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lunes, 3 de agosto de 2015

El éxito: ¿acción o sentimientos?

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Muchas personas creen que el éxito está condicionado por la acción; y esto no es totalmente cierto.

Si te mantienes haciendo cosas (esforzándote) con sentimientos difíciles en tu corazón, el resultado será desastroso. En cambio, si mantienes buenos sentimientos, el éxito puede llegar incluso sin mucho esfuerzo.

El asunto entonces es darnos cuenta si nuestros sentimientos son buenos o difíciles; más allá de si hacemos mucho, poco o nada.

Acoto que nunca digo “sentimientos malos”, prefiero decir “difíciles”; ya que muchos sentimientos difíciles pueden parecer buenos; pero aun así nos complican la vida.

Coloco un ejemplo.

Lo que la gente llama un sentimiento de "esperazanza", parecería algo noble; y definitivamente lo es. Pero hay que ver desde cuál energía nace esa esperanza que sentimos.

Esa "verdadera energía" que da origen al sentimiento, es en realidad el “verdadero sentimiento”. Al contrario, lo que expresamos como “esperanza” en este caso, puede ser un pseudosentimiento.

El término de pseudosentimiento ya lo he tratado ampliamente, pero lo resumo de esta manera: “pseudosentimientos son aquellas sensaciones que podemos confundir con nuestros sentimientos, pero que no salen de nuestro corazón, sino de nuestra mente.”

Cuando alguien siente la “esperanza de que algo va a mejorar”, ¿qué tiene verdaderamente en su corazón? ¿Qué energía genera esa “esperanza”?

Una persona puede expresar esperaza cuando: se siente mal por alguna situación actual y le gustaría que fuera diferente; o tiene miedo de que algo vaya a salir mal; o está angustiado de cómo vaya a terminar un hecho.

En estos casos esa “esperanza” es un pseudosentimiento y está naciendo de un malestar actual, de un miedo, de una angustia o de la incertidumbre. Estos últimos son los verdaderos sentimientos detrás de la “esperanza”: el malestar, el miedo, la angustia o la incertidumbre.

Por eso, la esperanza (como pseudosentimiento) es un sentimiento difícil aunque parezca muy bueno; y como tal puede producir desastres, o en el mejor de los casos no llegar a lo que esperábamos.

Otro de los ejemplos típicos es “la búsqueda de justicia”, el cual parece un super-sentimiento altruista.

¿De dónde puede nacer una “necesidad de justicia”? Pues de una inconformidad, de una indignación y hasta de una rabia; que busca que algo sea resarcido, corregido, penado, etc.

La “necesidad de justicia” no es más que un pseudosentimiento que nace desde los sentimientos reales de inconformidad, indignación y rabia.

Los importantes sentimientos.

¿Pero por qué son importantes los sentimientos verdaderos o reales?

Desde un punto de vista holístico sabemos que cada uno de nosotros condiciona su propia realidad (somos co-creadores de nuestra realidad). Y este condicionamiento responde no solo a nuestras acciones, sino a leyes universales que responden directamente a nuestros sentimientos.

Al igual que el concepto de pseudosentimientos es algo nuevo que debemos comenzar a manejar; hay mitos de la “nueva era” que nacen desde un mal entenimiento de las leyes universales que se conocen desde siempre.

La conocida Ley de Atracción responde a lo que sentimos; no a lo decimos ni a lo que pensamos. Y la misma Ley del Karma, aunque se conozca como “acción y reacción”, responde a los sentimientos que sienten los demás gracias a nosotros. Siempre son los sentimientos.

Si condicionamos nuestra realidad con el pensamiento, pues cualquier “esfuerzo mental”, cualquiera “buena intención”, diera siempre buenos frutos; y sabemos de sobra que no es así.

Cuando se apuntan “éxitos del pensamiento positivo” tendríamos que sincerarnos y contabilizar también los fracasos; las veces que “pensar positivo no ha servido de nada”. Si lo hiciéramos nos diéramos cuenta que los éxitos y los fracasos se enmarcarían solo en un asunto de probabilidades.

Pero si comenzamos a monitorear y controlar nuestros “sentimientos verdaderos”, definitivamente se inclinaría la balanza con mayor acierto. Nos sentimos mal: condicionamos realidades malas; nos sentimos verdaderamente bien: condicionamos realidades buenas. Es ley, no hay letras pequeñas.

Aún la acción sirve

Pero la acción aun es válida; ya no para condicionar nuestro éxito, sino para hacer realidad lo que vaya a suceder.

Recordemos que “en este universo nada se destruye, solo se transforma”; y las cosas que nos suceden no son más que la transformación de la “acción esforzada” que ponemos en conseguirlas.

Así que la acción aun es importante, pero el éxito final estará matizado por nuestros sentimientos.

Namasté
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 03 de agosto del 2015.
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras-claves: acción, sentimientos, pseudosentimientos, ley de atracción, karma

3 comentarios:

  1. Gracias Maestro... muy claro. un abbrazo.

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  2. Muchas gracias por este artículo Maestro... sin duda aclara muchas cosas y nos recuerda otras tantas... Aunque es difícil controlar nuestros sentimientos, es de suma importancia lograr hacerlo para así condicionar nuestra realidad de manera positiva...

    Muchas gracias
    Namasté

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  3. Namasté. Muchas gracias Maestro por este artículo. Existe una línea muy sutil entre el verdadero sentimiento y el pseudosentimiento. Por esto mismo en lo que debemos accionar es en mantener un corazón limpio en el que reine el sentimiento más sincero posible.

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