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viernes, 1 de abril de 2016

Buscando ayuda de Dios

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Hoy en día (y en cualquier momento de crisis) se habla de esperanza, de fe, de empeño, de lucha, de trabajo arduo, de compromiso, de hermandad, de liderazgo, de diálogo y muchos otros términos más para salir de los problemas. Todas estas son todas propuestas a las que se les apuestan para salir adelante con vistas al futuro.

Pero nunca  nos detenemos a pensar en las razones por la cuales llegamos a esa crisis. Si llegamos a ella, no fue ni por casualidad y por obra del diablo.

Pero es mucho peor cuando comenzamos a buscar culpables. Cuidado. Una situación siempre es activada por responsabilidad de algunos individuos; pero si al resto de las personas no les tocara vivirla, pues estarían excluidos o no se verían afectados.

Las razones que nos llevan a vivir una situación difícil (en las que a lo mejor no tenemos “culpa terrenal”) no las vemos; o a lo mejor preferimos no verlas o  incluso las negamos. Y en un proceso de negación, negamos  cualquier responsabilidad humana y responsabilidad espiritual personal.


Tipos de responsabilidades

Se suele asumir que las situaciones suceden por la simple responsabilidad humana; por las cosas que hacemos mal a nivel terrenal es que suceden las cosas malas. Esta forma de pensamiento es limitante y triste.

Nosotros como seres espirituales “pecamos más de forma espiritual que de forma humana”.

No solo lo que hacemos o dejamos de hacer en nuestros roles de vida terrenal es lo que nos daña y lo que nos expone a escenarios rudos de vida. Nosotros tenemos mucho compromiso con nuestra realidad, el cual va más allá de nuestras acciones. Específicamente, nuestro compromiso principal entra en el campo de las actitudes de vida (formas de ver la vida) y de nuestras relaciones con los demás (sentimientos hacia los demás: estén presentes o lejanos, sean conocidos directos o por televisión).

Esta “forma de vivir” desde nuestra actitud (no desde nuestras acciones) y desde nuestros sentimientos (no desde nuestras intenciones) hacia los demás; forma parte de nuestra responsabilidad espiritual.


Lo que nos trajo hasta aquí

Acepto que en una crisis muchos de los que están sumergidos en ella no tengan “responsabilidad humana”. ¿Pero acaso es tan difícil asumir que podemos estar sufriéndola porque no cumplimos con nuestra “responsabilidad espiritual”? ¿Somos acaso tan soberbios? Así no se sale de ninguna crisis.

Podemos asumir que a pesar de sí haber cumplido con nuestra “responsabilidad espiritual” aun somos “castigados”. Si es así, debes estar considerando alguna de dos posibilidades: que Dios es “tremendo desgraciado” por permitirte vivir en una crisis así o que Dios es “tremendo pelele” por dejar que el diablo tome el dominio del mundo.

Yo no creo en ninguna de esas dos posibilidades; y sé que tu alma tampoco las cree. Entonces, debemos abrir la posibilidad de que hayamos “incumplido sin saber” a lo mejor con parta de nuestra “responsabilidad espiritual”.

“La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento”, lo habrás escuchado; y esto aplica tanto en la Tierra como en el Cielo. Si incumplimos con algo sin conocerlo, igual sufriremos las consecuencias.


La “responsabilidad espiritual”

¿Acaso sabes cuáles son tus responsabilidades espirituales?

No te contestes de forma genérica del estilo de: “portarme bien”, “amar a Dios”, “ser bueno con los demás”. Cuando un fiscal de tránsito te va a poner una multa porque te pasaste un semáforo en rojo, tú no argumentas en tu defensa que eres buena gente con tu familia.

Si lo vemos desde nuestra doctrina espiritual altamente difundida, podemos sacar la bandera cristiana (solo como un ejemplo). ¿Sabes acaso cuál es tu responsabilidad espiritual como cristiano?

No repitas “los 10 mandamientos”, estos son los mandamientos dados por Moisés. Hablo de los mandamientos cristianos, los que el mismo Jesucristo te pidió seguir.

¿No lo sabes? Y ¿Cómo se puede asumir que cumples con tu “responsabilidad espiritual”?

No voy a hablar aquí de los lineamientos que el mismo Jesús nos dejó y que son la base de nuestra “responsabilidad espiritual”; lo he hecho en decenas de artículos y en infinidad de charlas durante. Pero de cualquier forma te recordaré algunos pocos de esos lineamientos:

-       Amar a tus enemigos - ¿lo haces?
-       Orar por lo que te ultrajan - ¿lo haces?
-       No juzgar - ¿lo haces?
-       Poner la otra mejilla - ¿lo haces?
-       No insultes a tu prójimo - ¿lo haces?

¿Aunque sea sabes cómo se pueden entender estos lineamientos hoy en día?

Y lineamientos como estos, hay por lo menos una docena más. Se debería revisar el Evangelio según San Mateo capítulos 5,6 y 7 y que alguien “claro” en Jesús, los explique.

Entonces la reflexión inicial: ¿hemos venido cumpliendo en el pasado reciente y continuo con nuestra “responsabilidad espiritual”, como para no merecer estar en una crisis?



Buscando la ayuda de Dios.

Pero en el fondo de cualquier crisis nunca falta la plegaria a Dios. Es difícil decir que es incorrecto hacerla, pero debemos sincerarnos en la posible efectividad que esta tenga.

Primero pregunto. Cuando acudimos a Dios, ¿estamos acudiendo a “algo terrenal limitado” o “algo espiritual todopoderoso”?

Esperando que la respuesta haya sido que estamos acudiendo a “algo espiritual todopoderoso”, cabe la otra pregunta: ¿hemos cumplido suficientemente con nuestra “responsabilidad espiritual” como para merecer alguna consideración especial de ese “algo espiritual todopoderoso”?

Dentro de la misma evasión que nombraba en párrafos anteriores, se sueñe argumentar que “Dios, dentro de su misericordia, perdona todo nuestros pecados” y por eso siempre nos ayuda. Bastaría remitirnos a las pruebas para desmentir esa frase; pero sigo.

Primero; parece que nuestros “pecados” fueran faltas de ortografía; que mientras haya buena intención, todo se tolera. Una cosa es escribir palabras incorrectas que aún se entienden y otra muy diferente es faltar a mandatos dados por el mismo Dios y herir así a otras personas sin siquiera darnos cuenta.

Segundo; que Dios sea misericordioso no quiere decir que sea alcahueta. Si algo debe corregirse o si necesitamos aprender a hacer algo bien para una próxima vez; ese mismo Dios misericordioso no nos va a perdonar las fallas, sino que nos va a dar TODAS las oportunidades para que nosotros tengamos la posibilidad de corregir y aprender, las veces que sean.

Eso es ser MISERICORDIOSO, no nos va a dejar “quemar en el fuego del infierno por toda la eternidad”, sino que va a ponernos exámenes tras exámenes para que, habiendo estudiado con ahínco, aprobemos y consigamos la paz.

He escuchado más de una oración pidiendo a la Virgen cosas del estilo, “líbranos de tal cosa en la cual nos tienen sumergidos esos desagraciados”… O personas deseando la destrucción de sus enemigos mientras le pide ayuda a Jesucristo… U otros pidiendo intercesión del Cielo sin cambiar sus propias actitudes antes la situación  Es como querer sanar una herida con un cuchillo infectado.

Reflexionemos un poco más. Dios envió a Jesucristo, su “único hijo”; y “lo hizo encargar” en el vientre santo de la Virgen María. Nuestra Madre lo parió, lo crió. Jesús predicó la palabra y NOS DIJO, con “pelos y señales”, cómo debíamos comportarnos para agradar a Dios Padre. Luego Jesús se sometió Él mismo a su muerte para demostrarnos que se podía llegar al Cielo con lo que Él venía enseñando. Lo consiguió y resucitó; y nos pidió que continuáramos con las enseñanzas.

Imaginemos ahora a la Virgen escuchando una plegaria de alguien que ni siquiera sabe o no se esfuerza lo suficiente en cumplir con lo que Su Hijo (entregado en la cruz) pidió expresamente. Muy efectiva no puede ser la plegaria.

Para pedirle ayuda a Dios; para lograr que esa parte espiritual nos ayude; debemos tener “méritos espirituales” y estos se obtienen cumpliendo nuestra “responsabilidad espiritual”


Apenas comienza…

He dejado muchísimo por decir en estas líneas. A estas alturas, posiblemente tengas más dudas que repuestas. Y es bueno que sea así, porque Dios requiere de nuestro esfuerzo sincero para que merezcamos sus bendiciones especiales.

He estado por años con esto, explicándolo, enseñándolo; aunque suene a publicidad te invito a involucrarte; lee mis escritos y carteles, asiste a las charlas, a los talleres, a todos los escenarios de enseñanza. Depende únicamente de ti.


Dios te bendiga.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: día 92 A.S. (01abril2016)
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777

Palabras-claves  responsabilidad humana, responsabilidad terrenal, responsabilidad espiritual, sermón del monte, mater 5,6 y 7, Jesucristo, misericordia, Dios, misericordioso.

1 comentario:

  1. Estupendo articulo para evaluar nuestro Nivel de Consciencia. Gracias Maestro. Namaste

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