueza.


Lucas 12:16-21 (TLA)

16 Y enseguida Jesús les puso este ejemplo:
«Las tierras de un hombre muy rico habían dado una gran cosecha.
17 Era tanto lo que se había recogido, que el rico no sabía dónde guardar los granos.
18 Pero después de pensarlo dijo: “Ya sé lo que haré. Destruiré mis viejos graneros, y mandaré a construir unos mucho más grandes. Allí guardaré lo que he cosechado y todo lo que tengo.
19 Después me diré: ¡Ya tienes suficiente para vivir muchos años! ¡Come, bebe, diviértete y disfruta de la vida lo más que puedas!”
20 »Pero Dios le dijo: “¡Qué tonto eres! Esta misma noche vas a morir, y otros disfrutarán de todo esto que has guardado.”
21 »Así les pasa a todos los que amontonan riquezas para sí mismos. Se creen muy ricos pero, en realidad, ante Dios son pobres.»


Lucas 18:18-25 (DHH)

18 Uno de los jefes le preguntó a Jesús:
Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?
19 Jesús le contestó:
¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. 20 Ya sabes los mandamientos: “No cometas adulterio, no mates, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, y honra a tu padre y a tu madre.”
21 El hombre le dijo:
Todo eso lo he cumplido desde joven.
22 Al oír esto, Jesús le contestó:
Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.
23 Pero cuando el hombre oyó esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
24 Al verlo así, Jesús dijo:
¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!
25 Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.


Si leemos estos dos pasajes varias veces, comenzamos a descubrir la clave. Lo contraproducente de la “riqueza” o del “hombre rico”, no está en la cantidad de dinero o de bienes que posea, sino en la actitud que esto despierta en su vida.

En el primer pasaje (Lucas 12:16-21) encontramos a un hombre que había cosechado muchas riquezas; eso quiere decir que había trabajado mucho terrenalmente y que había tenido muy buenos resultados.

Pero él se sentía tan agradado con sus logros terrenales, que buscaba tenerlos en mejor resguardo y seguía trabajando para aumentar sus logros. Por eso construiría nuevos y más grandes graneros.

Pero como si esto no fuera suficiente, el hombre consideraba que ya había cumplido con su misión de vida; y por lo tanto llegaría descansar y disfrutar de sus riquezas en vida.

Al fina del pasaje, el mismo Dios le hace notar que todo lo que había conseguido terrenalmente no le serviría de nada al morir; y en ese momento, cuando se presentaría ante Dios, iba a legar sin absolutamente nada; ya que había trabajado terrenalmente pero nunca espiritual.

Hasta ahora solo parafraseé el texto, pero puedo resumirlo en una frase muy corta: el hombre rico es la típica persona “empoderada” que se enaltece por sus propios logros terrenales y piensa que esa es su misión de vida. No se refiere necesariamente a que si tiene mucho dinero o bienes.

Se puede ser “rico” en dinero, pero también en: “conocimientos que no permiten visiones diferentes de la vida”; o en “ideales que se defiende a ultranza”; o en “orgullo de alcanzar logros personales”, o en “posiciones intransigentes de vida”, o en “creer tener la razón y que los demás están equivocados”, o en “buscar tener el control de las situaciones”, o en “creer tener más belleza física que los demás”. Se puede ser “rico” de muchas maneras; se puede estar “empoderado” de muchas maneras.

Una persona “empoderada” no solo confía en su capacidad, sino que cree ser cada vez más exitosa al cumplir sus propias metas con su propio esfuerzo. La altivez le da seguridad. Para ese tipo de personas la misión de vida es sentir que todo lo puede hacer y resolver; y que el poder está en ella. Poder que queda en nada al momento de morir; cuando Dios le pide cuentas.

Entonces, la riqueza que se refiere en este pasaje bíblico, la que te deja vacío de Dios, no se refiere a tener más bienes o dinero, sino a tener una sensación de poder mayor y creer que todo lo puede hacer si se propone por sus propios medios. Esta en la pernisionsa riqueza bíblica; la riqueza del poder personal terrenal que hace sentir a la persona que con sus metas terrenales ya está cumpliendo con su misión de vida.


Pero veamos la segunda cita bíblica.

En Lucas 18:18-25 encontramos a una persona de mucha altura terrenal (empoderada) que incluso llevaba lineamientos espirituales acertados.

Esta persona, a pesar de estar cumpliendo con los mandamientos, aún sentía que le faltaba algo; y Jesucristo mismo se lo dijo en una hermosa metáfora: debes entregar todo lo que has encontrado con tu esfuerzo, a quien no tienen nada. De esta forma, te ganarás el Cielo.

¿Acaso esta invitación a quedarse en la ruina, entregando todo lo que tiene, es literal? Por supuesto que no.

En esta recomendación metafórica lo único que trataba de enseñar Jesucristo es que no confiara en sus logros terrenales para llegar a Dios, que no creyeran que su esfuerzo en cumplir con sus metas terrenales le iba a servir para entrar en el Cielo. Que si incluso no tuviera dichos logros, él podía llegar al Padre.

Nuevamente vemos el “empoderamiento” de esa persona rica; “rica en empoderamiento lo que le hacia sentir que había venido a esta vida a cumplir metas terrenales”.


El empoderamiento pernicioso

Y cuando se entiende esta enseñanza bíblica nos damos cuenta del porqué tantas personas están tan mal o están tan indefensas ante los embates de la vida.

La cultura occidental, en cambio de vender la sumisión hacia Dios (lo que es lógico como criaturas que somos de Él), lo que venden es la exaltación del “tú puedes”, la idea falsa de que “el poder está en tus capacidades físicas, mentales o emocionales

Si abrimos solo un pocos los ojos, no es difícil ver que el “empoderamiento” nos deja viviendo por nuestra cuenta, sin la ayuda de Dios. Cuando la vida apriete las personas empoderadas se dan cuenta que perdieron el tiempo comprando ese concepto tan humano y por lo tanto tan poco espiritual.

Volvamos a la oración básica. La sola frase de “hágase tu voluntad y no la mía”, es un total absurdo para personas empoderadas.


Cuando somos espirituales.

Cuando una persona es realmente espiritual, lo primero que hace es dejar de lado el empoderamiento, de cualquier aspecto de su vida. Lo segundo es aprender que el esfuerzo de vivir se debe hacer con ahínco, sin importar las situaciones. Y lo tercero es aceptar una frase que enseño desde hace años: “el esfuerzo es nuestro, pero el resultado es de Dios. (SSA)

Al contrario de lo que le puede parecer a ciertas personas “empoderadas”, las tres consideraciones anteriores no dejan indefensa a ninguna persona; sino que por el contrario la ponen en manos de Dios. Y ¿acaso Dios como conciencia creadora del universo tiene las mismas pobres imitaciones que los seres humanos empoderados?

Ahora sí sabemos que las personas con “riquezas” en la Biblia se refiere a personas “empoderadas”. Ojalá lo entiendas antes de que la vida te eche en cara que no puedes resolver nada importante por tu cuenta si no vives intentando agradar al que realmente es poderoso: Dios.


La dificultad de los empoderados.

Y realmente es triste ver a tantas personas “empoderadas” que confiando en lo que están haciendo o en lo que han conseguido a lo largo de su vida, que no logran comenzar a caminar hacia Dios, a pesar de que ellas crean que lo están haciendo correctamente.

Y si alguna persona empoderada se atreve a incursionar en un escenario de crecimiento espiritual, sale al poco tiempo al ver que ni el poder ni el control están en ellas sino en Dios. Para ellas es inconcebible plegarse al sometimiento de los escenarios espirituales (religiones inclusiva) lo que eventualmente le traerá beneficios espirituales.

Para una persona “empoderada”, no hay peor cosa que sentirse “desempoderada”.

Tanto es así que en el último pasaje bíblico expuesto, el mismo Jesucristo apunta que el pobre hombre rico (empoderado) se marchó muy triste cuando se le invitó a dejar su actitud de empoderamiento.

“—¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!”

“—¡Qué difícil es para las personas empoderadas entrar en el reino de Dios!”

De ahora en adelante, la Santa Biblia la pueden entender mejor si sustituyen “riqueza” por “empoderamiento” y “hombre o mujer rica” por “persona empoderada”.

Es realmente tonto confiar más en nuestros logros y capacidades personales que en lo que Dios necesita que sea hecho con nuestro esfuerzo. Pero muchas personas lo descubren tarde; ante una situación insalvable o un instante luego de morir.


Dios les bendiga.

Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Original: 705AS. (05 de diciembre del 2017)http://www.shanishaktiananda.org
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Palabras-claves: riqueza, empoderamiento, empoderados, Dios, biblia, escritura sagrada.

3 comentarios:

  1. Gracias Maestro ya atraves del desapego y la autoconciencia voy avanzando en acumular informacion

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  2. Namaste Maestro, gracias por su esfuerzo en brindarnos un espacio para Crecimiento Espiritual ... creo que en mi experiencia, uno no se da cuenta de lo empoderado que está hasta que llegas a someterte, y aún así cabe la pregunta de si verdaderamente nos estamos sometiendo a la enseñanza o al escenario.

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  3. Namasté. Gracias Maestro ShaniShaktiAnanda, por este nuevo punto de vista y enfoque de enseñanzas sagradas, usted es único. Definitivamente hay que tener algo fuera de este mundo para poder ajustar las enseñanzas sagradas y darle las interpretaciones correctas, para así poder comprenderlas mejor en esta actualidad,,, en pleno siglo 21...

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