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viernes, 27 de diciembre de 2013

¡Cuidado... persona positiva a la vista!

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

El positivismo (no me refiero a la escuela filosófica de Saint-Simon, Comte y Mill) es una tendencia del pensamiento humano que representa a una actitud particular ante la vida y en especial ante los problemas; la misma que la mayoría de las veces trae más inconvenientes que ventajas.

La gente siente que esa actitud mental positiva es muchas veces lo único que se necesita para salir adelante; y si bien es cierto que una actitud negativa ante la vida no ayuda a nadie; el positivismo puede resultar muy engañoso.

Generalmente se practican cuatro tipos de positivimos:

  • El “positivismo ingenuo”: el que “ciega a las personas”, el que cubre los errores y las debilidades personales y le hace creer al practicante que él está bien, que todo se va a resolver “solo”, por el solo hecho de ser positivo.
  • El “positivismo evasivo”: que se ejerce como un mecanismo para evadir la responsabilidad de lo que sucede y por lo tanto la responsabilidad de resolverlo.
  • El ´positivismo impetuoso´: el cual plantea que mientras se ejerza con mayor intensidad y vehemencia el pensamiento positivo, todo va a salir mejor.
  • El ´positivismo celestial´: que al ejercerlo se cree que Dios está “en la obligación” de resolver muestras “metidas de pata” o por lo menos de ayudarnos haciendo Él la mayor parte del trabajo.

Esos tipos de positivismos en realidad terminan siendo uno solo, ya que ellos se entremezclan y se utilizan de esa forma.

La actitud positiva nunca ha ayudado a nadie de manera trascendente. Puede ser útil en un momento concreto y muy acotado en el tiempo, para no engancharse en actitudes difíciles; pero no debe convertirse en “la herramienta” para sanar, ni mejorar, ni crecer.

Cuando una persona se presenta con una tendencia positivista, terapéuticamente hay que analizar si está evitando asumir procesos serios de sanación. Puede tener manifestaciones constantes de malestar que simplemente oculta (para no ocuparse de ellas) tras pensamientos positivos casi compulsivos. Aquí cabe el dicho de “dime de lo que alardeas y te diré de lo que careces”.

Y para complicar el asunto, la actitud positiva se confunde con la “fe”; cosas que son sustancialmente diferentes. La “fe”, definida desde un plano espiritual, apunta más hacia la “confianza” que se le debe tener a Dios; pero “confianza” en el sentido de que Él no dejará sin frutos a nuestro esfuerzo tenaz en conseguir algo. Esta misma “confianza” implica la certeza de que el fruto de nuestras acciones le servirá totalmente a Dios. ¿Acaso podemos pedir algo más?

A diferencia de la fe, el positivimos suele ser mucho a beneficio personal; y la confianza se basa más en que todo saldrá bien porque “así debe ser” o “porque Dios lo quiere así”, y no necesariamente porque dependa de nuestro esfuerzo.

En cualquier esquema serio de sanación, lo primero que se debe hacer es sincerarnos en nuestro malestar, luego reconocer que hay algo malo, después que tenemos la responsabilidad de sanar eso que “no va bien” y finalmente asumir el compromiso de hacerlo. Todo este esfuerzo lo haremos con la fe de que Dios estará en cada momento con nosotros. “A Dios rogando y con el mazo dando”.

Y Dios nos asista cuando encontramos a una persona que más que ayudarnos lo que hace es llenarnos de elogios y que frases positivas... frases que harían fruncir el ceño a los que nos conocen de verdad. Aquí cabe la frase: “viví con él pa´que veais”. A salir corriendo antes de que nos creamos todas esas frases “luminosas”.

Es una realidad que debemos elevar nuestra autoestima, pero esa elevación debe ser un proceso de crecimiento interior, no tiene que venir nadie a levantártela desde afuera. “Si te gusta que te alaben estás en problemas graves, porque aún no has descubierto por ti misma/o cuanto vales. PAGR2013”

Ten cuidado con el ´positivismo estúpido´, te puede estar alejando de tus verdaderas bendiciones y de conquistar una vida realmente trascendente. PAGR2013”

Namasté

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 27 de diciembre del 2013.
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc

4 comentarios:

  1. Se podría inferir que el "Positivismo es una Actitud" y la "Fe es Conciencia".... que una Actitud es una postura y la Conciencia es un proceso interno ..... que no podemos sanar "desde afuera" sino "desde adentro" .... y que una vez identificado un malestar es indispensable un trabajo interno que depende solo de nosotros mismos y es nuestra responsabilidad espiritual realizarlo.... "Somos seres espirituales viviendo una experiencia terrenal". Brillante artículo Maestro!
    Namasté

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  2. En estos tiempos en donde se le da tanta importancia a la "mente positiva" es importante retomar, desde la aproximación de lo escrito en este artículo, la responsabilidad que tenemos por las consecuencias de nuestros actos. A veces no es evidente ver el origen de las cosas y escurrimos el bulto con el cuento de la mente positiva. Asumir parece ser la consigna.
    Nuevamente agradecida Maestro.

    CEH

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  3. wow Maestro, tiene razón la Sra. Flor, brillante artículo, tengo dos día leyéndole, re leyéndole (y ya cuando comento, el computador dice que no funciona el servidor, wow por él también) pero lo resaltante es que me pregunto si yo también estoy lenta, algo de bioritmo, pero que va, es que este articulo es la primera vez que leo una lección tan amplia sobre positivismo en pocas palabras. Admito que tengo otra tarea :D Me toca imprimirle e imprimirle en mi ser, el tema esta profundo. Gracias Mil por sus enseñanzas, espero aprender a su ritmo...xD... Namasté

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  4. Namasté,gracias Maestro, sus explicaciones son tan firmes, tienen tanta razón y hasta lógico... La Fe es acción, reconocer que hay algo mal trabajar sobre eso y mantener la confianza en DIOS... Gracias

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